La Eternidad a tu lado
Capitulo 1 : Encuentro
Por: Kiara Fujimuya
Ohayoo Minna San!! Ok ok ya sé que la mayoria de ustedes me deben de haber olvidado pero aqui estoy de nuevo con este nuevo trabajoque en lo personal me encanta, espero lo disfruten como yo disfruto al escribirlo...
Aclaraciones:
Este fic como todos los mios son un Universo Alterno, los personajes pertenecen a su autora, y esto es una historia sin fines de lucro ( LEASE: No Tiene NADA que ver con la serie, solo los persojanes)
Puede ser que las peronalidades de los personajes cambien un POCO
los –guiones- son los dialogos.
Bueno ya...a leer...
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Caminar entre la gente a veces se vuelve, muy aburrido y más cuando tecnicamente no existes, nadie te conoce, nadie te espera o te reclama. Y entonces tu vida comienza a carecer de sentido alguno todo comienza a ser rutinario. Los humanos con el tiempo se han convertido en seres orgullosos, irresponasbles, altaneros e inconsientes, siendo tan insginificantes que ni siquiera ellos mismos se dan cuenta de su miseria. Piensan que caminan solos por el mundo, que solo estan rodeados por ellos mismos, y cuando pasa uno de nosotros por su lado se miran entre ellos y se dicen sentiste ese frio, sin ni siquiera molestarse en pensar que pudo haber sido. He pasado los ultimos siglos de mi vida buscando desesperadamente eso que hace que esta vida de inmortalidad parezca totalmente vacía a veces aferandome a la tonta idea que encontrare la respuesta en esos tontos libros que escriben los humanos, psicologos, psiquiatras , abogados. He leído libros y más libros intentando encontrar eso que me falta. Voy por el mundo recorriendo cada lugar, encontrandome con cada maravilla pero al pasar de tres siglos siento que ya conosco todo el mundo y mi ambición se ha vuelto más y más y preciento que este mundo ya no tiene nada que ofrecerme. Por lo menos no a este vampiro ambicioso de más. Por lo menos ese era mi pensar hasta hace un tiempo que una obseción me ha hecho preso del deseo otra vez, un deseo incontenible, un deseo fuerte y embriagante por de más, un deseo muy dificil de controlar y que no pensaba ignorar el llamado de ese deseo que me estaba haciendo sentir vivo otra vez, si eso era lo que necesitaba para volver a sentirse como el Aoshi de antes entonces eso haría. Ahí viene!! Grito mi mente al verla pasar escondido entre los arbustos, escondido entre la gente , escondido entre la niebla o hasta escondido en sus sueños la observabó cada noche, soñando con el momento de hacerla mía. Veo su cuerpo tambalearse al caminar y la colita en su pelo moverse al compas de sus pasos mientras se carcajeaba con su amiga. Hermosa!! Gritaba algo dentro de mi tenía una mirada tan magnetica que con solo chocar su mirada con la de mia; lo entendí era como un magneto que me atraía y necesitaba tomarla. Mi fascinación por ella crecía cada noche más y más y pasaba horas muertas mirando hacía su ventana.
Hey Aoshi no vienes tampoco a cazar esta noche? – le pregunto uno de sus compañeros, los vampiros eran como las manadas eran de diferentes clanes y ellos eran un clan.
No, Sano antes del amanecer comere algo – dijo el sin despegar la mirada de la chica que se alejaba a pasos agigantados.
Olvidala, Aoshi, los Humanos no entenderian las cosas como nosotros, mirate amigo se asustara de solo verte, mejor ven y disfruta la noche con nosotros como antes, iremos a las montañas, buscaremos lo mas fiero y te lo dejaremos a ti hermano, todo con tal de que el viejo Aoshi vuelva– le dijo el chico otra vez con voz animada.
