Disclaimer: Todo es propiedad de Tom Warburton por encargo de Cartoon Network Studios. Este fic participa en el Mini-reto: Drabbles Navideños del foro de KND: Los Chicos del Barrio, "Operación F.O.R.O."
Palabra Clave: Muérdago.
Festividades
Era navidad por lo que Lizzie había asumido que Nigel tendría el día libre y que podrían salir juntos en una cita, hacer muñecos de nieve y comer galletas frente a la chimenea. Cuando Uno le dijo que estarían vigilando que los niños recibieran buenos regalos y no calcetines se sintió muy molesta.
Se fue a su casa y tomó todos los ramilletes de muérdago que había conseguido para la ocasión. Si Nigel quería estar en una de sus misiones no le importaba… le podría una trampa, lo obligaría a pasar las fiestas con ella y lo disfrutaría.
En su primer intento colocó un muérdago en su puerta. Llamó a los Chicos del Barrio y les dijo que le habían robado su calcetín para los regalos. El sector V no tardó en llegar a su casa pero alguien más le robó su lugar bajo el muérdago.
Fue tedioso esperar a que Cuatro se animara a besar a Tres. El rubio insistía en que ella no le gustaba aunque nadie le creyera y que no la besaría porque eran cosas de niñitas. Al final ella los sacó de su casa a empujones provocando, sin querer, el beso entre los dos agentes.
El segundo intento tampoco fue exitoso. Se colocó un muérdago sobre su gorro navideño y salió en búsqueda de Nigel. No tuvo problemas en encontrarlo, estaba en el centro comercial junto a su equipo. Los de la Otra Cuadra no les permitían a los otros niños pedirle su regalo a Santa Claus ya lo tenían ocupado con su larga lista de obsequios.
En ese momento supo que era una mala idea. La batalla entre los Chicos del Barrio y los de la Otra Cuadro terminó, todos pudieron hacer su regalo y ella… recibió muchos besos, más de los que podía contar pero ninguno de su novio.
Dicen que la tercera es la vencida. Ella lo intentó más veces y no lo logró. Nigel era escurridizo, demasiado para su gusto. Un agente de los Chicos del Barrio, aunque en ocasiones se sentía desplazada por su trabajo.
Cuando llegó a su casa se encontró con Uno. Él sostenía dos tazas de chocolate caliente y sobre su cabeza había un ramillete de muérdago. Ella sonrío, no le importaba que al final fuera ella quien callara en la trampa de su novio si el resultado seguía siendo el mismo.
Notas autora: Gracias por leer.
Felices fiestas!
