Buenas buenas buenas. ¿Cómo están mis flanes? Yo muy bien, si les importa :'v
En fin, les traigo más historias pedorras. El caso es que, en este corto fic decidí que Kirito y Asuna aún fuésen amigos (con derecho). Bueno no.
ATENCIÓN: Black Snow T no se responsabiliza de posibles ataques epilépticos.
-¿A dónde vamos, Kirito-kun?-Preguntó la mujer, viéndole con esos grandes y curiosos ojos avellana.-¿Y por cierto, que es lo que quieres decirme?-
-Todo a su tiempo, Asuna.-Sonrió sospechosamente. Aunque la Yūki ignoró que en los orbes grises de su amigo había miedo, y quizá ansiedad.
El par de amigos siguieron su largo camino terminándo en un pequeño y no profundo bosque. No obstante, el recorrido apenas empezaba, ya que al parecer se dirigían a un árbol en especial.
-No estoy entendiendo nada, enserio...-Suspira con confusión.-Kazuto lanza una breve carcajada y señala hacia el cielo, mientras que la peliroja le seguía la mano.-¡Nuestra casa del árbol cuando eramos pequeños!-Chilla con alegría.
-Exacto, pensé que te olvidarías de ella.-Dice con alivio.
-¡Jamás!-Asegura.
-Ven, sube.-Le tiende una mano, encontrando la escalera teñida de verde. Observó su rostro con detenimiento, y vió sus mejillas de color carmesí.-Vamos, ¿No me digas que tienes miedo de que te hago algo no?-
-¡Por supuesto que no!-Le grita antes de aceptar su mano.
Podía jurar que nunca supo que el maldito árbol era tan alto.
Se tiró en el suelo, agitada, sentándose.
-Todo está como aquel entonces...-Murmura con una sonrisa-Ahora sí, ¿Que era lo que querías decirme, Kirigaya Kazuto-kun?
-Cierra los ojos un momento Asuna, creo que tienes algo en tus párpados.-Susurra, acércandose a ella.
-¿Ah sí? Quítamelo.-Error, ella cierra sus ojos.
En dos segundos, pudo sentir algo muy cálido presionando sobre sus labios. Con velocidad, abre sus preciosos ojos avellanas. Y no podía creérselo, Kazuto, la persona de la cuál había estado enamorada hace mucho tiempo, le estaba besando. Sintió a su corazón latir con rapidez, y sus mejillas calentarse sin piedad.
Queriéndo acabar con aquello, le empuja, sorprendiéndolo un poco.
-¿¡Qué demonios te pasa!? ¡Idiota!-Le grita muy fuerte. El le agarra la mano, deteniéndo la bofetada que venía hacia el. Se tranquiliza.-¿Por qué?
-Me tomó mucho tiempo descubrirlo, pero te amo, te amo mucho, quizás demasiado. Me traes como un estúpido, ¿Qué no lo ves? Cuando estás con otros chicos yo me siento celoso, sí, por eso golpeé a Klein. Deja de torturame así y quédate solo conmigo.-Sintiéndo mucha vergüenza, tal vez era porque no era muy sentimental o porque se dió cuenta de que realmente no tenía palabras para describir lo que sentía (y por eso dió el discurso de segunda), la abraza.-Me traes como un estúpido enamorado.-
-Oh, rayos. Sólo bésame y ya.-Infla las mejillas, abochornada.-Realmente necesitas un mejor monólogo o algo así.
-¿Eso es un sí?-Murmura, aún avergonzado.
-¿Tú que crees?-Ella envuelve sus brazos en su cuello, entre tanto él colocaba sus manos en el piso, impidiéndo que se levantara.
-Realmente me tienes como estúpido.-Le susurra en el oído, antes de que se dieran un larguísimo beso de más de 5 minutos.
"A la amiga se le arrima ͡° ͜ ʖ ͡°)" (La frase no va así pero bueh)
-Tu gfa.
Lo sé, mi declaración de amor fue patética, y la de Kirito también. :V Pero no me culpen, no estoy muy desarrollada en esos temas del amors.
Me despido, el FBI está por llegar.
