n/a: no soy Joanne por si acaso


Capítulo I: Ay, los merodeadores

El sol ya estaba en lo alto, e iluminaba la grande y antigua ciudad de Londres. En la estación de King Cross una chica de cabello castaño claro, largo hasta la mitad de la espalda y un poco ondulado tiraba de un baúl, que al parecer estaba muy pesado, por la estación distraída. Era muy linda, de ojos azules, alta y delgada. Empezaba sexto curso en una escuela. No una escuela normal, si no una escuela de magia. Hogwarts, que queda en un lugar que no puedo decirles, por que ni siquiera yo se su ubicación exacta. Esta escuela era muy antigua y sus cuatro fundadores, Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff tenían ideas diferentes, por lo que tenían una casa para cada uno. Esta chica de ojos azules pertenecía a la casa de Gryffindor. Era una bruja de sangre mestiza, por así decirlo. Su nombre era Alessandra Granger.

Buscaba a una de sus amigas. Miraba para todos lados, pero no la encontraba. Con tantas rubias que había en esa escuela, no era muy fácil que digamos.

-Hola-dijo la chica timidamente, tocando el hombro a un chico alto y de pelo rubio-, disculpa.

El chico se dio la vuelta para mirarla al instante. Le dirigió una perfecta sonrisa. Era un chico de sexto de Hufflepuff. La chica solo lo había visto por los pasillos, y cuando se cruzaban, el chico le sonreía y ella se sonrojaba. Era un mujeriego, pero igualmente seguía siendo atractivo. La miró amablemente, como instándola a seguir.

-¿Conoces a Sarah Allen?-le preguntó al chico, sonrojada. Si hubiera sabido que era el, no se habría acercado ni aunque le pagaran. No era por que lo odiara o algo así, es que era algo timida con los extraños, y mas si eran atractivos, por que con sus amigos era mucho mas extrovertida.

-No se si lo sabes, pero siempre cuando dos personas se conocen, se presentan-dijo como sugiriendo y mirándola escrutadoramente.

La chica solo lo miró con ojos como rendijas. No sabía si confiar en el. Al parecer, se confio de el, por que habló.

-Alessandra Granger-dijo estirando su mano, para que el chico la estrechara.

-Oliver Weasley-dijo el chico aun estrechando su mano-. Encantado.

-Sí, claro-dijo con ironía mas para sus adentros.

-De verdad-dijo Oliver, que al parecer, habia escuchado el comentario de la chica-. Siempre había deseado conocerte. Me pareces muy linda.

La chica le sonrio estrechamente.

-Bueno, te dejo-dijo Alessandra, dandose la vuelta para irse.

-Espera-dijo Oliver, agarrandole la muñeca, haciendo a la chica volverse-.¿No querías saber algo sobre tu amiga?-dijo confundido.

-Ah, si-dijo tontamente. Se le habia olvidado a que iba con todo lo de la presentacion- Si. Sarah Allen ¿la has visto?

-Lamento no serte de ayuda. No he escuchado su nombre antes-dijo pensativo.

-Ah, no importa-le dijo aun sonriendo-. Nos vemos.

-Si, si, nos vemos-dijo y se dio la vuelta y se dirigio hacia el anden 9 3/4.

Al irse el chico, Alessandra se encontro segura para poder suspirar y mirar hacia el vacío tocándose la muñeca, donde el chico la había tocado.

-Ale, Ale-oyo que la llamaban y se dio la vuelta justo para recibir un gran abrazo de una chica rubia, de ojos verde claros y tez blanca, aunque ahora estaba un poco roja, por el sol.

-¡Sarah!-gritó Ale, y varios chicos se giraron para mirarla, pero no le importó.

-¡Ale!-dijo Sarah muy emocionada.

-¡Sarah!-siguio la chica bromeando.

Sarah le miró enojada, como regañandola.

-¡Sarah!-repitió Ale, fingiendo emocion y dando saltitos.

-Ya basta-le dijo Sarah con el ceño fruncido, pero luego lo desfruncio para mostrar una sonrisa-. Que bueno es verte-le dijo.

-¿Ah si?-dijo Ale, sin mirarla por que trataba de mover su equipaje, pero no podia, por que estaba muy pesado.

-No seas tan borde-le reprocho Sarah.

-Pues si soy borde es por que no recibí ni una carta tuya en el verano-dijo tirando aun el baul, pero este no se movió.

