OLVIDARTE
Quien no ha disfrutado ver a esa persona especial enfadar a causa de los celos, si hablo de esa placentera sensación al ver sus ojos llenos de ira y coraje. Te hace saber la reacción que aun ocasionas en el y es deliciosamente adictivo provocar tal reacción, pero que pasa cuando lo haces con la persona incorrecta y poco a poco descubres que no fue la mejor idea.
Se encontraba una chica apuntando algunas cosas en su carpeta mientras escuchaba música con sus audífonos estaba sentada en una banca junto a un árbol que le brindaba gran sombra, algunos chicos la observaban era un gran espectáculo el verla, ver su rostro angelical nada que ver con su carácter y ver sobre todo esa forma coqueta y sensual con que cruzaba sus piernas . . . . se veía simplemente . . .
- Deliciosa
Escucho la chica que le decía alguien que quitaba uno de sus audífonos y hacia a un lado su largo cabello y depositaba un beso en su cuello.
- ¿Y que se supone que quieres decir con eso= - menciono molesta-
- Solo que luces deliciosa - respondió con normalidad-
- Vaya cada vez te esfuerzas menos con tus cumplidos.
- Que ¿no te gusto? - tomo su barbilla obligándola a verlo-
- Supongo que hay peores - alejando bruscamente las manos de su acompañante-
El solo sonrió y se sentó en la misma banca.
- Y que escribes - tratando de ver-
- No creo que te importe - cerro su libreta-
- Tan rápido y ya estas molesta.
- No . . . no lo estoy.
- Sabes debo decirlo el día de hoy te ves hermosa - recorriendo su vista desde la punta de sus pies hasta toparse con sus penetrantes ojos-
- Mejor deja tus "hermosos" halagos y dime de una vez que quieres.
- Vamos por qué piensas que quiero algo, solo digo lo que muchos piensan, deberías estar acostumbrada.
- Y lo estoy - dijo muy segura no por presumir solo que era verdad no había un día en que no recibiera algún halago- pero solo tú lo dices con esa cara de cachorro en desgracia cuando quieres algo, ya me lo vas a decir - ordeno-
- Esta bien tienes razón pero también estoy seguro que sabes que es lo que quiero -mientras acercaba su boca a la de ella-
- Si es lo que quieres - de igual manera ella se acercó elimino toda distancia entre sus labios el beso duro lo suficiente para que ambos sintieran la necesidad de tomar aire y la sensación tan placentera que desearían repetirlo nuevamente- contento.
- No sabes cuánto.
- Bien entonces adiós - tomo sus cosas y se levantó dispuesta a irse-
- Sin embargo - dijo tomándola de la mano e impidiendo su huida- no es lo que quería.
- Ah ¿no?
- Dime hasta cuando aceptaras que volvamos a estar juntos, hasta cuando me perdonaras.
- Y perder la costumbre y regresar otra vez antes de los 3 semanas, no lo creo .
- No me había percatado que habíamos caído en rutina.
- Si lo supuse.
- Pero . . .. no me negaras que tú también lo deseas - dijo rodeando su cintura con ambas manos y colocando su rostro frente y cerca al suyo-
Se acercó ligeramente a su rostro tomo sus manos deshaciéndose del encierro entre sus brazos y se libró fácilmente.
- No te preocupes estoy dispuesta a soportarlo, ahora me disculpas, tengo algo mejor que hacer.
Sonrió mientras la dejaba ir, aun así no perdió ni un solo segundo, siempre le encanto verla caminar con esa confianza, en una forma elegante y vanidosa al mismo tiempo.
Desde que entraron en el instituto eran algo así como la pareja perfecta no porque siempre estuvieran juntos o compartieran momentos románticos y fueran sumamente tiernos el uno con el otro, por el contrario ambos pensaban que la libertad era mejor y el romanticismo era bueno pero en cantidades muy muy pequeñas si no llegaba a la cursilería, ella simplemente era la chica más popular bueno al menos para los chicos ya que por su carácter explosivo no tenía muchas amigas, además de todo era hermosa tal vez por la seguridad que tenía era tan atractiva y su forma fría y casi impenetrable la hacían una obsesión y por su parte él era uno de los chicos más guapos quedando corta la descripción era todo y cuanto podían pedir en un hombre; apuesto, caballeroso, un cuerpo bien marcado no con exageración pero como cualquier chico con tales atributos mujeriego. Este pequeño detalle era la completa causa del estado de su relación, por ello su noviazgo cayo en rutina de dejarse y regresar. Si bien a ella le gustaba su forma de ser, era mujeriego, cierto, pero no era del tipo que anduviera detrás de cualquier falda, al menos tenía un poco de gusto a la hora de seleccionar y aun no sabía si era del tipo que solo buscaba buena acción en la cama al menos con ella no la obtuvo, fue difícil pero ella no cedió.
