SXL
Sanji crujió los nudillos cuando vio como Luffy apartaba la mirada de donde el agua se tragaba el hilo de pesca de su caña para clavarla en los músculos en movimiento de Zoro, que entrenaba, como de costumbre, desnudo de cintura para arriba.
No le gustaba. Le daba mucha, muchísima rabia. Ese invécil de pelo verde tenía toda la atención. No importaba que él fuera mas aseado, educado y atento, ni que ademas de luchar supiera hacer cosas útiles, como cocinar, o leer un mapa…¡o pensar…!
Simplemente, la gente se fijaba antes en los impresionantes músculos del espadachín, en su peculiar pelo verde, en sus llamativas tres espadas, o incluso en el detallito de sus tres pendientes. Por alguna razón la gente se impresionaba mas por su pose altanera que por la educación de Sanji. Yendo detrás de las mujeres solo conseguía que salieran corriendo.
Cuando quiso darse cuenta, le daba asco todo lo que tuviera que ver con el imbécil, especialmente, Luffy.
¿Por qué el cruel destino había decidido que Zoro le conociera primero? ¿Por qué Luffy se le pegaba tanto? Aparentemente luffy confiaba en los dos, pero era cierto que Zoro siempre había sido su primer camarada, y él no podía competir con esa complicidad que compartían. El haía llegado primero.
Pero había algo que nadie podría quitarle, y que el espadachín no podría igualar ni superar nunca: La comida. A la hora del día, (Cinco horas, de hecho, tratándose de Luffy, sin contar los extras) Luffy le suplicaba, le lloriqueaba y hasta se le echaba encima pidiendo comida. De Sanji dependía que él se hartara a comer, o que toda la tripulación se muriera de hambre, pero lo que más le gustaba es que Luffy le suplicara.
Se hacía de suplicar, fingía que le ignoraba, de vez en cuando también se enfadaba, pero disfrutaba como nadie de esas peleillas que mantenía con el hombre de goma. También serbía primero a las chicas.
Es cierto: siempre le habían gustado las mujeres. Se ponía a cien solo con pensar en las curvas bien destapaditas de una dama jovencita, y su deber era tratarlas con la delicadeza debida, como a las flores. ¿Qué clase de hombre pega a una mujer? -uno como Zoro, supongo- se respondía a sí mismo. Pero con Luffy era distinto:
Fue cuando empezó a darse cuenta de que le gustaba que le pidiera comida. No se lo planteó hasta un tiempo después. -¿Pero y cómo puede ser que me guste que me pida comida?- Pero con el tiempo había acabado aceptándolo, y simplemente, disfrutar de ese pequeño placer.
-Ya está Luffy otra vez cacharreando en la cocina- Pensó, y se levantó, desgreñado, medio dormido y de mal humor tras el capitán.
Lo siguió por el pasillo, a oscuras. Distinguía a la perfección su silueta caminando en la oscuridad, unos pasos por delante.
-…Por que no doy una zancada y lo alcanzo antes de que llegue a la cocina…?-
Luffy entró, y la puerta se cerró tras él. Por alguna razón, cuando llegó con calma hasta ella, se tomó un respiro antes de abrirla.
-…¿Por qué…?-
Apoyó la mano en la puerta, y presionó lentamente…muy lentamente…para adentrarse en la oscuridad nocturna de la cocina.
Allí estaba él, hurgando en la nevera.
-Si quieres comer,- le habló n voz alta- Me lo puedes pedir, pero no vengas a enredar en la cocina.
Luffy se dio la vuelta y se le quedó mirando. Se había dispuesto a vaciar un bote de nata montada.
-Que apropiado…- Pensó Sanji, reprimiéndose al momento.
-¿Por qué pienso eso?
El moreno sonrrió como solo él hacía: enseñando hasta las encías, cerrando los ojos…
-demonios…-pensó Sanji -¿Por qué tiene que tener la barbilla manchada de nata? ¡¿Y por qué le quedaba tan bien?
-¡Sanji tengo hambre!- gritó el moreno como de costumbre, con demasiado entusiasmo, lanzándose contra él, y rodeándolo a la altura del pecho y los hombros en un amistoso abrazo…para darle un beso.
Los ojos de Sanji se abrieron como platos, y por un momento no fue capaz de respirar…incluso estuvo a punto de atragantarse con su propio cigarrillo.
Fue un beso con presión, pero leve y dulce, y no fue del todo en los labios: calló medio en los labios de sanji, medio en su mejilla.