-¡Si te mandé!-reclamó Sarah.

-Ah, claro. Me olvidaba-dijo Ale una sonrisa con nada de felicidad, si no con falso olvido-. Si puedes llamar carta a un "Hola Ale. Te quiero, amiga. Sarah"-recitó Ale con total dulzura (ejem).

-¡Sabes que no lleve mi lechuza a América! Y ¡cobraban por cada palabra!

-Por tus amigas no puedes gastar unos miseros

-Es que no...puedo...con...este...baul-dijo tirando con esfuerzo entre cada palabra.

-¿Que traes alli adentro?-le pregunto su amiga, curiosa.

-Nada.

-¿Como que nada? Entonces ¿por que esta tan pesado?

-Quiero decir lo de siempre-hizo un gesto con la mano restandole importancia-tunicas, plumas, pergamino, libros...

-Como diez mil libros debias llevar en ese baul para que pesara tanto...

-Es que tengo escoba nueva-dijo orgullosa.

-Pero las escobas no pesan tanto.

Luego Sarah se fijo en que llevaba dos baules. El que ella tiraba era uno nuevo, y el de siempre, estaba un poco apartado de ellas.

-¡Pero si tienes dos baules!

-¡¡Noo¿verdad?-dijo ironicamente.

Sarah solo le reprocho con la mirada.

-Pero ¿para que necesitas dos baules?

-Ya te lo dije. Tengo escoba nueva-dijo lateada.

-Pero eso no es motivo...

Sarah levanto la tapa del nuevo baul, pero Ale se sentó en la tapa y esta se cerró de golpe, obligando a Sarah a apartar los dedos por si se los pillaba.

-No es de tu incumbencia-le dijo Ale, torciendo la boca.

-Pero soy tu amiga-le reclamó Sarah.

-No-dijo Ale cruzandose de brazos.

-Vamos-dijo Sarah juntando las palmas, como acto de rezo, agachándose frente a su amiga.

Ale negó con los ojos cerrados.

-¿Que tal, Granger?-dijo una voz familiar, que venía desde la espalda de Ale.

La chica se asustó al darse cuenta de quien era la voz y pegó un pequeño respingo. Tragó saliva, y se volvió para mirarlo y pegó otro saltito al verlo a los ojos, de un azul tirado para gris.

-¿Que tal, Black?-dijo la chica con falsa inocencia.

Luego se volvió hacia Sarah y por todos las señas posibles, le indicó que no hiciera ni dijera nada. Se volteó y miró a Sirius como si nada de eso hubiera pasado. Sarah se tomó tan a pecho su orden, que se quedó rígida mirando al vacío.

-¿Que le ha pasado a tu amiga?-preguntó preocupado, pasando su mano por delante de la visión de la chica, que ni se inmutó.

.-Nada-dijo negando frenéticamente y trató de sonreir-¿Pasabas a preguntar como estaba?-Sirius puso los ojos en blanco, ya que en realidad venía a fastidiar a la chica-Estoy bien-dijo apresuradamente y trató de empujar al chico para que se fuera, pero el chico era visiblemente mas fuerte que ella, y no se movió ni un milimetro.

-Tu ocultas algo-le dijo acusadoramente, con un dedo apuntandole.

-¿Yo?-dijo fingiendo sorpresa-Para nada. Ahora vete-le dijo empujandolo de nuevo, sin levantarse del baul.

-No me muevo hasta que...-pero la frase quedó en el aire, ya que otro chico se unió a ellos.

-¡Remus!¿Que haces aqui?-¿por que justo la iban a saludar ahora?

Sarah dio un pequeño respingo cuando su amiga nombró a Remus, pero siguió sin moverse.

-¿Que le pasa a Sarah?-preguntó Remus, mirando a la chica.

-Lo que pasa-dijo Sarah en un susurro, como si así Ale no la escuchara-es que Ale no quiere que me mueva ni hable-luego de decir esto, volvió a quedarse congelada.

-Ahh-dijo Remus, pensando en lo loca que resultaba ser Ale pidiendole a Sarah que se quedara quieta.

-Yo no le dije que se quedara rígida sin hablar ni nada-dijo mirando a Sarah-Bueno, si, pero no así. Solo quería que no abriera la boca delante de Black.

-¿Por que?-preguntó el nombrado.

