Disclaimer: Inuyasha no es mío, los personajes utilizados en toda la historia no son de mi propiedad sino de Rumiko Takahashi, creadora de la serie, estos son solo utilizados sin ánimos de lucro, solo diversión. Aunque la historia es mía.
Advertencia: AU Y Ooc un poco de ambos, la verdad.
Es todo un placer, decidi embarcarme en este romance contemporáneo juveil haber como me va, espero comentarios, aunque no se que tal, la verdad es que ando un poco atareada y hoy me llego esta iluminación, esto es una especie de adelanto, que espero poder seguir continuamente aunque no estoy segura.
También aviso que no se si poder seguir andando con Como Perdonar, tengo bloqueo, así que…aviso. Y para ustedes, les tengo la nueva torta recién salida del horno XD.
Blue Dragon
Prologo
—No se que hacer—suspiro derrotado Inuyasha, mientras dejaba la mochila al lado de la mesa.
Miroku vio divertido, como muchas de las universitarias de alrededor miraban al ojidorado, algunas directamente, otras mas tímidas. Suspiro divertido, el aspecto de rebelde y los rumores de todo el mundo ayudaban, claro que además del comportamiento de cabron sin sentimientos aportaba.
—¿Qué es lo que pasa?—pregunto Miroku, mientras cerraba el libro de Filosofía.
—Kikyo esta como loca, acosándome. Ahora le dio por presionarme por tener una maldita relación—gruño, mientras encendía un cigarrillo con gesto casi felino, que hizo que mas de una sintiera un presión en el vientre bajo—yo no sirvo para eso…
—¿Qué hizo esta vez?
Gruño una vez mas mientras exhalaba el humo. Observo con descaro una muchacha que balanceaba sus caderas con una diminuta falda, se relamió los labios para mirar fijamente a su único amigo.
—Tiene pruebas de mi supuesta venta y trafico de drogas
Miroku abrió la boca sorprendido.
—¿Es verdad?
—Claro que no, sin embargo—dio otra calada—tu sabes que los rumores no ayudan
—Estas dispuesto a ceder
Inuyasha chasqueo la lengua hastiado.
—Claro que no. Lo mío no es de ser de una, no me gusta. En la variedad esta el placer—gruño, mientras miraba a la morena que antes había estado estudiando, ella sonrió con descaro y paso su perfecta manicura por el cabello perfectamente peinado. Dejo que su falda se deslizara mas, dejando ver toda la porción de piel que hubiera podido.
Inuyasha sonrió, dejando que sus varoniles facciones se marcaran y que sus perfectos dientes sostuvieran el cigarrillo. La desnudo lentamente con la mirada.
Era la próxima.
—Esto es serio, donde llegue esto tu familia …el viejo Taisho va a estar furioso
—Con lo que me importa. Pero…no me gusta que se metan en mi vida. Miroku, tu que sugieres…—dejo de observar a la morena para enfocar su mirada dorada en su amigo.
—Bueno…creo que tenemos una solución. Como sabes querido amigo, tengo muchos contactos— Inuyasha rolo los ojos divertido— me ha venido un rumor que me ha venido de perlas, hay alguien que puede sacarte de problemas
Inuyasha inclino su cuerpo interesado mientras escuchaba, daría lo que fuera para quitarse a la exasperante de Kikyo Tama de encima. Una noche de sexo, y la tonta creía que el se metería con ella, solo por ser la capitana de porristas de la Universidad y de que abriera bien las piernas.
Típico.
—Black Dragon, esa es tu respuesta.
—¿Qué?—parpadeo Inuyasha confundido.
—No se como es eso, Inuyasha. Sin embargo es tu respuesta.
—Y…eso como ayudaría. El "como se llame" como demonios me quita a Tama de encima si se puede saber.
—No es el, es ella.
Inuyasha enarco la ceja, exasperado.
—Bien, bien. Ella, no se su nombre, pero se que estudia Ingeniera de Software y electrónica, es un as de la informática. Alguno que otro compañero a solicitado sus servicios…
—¿Solicitado?
—Si, solicitado. La chica tiene un proceso, dicen que es bastante extraña pero que te consigue la información que puedas. Es una verdadera maestra. Eso dicen.
Inuyasha soltó una carcajada que resonó por toda la cafetería, muchas cabezas voltearon a la mesa, donde vieron a Taisho, el rey de la universidad, carcajearse para después verles amenazantes por verle.
—Imbéciles—susurro mientras volvía a mirar a Miroku—No entiendo de que me serviría una niñita, sino entiendes, me metí por ellas en estos problemas.
Miroku sonrió sesgadamente.
—Te metiste en problemas porque eres incapaz de no meterte entre las piernas de alguna señorita.
Ambos rieron.
