Los personajes y derechos del libro pertenecen a Stephanie Meyer y a J.K. Rowling

Era viernes por la tarde y yo como siempre estaba sentada viendo por la ventana cuando una carta entro volando a mi habitación y cayo en mi cama suavemente, me acerque lentamente y cuando la toque ella dio un salto y se que do flotando silenciosamente unos segundos para después empezar a decir con voz susurrante:

–Bella, soy Ginny, no le digas a tu hermano que e enviado esta carta. Las cosas aquí están peor, el ministerio lo controlan los que están con el-que-no-puede-ser-nombrado, ahora el director del colegio es Snape que sigue las órdenes de quien-tu-sabes, buscan a tu hermano como si fuera un asesino, nosotros los de la Orden cuando no estamos atacando a los mortifagos tenemos que estar escondidos tratando de ayudar a Harry a descifrar donde están los horrocruxes, se han unido nuevas personas a la Orden, gente en la que Dumbledore confiaba, también Ron, Hermione, Luna y yo nos unimos, están asesinando a sangre fría a todos los "sangre sucia" y… lo siento Bella pero… Snape mato a Dumbledore, lo siento se que era como un padre para ti, a todos nos a dolido mucho, también mataron a Ojo Loco. Te necesitamos ya sabes como es tu hermano, el no quiere que vengas, pero sin el poder de los dos, quien-tu-sabes nunca será destruido.

Y ¡Puff! La carta tuvo una mini explosión, y las pocas cenizas que quedaron desaparecieron.

Me quede unos segundos mirando fijamente la cama, procesando todo, tal vez fueron minutos, no lo se; reaccione y corrí a mi armario closet, agarre un bolso de mano para viajes y metí toda mi ropa, igual no era mucho y cabía toda, cuando termine con la ropa me agache y saque la tabla del piso que estaba suelta, ahí estaban mi varita y mi bolsito, dentro de el estaba mi escoba, unos libros de magia y otros objetos mágicos, metí el bolsito en el bolso de mano, lo cerré y mande un lápiz a que le escribiera una nota a Charlie que le avisara que me había ido con los de la orden. Charlie en la primera guerra había sido parte de la Orden del Fénix.

Con el bolso en una mano y la varita en otra cerré los ojos y pensé en mi hermano, en nuestras navidades juntos, la primera vez que entramos a la escuela, sentí un fuerte viento en la cara, como cuando sacas la cabeza por la ventanilla de un auto a toda velocidad, al poco tiempo el viento paro y cuando abrí los ojos tenia a Harry al frente mío; un pequeño truco que solo nosotros podíamos hacer; tenia ganas de abrasarlo pero el me apuntaba con su varita y me veía fijamente con el ceño fruncido.

–¿Qué haces aquí?– pregunto bruscamente mientras bajaba su varita.

–¡Que recibimiento! Se nota que me quieres– dije sarcásticamente.

–¡No debes estar aquí!, ¡es peligroso!

–¡Para ti también es peligroso!, no voy a regresar al mundo muggle, me han enviado una carta, las cosas están empeorando, en cualquier momento tendrás que enfrenarte a el y sin mi no lo vas a poder vencer, además no se te olvide que si tu mueres yo moriré también. ¿Eso es lo que quieres? ¿Qué los dos nos muramos? – cuando termine el me abrazo fuertemente.

–No quiero que nos muramos, pero es que ha muerto tanta gente en esta guerra, no quiero que tú seas una de ellas, a veces parece que llamaras al peligro, no te quiero perder hermana.

–Si sigues así no vamos a vencer, te e estado vigilando y te e visto saliendo solo a buscar los horrocruxes, no solo me preocupo por ti por que estemos conectados, me preocupo por tu vida no se que haría si tu murieras. Además sabes muy bien que yo me quede con Charlie en el mundo muggle nada por que así lo decidió Dumbledore, esta también es mi guerra y también es a mi gente a la que están matando, no lo olvides.