-Por que...-Ale rodó los ojos,pero no tuvo que inventar una excusa, por que por allí llegó otro chico.

-¡Sirius!-gritó el nuevo chico y se acercó al grupo.

Ale se puso visiblemente mas nerviosa.

-¡James!-logró decir-¿Como estás?-James se disponía a responder pero la voz de Ale se interpuso-Que bien. Ahora váyanse-les ordenó.

-¿Por que?-dijo James.

-Eso mismo quería saber yo-dijo Sirius.

-Yo solo venía a ayudarte con tu baúl-se encogio de hombros James-. Vi como tratabas de moverlo, pero no podías.

-En ese caso-llegó Remus en plan de caballero-yo le ayudo.

-Pero ¿por que ustedes tienen que ayudarla y yo no?-saltó Sirius.

-No hace falta-dijo Ale, tirando de la manija del baúl, pero sin moverlo-que me ayuden-terminó.

-¿Decías?-dijo James con una ceja alzada dirigiendo su mano al baúl.

-¡No, Potter!-saltó Ale inmediatamente, alterada- No lo hagas-dijo asustada.

-¿Acaso crees que no puedo con un simple baúl?-dijo James tomando el baúl. Se cayó un poco bajo su peso. Pensó que sería un "poco" mas liviano. Tal vez como 100 kilos menos.

-¿Que llevas aqui adentro?

-Déjalo en el suelo, Potter-le ordenó, pero el chico no le hizo caso-. Por favor-al ver que la orden no funcionaba, le suplicó.

-Yo lo llevo-dijo Sirius, tratando de quitarle el baúl a James.

-¿No tienes que ocuparte de tu novia, Black?-saltó Ale, tirando de la manga de la polera muggle que llevaba Sirius.

-Todas merecen mi ayuda-dijo Sirius, tratando de soltarse de Ale y a la vez quitándole a James el baúl, que se abrió y dejó salir lo que había allí adentro.

Quedaron los tres empapados de pintura de muchos colores (fucsia, amarillo, celeste, verde pistacho), mientras Sarah, que aun estaba rígida, y Remus tenían unas pocas salpicaduras.

-Se los dije-dijo Ale sacando la pintura de sus ojos y reprochando a los dos chicos a su lado.

-Pero ¿es que como se te ocurre llevar pintura a Hogwarts?-soltó Sirius.

-Si-James apoyó a su amigo-¿Quien en su sano juicio necesitaría pintura en Hogwarts?-dijo enojado.

-¡Y en galones!-exclamó Sirius escandalizado.

-Un pintor-aclaró Ale.

-¿Pintas?-preguntaron todos, incluso Sarah, que se movió solo para hablar, pero al parecer Ale solo habia escuchado a Sirius.

-No, canto-dijo con ironía-. Claro que pinto, Black.

-¿Desde cuando?

-Eso a ti no te interesa, Black.

-Si no me interesara, no preguntaría.

-Tampoco quiero contarte.

-Que extrañas son las mujeres de hoy en dia-dijo Sirius, como si fuera un sabio abuelo.

-Ve adonde tu noviecita-se burló Ale- Rebecca Clearwater-dijo moviendo el pelo hacia un lado, como en los comerciales de shampoo o tintura, y la melena con pintura le chocó a Sirius en la cara, quien tuvo que escupir pintura.

James empezó a reir al ver la imitación de Ale.

-La has imitado a la perfección-dijo James, y Ale sonrió con orgullo.

-Y yo que pensé que eramos amigos-dijo Sirius y se dio la vuelta.

-Canuto-dijo James con cara de arrepentimiento-, amigo, lo siento-dijo suplicante.

-No te digo a ti, si no a ella-indicó a Ale.

-Ah, si, lo sabía-aclaró James rodando los ojos.

-¿Amigos?-preguntó Ale incrédula-Ja-rio sarcástica.

Y dejó a Sirius plantado, así sin mas, y se dirigió hacia la pared que separaba al mundo mágico del muggle con la cabeza erguida, pero luego se devolvió a buscar a su amiga y fue de puntillas, como si asi los chicas no supieran que estaba allí, luego tomó la mano de Sarah, pero ella no se movió.

-Ya puedes moverte-le susurró Ale.

-Que bueno, ya me estaba acalambrando-dijo frotándose el brazo.

-Shhh-le ordenó Ale.

