En la escuela Seigaku había trabajo que hacer durante toda la semana con tal de preparar la excursión de invierno antes de que empezase el torneo de tenis invernal. En esa excursión los chicos y chicas del club de tenis podían relajarse y entrenar en las grandes instalaciones del hotel al que iban, además podían contar con entrenadores especializados e incluso con la visita de algún que otro deportista de élite. También se realizaban excursiones, acampadas, etc...

Este año, para hacer una actividad diferente, los profesores organizaron una prueba de valor. ¿En qué consistía? Bien, todos los alumnos debían juntarse en parejas mixtas y debían atravesar el bosque desde la línea de salida que estaba junto a la carretera donde les dejaba el autobús hasta el hotel.

Las parejas las eligieron a suerte.

Sakuno permaneció de pie junto a su amiga Tomoka mientras los profesores anunciaban las parejas. Por desgracia, su acompañante en la prueba de valor no iba a ser Ryoma Echizen como ella hubiese soñado sino otro chico del club de tenis llamado Koharu. La chica de trenzas se volvió para mirar a Ryoma pero se encontró directamente con la frialdad y la indiferencia de éste. Suspiró. En el fondo estaba acostumbrada a que su príncipe a pesar de todos sus esfuerzos: entrenar duro, llevarle el almuerzo, acompañarle y animarle en todos los torneos... se mostrase así de distante con ella.

Una vez echas las parejas se introdujeron en el bosque dispuestos a llegar los primeros al hotel. Sakuno miró otra vez a Ryoma, viendo como seperdía en la maleza mientras otra chica lo acompñaba dando saltitos de alegría. Ryoma también se giró mirar adonde había ido a para Sakuno pues aunque no quisieseadmitirlo moría de amor por la dulce chica de trenzas. Sus miradas se encontraron un segundo pero el chico apartó la vista levemente sonrojado.

«¿Me estaba mirando?» pensó Sakuno emocionada antes de que Koharu la instara para que andase más rápido.

- ¿Y sabes qué? me dijo que no lo dijera pero yo s e lo conté y ahora mi prima está enfadada con su mejor amiga...

-¿Puedes callarte?- dijo Echizen con aparente calma a la chica que tenía como pareja que no había cesado de hablar ni un segundo desde que habían empezado a caminar. POr su culpa, ahora le dolía la cabeza. Sakuno era mucho mejor compañía que aquella niña ruidosa. El príncipe se detuvo en seco al darse cuenta que necesitaba la compañía de la chica del cabello rojizo.

- Ah... perdona, no queía molestarte...

Mientras la chica susurraba eso se cruzaron con Koharu y Sakuno.

-Ryuzaki...

-Ryoma... -contestó ella.

Koharu y la muchacha que acompañaba a Ryoma se pusieron a hablar sin cesar, por lo visto, la muchcacha estaba molesta por la actitud del peliverde y Koharu se quejaba de que Sakuno no hablaba de nada y que se aburría con ella. Poco a poco se fueron apartando mientras Ryoma y Sakuno seguían mirándose a los ojos. Cuando apartaron la mirada visiblemente avergonzados, Sakuno miró a su alrededor.

-¡Eh! -exclamó - ¿Dónde están?

- Se han ido, por lo visto tendremos que seguir nosotros...

-¿Nosotros?

-Si quieres ir sola por mí bien...

- Yo...

-Ház lo que quieras. - Ryoma retomó su actitud habitual para con Sakuno cuando hacía unos segundos la había stado mirando con cariño.

-¿Por qué siempre tienes que comportarte así conmigo? ¿Qué te he hecho yo? - sollozó ella. Él se volvió movido por un resorte con la sorpresa pintada en su cara- ¿Serías capaz de dejarme sola aquí? Eres un estúpido Ryoma Echizen.. Me iré sola... - dijo bajando la voz y echó a correr entre los árboles.

- ¡Sakuno! ¡Por ahí no! ¡Es peligroso! - echó a correr tras ella y la vio un poco más al´a entre dos árboles, la chica lo miraba aterrorizada, llorando.

-Sakuno..

-No te acerques, Ryoma...

-¿Por qué? - dijo él dando un paso al frente.

- Porque el suelo sa va a derrumbar... - apenas le dio tiempo a decirlo antes de que el suelo empezase a ceder bajo sus pies dando paso a un terraplén. Ryoma intentó cogerla pero ambaos acabaron cayendo.

En el fondo, se podían ver los cuerpos de dos adolescentes una en brazos del otro.

Sakuno despertó al rato un poco aturdida y bastante dolorida, se palpó el tobillo nada más incorporarse al notar una punzada de dolor en él. Parecía que estaba torcido como mínimo. En ese momento se percató de que había alguien bajo ella. El chico estaba en el suelo bajo ella, pálido y le sangraba el brazo, la mano estaba hinchda y amoratada. Ademástambién tenía una herida en la cabeza, no se movía y Sakuno empezó a sentirse culpable y muy angustiada.

-Ryoma... - lo llamó en un susurró y lo zarandeó suavemente. Ninguna respuesta, su respiración era apenas un leve suspiro. - por favor, dime algo, ... Ryoma...

-Saku...no...

-Ryoma, mírame, mírame, ¿cómo estás?

-El brazo... - centró la mirada en la chica con esfuerzo- Dime que.. estás bien... que no te ha ... pasado... nada...

-No hables... - dijo sellándole los labios con un dedo mientras un par de lágrimas caían de sus ojos. - Todo va a salir bien... te lo prometo... - le susurró al oído mientras le acariciaba al mejilla.

-Sakuno... - él la miró con ternura, adoraba a aquella chica hasta el punto de haber decidido tirarse a por ella aún a riesgo de morir ambos.

-¿Qué?

-No me... dejes nunca... - Sakuno lo incorporó suavemente y lo abrazó sollozando

Iba a ser una noche muy larga, ambos lo sabían... pero tenían que encontrar la manera de salir de allí... y juntos lo iban a conseguir...