Ñaaa bien si hay alguien que guste de mis fics de Sonic de seguro dirán "Luna y tus demás fics por que no los sigues?" la respuesta es la siguiente, no podre seguir con los demás hasta que no saque de mi sistema la idea de hacer un fic Akuroku =3= y hasta que no lo haga no seré capaz de seguir con el resto, bueno sin más por el momento les dejo con el fic ;D


Suaves tonos de la tarde ya se pintaban sobre el cielo, las pocas nubes que osaban manchar el pulcro manto celeste tenían un color naranja con el centro casi rosado. Él chico suspiro mientras venia el cielo, luego bajo la vista y se quedo perdido en las tiernas olas del mar que golpeaban con delicadeza la orilla de la playa, producían un apenas audible sonido al romper con los postes de madera el pequeño muelle, la escena le resultaba hermosa y sin pensarlo dos veces tomo una foto con su celular, después la imprimiría y la pegaría en algún lugar disponible en su mini tablero hecho con corcho.

Hizo su cabeza asía atrás y coloco sus manos en la tibia arena, eso le produjo una leve sonrisa, pero al poner sus manos ahí por un lado de su pierna resbalo un cuadernillo de pasta dura junto con una pluma, de inmediato volteo a verlo y lo tomo en sus manos, solo entonces recordó lo que había ido a hacer ahí.

Con cuidado abrió el cuadernillo y observo sus páginas blancas con los bordes amarillentos, destapo la pluma y con mano firme pero algo lenta empezó a escribir usando su hermosa caligrafía.

1er día 5:38pm

Bien… ¿Cómo debo comenzar a escribir esta cosa? ¿Con un cordial saludo? Eso no tendría mucho sentido que digamos, ya que esto es un objeto inanimado así que no hay necesidad de tal cosa ¿Verdad? Esto es tan difícil, no se por que le hice caso a mi tío Riku

Querido diario permíteme presentarme, me llamo Roxas tengo 15 años de edad, soy hijo del súper amado y reconocido héroe Sora y de Kairi la princesa de corazones, aunque claro esta una cosa es el heroísmo y otra el paternalismo y para ser honesto ambos son grandiosos padres y me aman muchísimo, de igual forma yo les amo mucho.

Mi tío se llama Riku, el fue el que me dio la idea de empezar a escribir este diario, según para que lleve un registro de todo ahora que mi familia se muda a Twilight Town, cosa que nada me agrada, toda mi vida la e pasado en Destiny Islands, y es el único sitio donde me quiero quedar, pero papá dice que será bueno un cambio de ambiente para nosotros y me aseguro que después mi tío y mi primo Demyx se nos unirán, espero que sea cierto, no se que haría sin el tonto de Demyx (es la única persona que sabe como animarme).

Según mi papá dice que el cambio de entorno será perfecto para mi por que así dejaran de tenerme siempre con tantas consideraciones, ¿a que me refiero?, veras hace años aparentemente tuve un accidente del cual no recuerdo nada, desde entonces todos los que me conocen me sobre protegen a mas no poder al grado en que resultan molestos. No puedo acercarme al mar sin que un equipo de salva vidas estén a mí alrededor, en la escuela no puedo hacer nada en gimnasia por que el profesor teme que algo malo me suceda, todo eso me hace sentir tan inútil, más de lo normal.

Como sea me están llamando para que ayude a empacar las cosas de mi cuarto, espero poder seguir escribiendo mañana o cuando pueda.

Los cabellos rubios de Roxas ondearon ligeramente mientras se incorporaba y cerraba el cuaderno al mismo tiempo, con pasos lentos camino de vuelta a su casa. En su caminar observo mas cosas que extrañaría del lugar y a cada una le tomaba una foto, no deseaba olvidar nada de su amada isla natal y solo haciendo eso no olvidaría nada.

Al entrar a su casa ya lo esperaba su madre cargando cajas vacías de de cartón, Roxas las vio como quien mira a un ataúd, con fuerte tristeza en los ojos. Su madre al ver aquellos ojos tan azules como el cielo empañados de tristeza dejo las cajas de lado y lo abraza con toda ternura y amor, esto tomo por sorpresa al chico, que dejo colgando los brazos sin saber a ciencia cierta que hacer.