Inuyasha dejo de reír al oler un perfume caro y cítrico, de reojo vio el bamboleo de una falda y volteo hacia la morena que antes había visto. Ella, sonriente y sabedora de que tenia por ahora al Dios y Señor de la Universidad, se lamio los labios lentamente, mientras pasaba sus manos por sus muslos, para finalmente salir de la cafetería.
Inuyasha observo esto con una sonrisa, levanto su mochila negra y ajusto bien su chaqueta de cuero que desprendía su sello: Dior, Homme.
—Bueno Miroku, lo pensare. Pero ahora estoy muy ocupado después hablamos de ello—guiño a su amigo y salió detrás de la morena.
Diversión segura.
Miroku suspiro, mientras observaba a su amigo irse por la morena de piernas y caderas de infarto.
Inuyasha jamás cambiaria.
Siguió leyendo, pero sintió en su nuca la mirada penetrante de alguien, volteo presurosamente, pero solo vio la gente hablando entre las mesas y algunos que otros estudiando.
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Inuyasha jadeo el ultimo esfuerzo, hasta desplomarse encima de la morena que tenia enlazada en sus caderas y apoyada en el cubículo del baño.
—Vaya…eres…impresionante—comento temblorosa la morena, mientras lamia los labios. Los ojos dorados brillaron de orgullo, mientras soltaba una risita ronca que logro que la morena soltara un jadeo y se estremeciera de placer.
Inuyasha se separo del cuerpo de su amante, y la dejo suavemente en el piso del baño.
—No es lo mejor que me han dicho.
Ella sonrió y acaricio con su uñas el pecho desnudo y pétreo del ojidorado. Que ahora la miraba con marcada indiferencia y algo de asco.
—Bueno….que tal si te quedas y te digo lo demás que pienso de ti—ronroneo, mientras rastrillaba sus uñas en la piel, buscando encenderlo. Pero solo obtuvo una sonrisa cínica y la vista de su perfecta espalda y bronceada.
Observo encimada el tatuaje de un perro blanco con una espada en su boca en uno de sus brazos, pero despertó cuando vio que lo cubría la polera gris que marcaba los pectorales del ojidorado.
—Para donde crees que vas—chillo la morena deteniéndolo de la chaqueta de cuero que ahora se arreglaba.
—Para afuera—se burlo el chico mientras trataba de peinarse el cabello, que lo había desorganizado la morena.
—Estuviste conmigo…pensé que…
Inuyasha frunció el ceño.
—Pues pensaste mal…ehh…¿Cómo es que te llamas?
La morena frunció el ceño a la vez que sus labios.
—Candy
Inuyasha se quedo estático mientras un estremecimiento de asco recorrió su espina dorsal, el nombre era horrible. Lastima, ya que la morena tenia unas piernas de infarto, pero el nombre dejaba mucho que decir.
Aunque combinaba perfectamente con ella.
—Candy, creo que te han explicado quien soy yo y como actuó según mis…otras compañías—explico lentamente mientras esperaba que Candy asintiera, ella solo se quedo mirándolo con los ojos azules que poseía sin decir nada—Jamás me quedo con alguien después de haberme acostado con esa persona. Jamás. Lo tuyo y lo mío fue esporádico…
Candy chillo y trato de arañarle la cara, pero la mano y la fuerza del ojidorado la dejaron sin respiración, su mirada era escalofriante.
—No me hagas arrepentirme de acostarme contigo. Nadie, pero nadie me toca ¿Has entendido?
Chillo aun mas alto.
—¿Cómo has podido utilizarme así?
—Eso lo hubieras pensado antes de ofrecerte a mi como carne a la venta. La próxima ten mas dignidad de acostarte con alguien en un baño sucio. Después no te quejes si te tratan como puta—la chica se encogió de vergüenza y furia al oír de Taisho esas palabras, observo como el chico le daba una ultima mirada antes de salir—Espero que hayas entendido , lindura.
Y salió de ahí.
Inuyasha se vio en el espejo mientras veía su reflejo, su cabello despeinado, sus labios rojos e hinchados, su camiseta arrugada, sus ojos brillantes…mejor dicho.
Recién follado.
Al salir del baño, vio como un grupo de chicas lo vio con sorpresa para después cuchichear y mirarlo de reojo, cosa que lo hizo sonreír. Pero una muchacha estaba alejada de los demás, sentada en una banca, con un Mac de ultima generación en sus piernas. No estaba riendo, ni estaba sonrojada, ni lo miraba con el labio entre sus dientes, ni lo incitaba…solo...lo estaba mirando.
Lo hizo sentirse un cabron. Aunque lo era.
El desvió la mirada, pero sintió sus ojos azules pero no como el mar sino como la noche sin estrellas seguirle.
Le quemo por completo.
Camino por la Universidad tratando de quitarse la sensación de la mirada de la muchacha, levanto su mirada hacia el reloj que estaba en uno de los pasillos y se dio cuenta que había terminado su primera clase, se la había saltado.
Suspiro y salió hacia su casillero. Tenia que entrar a clases.
Amaterasu97
