Disclaimer: los personajes de Naruto no me pertenecen, son de Kishimoto. Este fic está hecho sin fin de lucro.
Advertencias:
- Lemon. (futuro)
- Trios sexuales [ItaSakuSasu] (futuro).
- Incesto.
Ubicación espacio-tiempo: [AU] actualidad, en Sakai, Japón.
Aclaraciones:
- Asdfghjkl diálogo.
[...] Cambios de escenas.
Tanto Sakura como Itachi y Sasuke serán los narradores (a excepción del prólogo).
Cada capítulo recibirá como título una palabra rara o caída en desuso.
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Prohibiti amoris
Prólogo
~O~
Queridas Mebuki y Sakura:
Si están leyendo ésto significa que he muerto. No es mi intención llevarme estos secretos a la tumba; quiero contarles acerca de mi verdadera vida. Por mayor disgusto que se puedan llevar, les pido que lean hasta el final.
Soy Kizashi Haruno y Fugaku Uchiha. En cualquier caso, es lo mismo. ¿Qué quiero decir con ésto? Que tenía una vida doble, por lo tanto otra casa y otra familia. El trabajo fue el único que se mantuvo igual. Sé lo que estarán pensando sobre mí, y, saben, no las culpo.
Vamos a lo importante: nuestra empresa tiene numerosas deudas, las cuales es necesario saldar. Ahora bien, las deudas pueden estar pagas o no, pues no sé cuándo leerán esta carta. Por favor, consulten mi ayudante. O les podría venir un lío.
Es preciso informarles de que tengo otra esposa, Mikoto Uchiha y dos hijos, Itachi y Sasuke. Ellos se encuentran en la misma situación que ustedes -si es que subsisten las deudas-. También les dejé una carta. Aquí abajo les dejo la dirección y el teléfono, por favor, sean sensatas.
640.1002
Sakai-ku Shinmachi 5-13, Sakai
No pretendo que me perdonen.
Las quiere mucho,
Kizashi (y Fugaku).
~O~
Mebuki arrugó la hoja entre sus dedos. ¿Era cierto lo escrito en esa carta? ¿Él tenía otra esposa? ¿Otros hijos? El dolor de la muerte de su cónyuge se mezclaba con la amargura del engaño, robándole algunas sollozos. Se encontraba tendida en la cama que había compartido con él. En la habitación que había sido testigo de su amor. En aquella casa que habían elegido juntos. En el hogar en el que habían criado a su hija, Sakura.
¿Había sido todo una mentira? No podía darle crédito a la carta. Sin embargo, era su letra, su firma, sus palabras. Era de él y acerca éso no cabía ninguna duda. Lo escrito carecía de verosimilitud. Y derramó más lágrimas, las cuales humedecieron el acolchado.
El estridente sonido del teléfono resonó lejano en sus oídos.
- ¡Atiendo yo!- el grito de Sakura, con matiz agobiado por la pérdida de su padre, la sacó de su aturdimiento.
Tras unos momentos, su hija volvió a vociferar, sin ganas, desde el piso inferior:
- ¡Mamá, es una tal Mikoto Uchiha, quiere hablar contigo!
Abrió los ojos desmesuradamente. ¿Había dicho Mikoto Uchiha? Con rapidez, alisó la carta que antes había estrujado y lo comprobó. Miró el teléfono el cual esperaba ser atendido ahí, en su mesita de luz. Lo cogió entre sus manos trémulas.
- ¿Ya has contestado?
Apretó el botón verde y contestó:
- ¡Si, Sakura!- suspiró-. ¿Hola?
- Hola… Mi nombre es Mikoto Uchiha, yo…
- La otra esposa de mi esposo- completó mientras sentía como nuevamente su corazón se retorcía de angustia-. Soy Mebuki Haruno.
- Vaya… Tenemos un problema gordo, ¿eh?- fue consciente del esfuerzo que la mujer estaba haciendo para aligerar el ambiente, por lo que decidió no exaltarse.
- Sí… ¿Te sentaría bien si nos vemos?
- Claro, ¿en media hora en el bar de Sunagakure?- propuso la Uchiha.
- Está bien.
- Bien, la veo allá.
- De acuerdo, adiós- y cortó la línea.
Se dejó caer en la cama. Lo mejor sería salir, y encontrarse con esa tal Mebuki.
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I
Saudade
Soledad, nostalgia, añoranza de algo no concreto.
Observé mi alrededor. El tono azulado de las paredes. Mi escritorio. Mi biblioteca. El piso de madera. Un alegre y harto conocido cuadro. Una foto junto a Hinata e Ino. Otra junto a Naruto y Sai. Nada parecía tener sentido. Contemplaba las cosas como si fuera ajenas. Había muerto. Él había muerto. Mi padre. Las insípidas lágrimas ya se habían cansado de correr por mis mejillas. Tenía la sensación de que el tiempo no corría.
Estaba recostada en mi cama, con el rostro hundido en mi humedecida almohada, cuando mi madre golpeó sus nudillos contra la puerta.
- ¿Sakura, puedo pasar?- oí su contrariada voz.
- Claro- contesté. No estoy segura de si me entendió, pues mis labios presionaban la almohada.