-¿Por que?-le susurró Sarah mirando a todos lados para ver si alguien los escuchaba-. Nadie nos escucha-le susurró.

Ale la miró y puso los ojos en blanco.

-¿Y Potter y Remus?¿Que son?¿Parte de la decoración?-le dijo enojada.

-¿Y Black?-susurró Sarah, pensando en por que su amiga no había mencionado a Black si estaba junto a Potter.

-El si es parte de la decoración-le dijo Sarah, como si fuera lo mas obvio-. Debemos irnos-dijo Ale, en acción espía, y se dio una voltereta, miró a todos lados y le indicó a Sarah que la siguiera, y llegaron a la pared gateando.

Los chicos, ni se imaginan como estaban. Estaban atónitos, con la boca ligeramente abierta de la sorpresa "¿Pero es que estas chicas juegan al espía?"-se preguntó James-"Yo tambien quiero jugar"-pensó y puso un pucherito-"Sobre todo si Evans también juega. Tengo que preguntárselo a Granger"-se dijo.

-Eh, Ale-gritó James sacando a los otros dos de su trance- Ale-volvió a gritar James cruzando la barrera.

Remus lo siguió. Sirius se disponía a hacer lo mismo, pero vio un baúl que estaba junto a el y se dispuso a dejarlo ahi, pero ¿y que tal si contenía algo importante?¿Y si es de una persona enferma y aqui tiene sus remedios?-se dijo-. Tengo que llevarlo-dijo luego en voz alta, en papel de héroe, y atravesó la barrera con un carrito cargado con dos baúles.

Sirius, de pura curiosidad, había abierto el baúl con su varita, y había empezado a sacar las cosas de allí adentro: artículos de Zonko, una foto de sus padres-eso solo lo dedujo Sirius-,ropa, ropa interior-calzones y sostenes (o bragas y sujetador, como prefieran decirles)..."Es de mujer" dijo Sirius, al tomar la prenda-,pinceles, artículos personales (desodorante, perfume, shampoo, etc) y...un diario.

-¡Un diario!-exclamó Sirius emocionado, al sacar aquello del baúl.

-No puedes leerlo, canuto-le reprochó Remus.

-No iba a leerlo-dijo Sirius, abriendo el diario.

-Y ¿a eso como le llamas?-le preguntó James, recostado en sillón de enfrente de Sirius y Remus.

-Hojear, cornamenta, hojear-dijo Sirius mirando a su amigo con un gesto cargado de malicia.

-Dámelo-le dijo Remus, quitándole el diario de las manos.

-Lunático, por favor-dijo Sirius con carita de cachorro encerrado o amarrado.

-Esa cara no funciona conmigo-se limitó a decir Remus. Le quitó el diario a Sirius de las manos. El chico dio vuelta el diario, y encontró un nombre...-¿¡Alessandra Granger!?-dijo escandalizado.

-¿Como?-dijo Sirius saltando de su asiento para ir a leer el nombre de la chica.

-Ale Granger-dijo Remus, blandiendo el diario delante de los ojos de Sirius, quien trató de agarrarlo.

-Podré saber lo que no le gusta-dijo Sirius en plan malvado, retorciéndose las manos.

-Y yo podré saber sobre Evans-dijo James esperanzado.

-Solo lo sabrán si lo averiguan-les dijo Remus levantándose del asiento y dirigiéndose a la puerta.

-Lunático, amigo-dijo Sirius, tirando de la polera de su amigo, haciendolo volverse a sentar- ¿Vas a traicionarnos?

-Yo no soy quien los traicionará a ustedes, si no ustedes a ellas.

-Nosotros no las vamos a traicionar por que nunca hemos tenido su confianza.

-Pero me estás quitando la oportunidad de tener al amor de mi vida-le dijo James.

-Lo siento, cornamenta, pero vas a tener que obtenerla por tus medios-dijo levantándose y yendo hacia la puerta del vagón.

-Remus-oyó el chico que lo llamaban.

-¿Que pasa, Ale?-dijo Remus, dirigiéndose desde donde lo llamaban.

-¿No sabes si esos dos tomaron mi baúl?-dijo la chica, mirando a los ojos a Remus.

-Pues sí-dijo blandiendo el diario ante sus ojos.

-Ay, gracias-dijo la chica agradecida, dándole un abrazo a Remus, quien al principio quedó estupefacto, pero luego correspondió el abrazo.

