Hola es un gusto estar por aquí de nuevo por exámenes y trabajo tuve que ausentarme de fanfiction pero bueno ¡ya volví! También con una nueva historia :)

Estoy muy feliz de reincorpórame de nuevo al Famdon de OUAT aunque no muy contenta con esta quinta temporada, al menos yo esperaba un poco más de profundidad en la relación de Emma y Regina pero ha sido una temporada más sobre Hook, eso me decepciona y eso que en su momento yo fui fan de él, así que por el momento no estoy muy feliz con esta temporada al menos tengo un poco de Rumbelle para vivir xD y por supuesto están las maravillosas historias que abundan aquí y de las que me tengo que poner al día :)

Pero hablando de la historia esta introducción está basada en el cuento del genio Jorge Luis Borges "La casa de Asterión" para los que no lo han leído y disfrutan un poco de mitología se los recomiendo es corto y muy sustancioso, a mí me encanta por eso base esta introducción en él. Sin embargo prometo que esta historia es completamente SwanQueen ;) Espero lo disfruten y si no lo disfrutan son libres de decírmelo : D

*Aclaraciones :Si hay maldición pero cuando esta se rompió la magia volvió a StoryBook*

Disculpen las faltas de ortografía.

Ni Once Upon Time ni sus personajes me pertenecen.


Introduccion

En la penumbra de su mansión, ha puertas y ventanas cerradas sumergida en un océano de oscuros recuerdos y dolorosos arrepentimientos se encontraba Regina Mills más conocida como La Reina Malvada, yacía sentada en el sofá observando la nada, el salón de su hogar solo iluminado por el fuego de la chimenea creaba un ambiente de profundo aislamiento, extendió su mano hasta la mesita del lado y le dio un sorbo a su copa de vino, balanceo el líquido negro, descorcho la botella y se sirvo más, pero no lo bebió, solo quería tener la copa llena… la incomodaba tenerla vacía cerca suyo, como si fuera una metáfora para su propia vida.

Era verdad, ella no salía de su mansión pero no era porque fuera prisionera o porque temiera que le hicieran daño, porque en este último caso sería todo lo contrario. No era prisionera de nadie más que de sí misma de sus acciones y consecuencias. Más bien su aislamiento era para poder estar más en paz, paz que no lograba pero el evitar a la gente le proporcionaba cierto alivio, la quietud y la soledad le ayudaban a mantenerse aliviada aunque las mismas se estuvieran llevando su cordura poco a poco.

Seria mentira si dijera que no ha salido nunca más, alguna que otra noche se había aventurado a caminar por la calles de Storybook, se aseguraba que fuera muy tarde como para que alguien estuviera despierto.

Caminaba, estiraba las piernas respiraba el aire fresco, satisfecha de que todo estuviera bien, al menos a esas horas de la noche la ciudad siempre parecía tranquila y sin problemas. De vez en cuando sus aisladas salidas la llevaban cerca del apartamento de los encantadores donde se encontraba el que hace un tiempo atrás fue su hijo. Luego se retiraba un poco más ligera, su corazón se sentía más libre al asegurarse que Storybook estaba en orden y por supuesto que Henry tuviera una Familia real, donde lo amaran y lo cuidaran tanto como ella aun lo hacía.

Cuando la Salvadora rompió la maldición, la realidad le golpeo fuerte, los recuerdos de todos volvieron y la culpa cayó sobre ella, su amor por Henry la desquebrajo de una manera fatal, observo en los ojos de aquel niño el odio latente al ser que era ella…La Reina Malvada…un título ganado con creces y méritos.

Regina solo quiso un final feliz uno con su hijo….pero nunca lo tendría a causa de sus propias acciones, había arruinado cientos de vidas y era consciente de eso, era consiente que no era merecedora de nada, perdió su pequeño príncipe por su sed de venganza.