Al parecer lo comprendió, o no le importó comprenderlo; entró. Sentí como la parte izquierda del futón se hundía bajo su peso. Me acarició el cabello. No dije nada. Ni levanté el rostro.
- Tenemos que hablar.
- ¿Hmm?- no estaba de humor para pláticas.
- Sakura, por favor.
- ¿Qué?
- Hablemos.
De muy mala gana, obedecí y me senté a su lado. Después de todo, ella debía de sentir un dolor tan grande como el mío. Era mejor ser comprensiva. La vi inflar el pecho y suspirar. Clavó su vista en la pared.
- Tu padre…-comenzó-. Él no es quien… creíamos que era- uno de sus ojos dejó escapar una lágrima. Intentó recatarla; no obstante, fue en vano, pues yo ya la había visto.
- Pero, ¿qué dices?
- Tenía…- le costaba hablar.
- ¿Si? Dímelo- la insté a continuar. No sabía si éso la ayudaba o sólo la presionaba, pero al menos intenté cooperar.
- Él tenía una vida doble, es decir, otro trabajo, otra casa… otra mujer y otros hijos- se quebró y no pudo seguir reprimiendo su llanto.
La abracé. No entendía muy bien a qué se refería, pero tuve en cuenta que por el momento era mejor no preguntar, al menos hasta que se calmase.
- Sakura…, ¿entendiste?- me preguntó cundo se hubo tranquilizado.
- Pues… no.
- Tu padre tenía dos personalidades, la de Kizashi Haruno y la de Fugaku Uchiha. Como Fugaku tuvo otra familia, ¿comprendes?- asentí- Y eso no es todo. Kizashi y Fugaku eran una misma persona, por así decirlo, en el trabajo. Nos dejó un legado de deudas, las cuales recaen en Mikoto y en mí- sorbió por la nariz y se pasó una mano por los ojos.
- ¿Mikoto?- conocía aquel nombre de algún lado.
- Si, Mikoto Uchiha, su otra mujer, a persona que llamó hace unas horas.
Bajé la mirada al suelo. Gimoteé. Todo era muy repentino.
- ¿Cómo lo sabes?- pregunté en un murmuro.
- Él dejó una carta. Y vengo de hablar con ella. Acordamos vivir en su casa, así, venderemos ésta y pagaremos las deudas- ¿de qué me estaba hablando?-. Oye, sé que todo esto es inesperado y doloroso- vaya que sí-. Pero estaremos bien, ya lo verás- esta vez, ella me rodeó con sus brazos.
- Las cosas no me cierran, mamá. No me gustan- musité contra su cuello. Nuevas lágrimas hicieron aparición.
- Lo sé- volvió a acariciar mi cabello-. Y lo siento… Estaríamos mudándonos pasado mañana, por favor, empaca tus cosas- se hizo un silencio-. ¿Quieres que te deje sola?
- Por favor- necesitaba con urgencia pensar y digerir todo aquello.
Salió de la habitación. Apoyé mi espalda sobre la pared y me abracé las piernas.
Mi padre, otro padre. El esposo de mi madre, el esposo de Mikoto. Kizashi, Fugaku. ¿Ese hombre merecía nuestros lamentos? Bueno, a pesar de todo, había sido mi padre. Y varios recuerdos junto a él asaltaron mi mente. Siempre lo había considerado como la mejor persona, un hombre ejemplar. Pero ahora ya no sabía qué pensar.
Dejé caer mi cabeza. Por otro lado estaba el tema de vivir junto a mi ¿media madre? ¿madrastra? Y mis ¿medios hermanos?, ¿hermanastros? ¿Como se le llamaba aquello? No sabía si podría vivir con éso. Sin embargo, ¿tenía otra opción? Deudas… Deudas… Todo por unas malditas deudas. Tenía lógica que alguien que mantenía dos familias tuviera deudas. ¿Por qué no estás aquí?
Bueno, lo mejor sería empezar a empacar.
Añoraba algo, pero, ¿qué? Quizás a él, su presencia, su apoyo. En momentos como ése, él me hubiera dicho cómo actuar.
[...]
Mi madre me había ordenado que llevase mis pertenencias más importantes aquel día. Como tenía que irse a trabajar temprano, me dejó en la mesa un papel con la dirección de la casa escrita. Lo tomé. ''Sakai-ku Shinmachi 5-13'' .
Con dos grandes bolsos y uno más pequeño salí a la calle. El sol estaba en su punto más alto. El sofocante calor me quitó las ganas de moverme.
Llegué a mi destino. Era una casa considerablemente grande, pintada de blanco y con numerosas ventanas. Se podía observar desde la calle que contaba con un gran jardín en la parte trasera. Me acerqué. Subí los escalones que llevaban a la puerta principal y toqué el timbre. Tras unos momentos apareció él.
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¡Hola! Aquí yo con esta nueva historia. Está algo aburrida, ¿cierto? Pues éste es el comienzo y tenía que explicar de dónde vienen las cosas que pasarán luego, lo siento. En éste capi salió solo la narración de Sakura pero como dije antes, también narrarán Sasuke e Itachi, por lo tanto tendrán protagonismo.
Por favor, cuéntame saber qué te ha parecido. También, si cometí algún error, házmelo saber. Un beso.
17/10/2013