No, con el tiempo todo se vuelve aburrido, ya no quiero casar de esa fomra como dices tu, ve tu y pasalo bien mientras puedas ya pronto sera el alumbramiento de Meg, y se te acabara la fiesta – le dijo el hombre con una casi invisible sonrisa – Y sobre ella, no te preocupes es solo un sueño, una fantasía algo totalmente inalcanzable.- dijo para luego volver a concentrar su mirada en las estrellas.
- Esta bien, pero conoces la cadena alimenticia no estaras dependiendo de las ratas y los gatos toda la vida, necesitas sangre humana y es ya – dijo Sano antes de desaparecer ante la atenta mirada de Aoshi.
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Misao!! Misao!! niña estas en las nubes – le dijo Omatsu mientras jalaba su mano y una y otra vez para ganar la atencion de la mas joven – que pasa? Porque miras tanto hacía atrás??– le pregunto mirando ella también.
No mires!! – le dijo misao mientras caminaba mas rápido – Hace días que siento que alguien me persigue es como si alguien me estuviera observando todo el tiempo – dijo la chica mientras asustada miraba hacia todos lados.
Misao, No digas eso!! Como va a ser – dijo la mayor mientras llevaba su mano al pecho en señal de miedo. – No mi niña no pienses así, a veces cuando nos sentimos solos tenemos el sentimiento de que alguien nos busca, sabes que dicen los viejos que cuando, el destino los pone en el camino para que alivien su sentir – dijo sonriendo.
Wow! Que profundoOmatsu, osea que piensas que tal vez alguien que se siente tan solo como yo me esta buscando para llenar este vacío que siento en mi pecho, desde que mis padres fallecieron – dijo la menor mientras analizaba las palabras de su amiga.
Bueno unos padres nunca se sustituyen , pero supongo que si ese sentimiento de amor que necesitan los niño y en tu caso los jovenes que han quedado huerfanos. – dijo la mayor que a lo largo del camino había llegado a su destino – Bueno amiguita a qui me quedo – le dijo la chica mientras comenzaba a subir las escaleras hacia su casa.
Sayonara Omatsu-dono – dijo la chica mientras le decía adios con su mano y comenzaba a caminar, solo unos edificios mas abajo vivía ella, a los pocos minutos de comenzar a caminar hacía su casa otra vez sentía eso en su pecho que le decía que alguien la miraba, que alguien observaba sus pasos, miro hacía todos lados y para relajarse prefirio pensar en las palabras de kaoru. Subió las escaleras hacía su departamento, abrio la puerta, lanzo las llaves hacia la mesa y corrio a su cuarto para quitarse las zapatillas. Misao trabajaba medio tiempo en un café y estudiaba danza en un instituto. Había quedado huerfana a los 7 años y su tia-abuela la había terminado de criar , tan pronto ella murió se dio cuenta que estaba sola en el mundo no conocía nadie mas que se hiciera cargo de ella asi que se hizo cargo por su cuenta.
Misao se quito las zapatillas y encendió la radio, la musica era su vida, la transportaba a un mundo nuevo donde no había nada que la dañara o le molestara. Camino por su departamento mientras se soltaba el cabello y se quitaba el resto de la ropa solo para quedarse con una camisa de estar en la casa. Comenzó a cocinar mientras sentia como la musica entraba por sus caderas haciendo que todo su cuerpo se moviera al compas de la musica en algun momento sintió una sensación de frio que rozaba su cuello y bajaba por sus espalda como si el aliento de otra persona estuviera allí como si otro cuerpo estuviera moviendose al compas de sus caderas en una danza sensual que ella no podía llevar el control su mente voló hacía donde nunca antes, sintio el calor entrar a su cuerpo y el sudor salir por sus poros su piel parecía mil veces mas sencible al tacto, aunque nadie la tocaba. Cuando desperto de su trance sonrió tratando de ignorar por completo el suceso se concentro en cocinar su platillo favorito.