-¿Enserio nos tenemos que ir?- cuestiono el chico de cabellos dorados

-Tu sabes que no tenemos opción Roxas, tu papá ya hizo una elección- le susurro su madre mientras le acariciaba el pelo –Además no debes estar triste, esta es una gran oportunidad para que conozcas a nuevas personas-

-¿Y que si no quiero conocer a nuevas personas? ¿Papá alguna vez pensó en lo feliz que soy con mis pocos amigos?-

-Lo tomo en cuenta y recuerda que no solo tú pierdes amigos, nosotros también lo haremos-

-Pero no es justo mamá, ustedes dos conocen gente en otros sitios, mucha mas gente de la que jamás yo podre conocer- susurro a punto de lagrimas

Su madre calló y siguió acariciándole la dorada melena, Roxas comprendió que la había dejado sin palabras e indefensa frente a él, una mínima parte de su ser se sentía culpable, claro esta, una mínima parte.

-Anda ve a empacar tus cosas, recuerda que nos vamos a primera hora mañana-

Sólo asintió y se deshizo del abrazo de su madre, tomo las cajas y hule de burbujas (N.A: ya saben de ese plástico que nadie se resiste a tronar las burbujitas), subió a su habitación, entro y cerró la puerta detrás de sí.

Paseo la vista por su santuario, empezó viendo su lámpara que proyectaba imágenes de criaturas marítimas, luego asía su peluche de un heartless con un gran corazón rosa entre sus manos, finalmente los montones de libros y libros que tenía regados por todos lados. Unas cuantas lagrimas le rodaron por los ojos hasta sus mejillas odia tener que abandonar ese lugar que era todo para él. En silencio empezó a guardar sus cosas en las cajas.


El viaje a Twilight Town fue eterno y aburrido, pese a que su padre le iba enseñando algunas en el camino, para Roxas fue demasiado y con una simple frase se disculpo se puso los audífonos y se entrego a una pequeña siesta.

Al estar dentro del mundo de los sueños como de costumbre empezó a soñar lo mismo de siempre. En sus sueños siempre veía personas usando un abrigo negro, hablando sobre él elegido por la keyblade para liberar los corazones y ayudar a terminar Kingdom Hearts, pero sobre todo recordaba aun chico alto y de ojos tan verdes como las esmeraldas, pero no podía ver más de él mas que sus hermosos ojos.

Roxas despertó y de inmediato se arrepintió, la luz mortecina pero brillante del crepúsculo lo deslumbro y en acto reflejo se cubrió los ojos y gimió de dolor (N.A: se siente tan ojete cuando te pasa eso) al hacer eso escucho cerca de él una risita ahogada.

-¿Estas bien hijo?- pregunto una voz masculina

-Si papá, solo me quede ciego por la luz-

-Jajaja esta bien, si quieres puedes seguir tratando de acostumbrarte o usar lentes de sol-

-Opto por la segunda si es posible- respondió en voz baja el chico

-Claro que lo es, anda toma te presto los míos-

Roxas se cubrió los ojos con el ante brazo mientras estiraba su mano para tomar los lentes que su padre le ofrecía y en cuanto los tuvo en su poder se los puso, se sintió tan bien al poder soportar la luz sin sentir que se le quemaban los ojos, pero al poder volver a ver se dio cuanta que el tren ya no se movía más y que estaban en una estación.

-¿Dónde estamos?- pregunto un tanto desorientado

-Ya llegamos a Twilight Town- dijo su padre con un muy notable tono de felicidad

Al oír eso a Roxas se le hizo un nudo en la garganta, ya estaban ahí al fin habían llegado al sitio que tanto miedo le daba llegar.

-¿Y mamá?- pregunto de forma torpe y atropellada

-Ya esta en casa y me pidió que viniera por ti-

-¿Pero que clase de padre eres? Me dejaste aquí olvidado- bromeo para tratar de olvidar que ya no estaba en casa

-Lo se, soy un pésimo padre, pero anda vámonos-

Roxas asintió y se levanto, sus primeros pasos fueron sumamente torpes, tenía alas piernas entumidas y le era muy difícil seguir a su padre, un gran alivio lo inundo cuando de repente su papá se detuvo cerca de unas escaleras aun estando dentro de la estación.