El realmente no sabía cómo describirla no era la chica más hermosa del planeta si tal vez no, pero definitivamente una de las más hermosas del instituto y la chica número uno en sus pensamientos, siempre practicaba deportes desde natación, tenis, deportes extremos clases de defensa personal, razón por la cual mantenía ese envidiable cuerpo para muchas chicas y deseados por los hombres, era sumamente calculadora como inteligente, eso era lo que a él todavía lo traía loco, por más que buscara no encontraba tal cantidad de atributos, bonita, inteligente, misteriosa y sensual y sus labios por dios era una delicia probar esos labios.
- Hola Anna
Saludo una chica de rosada cabellera tenía unos hermosos ojos del mismo color a simple apariencia era una chica tímida y sumamente tierna pero también tenía sus momentos en que podía desprender toda la sensualidad que tenía, siempre llevaba una encantadora sonrisa que la colocaba como la niña de los sueños de muchos, era la amiga de Anna por no decir una de las únicas que tenia.
- Tamamura ¿por qué tan feliz?
- Solo tuve un buen día y ¿cómo estas tu?
- Supongo que bien.
- Vamos Anna acabas de regresar con él y solo dices eso.
- ¿De qué hablas?
- De lo que casi media preparatoria habla
Anna solo le dedico una mirada de confusión.
- Bueno, me refiero a lo que muchos pudimos ver hace rato.
Anna siguió sin entender lo que Tamao trataba de decirle.
- Hablo del beso que te diste con . . .
- Ah, lo viste - menciono de lo más normal-
- Pues no solo yo . . . ¿ Que dices ahora?
- Nada, solo fue un beso.
- Entonces ¿aún no regresan?
- No "aun" no - dijo cansada y sentándose en la jardinera que había a un lado-
- ¿Entonces?
- Vamos Tamamura sabes que cuando quiero algo lo tengo y por el momento solo quise eso de él.
- Fue solo un capricho o será que al fin lo extrañas - dijo burlonamente e imitándola y sentándose a su lado-
- Debo admitirlo extrañaba besarlo, pero no es mi culpa que bese tan bien.
- Y no has pensado que tal vez no solo extrañes eso, digo tal vez ahora no se tarden tanto para regresar.
- Te equivocas, incluso sé que esta vez ya no habrá reconciliación feliz.
- Vamos no seas extremista.
- No lo soy . . . Solo soy realista y la única verdad es que la rutina llega a aburrir.
- Hola Anna, hola Tamao
- Hola Horo
- Que tal Usui - dijo mirando fijamente al amigo de su ahora ex novio-
- Y ¿en donde está tu noviecito?
- Mejor no preguntes Horo, te sorprendería la respuesta -contesto Tamao-
- Y eso porque, cuéntame.
- Hola Horo, Tamao y muy buen día Anna- saludo un chico.
- Hola Fudo.
- Anna por favor dime que no es cierto que ya regresaste con él.
- Vaya que ya no existe la privacidad, pero lamento decirte que solo son rumores, además no quiero seguir hablando de eso mejor invítame un café.
- Lo que tu pidas, vienen chicos.
- No, creo que no Tam tiene algo que contarme.
- Como quieran nos vamos - dijo la rubia sabiendo a que se refería el amigo de su ex novio-
- Bien pues vamos.
La campana anuncio la salida tomo sus cosas y comenzó a caminar.
Comentarios como adiós Anna, quieres que te acompañe, te llevo y demás eran escuchados sin importancia para la rubia, solo mantenía su mirada en alto no se detenía a responder, hubiera bastado con decir que si a uno de esos chicos y tendría transporte seguro a su casa, pero prefería realmente caminar.
Estaba a punto de cruzar la calle pero un coche se lo impidió, se estacionó frente a ella el conductor bajo .
- ¿Te llevo?
- Que nunca te cansas, acaso no te darás por vencido.
- No, sabes bien que yo no renuncio tan rápido a lo que quiero.
Ella solo sonrió
- Entonces ¿te llevo? - volvió a preguntar al mismo tiempo que le abría la puerta-
Lo observo por unos segundos después subió, el solo sonrió mas ampliamente.
- Y a donde me llevaras porque conociéndote no iremos directo a mi casa ¿verdad?
- Así es, es bueno que me conozcas.