Imposibilitado de movimiento, el cocinero tardó en reaccionar. Al fin acertó a quitárselo de encma, recurriendo a un fuerte pisotón y a un empujon con rabia.
-¡¿Pero tu en que estás pensando?
Luffy se lo quedó mirando, confundido, como si no entendiera.
-¿Qué pasa?
-…que…tu…¿Cómo…¡Que qué pasa! ¿¡Que qué pasa! ¿¡Por qué me has besado!
Luffy-Hum…¿No te ha gustado?
Sanji-…¡mas te vale que haya sido un error!
Sanji se quedó un momento en slencio, recuperando el aliento. Entonces Luffy sonrrió otra vez, de esa forma tan inocente suya.
-Jejeje…pues si, ha sido un error…
-Ah.
Sanji se tranquilizó y cerró los ojos, respirando con calma…cuando sintió algo: Luffy había avanzado dos pasos, quedando frente a él, cara a cara, y había posado los dedos sobre sus labios…su sonrisa, se había vuelto trabiesa, desafiante,…pirata, pero para nada inocente.
-…Es que…estaba esto.- dijo, y le arrebató de un gesto rápido el cigarrillo de los labios, para tirarlo a un lado…y después le besó plenamente, jugndo con sus labios, incluso llegó a mordisquearlos. Después pasó a adueñarse de su boca con la lengua…Sanji reaccionó entonces, pero no pudo decir nada, ni siquiera coger aire: el hombre de goma lo abrazó con fuerza, impidiendo que se escapara, y no le permitió que se separara de él hasta que estuvo satisfecho con el beso.
-Esto era lo que yo quería- dijo, al fin.
Sanji respiró, confundido, y cuando se disponía a quejarse, Luffy volvió a atacar, sin darle cuartel esta vez. Cuan al fin lo soltó, Sanji descubrió que No solo no se apartaba de él, sino que le respondía…
-¡¿Por qué hacemos esto? ¡¿Qué estamos haciendo? ¡¿Por qué no paro?
Sanji pensaba que esto no tenía sentido, pero no reaccionaba sino al tacto del capitán, que sonreía satisfecho mientras le besaba el mentón, los labios…mientras inundaba su boca…
-Hum…sabe a tabaco…- dijo en un momento en que se separaron para tomar aire. Sanji respiró confundido, y al fin pudo coger aire para decir-¡No podemos hacer esto!
-¿Por qué?
-P-porque…
Sanji miró a su capitán como si le estuviera regañando un profesor.
-…Pu-pues ¡Porque no está bien!
-¿Por qué no está bien?
Sanji tuvo que parar a pensárselo. Buena pregunta. Pero, al igual que con una patata caliente, tardó demasiado en encontrar la respuesta: Luffy se le echó una vez mas encima y le besó haciéndole estremecerse. Una vez mas, tras un rato de incomodidad y forcejeo Sanji empezó a disfrutar el beso…
Luffy le dejó coger aire y soltó una bocanada de aliento tras su mandíbula, así, estando pegado a él, le susurró al oído…-¿Te gusta…?
Sanji hubiera dicho que no, pero solo lo hubiera podido susurrar, y es cierto que en este momento no habría sido capaz. Le gustaba, y no hizo falta responder. Los labios de Luffy besaron y mordisquearon su cuello, haciéndole soltar un gemido de sorpresa y placer, hacendo también que su cuerpo reaccionara extremadamente rápido…Luffy regresó a su boca para invadirla de nuevo. Solo se separó de él, cuando pensó que estaba listo para rebatir la última tontería que había dicho, y sonrió satisfecho: Al separarse de su cocinero, el propio Sanji se resistió, intentando prolongar el beso, dentro de la boca del moreno.
Una vez mas esa mirada perforante y esa sonrisa malévola.
Eres mi cocinero. Si no dañamos a nadie, y a ti te gusta, no está mal, sino bien.
Sanji no pudo rebatir eso, aún que gustoso habría continuado, solo se lanzó contra él…
Esta vez fue Sanji el que le besó sin darle cuartel.
-Agh…- susurró Luffy en un momento de separación.- Sa-Sanji…¡TENGO HAMBREEEE!
Fue tan repentino. Luffy se abrazó a sanji a la altura de la tripa, como un chiquillo cariñoso que estruja con fuerza un peluche.
-Lu-¡Luffy! ¿Qué haces?
-¡Tengo hambre!- Luffy volvía a parecer loco e inocente…y con esa carita de ángel, y los ojos cerrados, Luffy lebantó un poco, con una caricia, la camisa de Sanji, y plantó allí mismo, cerca de su ombligo, un tierno beso.