-No me quiero ni imaginar que habrían hecho con mi diario esos dos si tu no hubieras estado ahí.

Remus se pasó una mano por la nuca. Parecía como si quisiera saber algo, pero no se atravía a preguntar. Luego de unos segundos de silencio, se decidió...

-Nos vemos en la escuela-...no le preguntó.

-Está bien-dijo Ale y le besó en la mejilla a modo de despedida y agradecimiento-. De verdad, muchas gracias.

Remus se quedó estupefacto, mirando como la chica se iba, tocándose donde le había besado. La verdad, era que deseaba hablar con Ale. Lo deseaba mucho.

-Eh, Ale-gritó Remus, corriendo hacia la chica.

Ale se dio la vuelta, para mirar al chico.

-Dime-dijo con una sonrisa radiante.

-Mira, es que...-se pasó la mano por la nuca-.¿Podrías...querrías...?-empezó Remus, pero no terminó lo que quería decir.

-¿Quieres invitar...?-dijo la chica, con la ceja alzada, pero a la vez agradecida. Remus no la dejó terminar la frase.

-Si-dijo aliviado, al entender que la chica lo entendía.

-Pues, Remus-dijo la chica, bastante sentida-. Lo siento, pero no...no...No es que seas feo, pero no...-dijo tratando de no decirle que no le gustaba, bastante arrepentida.

Remus se echó a reir, pero ataque de risa, y Ale se quedó mirando al chico con las cejas levantadas. A ella no le daba nada de gracia, por que no sabía por que se reía el chico.

-¿Que es tan gracioso?

Cuando Remus pudo parar de reirse, le respondió, tratando de ser entre serio y volverse a reir.

-Es que-dijo secándose una lágrima-no quiero salir contigo-le dijo.

Fue un golpe duro para Ale.

-¿Por que no?-dijo ofuscada-. Me acabas de decir que...

-No-se explicó Remus-. No es que seas fea. Es mas, eres preciosa, pero yo quiero salir con Sarah-dijo sonriendo.

-¿Sarah?-le preguntó Ale atónita-. Y ¿que tiene ella que no tenga yo?

El chico pareció asustarse con la pregunta, por que abrió mucho los ojos. Lo que menos quería era bajar la autoestima de la chica que tenía enfrente.

-Pues...ella...tu...son...

-Era una broma-le cortó Ale, riendose ahora del chico-. Es obvio que si te gusta Sarah, no tienes por que responderme esa pregunta. Me bajarías la autoestima.

-Eso estaba pensando-le dijo sonriendo.

-Pues dime ¿Quieres que le diga si quiere salir contigo?

-Pues, algo así-dijo emocionado.

-¿Donde?

-En Las Tres Escobas, la próxima salida a Hogsmeade, que es el próximo fin de semana.

-¿Como lo sabes?-le preguntó interesada.

-Ventaja de ser prefecto-dijo con una sonrisa, pero en cuanto se percató de lo que había dicho, salió corriendo hacia el primer vagón del tren.

-Se le ha olvidado la reunión-dijo la chica-. Igual que a Lily-y en cuanto pronunció esas palabras, una chica de pelo colorín paso zumbando a su lado, poco menos dejándola con la ropa dada vuelta con lo rápido que iba.

Se dirigió a su vagón y se encontró con sus amigas sentadas cada una en un asiento, cada cual frente a la otra.

-Lily...-empezó una chica colorina, pero mas claro que el de Lily.

-Ya lo sé, Emily-le dijo Ale, y pegó un suspiro-. Pasó zumbando a mi lado. Ni siquiera se detuvo a saludarme.

-Oye¿por que llevas esa polera dada vuelta?-le preguntó Emily.

-¿Como?-dijo distraida, mirándose la polera.

Se la sacó por arriba de los hombros y justo en ese momento (el peor momento, según Ale, y el mejor, segun la persona que acababa de entrar) alguien abrió la puerta del compartimiento. Un chico que, al parecer, había ido corriendo. Abrió mucho los ojos, al ver así a Ale. Se quedó estupefacto. Sarah miraba del chico a Ale, y tosió, para que el chico mirara para otro lado, o por lo menos se hiciera el tonto.

-Ehh...si-dijo mirando a Sarah-. Perdón.

