Estaba en la parada del tren, como era habitual todos los días de la semana que debía asistir al instituto. Una brisa primaveral hizo que sus cabellos se revolotearan; levantó levemente su cabeza y cerró los ojos disfrutando el aire matinal, mientras se recostaba sobre una de las columnas.
Segundos pasaron cuando escucho una melodía embriagante. Alguien en su cercanía estaba cantando, pensó. Entreabrió los ojos con gran curiosidad, deseoso de saber de dónde provenía esa voz tan dulce.
Buscó a su alrededor. No muy lejos de él una muchacha de cabellos rosas con sus auriculares puestos era la portadora de esa voz que lo había hipnotizado. La chica parecía estar en su mundo, sin percatarse de su alrededor, y claramente sin importarle que el resto de la gente en el andén pudiera escucharla.
Debía acercase, no sabía por qué, el no era así, pero su voz era hechizante. Cuando dio un paso al frente para acércasele, el silbido del tren anunció su llegada a la estación, y en cuestión de segundos, la muchacha se perdió en un mar de gente sin darle tiempo a algún tipo de acercamiento.
Matt maldijo por lo bajo.
- ¿Qué le ocurre a Matt?
- No sé, ha estado de mal humor toda la mañana – Dijo Tai con hastío.
- Mmm deberíamos preguntarle, ¿no crees? Pudo haber tenido algún problema en su casa – Sora mantenía una mirada preocupada.
- Ugh, sí. En el receso iré a hablar con él.
Ambos amigos se quedaron mirando con preocupación al rubio.
Durante el receso, Tai subió a la azotea del instituto, ya sabía donde lo encontraría, no eran mejor amigos por nada.
Cuando abrió la puerta que daba al exterior, se encontró con Matt recostado contra las rejas con sus auriculares puestos
"Típico" pensó el castaño.
- ¡Hey! – Intentó llamarlo sin ningún éxito.
Soltó un leve suspiro y golpeo levemente la cabeza de Matt, mientras se sentaba a su lado.
- ¿Por qué me pegas? – Dijo sin intentar ocultar la molestia por haber sido interrumpido de su descanso.
- Porque seguirías ignorándome. ¿Qué demonios te pasó para que tuvieras semejante malhumor?
- … No era necesario el golpe, idiota.
-Sí, si lo era – Rió Tai – Ahora dime, ¿Qué te pasó? Sino Sora no parara de hostigarme con preguntas durante todo el día.
- Hm… Nada en realidad, no estoy de humor. Punto. – Dijo Matt. Durante el trascurso del día su mente estaba en un solo lugar, no era que estaba malhumorado, solo frustrado. Por alguna razón había deseado poder hablar con esa muchacha que vio en la estación. Era la primera vez en el año que la veía, por lo que algo le decía que no tendría otra chance de volver a cruzarla. Dios, ¿desde cuándo se había vuelto así? Pero la voz de esa chica… Era algo que había estado buscando.
Otro golpe lo devolvió a la realidad.
- DIJE QUE DEJARAS DE PEGARME.
- Entonces, deja de ignorarme y comportarte como un niño. Sabes, puedo parecerlo pero no soy estúpido, Matt – Dijo Tai, sonando extrañamente serio – Soy tu mejor amigo, puedes contarme. ¿Fue algo en tu casa?
Matt suspiró – No, en casa está todo bien… sorprendentemente.
- ¿Algo con la banda?
- No… Bueno, seguimos sin tener vocalista, pero continuamos con los ensayos – Matt volvió a suspirar – Tal vez, inconscientemente eso me tenga algo frustrado.
- Mmm, paciencia, ya aparecerá – Dijo sonriente Tai, tratando de darle ánimos.
- Sí espero.
Miro su reloj perplejo. Había llegado media hora antes a la estación de tren esa mañana.
MEDIA HORA.
Jamás había pasado, siempre se quedaba dormido, nunca había sido la persona más puntual del mundo.
Resignado, fue a sentarse en uno de los bancos del lugar para matar el tiempo.
Ansioso.
Un aura de ansiedad cubría su cuerpo, y no lo podía negar. De hecho, sabía perfectamente porque había llegado tan temprano ese día. Casi no pegó un ojo en toda la noche pensando en la muchacha de cabello rosa. Así es, Yamato Ishida había pasado la noche en vela pensado en una chica, ¡de no creer!
