Disclaimer: Los personajes NO me pertenecen, yo solo JUEGO con ellos.

Sumary: La leona y la serpiente se juntan para hacer un "Trabajo de pociones" pero trágicamente son encontrados en una posición un tanto comprometedora. Pequeño Drabble y algo de Lime.


Una castaña de ojos mieles miraba furiosa al moreno que estaba sentado a su lado en la biblioteca. Sus ojos chispeantes demostraban lo absolutamente furiosa que se encontraba, su aspecto crispado y demacrado daba a entender que su paciencia se había perdido hace mucho.

El moreno solo la observaba picara y arrogantemente, rozaba su pie de forma sensual y seductora con la blanquecina pierna de la furiosa bruja que en ese momento se imaginaba millones de formas de tortura.

─¿¡Que mierda quieres Zabini!? ─ rugió furiosa.

El moreno solo la miro divertido, desde el momento en que llegaron a la biblioteca a terminar un trabajo de pociones que el Profesor Snape les había ordenado a hacer Blaise Zabini se había encargado de hacerles la vida imposible, y lo estaba logrando.

─¿Acaso no puedo divertirme, Granger? ─ burló. ─, Tengo mis necesidades.

La castaña bufó molesta y le paso un libro totalmente pesado.

─Lee y busca información sobre la maldita poción.

El moreno se río en sus adentros y tomo el libro abriéndolo en el índice mirando de reojo a la castaña que escribía un párrafo de información. Se notaba sonrojada por la furia algo que excito mas al moreno que había dejado de lado el libro.

─Granger...

─¿Qué quieres?

La castaña subió la cabeza al moreno que la miraba con una picara sonrisa, algo que no significaba nada, nada bueno.

─No lo se, eso depende de ti. ─ dijo con una sonrisa.

El moreno cerro el libro y se acerco a ella tentadoramente, la castaña temblaba aunque por dentro quería lo que iba a pasar tanto como el. Al estar a pequeños centímetros de ella, tanto que sus alientos chocaban y se mezclaban entre si, las manos del moreno se posaron posesivamente en su cintura pegándola mas a el haciendo que sus pechos rozaran con su pecho excitándolo mas.

La castaña subió sus manos hasta su cintura surcando una sonrisa de lado antes de que el moreno la besase con furia y pasión, chocando sus aromas uno con el otro. Soltando gemidos por la fiereza del beso el moreno la alzo de las piernas, quito sin cuidado alguno los libros, pergaminos y plumas que estaban en la mesa quedando todos regados en el piso.

La poso en la mesa sin dejar de besarla posesivamente, le mordió el labio haciéndola gemir. Sus manos viajaban por su cintura mientras que las de ellas por su pecho enrollando sus piernas en su espalda pegándolo mas a ella haciendo fricción en sus sexos.

Un grito los saco de su burbuja de "Pasión", al voltear vieron a unas asombradas y anonadas McGonagall y Madam Pince.

─¡Señorita Granger, Señor Zabini! ¿¡Que creen que son estas demostraciones!? ─ rugió McGonagall.

La castaña estaba mas roja que un pimiento mientras que el moreno se iba a soltar a reír en cualquier momento.

─Trabajo de pociones. ─ contestaron al unisono.


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