-No te preocupes, Oliver-le dijo Ale hecha un tomate y se dio la vuelta, para volver a ponerse la polera muggle.

-Yo...yo-balbuceó el chico-...te he buscado por todo el tren-dijo Oliver.

-Hola-le dijo Emily, moviendo frenéticamente las pestañas.

Oliver no le hizo mucho caso y le repondió con un vago "hola"..

-¿Me buscabas?-preguntó Ale, con el ceño fruncido.

-Si...No...Buscaba a Lily.

-¿A Lily?-preguntó Ale, al borde de la rabia. ¿Por que ningún chico quería salir con ella?

-Si. No ha ido a la reunión de prefectos. Me mandaron a preguntar por que no había ido y como se que es amiga tuya...

Ale sonrió. Que el chico supiera cuales eran sus amigas era muy tierno.

-Pero si la vi corriendo hacia allá.-dijo Ale, luego escrutando a sus amigas.

Las dos se encogieron de hombros. Salió corriendo por la puerta del vagón. Todos en el compartimiento se quedaron con la boca abierta de la impresión. Pero no terminaron de impresionarse, por que Ale volvió en un segundo y le dio un beso a Oliver en la mejilla de agradecimiento. Y luego se dirigió a Sarah:

-No me beses-le dijo la rubia.

-No iba a besarte-le dijo con la ceja levantada-. Solo que antes se me olvidó decirte, pero Remus quiere salir contigo-lo dijo apresuradamente y luego salió corriendo hacia donde fuera que estaba Lily. Y donde fuera que estaba Lily era en el pasillo. Y adivinen que estaba haciendo...peleando con James. Que novedad.

Ale bufó. Era otra pelea mas.

Un rato antes, Lily había llegado al compartimiento de sus amigas, pero sólo estaban Emily y Sarah. Subió su baúl a la rejilla portaequipajes con mucho esfuerzo.

-Hola-le dijeron sus amigas, extrañadas y dolidas por que su amiga no las hubiera saludado.

-Hola-dijo Lily distraída, tratando de meter su baúl al fondo de la rejilla.

-¿Como que "hola"?-le dijo Emily- ¿Un simple "hola" a tus amigas¿Que acaso no nos extrañaste?

-Claro que las extrañé-dijo Lily con tono cansado-. Y ¿como pasaron las vacaciones?-les preguntó la chica, tratando de suavisar el ambiente.

-Yo fui a Egipto-dijo Sarah orgullosa.

-Y yo a Grecia-dijo Emily-. La verdad es que todo me recordaba a mi chiquiturri-dijo con ternura.

-¿A tu chiquique?-preguntó Sarah, atónita.

-A Jackson-dijo secamente Emily.

Jackson era un chico de séptimo de la casa de Ravenclaw. Había sido el novio de su amiga por mas de dos años. Era alto, lo justo para Emily, pelo café, ojos cafés, y hablando sinceramente, bastante lindo. Lily no le encontraba nada de bueno a ese chico.

-Pues ve con el-le dijo Lily." La verdad, es que no entendía como a su amiga le podía gustar ese chico. Era simpático, pero de belleza, nada. No como James que..."

"¿por que pienso en James? Hay miles de chicos lindos en la escuela." -le respondió la otra parte de su cabeza.

"Pero es que sus ojos almendrados, el olor de su cuello, su pelo, sus músculos..."

"Y su arrogancia y el quidditch, su...-no encontró mas características negativas-Ay, de verdad que está muy bien"

"Te lo dije"

-LILY-le gritó Emily-. Al fin-dijo harta.

-POTTER-gritó la pelirroja.

Sus amigas se miraron incrédulas.

-Quiero decir-Lily se puso roja-. Las extrañe mucho a las...-iba a decir a las tres, pero vio que no estaba Ale-Y ¿Ale?

-Eso trataba de explicarte-le dijo Emily, comprensiva, dando un suspiro. Su amiga estaba desconectada.

-Fue a ver algo con los Merodeadores-dijo Sarah, como restándole importancia.

-¿Con los merodeadores?-preguntó Lily, de pronto sintiendo ganas de matar a Potter...y a Black. No desaprovecharía una oportunidad como esta.

-Sip-afirmó Sarah.

-LOS MATO-gritó furiosa y salió corriendo hacia el vagón de los merodeadores.

