Mi primer fanfic de Naruto!! Lo que quiero hacer con esta historia es escribir un capítulo sobre cada uno de los personajes de Konoha (un capítulo por personaje, claro xD) Así que espero que os guste, aunque no me convence mucho hasta ahora mi forma de escribir... ¡¡Disfrutad!!

PD: Mi otro fic, lo djé por las clases. Ahora, en las vacaciones, escribiré una segunda parte y, si, aunque lo dejé en siete capitulos, dicen que las cosas buenas se guardan en fracos pequeños, ¿no?


Capítulo 1: Tengo que lograrlo…

El ruido de agua cayendo en una jarra despertó a Naruto. No sabía que hora era, solo sabía que se acababa de despertar y, que cada vez que abría los ojos, aparecía de la nada la figura de su mejor amigo alejándose, no solo de la villa, sino también de su vida. Veía cómo su mejor amigo se apartaba de su pasado para escribir su futuro, un futuro vengativo y con el único objetivo de matar al que le mató por dentro, pero lo dejó vivo por fuera para poder jugar un rato a las peleas. Para matar a su hermano, exactamente.

-Sasuke…

Naruto se levantó y miró por la ventana. No era de noche, pero si muy temprano. Todavía no podía ir a desayunar, y le dolía todo el cuerpo del entrenamiento intensivo que había hecho ayer y que le había pasado factura. Miles de veces se cayó y se levantó, y cada vez que se levantaba, repetía la misma frase: tengo que lograrlo. Y tenía que hacerlo. Para recuperar a Sasuke, para no defraudar a sus amigos y, sobre todo, para no volver a ver llorando a Sakura. Ella lo negaba, pero Naruto sabía que a veces lloraba amargamente por Sasuke. Sobre todo desde que se habían encontrado con él, aquella vez en la guarida de Orochimaru. El simple contacto de sus ojos con los de Sasuke, sin poder decirle nada, todavía la atormentaba. Y Naruto lo sabía, porque él sentía lo mismo.

-No llores Sakura… ¡Lo conseguiremos!- Naruto habló al aire esperando que llevara sus palabras a su amiga y dio un salto. Al fin y al cabo, era un nuevo día.

Se duchó. Se tropezó con un cartón de leche tirado en el suelo y se dio cuenta de que había basura por todos lados.

-Y luego me pregunto por qué a Sakura-san le da asco venir aquí- se rió de si mismo por ser tan descuidado y tiró el cartón culpable de su caída a la papelera, que estaba vacía- De todas maneras… ya tendré tiempo de limpiarlo todo mejor. ¡¡Voy a dar un paseo!!

Se vistió al completo y salió a la calle. Algunas tiendas empezaban a abrir, y Naruto iba saludando a la gente que se encontraba, muy enérgico. Algunos levantaban la mano, pero otros dudaban si habían oído algo o no. Demasiado temprano para los saludos.

-Buenos días, Iruka-sensei- Naruto levantó la mano gritando y corrió

-Buenos días, Naruto- Iruka sonrió y le dio una palmadita en el hombro a Naruto cuando llegó, en señal de saludo- ¿Cómo puedes estar tan emocionado a esta hora de la mañana?

Naruto sonrió aún más. Iruka-sensei era como su padre. Y se sentía bien a su lado. Por muy alterado que estuviera, si estaba enfadado o triste, él siempre estaba allí para calmarlo y alegrarlo. Y así se sentía cómodo. No necesitaba tener padre para saber cual era la sensación que se sentía teniéndolo. Ya lo sabía.

-Supongo que saber que sigo vivo me da ánimos para levantarme temprano

-Eso es muy profundo, Naruto. Parece que has madurado…

-Además, si no me levanto temprano, el puesto de ramen se llenará de gente y no podré comer y, aparte…

-Pensándolo bien- Iruka soltó una sonora carcajada y se paró en seco para respirar profundamente- Creo que aún eres un niño

-¡Soy muy adulto! Ya como menos ramen y así, reservo más dinero para poder comer decentemente en las misiones

"Solo piensas en comer, Naruto", pensó Iruka. Naruto le siguió en su camino sin saber a dónde iba. De todas maneras, no tenía nada mejor que hacer.

-Por cierto, Naruto, ¿a dónde vas?

-Esto… No lo sé, ¿a dónde vas tu, sensei?

-Yo tenía que hacer un papeleo, pero lo haré más tarde. Ahora voy a la biblioteca para buscar unos libros. Se los enseñaré a los niños de la academia, para que mejoren su ensayo de misión

-¿Ensayo de misión?

-Si- Iruka se dio cuenta de que Naruto había estado fuera mucho tiempo y no sabía de qué hablaba- Verás, ponemos a los niños en grupos de tres y les damos una misión. No es nada difícil, no llegan al rango de misión D, pero lo hacemos para que se acostumbren a trabajar en equipo. Aunque a veces les pedimos que hagan una serie de cosas en la misión, alguna que otra pirueta, ya sabes. Para eso es el libro: para que vean saltos o técnicas de golpes sencillos para poder defenderse y hacer la misión.

-¡Guau! ¡Eso es fantástico!