Necesitaba que termine este calvario, aunque solo habían pasado 24 hs, era insoportable.
La media hora pasó y la chica no había dado algún tipo de señal de presentarse en la estación. ¡Por supuesto que no! Que tonto fue en…
Su pensamiento fue cortado cuando en su rango de visión apareció la chica en cuestión.
Antes no lo había notado, pero llevaba el uniforme de un instituto, claramente tenia su edad, se había quedado de piedra viéndola.
¿Qué debía hacer? ¿Acercase y hablarle? ¿¡Pero qué le iba a decir!? "Hola, me gusta tu voz" ¿Eh? "Ayer te escuche cantar y estuve pensando en vos durante todo el día" JAH JAH claro que no. "No pude dormir en toda la noche pensando en vos" NI PENSARLO.
El silbido del tren lo sacó de su ensimismamiento. El tren arribaría al andén y adiós esperanzas de hablarle.
Matt nunca fue impulsivo, por eso creyó haber estado poseído por algún espíritu cuando corrió al lado de la muchacha y la tomó del brazo para que no se perdiera de nuevo entre la multitud.
La chica sorprendida volteó a verlo.
- ¿Disculpa? - Dijo con un tono de voz suave, aun sin salir de la sorpresa.
Matt suspiró. Ya estaba, tenía que decir algo. Y las palabras salieron fluyendo solas como la corriente de un rio enfurecido por la lluvia.
- Me llamo Yamato Ishida, me tomo este tren todas las mañanas para ir al instituto, y ayer, por primera vez, te vi en este anden y te escuché cantar. Creo que tienes una voz hermosa y realmente quería hablar contigo. No sé que estoy haciendo, discúlpame realmente si te asuste o algo, solo… sentí que debía hablarte. Lo siento – dijo lo último en un susurro. ¿De dónde habían salido todas esas palabras? ¡Por dios! Se maldijo por lo bajo, estaba seguro que la había espantado. ¡Pobre muchacha!
La chica siguió mirándolo sorprendida hasta que comenzó a reír.
Matt la soltó avergonzado por la situación –L-lo siento…
- No tienes que disculparte – Le sonrió la chica. – Eso fue… un poco raro, pero tierno –Rió de nuevo por lo bajo, haciendo que el sonrojó de Matt se descontrolara teniendo que cubrir con su mano la cara para no hacerlo tan evidente.
- Mimi Tachikawa – Dijo extendiendo su mano sin menguar su sonrisa.
Matt se había perdido por unos segundos en la sonrisa de Mimi, hasta que se percato que la muchacha tenía la mano extendida.
Desistió de cubrirse el rostro para estrechar las manos en un saludo. Sintió el contacto algo electrizante, no sabía porqué, así que decidió ignorarlo.
- Si quieres podemos seguir hablando… Pero deberíamos abordar el tren o llegaremos tarde a clases - Dijo Mimi
- Entonces… ¿no saldrás corriendo aterrada?
- ¿Por qué haría eso? – Volvió a reír. Era impresiónate la alegría que desbordaba esta chica, pensó Matt.
- Vamos - Dijo Mimi sin soltar la mano de Matt mientras lo arrastraba hacia el tren que estaba a punto de salir.
Los trenes tienen esa atmósfera de despedidas, reencuentros y miles de historias por contar. Es como una vía donde se cruzan los destinos. Y fue aquí donde sus vidas se cruzaron para emprender un viaje juntos.
¡Hola gente! Hoy les traigo un fic Mimato. Esta historia la hice para mi mejor amiga, KibumiWong, que ama esta pareja con su alma, y por supuesto para todo aquel que disfrute de ellos juntos.
Hace poco incursione en el Digimundo, y me fascinó la historia. Por eso, les pido disculpas si creen que no están muy en personajes, si bien esto es un Au, y obligatoriamente van a estar un poco OOC, hice lo posible por mantener sus personalidades.
Espero que les guste y disfruten este fic.
Y espero algún tipo de critica si no fue así. Todo es bienvenido, y cada cosa que me digan me servirá para mejorar en mis historias.
Desde ya, si llegaste hasta acá te mereces un chocolate de premio.
Gracias por leerle.
Espero que tengas un lindo día.