La miseria era dolorosa y prácticamente se había hecho adicta a ese dolor, lo había leído en algún lado "La conciencia atormentada de un monstruo abandonado" Regina Mills cada día recordaba su pasado, las personas en él, sus acciones, los asesinatos y se arrepentía de cada cosa, de lo único de lo que no se arrepentía era de Henry, aunque él ahora la odiaba….y eso no importaba porque ella lo amaba, lo amaba tanto para dejarlo partir sin luchar por él , lo amaba tanto que aceptó la culpa , lo amaba tanto que se alejó de él, lo amaba tanto que solo acepto la verdad….ella debía pagar por sus acciones y lo haría…

Eso la llevo a pensar en ella… La salvadora…La luz… La hija de su enemiga… La verdadera madre de Henry…Emma Swan.

Rompió la maldición, devolvió los recuerdos a todos, le salvo la vida a Henry y trajo de nuevo los finales felices. Tenía un fin, un propósito, la salvadora haba sido predestinada, su destino era derrotar a la Reina Malvada.

La morena a diferencia de cualquier persona, enervo una sonrisa algo crispada que solamente era iluminada por el fuego de la chimenea, sus pensamientos eran más constantes y más fluidos cuando se trataba de la Salvadora, tal vez producto de la perdida de la lógica y la poca cordura de su mente o quizás la miseria en la que se sumergía a sí misma.

Se encontró fantaseando en cómo se daría el hecho. ¿Como la haría? ¿Hundiría una espada entre sus entrañas cual caballero blanco? ¿La ahorcaría? ¿Dispararía una flecha a su corazón, como lo habían intentado antes sus padres? ¿Quizás le cortaría la cabeza como en su sueño?...Quizás no, volvió a fantasear, dudaba que usara métodos tan barbáricos, la Salvadora no era como ella, la salvadora tendría un poco más de piedad tal vez solo la envenenaría…no lo sabía solo lo esperaba.

Se dio la vuelta acomodándose en el sofá, cerró los ojos, a veces ella se duerme realmente y sueña cosas, casi no los recuerda, pero a ratos sí, sueña que vuelve a ser como antes, sueña ser inocente sin sangre en sus manos, sueña con Henry en sus brazos, sueña con Daniel y su romance interrumpido, sueña con sus padres…todo duele y al mismo tiempo la satisface.

También en esas noches que duerme sueña con la salvadora y en lo íntimo de su alma sabía que esto no le provocaba tanto dolor, la salvadora era una mujer que tuvo el peso de su odio cuando llego mas ahora no, no es que tuviera el sentimiento contrario, más bien sentía gratitud, la salvadora era el único camino a su redención, también le devolvió la magia, cuando la maldición se rompió la magia volvió a Regina y eso le daba ventajas innumerables, puso protección mágica en su casa para alejar a los curiosos vengadores del pueblo , solo dos personan podrían entrar a la casa si se lo propusieran , Henry y la salvadora.

La magia también fue una ventaja en sus otras cotidianeidades, apareciendo libros para leer, ropa para darse el gusto de la moda tal y como le gustaba traía toda clase de bebidas para deleitarse y claro por supuesto de comer sin la necesidad de salir en pleno día para abastecerse de alimentos.

En algunas ocasiones se dedicaba al espionaje por medio de sus ventanas y entonces una vez había pillado a la salvadora frente a su portón, indecisa por entrar, en ese entonces el corazón de la Reina Malvada salto de alegría, ansiando el momento de ser libre.

- ¡Por fin! -

Se había murmurado así misma pero aquella salvadora partió rápidamente, se había retirado de su portón y la miseria volvió a acompañarla, se había decepcionado por la rápida partida, sabía que eso predecía que el momento se acercaba y eso hacia todo más tolerable, su manera de vivir se volvía más fácil con ese pensamiento.

Se envolvió bajo el calor de la chimenea, aunque el dolor fuera grande sabía que el momento se acercaba, pronto seria cuando la salvadora entrara por esa puerta y la redimiera de sus males…la salvadora…era su salvadora … Por qué Emma era para Regina lo que Teseo era para Asterión.


¿Qué les paceré? Comenten, dejen su opinión estere feliz de leerla

Para los que siguen mi otra historia "Seven Pounds" les prometo que más adelante la actualizare.

¡Hasta la próxima!