Hola. Bueno, esta no es una historia original de mi parte; proviene de la genialidad de Lady Adry. Ella no sabe mucho (nada) de Harry Potter, pero ha escrito esto y; me ha parecido perfecto. No quería subirlo, por que cree que todos se burlarán de él y; no querrán leerlo. Sin más preámbulos, les presento un fan fic de Lady Adry.
Quizás, si funcione; ella se anime a hacerse una cuenta.
MI GATO SNAPE:
Disclaimer: Nada me pertenece, sólo is ideas. Los personajes y demases pretencen a JK Rowling.
Prólogo:
Se acercaban las vacaciones y, el colegio se estaba vaciando con gran rapidez. Los profesores, aprovecharían al fin; esas cortas semanas para descansar y dedicarse a lo suyo.
Snape, no era de esas personas; que disfrutaban las vacaciones. Nadie le conocía, un hogar diferente que no fuese Hogwarths; ni una vida diferente que no fuese el ser profesor.
Había pasado, la mayor parte del tiempo dentro de su laboratorio; ideando. Con las vacaciones, y teniendo pocos alumnos; no tenía más que hacer que eso. Sí, a veces; se notaba que necesitaba vida social.
Se estiró para alcanzar la botella más alta de la repisa frente a él, no era muy complicada; pero requería su tiempo para cocerse a la perfección. No le hacía mal, prepararlas y mantenerlas almacenadas; en contra de imponderables.
Suspiró, cuando creyó a su trabajo; listo para ser embotellado. Levanto la vista y observó que caería la tarde muy pronto. Era increíble, el tiempo que pasaba dentro de su laboratorio. Sin duda, se entendía; el por qué estaba tan pálido.
Ya estaba listo. Sustrajo su varita, para avivar un poco más las llamas y; dedicarse a otra cosa. Cerró los frascos y, se dispuso a lavar los instrumentos utilizados. Antes de volverse, escuchó un extraño estruendo.
Algo sucedía fuera de su despacho, se giró a observar su puerta entreabierta. Oyó risas, y se imaginó; quienes eran los responsables. Sonaban a Gryffindors.
Se disponía a salir, pero un bufido repercutió dentro de su despacho; siendo precedido por una mota peluda que entraba corriendo dentro. La señora Norris, estaba increíblemente enojada y; mostraba los colmillos.
Brincó sobre el mesón de Snape, derramando frascos a su paso. Trató de cogerle, pero fue inútil. Mientras corría, pasó cerca de su poción experimental y; al correr se llevó el frasco con ella. ¡Se la había derramado encima!
- ¿A dónde se ha ido la señora Norris?- Exclamaba furioso el conserje, dos pelirrojos corrían en dirección contraria; aún riéndose.
Le había derramado la poción encima, y enseguida la misma hizo una pequeña explosión; con humo gris. No supo qué había pasado, pero se sentía increíblemente mareado y tenía arcadas a cada tanto. Se creyó en el suelo, por que lo veía todo más grande de lo normal.
No sabía por qué, pero se sentía extraño. Trató de pararse, pero resbaló y miró a su lado; una larga y mullida cola negra. Se encaminó, nervioso hacia el líquido derramado; y trató de observar su reflejo dentro.
Tenía unas pequeñas y puntiagudas orejas llenas de pelo, sus ojos se habían reducido y eran tan negros como siempre. Tenía dos pequeñas bolitas en cada brazo que; detallándolas bien parecían patas. Miró hacia abajo, y notó que sus demás extremidades también terminaban en patas y; miró la cola ondeando tras él.
¡Era un gato! ¡Al derramársele la poción, se había convertido en un pequeño gato! Quizo decir, una gran cantidad de maldiciones; pero su voz había terminado en un pequeño maullido. ¡Ahora sí, se había acabado su vida!
"¿Cómo rayos he terminado gato?" "¡Maldición!"
Observó, como la señora Norris le mantenía la vista desde el mesón; deseaba estrangularle. Escuchó pasos y, se giró para mirar como Flich entraba dentro de su despacho.
