Disclaimer: Nada de esto me pertenece.

Este fic participa en el minireto de septiembre para La Copa de las Casas del foro Provocare Ravenclaw.

Relámpagos

Afuera la tormenta escampaba a momentos. Pero eso no era lo que Filius Flitwick quería, ya que cada vez que un relámpago caía, su ventana se iluminaba como el más fuerte de los lumus, permitiéndole echarle un nuevo vistazo al libro de ilustraciones que escondía entre las sabanas. Otros mundos, donde los centauros vivían entre los humanos, recorriendo el globo de un lado a otro y los gigantes gobernaban, instalados en un trono de hierro inexpugnable, estaban al alcance de la luz que le mendigaba al cielo.

Pronto, aquella comenzó a escasear y la lectura se hizo cada vez más difícil de realizar. Filius se puso junto a la ventana, observando la oscuridad con aire pensativo. Sí que era aburrido el mundo real, pensó hastiado. Era cierto que ellos podían hacer magia, sin embargo no era divertido si tenías once años. Así es la vida susurró, suspirando y pensando si ya no era hora de dormir cuando de repente un ruido fuerte le sobresaltó.

Con un presentimiento revoloteándole el corazón, bajó las escaleras de dos en dos, olvidándose que el resto de la casa dormía. Y ahí estaba, esperándole como cualquier carta común. Con movimientos temblorosos la abrió y sus labios se curvaron en una sonrisa.

Ciertamente, el mundo podía estar más encantado de lo que él pensaba.