Hola, por fin iniciando con unas parejas que me gustan mucho, aparte del UKUS O USUK, el RusiaAmerica. Sera cortito de dos a tres capítulos.

Esta serie no me pertenece, es de Hidekazu Himaruya.

- dialogo -

"pensamientos"

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

EL JUEGO DE CUPIDO

Capitulo 1. Se me chispoteo

- Quiero que este conmigo, conmigo, hermano mayor – la voz murmuraba por toda la casa, ronca pero psicópata, seguramente hasta Lucifer tendría miedo de encontrarse con el ser que emanaba tétrico juramento, ¿amenaza?, de cualquier forma, el ser fantasmal que estaba más vivo que cualquier otra cosa, buscaba a alguien – hermano mayor, cásate, cásate, cásate… - repetía su mantra mientras buscaba a otro ser, igual de espeluznante, pero que este momento estaba escondido como cual mocoso asustado de los rayos.

- "Que no me encuentre" – se repetía mentalmente, escondido en la alacena de la cocina, ¿Cómo entro ahí?, ese en un gran misterio del siglo XXI.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

En el Olimpo

- ¡Ya me tiene harta! – gritaba un poco cansada Afrodita.

- Mamá – murmuro un joven apuesto, Eros, aquí entre nos, Cupido.

- ¡Yo que quería ayudar! – levanto los brazos enfadada y luego se calmo – bien, lo admito solo lo hice para que dejara de asustar a los clientes, pero es que… ¡Grrr! – rugió inconscientemente, como si alguien entendiera lo que estaba diciendo.

- Mamá – volvió a insistir para que le hicieran caso, sin éxito.

- ¡Que mas quiere! He hecho todo lo que he podido, ¡Si yo la diosa del amor no puede, por que no me deja de joder! ¡Necesito vacaciones! – el joven apuesto solo arqueo la ceja al notar el lenguaje de su madre, nunca lo usaba a menos de que estuviera muy enojada, lo cual era muy difícil.

- Madre, sin ofender, ¿De que hablas? – la diosa volteo hacia su hijo, apenas notando su presencia, y al mismo tiempo se le iluminaron los ojos de felicidad.

- ¡Tengo la solución! – dijo la mujer agarrando fuertemente los hombros del joven – tú con tus flechitas lo harás – lo zarandeo feliz.

- ¿Eh? – arqueo una ceja en confusión.

- Te lo encargo hijo mío – dándole un sobre de su cabello, saco una maleta de sabe donde y sonriente salto por la ventana, donde un helicóptero la recogió, riendo desquiciadamenté.

- … - suspiro, no debería dejar a su madre ver tanto manga y anime japonés, se le estaban pegando muchas de las escenas, cuando una pregunta se alzo en su cabeza, ¿Cómo llego un helicóptero hasta la cima del monte Olimpo?... otro misterio para el siglo XXI.

Pasado un poco su impresión, se dispuso a leer la carta, una unión donde su madre se había rendido, él también era Dios sobre el amor, y siempre cumplía sus propósitos. Abrió el sobre y saco la tarjetita, la cual rezaba Iván la representación de Rusia y Natalia la representación de Bielorrusia. No seria tan difícil, ¿verdad?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

- El diario del súper Cupido –

SEMANA 1

- "He investigado a la pareja que me dejo mi madre, ahora entiendo por que esta tan histérica, la mujer es una psicópata" – se encontraba en un tejado, viendo como se desarrollaba la situación, con sus binoculares en forma de corazón, había estado siguiendo a sus presas, digo, seres afortunados por que al gran Eros lo habían escogido para enamorarlos.

- ¡Hermano mayor! – ante sus ojos la mujer, que por cierto daba mas miedo que Hades, se acercaba a la representación de Rusia, el cual solo tembló.

- "Esta es mi oportunidad" – sonrió triunfante, sacando su arco y una flecha, apuntando a su objetivo, sin contar por supuesto que el susodicho saldría corriendo – "¡No te muevas!" – reclamo mentalmente, el ruso se detuvo en una puerta, que no podía abrir, ya que pareció sin escape alguno, Eros, sonriendo triunfante lanzo la flecha, segurísimo de si mismo.

