Una pequeña viñeta que se me acaba de ocurrir, algo rápido e improvisado. Espero que os guste :)


En la alegre floristería Yamanaka, Ino, atendía aburrida la tienda; apoyada sobre el mostrador observaba aburrida el pasar de la gente. Aquel día no es que hubieran muchas ventas, y estaba desaprovechando el maravilloso día que hacía, quizás... podría cerrar un poco antes.

De repente, alguien entró; Ino sonrió a su próximo cliente.

-¿Qué te trae por aquí?

-Una niña está en el hospital, y ha pedido unos tulipanes blancos, ¿te quedan algunos?

Claro, están ahí a la derecha, puedes mirar.

Ino se quedó mirando a su cliente: tenía un pelo rosa corto, como solía tenerlo de pequeña, ya no le importaban las burlas sobre el tamaño de su frente, en el que tenía ahora el Byakugō no In, mostrando en realidad lo mucho que había avanzado como kunoichi... cosa en la que competían, a parte del amor por Sasuke Uchiha. Sus sentimientos, habían madurado, ya no era la típica niña tonta enamorada del chico más popular de la clase, no... sus sentimientos eran puros y sinceros, había creado unos lazos especiales con él. Ante ella tenía una flor de cerezo madura y realmente bonita.

-Por fin...

-¿Qué dices, Ino?

-Que por fin has florecido... Sakura.