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Aoshi desde la ventana sonreía al mirar el cuerpo de la chica danzar al compas de la música sabia que podía sentirlo, la chica no era tonta hace día miraba desde la ventana seguro tratando de encontrar el intruso que le producía ese sentimiento de que alguien la observaba. Vió durante horas como la chica se desplazaba con total comodidad por su casa, hasta que finalmente vió como apagaba las luces y se acostaba, casi al instante la chica se quedo dormida. Quería acercarse, sentía la gran necesidad de saber como se sentía tocar esa piel cremosa o su largo cabello, Sabía que estaba mal, sabía que acercarse era totalmente una tonteria que tal vez la asustaría hasta el punto de casi matarla, pero como callas tu corazón cuando te grita que vayas detrás de tu destino. Como pretender ignorar el ahogado pedido de tu alma. Se acerco a su ventana con el fin de solo acercarse un poco mas y poder sentir su olor solo su olor. Pero una cosa llevo a la otra y sin darse cuenta estaba parado frente a su cama, mirandola dormir, sintiendo su olor tan cerca, tan embriagante, tan turbador. Misao se revolvió entre sueños y Aoshi sonrió lo sentía. Y si lo hacía, porque no jugar con sus sueños un ratito? Se dijo mientra se sentaba comodamente en la butaca del cuarto de Misao mientras la veía dormir y revolverse entre sueños.
Misao! Misao! – susurraba una voz desde la ventana – Misao, mi amor, despierta – susurraba otra vez y la chica pesadamente abrio sus ojos revelando el magnifico color azul de sus pupilas. – Ven a mí, mi princesa – decía Aoshi mientras extendía la mano hacía la recien despertada. La chica miro todo, su habitacion era la misma pero en el piso habian petalos de rosas rojas por todos lados y algunas manchas de sangre, miro su cama inpeccionado que no fuera suya. No conocía aquel hombre pero no podía controlar su cuerpo que inconteniblemente se acercaba al llamado del extraño. Pudo ver sus ojos frios como el hielo y su pelo tan negro como la noche. Vio su mirada tan profundo y sintio que se perdía en sus recuerdos. Miles de imagenes se clavaron en su mente como si fueran cuchillos... vio muertes, mucha sangre, revoluciones, caballos, mas seres como el... ¿vampiros? Pero los vampiros NO existen grito su mente. Pero otra vez la voz en su oido le hablo.
Si, Misao si existen – dijo y sintio el aliento frio de aquel extraño en su nuca – Sí existen y podrías compartir la eternidad a mi lado, podría compartir contigo toda la sabiduria de el mundo – le decía aquel extraño mientras sus manos recorrían sin inhibiciones su cuerpo...algo en la mente de misao queria salir corriendo pero el poder de sus voz y su mirada eran mas. – Vamos Misao, dejame mostrarte un poco de lo que puedo regalarte si me dejas entrar. – la voz sonaba profunda y algo dentro de ella le pedía a gritos que confiara en él. Misao de pronto se sintió muy liviana como si no pesara nada, como si flotara, sus ojos se cerraron y cuando los volvió abrir respondiendo al llamado del extraño se dió cuenta que estaba en un lugar totalmente diferente, se encontro acostada en una cama con finas sabanas de satín rojas, el sitio parecía viejo, como un castillo algo realmente magico , la cama era muy alta de pilares. Se encontro con la mirada hielo del extraño que la observaba parado desde la mitad de la habitación y se acercaba sigilosamente a ella lentamente como un depredador que se toma el tiempo de matar de miedo a su indefensa presa. El cuerpo de Misao temblaba pero de frío porque miedo no tenía es mas algo en su cuerpo le gritaba que sucediera que se entregara con total libertad. El hombre se acerco tomo su cara con sus dos grandes manos y la beso lenta y largamente. Misao suspiro cuando termino el beso.
¿Como te llamas? – pregunto Misao con voz tímida, Aoshi sintió su cuerpo temblar era la primera vez que escuchaba su voz.
