Disclaimer: Sokugeki no Soma no me pertenece.

Género: Atracción- sexual- no- resuelta.

Pecado inspirador: Orgullo


Su olor a menta

Erina actúa extraño. Era obvio para todos, salvo, tal vez, para la propia Erina. Todos lo notaban, después de todo, no había que ser genio, ni mucho menos, para hacerlo.

Hisako se daba cuenta. Le sonreía como si fuera un niña pequeña que aún no ha comprendido porqué se caen las hojas de los árboles en otoño. Ella sabía perfectamente lo que le pasaba, ¡y cómo no hacerlo!, si a todo el mundo tenía que pasarle al menos una vez en la vida y Erina no era la excepción. Aun así decidió no intervenir más de la cuenta, después de todo, era un proceso que tenía que atravesar por sí misma. Solo así lo disfrutaría.

Alice, por otro lado, no era tan considerada. También sabía qué le pasaba a su prima, pero no estaba dispuesta a hacerle las cosas tan fáciles. Le parecía inconcebible que la muy lista y perfecta Erina no se hubiera dado cuenta de algo tan elemental; eso era cabezonería pura e iba a hacer algo al respecto. Además, quizás podría divertirse un poco con eso.

Porque estaba claro, lo que le sucedía a la pequeña consejera tenía un único nombre:

─Erina─rió su prima, como si estuviera a punto de confesar una travesura de la que se sentía orgullosa─, estás enamorada.

El silencio se hizo presente. Hisako frunció el ceño ante el atrevimiento de la chica. Alice, por otro lado, seguía sonriendo, como si realmente esperara algún tipo de felicitación, y Erina las miraba a una y a otra alternadamente, como si de pronto les hubiera salido otra cabeza.

─¿Qué tonterías estás di-diciendo, Alice?─le espetó a su prima. Le ardía la cara y no sabía si era por la vergüenza o por la rabia que le producía oír semejante barbaridad─¿Y de quién podría yo estar enamorada, eh?

Entonces Arato quiso detenerla, pero no fue lo suficientemente rápida:

─Ay, tontita─volvió a sonreír─, pues de Yukihira Soma, ¿de quién más, sino?

Fue como si le soltaran una bomba en pleno rostro. Enrojeció aún más, si es que eso era posible, y tras tartamudear alguna respuesta que hasta a ella misma le pareció absurda e ininteligible, se retiró con toda la dignidad que fue capaz de reunir.

─Alice-san, eso fue completamente innecesario─le respondió la asistente de cabello rosáceo con las manos puestas en jarra.

La albina rió como única respuesta, ignorando completamente a la otra.

Afuera, Erina daba vueltas en círculos. Estaba enfadada, ¡indignada!, echaba humo por las orejas y daba cada paso con una firmeza intimidante. ¿Cómo se atrevía? Siquiera insinuar que ella podía sentir algo por ese pobretón.

¡Hah!

De todas las tonterías que pudo hacer inventado su prima para molestarla, tenía que ser algo relacionado con Yukihira-kun; no podía haber nada más lejos de la verdad. Es decir, él no le provocaba absolutamente nada; ni su caótico pelo rojo que había crecido un poco desde que lo conoció hasta la fecha, cubriéndole levemente la frente y parte de los ojos. Tampoco sus ojos dorados, llenos de seguridad y determinación, y de una picardía intimidante. ¡Y ni hablar de los músculos de su espalda! Esos que parecían cincelados por un ángel y que se marcaban a través de la camiseta del comedor de su familia con cada movimiento que hace con el cuchillo…

El hilo de sus pensamientos de cortó súbitamente cuando chocó contra algo duro que la lanzó hacia atrás. Su caída fue detenida por otra fuerza de igual magnitud, pero en sentido contrario, que la tomó del brazo y la haló hacia adelante. Nakiri apenas sí pudo reaccionar ante todo ese ir y venir, y cuando tomó conciencia de su lugar en el espacio, estaba pegada contra el pecho de Yukihira Soma, quien le miraba desde arriba con los ojos abiertos de par en par.

─Oh, Nakiri, qué sorpresa encontrarte aquí, ¡y sin Arato!─le sonrió abiertamente con dos hileras de dientes blancos─ Pero deberías tener cuidado, podrías lastimarte.

La cobriza tardó solo un segundo en reaccionar. Su olor a menta inundó sus fosas nasales. Pero cuando lo hizo, no pudo sino palidecer por la cercanía, para luego enrojecer violentamente hasta la raíz del pelo al darse cuenta de que aún tenía su muñeca siendo sujetada por el chico.

─¡N-no es a-asunto tuyo!─replicó, apartándose rápidamente de él y haciendo que soltase su mano─ Y-yo sé perfectamente dónde voy, ¿sabes?

Él solamente rió, divertido por la actitud de la consejera a la que ya se estaba acostumbrando.

─Definitivamente me gustas más cuando no traes a Arato-san colgando de tu cintura─volvió a comentar, ahora dándose la vuelta para irse por donde había venido─. Cuídate, ¿sí?

─¡O-oye…!

Quería replicar, pero sus palabras murieron en su garganta y tuvo que conformarse con patear el suelo con molestia. ¡Maldito Yukihira!

No obstante a toda su molestia, su corazón latía tan fuerte que creía que éste se saldría de su pecho en cualquier momento y su cara ardía como si la hubiese puesto sobre la plancha caliente. Entonces, una sonrisa curvó sus labios hacia arriba, y a regañadientes, se dio cuenta de lo inevitable:

Quizás su prima tuviera razón.

Quizás a ella sí le gustaba Yukihira Soma. Pero una cosa era segura; Nakiri Erina jamás de los jamases lo admitiría en voz alta, y mucho menos a la loca desquiciada de su prima Alice.

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Ay, estoy emocionada. Hay TAN poco material de ellos dos por esta página (al menos en español), que tuve que hacerme a la tarea de llenarlo un poco, y la verdad es que el resultad me parece bastante satisfactorio. Lo pasé muy bien escribiendo este One Shot y espero, de corazón, que ustedes lo disfruten leyéndolo.

La verdad es que al principio, este fic iba a estar a basado en los 7 Pecados capitales, siendo cada uno de los capítulos escrito sobre la base de un pecado, pero finalmente decidí que lo mejor era nombrarlo como a una sensación asociada a un ingrediente, porque venía más con el tema de la serie. Claro, que mantuve mi idea en general y cada sensación estará inspirada en algún pecado, en este caso, será el Orgullo de Erina, al no querer reconocer lo que ya todos notaron: que está loquita por Yukihira.

A mí me pareció un objetivo logrado.

Muchas gracias por leer, y por favor, un review para saber qué les pareció.