Cap. 1
Hola. Antes de contar mi historia quisiera hablar un poco sobre mí. Me llamo Miguel Angel (ya se, sin acento en la "a"), soy mexicano (de un lugar desconocido llamado Torreón), y tengo más o menos 15 años, pelo negro y chino, cuerpo medio chaparrón y regordete. Bueno, ya que nos conocemos un poco mejor, venga, lo anhelado, mi historia. Todo comenzó cuando mis padres me enviaron con mis padrinos y primos que están en Estados Unidos, ellos decidieron llevarme a acampar (ya que JAMAS he acampado), ya preparado el campamento, decido ir a explorar y ver los animalitos. Tras un poco de tiempo de andar de vago, encuentro una cabaña, muy vieja y al parecer abandonada, mis primos me desafiaron a entrar, cagándome del miedo, pero entré a fin de cuentas, la cabaña estaba llena de cosas "mágicas", entre ellas encuentro un libro cubierto de cuero negro y un símbolo que era un círculo que estaba tachado (el símbolo de Slenderman para quien no sepa), salí sin problemas, al regresar al campamento (sigue siendo de día), al no hallar nada que hacer, me puse a leer el libro que encontré. Cuenta sobre la leyenda de Slenderman, al parecer era su diario por lo que pude deducir, como yo soy bien friki, he investigado mucho acerca del tema, pero pensaba que solo se trataba de un mito. Estaba equivocado. Al caer la noche, todos nos fuimos a dormir, pero algo nos despertó, encendimos linternas y nos reunimos, al parecer estábamos siendo observados. Con el libro en mano decidimos irnos, pero una criatura decidió no dejarnos ir, (adivinen quién es). Tras empacar, sentíamos que algo nos acechaba, nos dimos la vuelta y la criatura (Slenderman) se encontraba allí, sacando sus tentáculos y acercándose para darnos muerte, tras ver a mi familia en peligro, con gran valentía (y estupidez), me interpuse entre mis parientes y el alto monstruo.
Yo: No dejaré que sigas aterrorizando a más gente, puede que tus videojuegos tengan mucha popularidad (y se respeta), puede que seas el creepypasta más conocido del mundo, pero NO DEJARÉ QUE ME QUITES A MI FAMILIA, PERRA.
Y de su espalda brotaron 6 tentáculos como los que tiene Slenderman, los cuales "sisearon" ( se retorcían y emitían un sonido como de una cascabel) en tono agresivo. Intimidado, Slenderman señaló el libro (les dije era su diario), le entregué el libro, temeroso, lo tomó lentamente y, me hizo una caricia en la cabeza como si fuera perro. Con el libro (diario) en mano, se retiró. Pero no nos quedamos para ver, cuando estuvimos seguros de su ida, NOS FUIMOS PITANDO DE ALLÍ. Al llegar a casa (de mis padrinos), se preocuparon por mi "nuevo problema". Aunque siendo sincero, no lo tomé a mal, ya que a mi admiración por el Doctor Octopus es muy grande, con el tiempo, me empecé a acostumbrar a utilizar mis nuevos "brazos", con el paso del tiempo, fui descubriendo como utilizar mi "nuevo don", por ejemplo, al tener ventosas, puedo trepar por paredes e incluso el techo (debieron ver mi cara, me sentía el puto Hombre-Araña) (Nota: Para los que no son de México, la palabra "puto" puede significar muchas cosas, en este caso me refiero que es genial), puedo extenderlos una gran distancia y retraerlos sin ningún problema, puedo teletransportarme y hacerme invisible (pero lo único que me puede ver en "modo sigilo" son las cámaras ya sean antiguas o digitales). Mi madrina me dijo que iremos a Nueva York en unos días.