- Te encontré hermano mayor – Belarús se acercaba como una depredadora violadora. La flecha ya casi daba en su objetivo.

- Señor Rusia – llego el pequeño Letonia apareció de la nada, la flecha le dio al rubio pequeño, el ruso salió corriendo ante la distracción, el pequeño Letón vio a la hermana de su jefe.

- "¿Por qué de pronto la señorita Natalia se ve mas bonita?" – fue el pensamiento del pequeño, mientras miles de corazones salían de su cabeza, la susodicha solo lo vio con ira y salió corriendo detrás del hombre de sus deseos.

- "¡Maldición!" – Eros había fallado la primera flecha de su vida, pero no volverá a ocurrir, de eso de encargaría él.

SEMANA 2

- "Ahora no se me escapara ninguna" – sonrió macabramente Eros, en este momento, las representaciones se encontraban en una ceremonia de Desarme Nuclear, y todas las potencias se encontraban en el evento, los presidentes hablaban entre si, él intentaba pasar desapercibido como reportero, algo difícil contando que llevaba una playera que rezaba "I love, the love", en color rosa y su micrófono en forma de corazón.

- Iniciamos la conferencia para el mejoramiento de las relaciones… - el presidente ruso, ya que él era la sede este año, empezaba a hablar. Belarús estaba cerca de Rusia, Cupido sonrió, era su oportunidad, y saco su arco y flecha.

- "Esta vez lo lograre" – sonrió triunfante mientras apuntaba a sus objetivos, sin darse cuenta que era a la misma dirección donde el presidente ruso cedía la palabra al presidente estadounidense.

- ¡Terroristas! – grito alguien, Eros no presto atención a lo dicho, solo en su objetivo. Disparando la flecha.

- ¡Presidente! – los guaruras se abalanzaron a su jefe, el pobre se estaba quedando sin aire. Rusia tapo a su jefe, y Estados Unidos el derribo a ambos instintivamente, algunos guaruras se abalanzaron a la representación de su país. La flecha de fue de largo, impactando a cierta nación compuesta por una isla.

- ¡Derríbenlo! – grito alguien, y un montón de matones derribo al joven apuesto.

- ¡Sáquenlo! – grito alguien mas, el pobre fue atado con una camisa de fuerza y tapada su cara, no supo cuando ni porque pero ya no se encontraba en el recinto. Estaba en una camioneta sin rumbo fijo, había olvidado algo muy importante.

- "Ah, volví a fallar" – pero al parecer le importaba más que había fallado su segunda flecha, desapareció ante la mirada atónita de los agentes que lo custodiaban.

De nuevo en la conferencia

- Estados Unidos, seria tan amable de salir de nosotros – dijo con una sonrisa tierna, pero con connotaciones que decían claramente +o te quitas o te mato+, el americano hizo caso, más por que sus guaruras se habían quitado, que por la amenaza.

- Presidente ¿Esta bien? – pregunto el rubio al jefe de su `némesis´.

- Gracias – sonrió - "imbécil, me lastime mi cadera" – se quejo en su cabeza, llorando internamente.

- Eso esta bien – sonrió y luego le dirigió la mira da Rusia, que claramente decía `Yo se que esto es tu culpa, comunista´, Rusia le regreso la mirada que decía `Si serás idiota, cerdo capitalista´, con una sonrisa el americano regreso con su jefe.

Después de todo el escándalo proporcionado. Dieron el resumen de los daños, el anuncio de la huida del presunto `terrorista´, ah claro, la extraña actitud de la representación de Inglaterra para con Francia, correspondiendo a las muestras de cariños del francés, ¡a la vista de todos!, el francés cabe decir que estaba más que contento para si mismo, por fin lo había hecho caer.

Si supiera.

SEMANA 3

Después de curarse del golpe proporcionado por los guaruras, había ideado de nuevo un plan, esta vez no fallaría, con anticipación creo dos notas, una para cada uno, y las envió por correo, todo para que se encontraran en Moscú, y por fin cumplir con su meta.

- "Esta vez, ¡definitivamente no fallare!" – él animado Dios estaba contento con su brillante plan.