-¡Luffy!- Sanji iba a decirle algo, pero entonces Luffy acarició con la cara aquella zona, y al mirarle…estaba otra vez en modo travieso.
A Sanji se le heló la sangre, y sintió una gran oleada de placer cuando Luffy volvió a besar su vientre.
-¡Ah! Luffy…
Los labios de Luffy siguieron besándole, pasando por su ombligo…
Otro estremecimiento, otro impulso de placer inundando su vientre.
-¡Luffy…!-Sanji miró abajo. ¡¿Cómo podía excitarse tantísimo con simples besos? Sentí el placer del sexo, y una prominente erección…y nuevas cosquillas en la boca del estómago al bajar la vista y ver que Luffy ya le había abierto la bragueta…¡Y aún no había hecho nada mas!
-Agh…Luffy…¡Luffy! ¡Ah!…
Aún no había empezado…y se sentía en el cielo…quería hacer mas. Quería dejar de ejercer el rol pasivo y sorprenderle: abrazarle, besarle, morderle…hacerle sentirse frágil entre sus brazos, entrar en su juego de chico malo…quería jugar él también…
Le quería, a él y a su pasión, y cuando había tomado la firme decisión de actuar sintiendo el placer en su estómago con otra oleada…
-¡YOOOOHOHOHOHOHOHOOOOO! BUENOS DÍAS CAMARADAS, SON LAS 6:30 DE LA MAÑANA Y EN GRAND LINE…
(Aquí es cuando Sanji se dio cuenta de que acababa de despertar)
-¡BROOK! ¡COMO NO TE CALLES TE MATO DE NUEVO!
-¡Tengo sueñoooo estaba soñando…con un gigantesco pez de colorines…
-¡Oh…Brook!
…
Sanji no tuvo tiempo de reaccionar. Estaba tumbado de lado en su hamaca, abrazando la almohada. Durante una milésima de segundo olvidó todo el sueño, pero luego volvió a recordarlo todo, por trozos, unos detrás de otros, alguno desordenado, como un puzzle a medio hacer, pero lo recordó todo.
-¡Sanji! ¡Comida!
Esa voz le hizo dar un respingo. Giró la cabeza lentamente para ver a Lufy, plantado tan ricamente y con toda naturalidad, como si nada hubiera pasado, junto a su hamaca, con una sonrisa de oreja a oreja, como siempre.
-¡Tengo hambre!
Sanji tardó un segundo en responder, y al fin, decidió que quería comprobar algo, y dijo:
-…S-si llegas a la cocina antes que Usoop, cuando llegue te daré doble ración…
Funcionó. Armando jaleo como nunca, cual diablo de tasmania el capitán desapareció dejando tras de sí una nube de polvo. Sanji se tomó unos segundos para asimilirar lo que estaba a punto de comprobar. Se incorporó lentamente, y lebantó la sábana…
-¡JODER!
Allí estaba, cual torre de babel, la típica erección con la que a menudo suelen despertar los hombres por las mañanas. Pero la había tenido…
Pensando en Luffy.
¡Pensando en Luffy! ¡Dios! ¡Si ese ni era Luffy! ¡Era el Luffy pervertido con otra personalidad proveniente de la dimensión depravada!…
Pero era Luffy. Intentó calmarse:
Cálmate…cálmate…a ver…necesitas un buen aseo…y luego saldrás ahí con todo el mundo, te plantarás frente a él como todas las mañanas, y le harás el desayuno como siempre…Lo vas a hacer, porque eres capaz.
¿O no?
Autora:
Nadie lamenta mas que yo que mis historias no se publiquen, porque a aquellos que estabais interesados en ellas os he dejado tirados. Os prometo que cuando me sea posible iré buscando inspiración, tiempo y un ordenados con internet para seguir publicando. Esta p
Agina está en letargo, ¡pero no está muerta!
Gracias por seguir conmigo.
Por cierto, a Shoo:
Gracias por publicar. He comentado en One Piece Kagamine, pero nunca he tenido mucha suerte con los comentarios, así que no se si se ve bien. Vosotros con vuestro apoyo sois lo que me inspira para seguir y ciertamente lo estamos teniendo crudo esta temporada. Buscaré cualquier medio y momento para continuar, perdón por la espera, y gracias.
Y acerca del yaoi, este cap me lo inspiraste tu, Shoo: no pensaba poner yaoi en O.P.K. pero quizá haga algún chanchullo…de momento dime si quieres que este tenga una continuación (CON LEEMON) o que se quede así pa los restos^^ Bss¡