Toda la tarde estuvieron juntos después de tanto tiempo llegaron al fin a la casa de la chica.
- ¿No me dejaras pasar? Se bien que tus padres no están.
- Esta bien, pasa.
Dejo sus cosas en la mesa que se encontraba cerca.
- Y ¿qué has decidido?
- Todavía con lo mismo pensé que había sido clara.
- Y lo fuiste pero solo pensé que tal vez habías cambiado de opinión.
- Dime, tanto me extrañas -sonrió retando con su mirada juguetona a su acompañante-
- Sabes bien que si
- No eres bueno mintiendo -paso a su lado, iba dispuesta a buscar un vaso de agua-
- Porque no Anna o me dirás que prefieres ahora a Fudo - dijo algo molesto-
- Horo si que sigue siendo un chismoso.
- No .. No fue Horo yo te vi con él y ahora que lo mencionas ese idiota no me lo dijo tendré que hablar con el.
- Ahora hasta me espías. .. . Empiezo a creer que realmente te importo - dijo burlona-
- No sabes cuanto.
Se acercó a ella en busca de sus labios lo hizo en un movimiento rápido y sigiloso ella sabía sus intenciones y realmente no quería evitarlo también lo deseaba.
Primero un ligero roce poco a poco subió de intensidad él se aferró a su cintura para impedir que ella escapara pero poco a poco ella bajo la intensidad.
- Deja de hacer eso quieres -menciono molesta-
- Debo entender que ya no te agrada - jugueteo con su mirada-
Fueron segundos en los cuales solo se miraron hubiera deseado poder contestar con un no pero aun no podía, ahora era ella la que lo beso, el obviamente correspondió, entre besos comenzaron a hablar
- ¿Por qué haces esto? - interrogo el-
- Que no lo deseabas.
- Como si no lo supieras.
Al fin se separaron.
- Ven necesitamos hablar.
Tomo su mano y lo condujo al sofá.
- Hablar, eso no me gusta.
- Bueno si no quieres puedes irte.
- No, sabes bien que es algo que realmente disfruto hacer contigo.
- Si yo también pero supongo que eso puede seguir así.
- ¿Supones? . . . Entonces esta vez es definitiva.
- Si.
Ambos quedaron en silencio ella giro su rostro para verlo, el solo se encontraba mirando hacia al frente sin pronunciar nada.
- ¡Demonios! Siempre odio los momentos de silencio - se levantó-
Él la tomo de la mano haciendo que se detuviera la jalo suavemente hacia el con lo cual la rubia se sentó en sus piernas.
- Espero no te enojes pero después de tanto tiempo necesito guardar un buen recuerdo.
Comenzó a besar suavemente su boca tratando de disfrutar cada roce de sus labios, su mano derecha se encargaba de sostener su cuerpo y acercarlo al suyo y con su mano izquierda recorrió la muy bien formada pierna de la rubia hasta llegar a su cintura, ella solo se encontraba prendida de su cuello, poco a poco recostó su fino cuerpo en el sillón mientras recorría con sus labios el cuello de la chica ella por su parte despeinaba a su acompañante cada vez que se aferraba a sus labios.
En ese momento ligeros recuerdos de lo que fue su noviazgo vinieron a su mente siempre fue divertido pasarla con el, lo doloroso de la primera vez que terminaron, pensar que volvió por el por venganza pero jamás fue capaz de llevar a cabo.
Ahora las caricias que el proporcionaba con sus labios a su cuello habían llegado a niveles altos, regreso a su boca ambos lo disfrutaron pero ella termino con la dulzura del beso inmediatamente él lo comprendió
- Creo que es hora de irme -acomodo su cabello y camisa-
- Si será lo mejor.
Antes de abrir la puerta para al fin marcharse de aquel lugar decidió preguntar algo mas
- Entonces ¿amigos?
- Los mejores
- Cuídate - se acercó para besarla en forma de despedida como lo hizo tantas veces solo que esta vez el beso paro en su mejilla y no en sus labios-
Cerro la puerta con pesadez no pensó que fuera difícil verlo salir ahora como amigo no se explicaba su propia decisión realmente sentía algo grande por él, lo quería pero no estaba dispuesta a convertirse en alguien cursi y empezar a depender de su existencia para saber que todo estaba bien ella siempre tuvo el control de su vida y pretendía seguir así, él siempre la respeto a su manera, le dio las atenciones que ella merecía hasta el último momento, siempre respeto su decisión ante todo si definitivamente fue algo estúpido terminar pero ya había hablado y ella no se retractaba.
- Estoy consiente será difícil olvidarte Ren pero vale la pena intentarlo. . .