Repasando el plan:

La carta que le envió a Bielorrusia fue sencilla, sabía que ella acudiría a su cita sin ninguna duda, claro solo hay que ponerle:

Natalia

Necesito algo urgente que hablar contigo, algo que cambiara nuestras vidas para siempre. Te veo en la plaza Kremlin (1), a las 3 de la tarde.

Con amor.

Iván.

Definitivamente iría, el problema había surgido al intentar escribir algo para que viniera él, aunque decidió jugar chueco, y lejos de poner el nombre de su hermana, había escogidó al rubio medio atrasado que había visto antes, parecía una relación tensa y peligrosa, al parecer siendo enemigos jurados, estaban al pendiente de cada uno, solo para restregarle en la cara los fallos del otro. La carta rezaba así:

Comunista:

Se que fuiste tu por lo del ataque terrorista, así que tú y yo tenemos que hablar, te encuentro en la plaza Kremlin, a las tres.

El héroe.

- "Por supuesto que no fallare" – sonrió de nuevo al ver a su presa, la representación de Rusia, no entendía como creyó esa carta, hasta a el le parecía escéptico cuando la mando, por lo visto cierto Dios griego no sabia de la `Guerra Fría´.

Pronto su presa salió corriendo, el había puesto ciertas barricadas en algunas calles, para que fueran callejones, y al momento en que Bielorrusia lo dejara sin salida disparar la flecha, brillante, eso fue lo que se repitió en la mente, persiguiendo a esos dos.

Aunque otro fallo más a su plan estaba en la azotea en estos momentos.

Alfred F. Jones, conocido por varios como la representación de Estados Unidos, estaba siguiendo al sospechoso de ser el culpable del atentado hacia su jefe, según él, a su lado y obligado se encontraba su hermano Canadá, quien no podía creer que en estos momentos estuvieran espiando a la otra nación, tendría pesadillas solo imaginar si los descubren, Rusia daba miedo enojado.

- Vamos Matty, se esta moviendo – y empezó a correr de azotea por azotea, cuando se empezó a acercar a las casas.

- ¡No tan rápido! – grito sin ser escuchado, viendo como su hermano brincaba y saltaba azoteas como en las películas, el canadiense frunció el ceño, Alfred debería dejar de ver tantas películas de acción, no por su bien, si no por las demás naciones que no tenían la culpa de los desbarajustes de su hermano.

- ¡Matty, prisa! – volvió a llamar, sin fijarse en el camino.

- ¡Alfred cuidado con la nieve! – grito al ver que su hermano se resbalaba con un montón de nieve estancada, y caía – ¡Alfred!

Cupido era feliz, la mujer que daba miedo había acorralado al hombre que también daba miedo, y disparo su flecha, algo cayo del techo a los brazos del ruso.

Había tres situaciones, la buena, la mala y lo jodido.

La buena, es que por fin le había dado al ruso escapista, la flecha había impactado su pecho.

La mala, Rusia no pudo ver a Belarús, por que la cosa que cayo del techo obstaculizo su vista y llamo su atención.

Lo jodido: La cosa que cayo del cielo, era nada más y nada menos que, ¡Estados Unidos de América!

- jeje hola – murmuro al entender que estaba en los brazos del ruso, que lo veía extraño.

- Estados Unidos – la voz afirmaba al ver al hombre entre sus brazos, un extraño corazoncito salió de la cabeza de Rusia.

- ¿Compañero se encuentra bien? – pregunto un tanto asustado por lo recientemente registrado.

- Конечно, можно, дорогая (2) – sonrió de forma espeluznante, según el americano, ya que nunca había visto esa clase de sonrisa.

- "Maldición" – se reclamo Cupido.

Continuara…

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

1) Plaza Kremlin: es un conjunto de fortificaciones y de edificios civiles y religiosos situado en el corazón de Moscú, frente al río Moscova en el sur, la Plaza Roja en el este y el Jardín de Alejandro en el oeste. Sacado de Wikipedia.

2) Конечно, можно, дорогая: Claro que si, querido. Según, confiare en el traductor.

En un principio la flecha iba para Estados Unidos, pero como que quedaría más gracioso si le da a Rusia, especialmente, por que así Cupido habría fallado, además queda más acorde al titulo.

Espero que os guste, nos vemos.