Acá otro one shot, sobre un individuo tan cerrado, que la única forma de no desmoronarse es... tocando. Les recomiendo escucharla con Claro de Luna (Beethoven) de fondo.

Espero que sea de su agrado.


Presionando… más bien rozando suavemente, me permito desahogarme. Sólo el negro y el blanco liberan mi mente. Me permiten ir lejos.

Como cada tarde, dándole la bienvenida a las tinieblas, levantando la tapa del instrumento, me propongo ser nadie. Porque sólo siendo nadie, sin nombre ni linaje, sin mi pasado, podría llegar a conseguir la tan ansiada paz.

Creando música me permito caer en el éxtasis, incomparable.

En esos momentos me dejo llevar por las sonatas, los adagios o los movimientos, hasta llegar a mi paraíso. Allí, donde no existen las miradas llenas de rencor ni las palabras filosas. Donde puedo estar, por sólo unos minutos, sin la carga que llevo en mi espalada, enlazada a mi apellido.

Porque cuando toco el piano, mi único y verdadero compañero en este camino denominado vida, solamente me permito sentir la música chocando contra mi cuerpo, relajando mis músculos, serenando mi mente, liberando mi alma. Donde sólo estamos mis compañeras monocromáticas y yo. Escondidos en una esquina, lejos del mundo, demostrando, reafirmando, algo que reconozco: mi cobardía.

Lo soy por que no me atrevo a dejar de lado mi máscara de mentiras, esa que sólo escupe veneno. Porque no me atrevo a ser más valiente y enfrentar a todos, a todas esas palabras tan hirientes. Ya que, y casi estoy seguro, soy la única persona en esta sociedad que comprende el dolor y el golpe que realizan estas en el alma.

Los soy porque me escondo de los ojos y oídos de los demás, bajando todas mi barreras. Siendo, sólo y simplemente yo. Mas, cuando salgo de la estancia, de mi refugio, me rodeo de arrogancia y quimeras, escondiéndome de los ignorantes.

Sólo en momentos así me dejo ser… nadie.

En la soledad que me persigue, me dejo ir con teclas de angustia y dolor.

Sin necesidad de gritar, sólo de mover mis dedos largos y blancos, como la nieve que rodea el castillo, sobre las teclas del piano. En estos momentos, entonando mi documento: Claro de Luna.

En mi rincón de paz, el que me rescata de la locura.

Lejos de todo y todos…

O eso cree él.

¿Fin?


No estoy segura, pero tengo una "continuación". Con sólo un reviews pidiendolo, lo hago y lo subo como otro cap. Sino, hasta allí queda. El espetador¿verdad¿les gustaría? Avisenme.

Espero queles haya gustado.

Saludos.