-Roxas- lo llamo volteando a verlo –Se que esto es muy difícil para ti hijo y realmente siento el haberte apartado de tus amigos y conocidos, pero ve el lado positivo podrás conocer el mundo que te rodea, no sabes que hubiera hecho yo para salir de Destiny Islands tal y como tu lo hiciste-

-Ya se papá, a ti te arrastro un vórtice de terror que te llevo a otro mundo donde te enfrentaste aun monstruo enorme y blah blah a si nació el héroe elegido por la keyblade-

Sora torció el gesto al oír el tono despectivo de su propio hijo asía algo que bien podría llegar a pasarle, aunque rezaba que no le fuera a si, después de todo también Roxas podía llamar una keyblade.

-Hijo, no me refiero a eso-

-¿No?-

-No, lo que yo quiero decir es que tomes esto como un primer paso a tu propia aventura, este relacionada con exterminar heartless o no, no le veas el lado malo a todo-

El chico rubio frunció el sello y se preparo para replicar pero antes de que pudiera si quiera decir pio su padre le puso en la boca una paleta helada de color azul.

-Se llama sea-salt ice cream- susurro su padre con una sonrisa de victoria en el rostro -¿Qué te parece?-

Roxas saco de su boca el helado y le dio un pequeño mordisco.

-Es dulce…pero salada a la vez, sabe raro pero bien-

-Sabe aun mejor si la comes en lo alto de la torre del reloj-

El chico ladeo la cabeza y miro a su padre con duda.

-Si quieres ir solo debes subir esas escaleras, si no estaré afuera esperándote-

Sora se dio la media vuelta y se fue dejando a Roxas con una pequeña decisión en sus manos, irse a su nueva casa y aburrirse desempacando ó ir a lo alto de la torre para comer un helado para cuando debiera regresar a casa perderse y terminar conociendo el lugar, opto por la segunda.

Se arrepintió, eran demasiadas escaleras que subir pero debí admitirlo estar ahí arriba era una verdadera delicia, debía recordar ir a ese lugar más seguido por qué le recordaba un poco a las puestas de sol junto al mar lo único que faltaba era el mar, pero la paz y tranquilidad eran las mismas. Ahora ya no se arrepentía ahora estaba muy contento con la decisión que había tomado.

Cuando al fin termino su helado suspiro y se levanto apoyándose en el campanario, mas al hacer eso sus dedos pudieron sentir algo irregular en la roca, se acerco para tratar de ver lo que había sentido y lo que vio fue una frase tallada en la roca.

-¿"ille iterum veniet"?- leyó un tanto inseguro (N.A: lo saque de la canción One Winged Angel)

-Significa la "una vez mas vendrá", ¿lo tienes memorizado?-

Roxas pego un brinco al oír otra voz ahí de inmediato empezó a buscar con la vista al dueño de la voz.

-¿Quién anda ahí?- pregunto completamente asustado el rubio

-Vaya lo siento creo que te he asustado, me disculpo por eso- susurro el extraño dejándose caer de lo alto del campanario

El desconocido, ante los ojos de Roxas, vestía como cualquier chico normal, jeans rotos de las rodillas, tennis del tipo skate, pero al ver su sudadera se quedo frio.

La sudadera de color negro tenía la gorra amplia, lo suficiente para esconder el rostro de quien la usara, de la misma salían un par de pequeñas correas aparente de plata y una cadena cruzaba de lado a lado uniendo las correas, aquella sudadera era idéntica al abrigo de las personas en sus sueños. Su respiración se agito un poco y paso del estado del miedo al del pánico en solo segundos.

-¡Hey! Tranquilo- susurro el chico tratando de calmarle –No te hare nada ¿ok?-

Roxas asintió y sin razón alguna comenzó a calmarse.

-Eso, mucho mejor- lo felicito dándole unas palmadas en la espalda –Por cierto me llamo Axel, ¿lo tienes memorizado?-

Al tiempo en que el joven le decía su nombre se quitaba la gorra de la sudadera dejando a la vista el mas impresionante cabello pelirrojo que Roxas jamás había visto, resultaba hermoso y con la luz crepuscular parecía una llama, y siendo sincero, en anda ayudaba la forma tan extraña en que su cabello estaba peinado, todo eran puntas apuntando asía arriba, pero lo que más le llamo la atención fueron sus ojos verde esmeralda.

-¿Hola, me oyes ó a caso del susto te has privado?-

-Claro que no- respondió Roxas avergonzado –Es un placer Axel- le dijo tratando de no verle a los ojos – Yo soy Roxas-

Lo siguiente que sucedió desconcertó al joven Roxas, ya que claramente escucho salir del pecho de Axel algo parecido a un rugido lleno de rabía.