Bueno, querida, es una pregunta dificil , he tenido demasiados nombres a lo largo de la historia... pero si te interesa saber como puedes llamarme tu ahora...Aoshi – dijo la figura mientras se acercaba a ella acostandola en aquella gigantesca cama – Aoshi, recuerdalo pequeña por que será el nombre que gemiras esta noche – dijo Aoshi mientras lamía sensualmente sus labios, Misao trago gordo habia guardado su virginidad para la persona que realmente amará y ese hombre la trataba como si dará por hecho que iba a estar con él, pero lo mas que le molestaba es que su propio cuerpo la traicionara, su cuerpo temblaba, su piel se calentaba no podía dejar de sudar no podia despegar sus labios de los de aquel extraño, de Aoshi. Queria moverse, quería decir que no, quería regresar a su cama, pero su peor enemigo era su cuerpo. Algo le gritaba que eso estaba mal pero su cuerpo le recordaba lo bien que se sentía. Sintió como la desnudaban y el pudor vistió sus mejillas, como pelear cuando lo deseaba. Reunió todas sus fuerzas, para decir lo que pensaba.
No por favor – dijo la chica de repente abriendo sus ojos, Aoshi se dio cuenta de que ella quería salir de ese sueño pero estaba tan cerca de lo que anhelaba que como dejarla escapar, se concentro más no podia dejarla ir así.
¿Por que no? – pregunto Aoshi besando sus hombros mordiendolos levemente con malicia. Los hombros de la chica comezarón a sangrar, Aoshi titubeo un momento hace mucho no probaba la sangre humana y la adicción a ella sin duda se haría presente una vez la probara otra vez, pero su mente desecho el sentimiento y se dejo llevar tomando de su sangre, se sintió tan bien, es definitivo que cuando algo se hace de esperar y de pronto lo tomas sabe mejor de lo esperado. Era embriagante su sabor necesitaba más y más.
No esta bien – dijo ella en su fallido intento de detener al extraño.
Claro que sí. Misao, esta bien porque lo deseas – dijo el hombre mientras besaba cada rincon de su cuerpo, el tiempo pasaba y lo sentia más y más cerca de ella. Poco a poco fue perdiendo la cordura todo se iba volviendo mas caluroso a su alrededor. Y su piel sentía cada tacto como si quemará su piel, hasta que sintió como la niñez y la adolecencia se iban desapareciendo de su cuerpo, su ansiedad disminuyo, pero el calor iba en aumento, el desenfreno se hizo parte de sus movimiento, se movía con vigor hacía él, sus caderas parecian dueñas de ella no ella dueña de sus caderas, se movian al compas del cuerpo del aquel extraño, se alejaban de el y regresaban como las olas del mar. Todo acabo y sintió un cansancio profundo cerro sus ojos y todo se fue en blanco a su alrededor.
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Cuando se levanto esa mañana algo raro pasaba recordo su sueño y sus mejillas se pintaron de un rojo furioso. Se sintio avergonzada de su propia imaginacion pero algo raro paso al lado suyo en la otra almohada en su cama había una rosa negra de aquellas que decoraban la habitacion donde había estado en su sueño. Algo estaba mal muy mal corrio al baño se quito la camisa y comenzo a ducharse, el agua caliente en las mañanas la relajaba, saco de su mente las constantes imagenes que venian a ella. Y empezo a tallar su espalda con el jabon pero sintio algo raro en su espalda una marca. Cuando la chica miro su mano tenía sangre, claro la marca eran colmillos!! El día paso sin mayores problemas pero la situación no dejaba de pasaearse por su mente y no la dejaban concentrarse.Estaba loca... Estaba Loca!! No había de otra, pensar que un vampiro entro a su casa y le hizo el amor, era una prueba de que su imaginación había ido muy muy lejos...necesitaba un psicológo, un psiquiatra, un sacerdote...alguien que le dijera que estaba pasando con ella. En la tarde salió de la universidad más temprano de lo usual y antes de dirigirse a su casa paso por la biblioteca.Camino directamente hacía el chico que estaba en el mostrador y le pregunto por el area de ocultismo... el chico la miro sorprendido y luego le sonrio, parecía que conocia muy bien el tema porque la encamino y le pregunto, que buscaba exactamente. Ella sin mucho animo le contesto que vampiros, para su sorpresa la sonrisa del chico se agrando.
logico – dijo el chico con su gran sonrisa – todos buscan sobre vampiros, es el primer paso – dijo el tomando varios libros en sus manos, y cada vez se volvian mas y más.