Pasó junto a una chica en el pasillo, pero no se paró ni a ver quién era ni a pedirle disculpas. Creyó haber corrido tan rápido que le había dado vuelto la polera a aquella chica del pasillo. Debían ser visiones ópticas por la rabia.

-POTTER-gritó Lily mientras llegaba a la puerta del compartimiento en el que sólo estaban James y Sirius.

Aporreó la puerta y la ventana de la puerta como loca, mientras los merodeadores se miraban extrañados, hasta hacerse daño en los nudillos.

-ABRE BLACK

-Evans-dijo James tranquilamente-, también se puede abrir desde afuera.

Lily se quedó quieta y abrió la puerta tranquilamente, pero no entró, si no que tiró de la polera de Sirius hasta el pasillo, y lo apoyó en la pared de este y Lily se le acercó.

-¿Que hiciste con Ale?

-¿Ale?-preguntó James confuso, que también había salido al pasillo. ¿Por que Lily no lo había sacado a él? Ahh...por el "problema" o lo que sea que haya pasado entre Ale y Sirius...

-Si, mi amiga-ahora Lily le apuntó con la varita a James.

-¿La misma Ale que juega quidditch?

-Si-le cortó Lily.

-¿Por que tendría yo que hacerle algo a ella¿o Sirius?

-Por que Sirius le hizo no se que el curso pasado-se explicó Lily.

-¿A tu amiga?-preguntó James, confuso.

-Si, Potter, a Ale-dijo furiosa, por que el chico no captara la idea.

-Yo no le hize nada-dijo levantando ambos brazos.

Lily apuntó con la varita a Sirius, quien también negó.

-Potter-dijo Lily, con fingida calma, y le agarró de la polera azul clara que traía-, si le hiciste algo...

-Remus fue a hablar con ella-dijo James, pensando en el diario.

-¡¿Remus?!-preguntó incrédula. Ella pensaba en embarazo- ¿Como pudo ser Remus?

-¿Que acaso no los viste?-le preguntó James, pensando en el pasillo.

-¿Verlos?¿Que acaso están locos?¿Fue en público?-preguntó incredula.

-Si, pero solo Sirius y yo lo sabíamos.

- Y¿por que no nos avisaron?

-Pero si acaba de ser.

-¿Aca en el tren?

-SI, en el pasillo. Pero luego Remus salió corriendo.

-¿La dejó botada?-dijo enojada Lily.

-Botada, botada no.

-¿Que le hiciste a Lily, Potter?-dijo Ale llegando en ese momento al lado de los chicos en el pasillo, pero no le apuntó con la varita a James, si no a Sirius.

-¿La va a dejar sola durante el embarazo?-preguntó Lily, sin hacer caso de su amiga.

-¿De quien hablan?-preguntó Ale, al oir la palabra embarazo.

-De Ale-le respondió Lily.

-¿Que?-logró pronunciar la castaña.

-¿Embarazo?-preguntó James con una ceja levantada- ¿Que estaba maquinando esa mente tuya, Lily?-le preguntó picaro, mientras tocaba con dos golpes la cabeza de Lily.

-¿No está embarazada de Remus?

-Sólo hablaba de devolverle su diario. Pero luego se fue a la reunión de prefectos...-aclaró James.

-¡La reunión de prefectos!-saltó Lily. Sabía que se le olvidaba algo.

-No te preocupes. Ya terminó-dijo Remus llegando en ese momento.

-Disculpen-dijo Oliver, que llegaba caminando por el pasillo tranquilamente-, pero están haciendo mucho ruido en el pasillo...

-Lo sentimos, Oliver-dijo Ale mirando al chico dulcemente.

-Ehhh...si-dijo el chico al ver a Ale tan linda-. No les quitaré puntos.

-Gracias-dijo la chica con una sonrisa radiante solo para Oliver, aunque Sirius también parecía un poco embobado mirando a la chica.ç


holaaaaa

uuuu aqui de nuevo con otra historia, pero esta no es ONE SHOT

esta es de muuchos capis...i ahora empieso con uno largo )

i espero q les guste la pareja james y lily

y sirius y ...y remus y... xP

subo en 2 semanas io creo...o por lo menos hasta q hayan reviews

plisss ahora q lo menciono, dejenme REVIEWS!!!!

los necesito para mantenerme estable xP

de vdd q voi a empesar a inyectarme RRs en vena xP

nus vemosss

besoo

Fd