La realidad escondida

Un aura oscura rodeaba a la chica de cabello corto. Después de que Gash regresara a su país natal, ella decidió consolar a Takamine, estar a su lado. Ser un pilar que pudiera sostener todo ese dolor. Se sonrojaba cada vez que pensaba en la probabilidad de que el chic más inteligente del instituto de Mochinoki le pidiera ser su novia, con rosas incluidas y una anillo de bodas.

Los dos habían entrado al mismo instituto, el propio Takamine la ayudo a estudiar aun cuando se veía tan decaído y triste. La madre de Takamine le sonreía cuando ella iba a visitarlos, inclusive, estaba tentada en llamarla Mamá.

Con el tiempo Takamine comenzó a verse mejor y su sonrisa volvió, con ello también una amenaza que Suzume jamás asumió en la escuela media: La popularidad de Takamine. Gracias a que Gash le ayudo a tener amigos, Kyomaro era una persona accesible y amable con todas las personas, tenia las mejores calificaciones y porque no decirlo tenia una condición física increíble; varios clubs deportivos habían intentado hacerlo entrar en ellos pero Takamine siempre los rechazaba, por ello varias chicas comenzaron a asediarlo, él las rechazaba amablemente.

Pero ella no podía permitir que alguna de esas chicas intentara engañarlo y las había ahuyentado e igual no dejaba que sus cartas llegaran hasta él. Hasta el día de hoy. Era un viernes en el instituto de Mochinoki, hacia un día precioso. Unos chicos estaban organizando un Gokuon para ese día, Suzume platicaba con sus amigas. Aunque seguía pendiente de lo que pasaba a su alrededor.

Uno de los chicos invito a Takamine, sin embargo, Kyo con una sonrisa enigmática negó la invitación. Mientras otro en broma le decía: "Es por tu novia ¿verdad?" Loa otros comenzaron a reír creyendo imposible que alguien quien rechazaba siempre a las chicas pudiera tener novia, pero para ella fue obvio: el sonrojo, la mirada desviada y la sonrisa nerviosa.

El aura pronto cubrió una circunferencia mucho mayor, sus amigas guardaron silencio. ¿Quién? Se preguntaba con insistencia. Ella no había permitido que nadie se acercara. Las clases terminaron sin que prestara atención a ninguna de ellas.

Siguió sigilosamente al chico, se había vuelto experta en ello, aunque se seguía perdiendo de vez en cuando. Sin ser detectada subió y bajo del camión que tomó Takamine. He allí frente al centro comercial, parada tan bella como la recordaba, estaba su Idol. Oumi Megumi. Vestía un bonito uniforme que si no recordaba mal pertenecía al instituto de señoritas de Mochinoki. La expresión de la Idol se ilumino cuando vio llegar a Takamine, Kyomaro cogió galante el bolso de la chica y ambos comenzaron a caminar.

Los siguió por unas cuantas calles más, ambos reían y platicaban de temas diversos que ella desconocía (generalmente recuerdos de x batallas o eso entendía). El nivel de familiaridad con que se trataban era superior al de cualquier pareja que comenzaba a salir. Ellos se conocían bien y ella lo noto.

Suzume llego a pensar en pararse frente a la pareja y exigir explicaciones pero no podía. Se sentía totalmente incapaz de interrumpir la felicidad de su primer amor. Se alejó de la pareja y camino por un parque. Ahí, lloro sin poder evitarlo, las lágrimas corrían dolorosamente por sus mejillas. Gemidos de dolor emergían de su garganta, ahora se encontraba sola, cayó de rodillas y continúo llorando dolorosamente…

No lo entendía.

Ella había sido la primera en interesarse en Takamine.

Ella había sido la primera en ser su amiga.

Ella siempre se preocupaba por su bienestar.

Ella había estado más tiempo con él.

Lo había consolado cuando Gash se fue

Ella merecía estar con él.

… hasta que anocheció y tuvo que regresar a su casa, tenia que ser fuerte y poder felicitar a su amigo, ahora que él era feliz.