¿Primer paso para...? – pregunto Misao con curiosidad.
- Para todo esto del ocultismo, no hay tatuajes visibles , ni pantallas en los labios, lengua u otros sitios visibles y no llevas lapiz labial negro...supongo que no eres muy veterana en esto – dijo el otra vez sonriendo, y esta vez misao no pudo evitar sonreir.
Esa noche llego a su casa cocino tratando de no pensar en el suceso de la noche anterior. Sin mucho pensarlo se metió en su cama, puso un crucifijo en su pecho y una biblia debajo de su almohada , No señor ningun vampiro si existía pasearia,por su casa como si fuera una pasarela. Se quedo pensando sobre la situación y cada sonido extraño por diminuto que fuera le causaba casi un ataque al corazón.
Aoshi esa noche se levanto emocionado sin pensarlo se dirigió a su ventana y cruzó aquella tonta ventana que los separaba el uno del otro. Volveria a sentir su piel, aunque fuera en sueños pero esa noche...esa noche quería algo mas quería amarla y que lo amará de vuelta. Entonces su cara cambio al verla. Misao, su Misao, llevaba en su pecho un crucifijo y se abrazaba a una biblia... Acaso pensaba que eso podría detenerlo una triste biblia y un cucrifijo? Esas eran sus armas contra el. Que patetica pero algo mas en la situación lo molestaba. Sería el rechazo, ella no queria que la tocara y el se moria por tenerla. Ahora entendía ese sentimiento de colera que normalmente movía a los humanos y los hacía cometer estupideces. Pero si ella queria que se fuera no le daría el gusto se sento sobre la butaca mirando a la chica de alli no se movería hasta el amanecer.
Eran las 4:30 de mañana cuando el despertador comenzó a sonar con desesperación, el sonido era bastante irritante, suficiente para despertar a todo el barrio, sin embargo la chica en la cama seguia durmiendo con paciencia, ignorando por completo el sonido insistente a su lado. Sonreí por primera vez aquella noche y el enojo parecia que se evaporaba por mis poros, solo pude admirarla tan tranquila y callada como si estuviera pintada en un lienzo. Me levanté y poco a poco me acerque a ella cuando estuve cerca me sente en su cama y la sacudí un poco, tratando de ser lo mas delicado posible, no quería hacerle ningun daño. Sus grandes ojos se abrieron para regalarme la mas hermosa expresión de sorpresa que jamás habia visto en un humano. Llevo su mano a su boca como intentando callar un grito que estaba justo por salir y yo solo me limité a sonreirle. Supongo que mi sonrisa le habra helado la sangre porque comenze a escuchar como los latidos de su corazón se volvian mas y mas rapidos, causando un sonido placentero para mí. Era como mi musica personal, ella levantó el crucifijo hacía mí con miedo, como si temiera su resultado.
Otra vez tu!... ¿Estoy soñando? – preguntó y su voz sonó mejor que en sus sueños, aunque me parecía extraño que en su voz no hubiera ni un poco de miedo hacía mí,solo incredulidad.
No esta vez no, Misao...Si quieres puedo morderte...solo para que sepas que estas despierta – sugerí con el tono mas agradable que pude encontrar no quería asustarla, aunque su expresión no tenía precio, sus ojos eran dos grandes faroles mirandome con incredulidad y algo de enfado mientras soltaba el crucifijo y lo dejaba caer sobre su pecho, me parecía realmente hermoso todo lo que hacía, era tan fragil y hermosa, tan diferente a los demás humanos que había visto.