–Ven, Dobby te va a enseñar donde podrás dormir mientras yo voy a avisar a los de la Orden que estas aquí.–mientras hablaba me jalaba de un brazo hacia fuera de la habitación en la que estábamos, que supongo era la de el– ¡Dobby!– grito cuando al salir de la habitación quedamos en un pasillo.

Al poco tiempo apareció un elfo, ¡lo voy a matar!

–Dobby adentro de mi habitación esta un bolso por fa tráelo y enséñale a mi hermana su habitación.

–Como usted diga amo– dijo el elfo mientras hacia una mini reverencia.

–¡Harry Potter!, como se te ocurre tener un elfo– medio grite.

–tranquila hermanita no lo tratamos como esclavo, solo le pedí un favor– justo en ese momento salio el elfo con mi bolso, que le quite de las manos.

–Yo puedo con mi bolso no es muy pesado.

–Como usted diga ama, por aquí esta su habitación– dijo mientras empezaba a caminar hacia la izquierda por el lago pasillo con puertas en el que estábamos.

–Nos vemos mas tarde, tu cuarto va ser el que esa frente al mío– me dijo y se hacia unas escaleras a cuatro puertas hacia la derecha de donde estaba.

El elfo me estaba esperando Asia que fui hacia el, cuando lo alcance el empezó a caminar otra vez, pasamos como 10 puertas cuando el paro frente a una puerta que tenia el número 11 marcado con marcador negro.

–Este es su cuarto ama, espero que le guste– se inclino haciendo una reverencia y empezó el camino de regreso.

–¡Dobby!– no habia terminado de decir su nombre cuando ya estaba frente a mi.

–¿Si ama?

–No me digas ama, dime solo Bella ¿si?

–¡oh ama! Honra a Dobby con ese pedido, pero ya es demasiado con que Dobby coma en la mesa con todos y tenga un cuarto propio.

–Haber Dobby, tu me consideras tu ama ¿no es asi?

–Claro que si, usted es hermana de el señor Harry Potter.

–Bueno entonces yo te ordeno que me llames Bella y no me trates de usted, ¿ok?

–Como usted diga ama, perdón, como tu digas Bella.

–Muy bien, hasta luego Dobby.

–Hasta luego Bella.– se despidió el elfo haciendo una reverencia.

Entre a la habitación era muy parecida a la otra en la que habíamos estado antes.

Me había dado cuenta que todo era de madera, las puertas, piso, techo y paredes del pasillo, las escaleras por las que había bajado Harry, el cuarto en el que estábamos antes y este tenían todo de madera.

El cuarto era de tamaño normal con una cama matrimonial, dos mesitas de noche, un closet pequeño, un baño pequeño con ducha, poceta, lavamanos y espejo, y dos ventanas.

Puse mi varita en una de las mesitas de noche y abrí el closet y tire mi bolso ahí.

A Alice le hubiera dado un ataque con un closet tan pequeño.

Ese pensamiento me hizo sonreír con nostalgia.

Extrañaba a los Cullen. A Esme y Carlisle y su manera de tratarme como si también fuera su hija, a Alice y su obsesión por la moda, a Emmett y sus bromas, aunque yo terminara toda sonrojada, incluso a Jasper y a Rosalie, aunque con el primero no hablara casi y la segunda me odiara.

Y a Edward, a el era el que mas extrañaba, extrañaba sus ojos, su olor, su cabello, sus ojos, su manera de ser, su amor.

Después de cinco meses de que se fuera, me di cuenta que tal vez no iba a volver tan pronto como el había prometido, hasta podía ser que no volviera, desde ahí todas las noches lloro mientras duermo.

El se fue prometiendo volver pronto, pero no regreso, hace un año y dos meses que se fue, y yo sigo esperándolo, o seguía por que ahora estoy aquí.

Cuando se fue me dijo que era por iban a ayudar unos amigos, pero no me dio mas detalles.