Disclaimer: Nada es mío, nisiquiera la historia.
Lo que significa la valentía.
Sólo Lavender Brown. Parte 1/4.
La primera vez que Amycus Carrow clavó sus manos al pupitre, ella gritó. Se había negado a torturar a un Hufflepuff de segundo...un niño rubio y pequeño, tembloroso a causa del terror.
Había olvidado sus tareas.
Ésa había sido su ofensa.
Horrizada, los labios de Lavender habían formado un débil 'no', incapaz de retirar sus ojos del niño o de encontrar su propia voz. Carrow gruñó lascivamente y agitó su varita acuchillando el aire. Sus manos, hasta ese momento apretadas en su regazo, se vieron forzadas a colocarse sobre la ruda superficie de la mesa. Él volvió a sacudir su varita, y unos afilados clavos se incrustaron en su carne, desgarrando la delicada piel y quebrando el hueso sin piedad.
La clase se hallaba congelada en aquella espeluznante escena, y el resto de los alumnos la miraban con los ojos desorbitados y asombrados. Pálida como la cera, contempló sus manos durante un instante eterno antes de que el incisivo dolor se hiciera camino entre sus nervios. Y al fin lo notó. Entonces gritó, un gemido lastimero, terrible, que resonó por todos los recovecos de la mortalmente silenciosa aula.
Lavender había sollozado suavemente durante todo la clase, demasiado aterrorizada como para intentar cualquier cosa. Seamus estaba sentado detrás, acariciando su espalda en un mudo intento de recomfortarla.
La sangre tiñó su mesa, y cada día que ella veía la mancha rezaba con todas su fuerzas para que Carrow no la llamara, que no tuviera que contener el llanto cuando él le exigiera que actuara, que no tuviera que ahogar sus gritos ni convertir sus lloros en lágrimas silenciosas. Eso era todo lo que podía hacer. No era capaz de más y se sentía avergonzada.
Y mientras estaba en clase, las manos cruzadas debajo de la mesa y las lágrimas surcando sus mejillas, deseó ser la verdadera clase de Gryffindor, ese tipo de gente que hacía algo más que negar con la cabeza y esperar su castigo con los ojos cerrados. Quería actuar como la Gryffindor que era, ser valiente.
Ser valiente. Eso era lo que Neville había hecho, desdeñando a Carrow con ingeniosas burlas, hasta que éste empezó a lanzarle maleficios de pura rabia.
Ser valiente. Eso era lo que Parvati había hecho, jugando a interpretar el papel de estudiante entusiasta o necia, según conveniera, y así distraer a Carrow y malgastar el tiempo de aquellos alumnos que querían la oportunidad de desahogarse mediante la 'cruciatus'.
Ser valiente. Eso era lo que Seamus había hecho, inclinándose insolentemente en su silla mientras rechazaba las órdenes del profesor con un ademán de su mano, como si el mortífago le estuviera ofreciendo una galleta durante un agradable té.
Ellos eran verdaderos Gryffindors, pero ella sólo era Lavender Brown, y por eso se quedó sentada, con lágrimas cálidas cruzándole la cara, y sangre aún más caliente descendiendo por sus muñecas.
Fin primera parte.
Hola, ¿qué tal? Espero que muy bien. Sí, ya sé que este fic lo tenía hace meses, pero lo había dejado abandonado y el resultado me parecía mejorable. Esta vez sí lo seguiré.
La historia no es mía; es una traducción autorizada del fic "What Bravery is" de Lady Altair. Sé que lo bueno se lo debemos a ella, pero creo que debe quedar claro mi pequeño granito de arena al traducirlo, muchas veces teniendo que añadir pequeños e intrascendentes detalles narrativos para mejorar el efecto xD
Bueno, espero que os guste, y ya sabéis, ¡review! Nos leemos