- ¿No te hace daño? – me preguntó mientras levantaba el crucifijo otra vez, yo sonreí esta vez abiertamente negando con la cabeza, ella se estiro para buscar algo en su mesita de noche y yo la mire intentando decifrar que era eso que hacía. La vi sacar unos ajos y me sorprendió - ¿Tampoco? – me pregunto y esta vez tuve que reirme, era realmente divertida su expresion, sentía todo lo que hacia mucho habia enterrado en algún lugar de mí.
Lo Unico que me hara daño de ellos sera el horrible olor que dejaran en tu piel antes mi sencible olfato – le dije sonriendo y antes de que pudiera decirme algo yo le sonreí y tome la biblia en mis manos ante su mirada atenta – Ya la he leido muchas veces como para que me haga daño – le dije.
-Bien eres indestructible y estas sentado en mi cama – me dijo mientras cruzaba las manos sobre su pecho en señal de enojo – ¿Debo temerte ? ¿Debería comenzar a gritar ya?- me preguntó y me tomo por sorpresa.
Es bastante molesto que grites, ademas no te he hecho ningun daño – le dije mientras me levantaba para volver a la butaca.
Estoy en desacuerdo- me dijo ella mientras pasaba sus finos dedos por la perfecta marca de mis colmillos en sus hombros, yo la mire con detenimiento, su perfecta piel branca, casi podia distinguir la marca de sus venas latiendo y su olor era tan agridulce.
Bueno, tecnicamente fue un sueño – le sonreí mientras yo mismo pasaba los dedos por las marcas producidas por mis colmillos el día antes.
- ¿Eso significa que no me convertire en algo como tu?-
El tono de voz que uso en su pregunta me dio un poco de esperanza, sonaba como...desilucionada como si hubiera deseado dejar de ser quien era. Sus ojos esta vez fueron quien buscaron los mios, no dejaba de sorprenderme su temple, cualquiera en su lugar habría gritado, me habría atacado o insultado, pero ella solo se preocupaba por hacerme preguntas. Se comenzo a levantar de la cama y yo tome de la mesita que se encontraba a a mi lado un libro.
No, no te convertiras en algo como yo – contesté mientras le mostraba el libro – No recuerdo haber visto este libro ayer, Dracula de Bram Stocker , muy apropiado, Misao – le dije sorprendido ante su elección un libro muy viejo y anticuado diria yo. Un clasico para algunos, fanaticos de los famosos Vampiros.
No, no estaba aqui ayer, Aoshi – me dijo, debo reconocer que eso me sorprendio al punto que si mi corazón latiera habría saltado de mi pecho en ese instante, su nombre de mis labios sonaba como algo insanamente prohibido, debería ser prohibido tener tanta sensualidad en una sola persona, me arrebato el libro de las manos y la deje que lo hiciera no estaba en las condiciones mentales de negarle nada. – Así te llamas, no? – me volvió a preguntar y sentía que en cualquier momento no seria consiente de sus propias acciones. Solo me limité asentirle. – ¿Bueno que quieres de mí? ¿Por algo te tengo en mi cuarto no? – me preguntó y por primera vez en mucho tiempo ni siquiera tenia una contestación coherente a una simple pregunta.
