CAPÍTULO 1

Me encuentro aquí para relatar los acontecimientos que me llevaron a encontrarme en esta situación. La verdad, es que me juré a mi mismo olvidar todo lo anterior, todos los buenos recuerdos de una vida pasada que nunca volver , recuerdos que pesan en mi alma cada día más, pero siento que no puedo intentar escapar más de mi pasado. Sin más demora, procedo a contar mi historia.

Varios siglos atrás...

La vida no podía ser más maravillosa. Mis se ores, los tres grandes ángeles, ya habían decidido quienes ser an sus sucesores. La dama Ophanimon decidi que su sucesora ser a Angewomon, mi Angewomon, la mujer a la que yo amaba más que a mi propia vida. Ella era el ángel digimon más hermoso y brillante de todos cuantos había conocido.
El señor Cherubimon había escogido al que era mi mejor amigo, el digimon en que más confiaba, junto con Angewomon, aquel que conocía mi historia y mis miedos. Antylamon ser a entonces el sucesor del ángel con forma animal.
Finalmente, el señor Seraphimon, de entre todos los potenciales candidatos, escogí al que él pensaba que era el más fuerte y apto de todos, un Magnangemon que había destacado por encima de los demás. Si, aquel Magnangemon era yo.

En el presente...

No puedo escribir más. Hace tanto tiempo que no soy un ángel que me parece incluso algo imposible que en algún momento de mi vida yo haya sido un digimon de la luz, un digimon tipo vacuna, un digimon bello. Ahora, y desde hace demasiado tiempo, no soy más que una aberración, un criatura de la oscuridad.
Pensativo, voy a la ventana de la torre más alta de mi castillo, desde la cual escribo esta historia, y miro por ella. Es de noche, y la luna se encuentra alta en el cielo nocturno. El único cielo que conozco desde hace cientos de años. Siento ganas de desaparecer, de borrar mi maldita existencia.
No, no puedo rendirme ahora, me propuse dejar constancia de mi historia, y eso es lo que pienso hacer.

En el pasado...

Angewomon me miraba con dulzura. Mi alma se estremecía cuando me miraba de ese modo, me quedaba embobado contemplando su belleza, la luz de su alma, la pureza de su corazón.
-Creo que el mundo digital nunca había estado tan hermoso como lo está hoy - dije hablando desde mi corazón.
- ¿Tú crees? - me preguntó Angewomon - Para mi el mundo digital lleva mucho tiempo siendo hermoso.
- En serio? Desde cuándo?
-Desde el mismo día en el que me miraste a los ojos.
Sonreí . Fue lo único que me salió en ese momento. Acaricié su mejilla y la besé en los labios con ternura. Para mi, la vida empezaba en ese momento, y sentía que la mejor etapa de mi vida estaba a punto de comenzar.

En el presente...

Nunca hubiese imaginado lo equivocado que estaba en ese momento...