Naruto estaba entusiasmado. Eso era estupendo. Si hubiera estado él en la academia, seguro que completaría las misiones con matrícula de honor, no suspendiéndolo todo.

-Podrías hacer de malo en una de las misiones, si quieres. A los niños les encanta pelearse con los malos. Es divertido

-Suena bien. Quizá lo haga un día

-Cuento contigo. Bueno, ya hemos llegado a la biblioteca, ¿entras?

-No, gracias-Naruto movió la mano levemente hacia abajo- Voy a seguir caminando un rato

-Muy bien. Hasta luego, chico

-Adiós, sensei

Naruto se alejó hacia la derecha mientras Iruka entraba en la biblioteca. Hacer de malo para que los niños se divirtieran sonaba realmente bien. Solo tenía que buscar un hueco libre, en el que no entrenara o algo, y así se divertiría un rato con los de la academia. Es más, se lo diría a Shikamaru o a Sai o a algún otro, y así serían una pareja de malvados. Para que se entrenaran mejor, solamente.

Naruto llegó a la zona de entrenamiento. No había nadie, así que decidió descansar un rato. Sin darse cuenta, había caminado más de los que pensaba.

-¡¡Ahhh!! Un descanso para mi dolorido cuerpo, no está mal…-Se sentó en el suelo, y apoyó su espalda un tronco- Esto es vida, nadie que te moleste, los pajaritos haciendo "pío, pío" y…

-¿Naruto-kun?- una voz tímida salió de detrás del tronco donde estaba

-¡¡Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!- Naruto dio un salto y se alejó- ¿Qui-quién es?

De pronto, una chica de pelo negro y ojos completamente blancos salio de su escondite. Iba abrigada, porque hacía frío esa mañana.

-¡Hinata-san! Eres tu… me has asustado

-Pe…pe…pe…perdón

Naruto se alegró. Le tenía una fobia horrible a los fantasmas y, por un momento, había creído que Hinata era uno.

-No pasa nada, mujer… pero la próxima vez, no seas tan silenciosa… Grita o algo…

-Va…va…vale- Hinata se ruborizó y se tapó la cara con las manos

-Y dime, Hinata, ¿quieres algo?

Naruto se dio cuenta de las mejillas rojas de Hinata. "¿Le habrá pasado algo?", pensó.

-Yo…Naruto-kun… yo… Quiero decirte que yo…

-¿Qué dices? ¡¡No te oigo!!- Naruto se puso la mano detrás de la oreja para intentar oír mejor- Lo siento Hinata… Me voy, tengo hambre y si me entretengo, no podré disfrutar de un ramen calentito y jugoso… ¡¡Nos vemos luego!!

-Has…Hasta… Hasta luego- Hinata terminó la frase, pero muy tarde: Naruto se había ido corriendo.

La mañana paso y Naruto comió un buen tazón de ramen calentito y se dispuso a buscar a Kakashi-sensei para empezar a entrenar.

-A ver… si yo fuera un sensei muy fuerte, que no sequita nunca la máscara de la cara y al que le encantan los libros de Ero-sennin…. ¿dónde estaría ahora mismo?

Buscó en todos lados pero no lo encontró. Se topó con Sakura, que iba a hacerle unos recados a su madre, y parecía muy enfada, así que no la entretuvo demasiado. Se tropezó también con Choji, que estaba muy ocupado comiéndose una caja de rosquillas con canela como para pedirle perdón por haberse tropezado con él, pero Naruto contuvo un "gordo" en su boca, y lo guardó para otra ocasión. Vio a mucha más gente, pero ninguna era Kakashi-sensei.

-¿Dónde está ese ahora?... ¡¡Ya lo tengo!! Iré a buscar a Gai-sensei. Seguro que está con él

Caminó hasta el claro donde siempre entrenaban Gai-sensei y cejas pobladas. Allí no estaba Gai-sensei, pero si que estaba Lee.

-¡¡Hey!! ¡¡Naruto!!

-¡Cejas pobladas! Hacía tiempo que no te veía… ¿sabes dónde está tu sensei?

-Gai-sensei está en una misión con Kakashi… pensé que lo sabías

Naruto se paró a pensar… ¡Por supuesto que lo sabía! Se lo había dicho Kakashi en el entrenamiento de ayer. Pero una cosa es saberlo, y otra acordarse.

-Vaya…yo tenía en mente entrenar hoy con él…

-Puedes entrenar conmigo- Lee se acercó hasta él de un salto- Pero recuerda que tienes que poner todo tu corazón en nuestra pelea porque, en la primavera de la juventud, no vale ser lento y viejo. Tienes que mostrar tu amistad mediante unos golpes pasionales y…

-Vale, vale. Me has convencido

Naruto y Lee empezaron a luchar duramente. Naruto sabía encajar bien los golpes de Lee, pero la patada "remolino azul espuma del mar" de Lee lo tiró unos cuantos metros hacia atrás en suelo.

-¡¡No estás poniendo toda tu pasión en la pelea, Naruto-kun!!

Naruto sonrió y se quitó el polvo de la cara.

-¡¡Tengo que lograrlo!!- se levantó del suelo y corrió hacia Lee, decidido a hacerse más fuerte, decidido a lograrlo.