No lo sé, Misao, hay algo en tí que me llama a estar aquí, esto va encontra de todo lo que soy y todo lo que debo hacer – le dije sincerandome con ella, no me quedaba mas nada que perder seguro sería nuestro último encuentro, yo no queria matarla pero pasar mas tiempo a su lado sería ponerla en un peligro inminente. – Se supone que un Vampiro no puede entrar a una casa sin ser invitado antes, asi que para comenzar ya rompí la primera regla, para terminar se supone que nunca debo revelar mi verdadera identidad, los vampiros debemos quedarnos con los nuestros, nunca mezclarnos – le dije mientras pasaba la mano por mi pelo – pero hay algo en tí que me hace olvidar todo lo que yo sé que debo hacer y solo quiero estar cerca de tí, no quiero dañarte. –
¿No hay nadie que se enoje porque estes aqui?-
Sí, todo mi clan, estaran enojadisimos si se enteran de mis imprudencias – contesté
Puedes controlar tus ganas de tomar sangre – me pregunto y yo solo le sonreí
Bueno no te ofendas, pero, sinceramente no eres mi tipo de sangre, prefiero presas mas dificiles – le dije sonriendo, su enojo me parecia realmente gracioso, cerraba sus puños en señal de enfado. – Como los leones o los osos, sabes riesgos reales – le dije con malicia.
- ¿No tomas sangre humana? – me pregunto y yo negue con la cabeza.
Debo irme – le dije
No me digas que el sol te hace daño- me dijo con burla – Eso esta muy gastado - me dijo y no pude evitar reirme.
Parece que alguien si leyo sobre Vampiros y no no me hace daño – le dije ella se encontraba ya casi tomando la perilla de la puerta de lo que yo suponía era el baño y yo estaba casi cerca de la ventana, era bastante distancia, tanto que ella tenía que levantar la voz para hablarme, y no pude a resistirme a jugar un poco mas por esa noche. Me diriji de la manera mas rapida que pude hacía ella, me tomo menos de decimas de segundos estar parado tras de ella y tener mi mano fria en su hombro. Senti un temblor en su cuerpo que me hizo sonreir – tal vez mañana quieras dormir con plata eso si me hace daño –
¿por que me lo dices? – me susurro muy bajito casi ni la escuche. – Es que quieres que te mate –
Es que sé que no serias capaz, porque te gusto – le dije mientras depositaba un suave beso en su hombro.
Arrogante – escuche que me decía pero ya yo estaba apunto de salir por la ventana. – ¿Volveras Mañana?
Solo si tu lo deseas – le dije mientras sentía cada parte de mi frio cuerpo sentirse vivo otra vez. Vi que asintió y supe que estaba perdido, no había vuelta atrás, había esperado tres siglo para reflejarme en sus ojos y ahora que la tenía de frente era demasiado dificil renunciar al placer de tenerla cerca, aunque solo fuera esa. Salte de su ventana todavia con la sesacion del cosquilleo pasearse por mi cuerpo, hacía mucho tiempo no anhelaba algo tanto como estaba deseando que llegara la proxima noche. Me encamine hacía la casa, donde seguro me esperaban, aún me quedaba tanto por hacer y tan poco tiempo. Mis pasos se volvieron rapidos, no me importaba demasiado que me vieran, a esas horas de l madrugada todas las personas dormian y las que no lo hacían estaban bastante ebrias para pensar con claridad. Cuando llegue a mi habitación comenze a quitarme la ropa necesitaba dormir unas horas, el día no tardaría en llegar y yo tenia que descansar algunas horas, tenía demasiadas cosas que pensar. Antes de que pudiera recostarme, tocaron en mi puerta, caminé por el pasillo hasta llegar a la puerta principal y allí estaba con su usal cigarillo en los labios. Abrí la puerta y entro sin que ni siquiera lo hubiera invitado.
Pasa, estas en tu casa, Saito – le dije con ironia.
Me pregunto como pregunto, como pretendes llevar a tu clan por el camino adecuado si bebes vino en copa – me dijo señalando la copa de vino sobre mi mesa, yo le sonreí. Queria matarlo, pero no me convenía demasiado. Aunque el placer que me producería no se comparaba con nada.
No sabia que ahora vigilabas nuestra dieta... a que le debo el honor de tu visita tan... temprano? – le dije mientras tomaba de mi copa de vino.
No respetas nuestras reglas Aoshi, ni siquiera comprendes que estas reglas nos han hecho coexistir por años, tu clan tiene unas raras ideas del futuro que a mi no me convencen – me dijo mientras se tiraba en mi sofá.