"Será mejor que corras, o terminarás como guarnición en una de mis pócimas"
- ¿Qué ha sucedido, mi querida Norris?- miró a su alrededor- Sabes que no debes estar aquí, sabes que al profesor no le gusta- miró a la gata- Sí, lo sé; él se cree tan importante
"¿Qué diantres? ¿Cómo que importante?" "¡Yo aún estoy aquí!"Observó, hacia el punto donde su gata miraba. Miró al pequeño gatito negro y compuso un gesto de enojo; Snape le mantuvo la vista.
- ¿Qué estás haciendo aquí, de dónde has venido?- sostuvo a la señora Norris- ¡No necesitamos más gatos en este lugar! ¡Y deja de mirarme de esa forma!
" ¡Yo no soy ningún gato! ¡Esa bestia que a la que llamas Norris, ella es una amenaza"Pasó por su lado, y se dispuso a salir del despacho. Él no podía quedarse solo, debía de encontrar una forma de volver a su aspecto normal. No sabía con exactitud como hacerlo, pero comenzó a correr tras el conserje. Era increíblemente rápido.
Le costaba mucho, sortear los obstáculos y sobretodo, a los estudiantes que querían tocarlo. Siguió corriendo, pero no pudo encontar al conserje; una chica de sexto le hizo perder su rumbo. Aún así, no quiso quedarse allí, y decidió seguir buscándolo. Al menos, hasta encontrar a alguien a quien pedir ayuda.
"Eres un gato, no vas a poder hablar"-meditó
Siguió corriendo entonces, pasillo por pasillo. Muchos niños intentaron tomarlo, pero como su yo natural; era lo suficiente hábil como para sortearlos. ¡Incluso un joven de séptimo quería pisarlo! Tenía que recordar el reprobarlo en pociones.
Subió rápidamente unas escaleras. Al alzar su cabeza, notó que estaba frente a la dama gorda y unas chicas estaban pasando a través del retrato. ¿Cómo había terminado en la torre?
- ¡Mira, alla va ese gatito negro!- musitó una, y no tuvo más opción que correr dentro del retrato.
Se detuvo a descansar, había corrido hasta la saciedad. Movió su cabeza, cuando una bola de pelo subió por su garganta y; salió por su boca. ¡Odiaba terriblemente, ser un animal!
Escuchó el sonido, de pies acercándose y; volvió a emprender su recorrido. Tenía que ocultarse, o terminaría; en la jaula de alguien. No conocía ese lugar,así que subió por lo primero que vio.
Se encontró dentro de una enorme habitación, tenía cortinas rojas y varias camas dispuestas unas al lado de las otras. Ya sabía, como lucía un dormitorio Gryffindor.
Al parecer no había nadie, así que se permitió descansar su cansado cuerpo. Pasó unos cuantos minutos en el silencio, y la semi oscuridad dentro de la habitación; pero la puerta del baño comenzó a abrirse.
Era Hermione Granger, notádose así; que había terminado en la habitación de las chicas de Gryffindor. Estaba cepillándose el cabello y, al girarse se dio cuenta de que no estaba sola.
- ¡Oh! ¿De dónde has salido pequeño minino?- sonrió- ¿Estás solo?
"¿Tengo cara de estar solo?" "¡Demonios Granger, déje de verme como si fuera un juguete" Observó que ella se acercaba y, trató de alejarse "No, ni se le ocurra tomarme, ¡No se atreva!"
Se acercó hasta él, y lo tomó entre sus manos; por más que él quiso resistirse. Le sonrió suavemente, y le mantuvo la vita. Por alguna razón, ese gatito le recordaba a alguien.
- Eres muy lindo, yo no te haré daño.
"Se lo agradezco, ahora bájeme"Soltó un pequeño bufido y Hermione volvió a sonreír. ¡Era tan lindo! Pero aún así, le recordaba alguien en especial. Miró a su alrededor, preguntándose si sería de alguien.
"¡Demonios Granger, haga algo con su cabello; me está sofocando!"
- Tengo que presentarte a Croshanks, seguramente serán los mejores amigos.
TBC.
Bueno, no sé que les ha parecido. Espero de todo corazón, que les guste. Besos y saludos de mi parte y de Lady Adry.
