Bleach Copyright © Tite Kubo
!advertencia: UniversoAlterno«Lime«Plot, what plot.
Alevosía►
—Autor: ddeıS—
—¿Qué es el dolor? —preguntó.
—Es sólo una palabra —respondió de inmediato.
Una palabra con cinco letras; tan simple como eso, sin embargo es tan pesada que logra penderte de un hilo con el abismo a tus pies, te hace ver que no hay de qué aferrarse, sólo estás allí, intentando alcanzar el poco equilibrio que tienes para poder vivir.
Él volvió a preguntar:—¿Para qué vivimos?
—Para ver a las personas que amamos —respondió con convicción.
—¿Y por qué es tan importante?
Oh, no lo sabía.
La verdad era que no tenía todas las respuestas, aunque lo deseara, no las tenía.
Se preguntó momentáneamente si estaba bien explicarle cada cosa, responder tan segura de aquello a lo que estaba acostumbrada, porque no era más que eso, costumbre, conocía la respuesta porque así lo había deducido, ésa era su idea, su conclusión, no porque realmente fuera la respuesta final. No todos creían igual que ella. No todos sentían igual que ella. Entre ambos, estaba segura que ella apreciaba algo tan distinto a lo que él.
Y mientras se atormentaba él la llenaba en una inocencia que le sorprendió. Como su primera vez, así lo sintió, en todo momento ella le enseñaba como si fuera su conejillo de indias personal y aún así se sentía feliz de pertenecerle.
Él buscaba, exploraba con una delicadeza que la enamoraba, que la hacía estremecerse y desear mantenerse en ése hilo que la sostenía, tan frágil e inestable que la carcomía en vida. Sí, aquello era masoquismo, la tumbaba a ése abismo tan solo, tan triste. Pero deseaba estar allí. Amaba pensar que su equilibrio no era más que las ansias de poder quedarse en sus brazos una vez más.
Y aquello la lastimaba, él la mataba tan lentamente que dolía más que cualquier cosa antes sufrida, sus besos quemaban cual fuego de fénix, sus ojos la penetraban y lograban dañarla tan profundamente que le sorprendía.
—¿Cómo puede doler tanto algo tan hermoso? ¿Cómo puede lastimarme querer ver tus ojos una vez más? —preguntó por primera vez.
Nadie lo entendía, sólo ella, porque era la única que así lo sentía. Ulquiorra era lo más hermoso que sus ojos habían podido apreciar.
Él la besó con fiereza contenida, como si deseara comérsela viva pero temiera dañarla.
Realmente cada persona veía las cosas como deseaban, porque ella, sinceramente, creía con fervor que pertenecerle no era una traición. Pero si sus amigos supieran, si ellos la encontraran en ése instante pensarían que ella estaba escogiendo el lado erróneo, que los estaba destruyendo, porque iban por ella, estaban dando sus vidas por salvarla y ella sólo podía aferrarse a la ancha espalda del Espada.
Sí, aquello era traición y le dolía que su felicidad para las personas que amaba fuera eso.
—Mírame, mujer.
Pero no podía, le dolería aún más y lo lastimaría a él cuando la viera llorar, porque no deseaba irse pero tampoco quedarse. Su equilibrio se veía amenazado y no podía hacer nada más que gemir su nombre.
—Ulquiorra… Ulq-quiorra.
Ella sentía que llamarlo era causarle dolor las personas que amaba. Su voz le quemaba la garganta al igual que él la quemaba en su interior, tan cálido, tan perfecto.
—Sé que es la cura a tú soledad pero a veces siento que es sólo dolor…
