¡Hola, hola! Bueno, pues la idea era publicar algo el pasado 8 de noviembre, con motivo del cumpleaños de mi querido Sasori-danna, pero la escuela no me dejó y mi inspiración se convirtió en una maldita, so... gracias a una maestra, cuyos contextos siempre son magníficos e increíblemente inspiradores, les traigo esto.
¡Advertencias! Ya saben que un fic mío implica yaoi, AU y OoC.
Aclaración: Sí, tal como lo dice el summary, el día del carnaval todo era permitido, fuera lo que fuera (excepto, aparentemente, perder la virginidad y abusar de una virgen). Fuera de ello, estas fiestas incluían muertes, infidelidades, etc. Total, también era el único día cuando las parejas homosexuales tenían permitido comportarse como una pareja sin ser acusados, porque al otro día "lo que pasó en el carnaval, se queda en el carnaval" (xD)
Naruto le pertenece enteramente a Kishimoto y yo sólo tomo sus personajes para entretenerme y escribir cosas gays con ellos (:B)
¡AL FIN! Conseguí el drabble: sólo 431 palabras. ¡Gracias MC!
((*~* [CARNAVAL] *~*))
.ͼͽ.
Trescientos sesenta y cuatro días. Los había contado lleno de resignación, observando el viejo pergamino que adquirió gracias a una pequeña suma de ahorros; usaba un lápiz de carboncillo para marcar insistentemente la línea que representaba el día.
Sasori se miró una última vez en el espejo, torciendo la boca. Los mechones de su cabello habían decidido un mal día para rebelarse y colgaban en todas direcciones sin importar cuánto los peinó. Él suspiró pesadamente, aunque le proporcionó ánimos.
Sí. Por fin, se habían acabado las sonrisas cordiales y las inclinaciones que eran meras expresiones de recatada frivolidad. Se terminaron las pláticas amistosas de temas insustanciales, el fingir desafecto mientras trataban silenciosamente de acompasar sus corazones.
Lleno de entusiasmo y nervios que hacían honor a la ridícula frasecilla de "tener mariposas en el estómago", salió de la casa. Afuera, el alborozo del carnaval no se hizo esperar: Los gritos, la música, todo retumbó en sus oídos… pero él sólo quería ver a Itachi. Corrió entre la gente, aventando a uno y otro, intentando llegar hasta la casa donde habían acordado encontrarse.
Su corazón bombeaba tan fuerte que su cabeza daba vueltas y le hacía sentir ligero como una pluma. Ahí, frente al umbral desvencijado, resultó el lugar más hermoso de todos. Empujó la puerta y atravesó la entrada, mordiéndose el labio para suprimir la sonrisa.
Encontró a Itachi en la sala de estar, observando la vieja chimenea tiznada de hollín. El Uchiha levantó la mirada y corrió a su encuentro. Le tomó el rostro con ambas manos y lo besó apasionadamente, como si el tiempo se le fuera agotando. Era precisamente lo que sucedía, ya que después de todo, el carnaval recién daba inicio y tenían sólo veinticuatro horas para estar juntos…un día para ofrecerse el amor que debían reprimir un año entero, cuando Itachi tenía sus responsabilidades como primogénito.
Ugh. Aquel último pensamiento le hizo apretarse con más frenesí a su cuerpo, igual que si tratara de fundirse en un solo ser.
—Te amo, Sasori —dijo el más alto, repartiéndole besos a lo largo del rostro y bajando hacia el cuello—. Te amo, te amo.
Sasori quiso reírse. ¿A caso pensaba decirlo mil veces para compensar los otros trescientos sesenta y cuatro días de silencio y miradas anhelantes? El pelirrojo lo recibió contento, abrazándolo. Los sentimientos brotaban de su corazón al punto de una risa larga, tendida, feliz.
—Te amo, Itachi —murmuró—. Sólo por ti esperaría tanto para estar juntos, aunque sea sólo un día.
FIN
Bueno, sólo me resta esperar que les haya gustado y ojalá me puedan regalar un review (-w-)
¡Les mando abrazos virtuales, sempais!