Te lo dire por última vez, Saito , tu tomas las decisiones en tu clan, pero en mi clan mando yo – le dije esta vez con toda la seriedad que pude encontrar.
Hasta cuando durará este "vegetarianismo" de ustedes, cuando el depredador que llevan dentro despierte sera peor, Aoshi, llevaras a tu gente a un caos total – me dijo, como si lo supiera todo.
Saito, eres un vampiro demasiado viejo que no acepta el cambio- le dije – y si eso era todo creo que esta charla puede esperar, tengo periodo de entrega esta semana y aun tengo mucho trabajo por hacer. – me encamine a la puerta para abrirsela y el se levanto para irse, su cuerpo desprendía un fuerte olor a humo cuando paso a mi lado. Se giro para verme directo a los ojos, que estaban mas oscuros que nunca.
Escucha esto con atención, Aoshi, acepto tus cambios y dejo que manejes tu pequeño clan como quieras, pero si tus acciones nos ponen en evidencia, no tardare en reclamar este clan como mio, lo entiendes, no? – me dijo, mis ojos cambiaron del color Azul de siempre a un negro azabache.
Me consedero enterado, Saito, Vete – le dije antes de que mi instinto depredador se levantara pero apuntando hacía donde él y solo él. Cerré la puerta y volví a mi cuarto, con las palabras de saito bailando en mi mente, no queria renunciar a la idea de pasar tiempo con Misao, pero no podía poner a mi gente en riesgo. El clan nunca me lo perdonaría y ellos eran por decirlo de alguna forma mi familia. Mi mente viajo por mis mas leales compañeros Sanosuke, Kaoru, Megumi, Kenshin y como olvidar a Yahiko, todos ellos hacian sin chistar lo que yo hacía y confiaban plenamente en las decisiones que yo tomaba, no podía fallarles.
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Misao se arreglo con mas entusiasmo que nunca esa mañana, su puso su ropa deportiva y salió a correr mientras pensaba una y otra vez en su inusual visita. Su día parecía extremadamente largo, Omatsu no paraba de hablar de cosas que no entendía y ella solo asentía con la cabeza a todo, incluso cuando la chica irritada le preguntaba si le estaba prestando atención, miraba constantemente su reloj con la esperanza de que las manecillas milagrosamente caminaran mas rápido, estaba realmente ansiosa, en las clases casi no se concentro y cuando por fin la tarde llego, corrió a su cuarto para ver si Aoshi ya estaba allí, pero la desilución se hizo presente cuando encontro su cuarto vacio. Su desesperación crecio, cada segundo creía haberlo escuchado llegar, preparo la cena, se ducho, miro televisión y a medianoche fue a la ventana de su cuarto mirando atraves de la oscuridad tratando de encontrar la silueta de Aoshi. Cuando se disponía girarse para ir a sui cama otra vez y se encontro con sus frios ojos azules. Misao mordió sus labios para ahogar un grito.
¿Me buscabas a mí? – dijo el mientras sonreía muy cerca de los labios de Misao.
Tu me quieres matar de un susto – le dijo ella con enojo.
Jamás podria querer hacer una cosa asi –
¿Dónde estabas? – pregunto misao mientras que paseaba sus ojos por el cuerpo de Aoshi.
¿Eso significa, que me extrañaste un poqutio? – le dijo Aoshi con una sonrida retorcida.
Bueno digamos que quiero estar a tu lado por el bien de la ciencia, ;uego tal vez podría escribir un libro sobre Vampiros, escuche de una mujer que llego a ser un best seller mundial – dijo misao sonriendole de vuelta – sera todo en honor a tí. –
Eres una terrible mentirosa, pero fingire que te creo – dijo Aoshi – Porque no te acuestas, hace frio, te vas a enfermar – le dijo Aoshi en un tono algo protector. Misao se metio en la cama y Aoshi se acosto a su lado sintiendo su olor mas fuerte que la noche anterior. Era un dulce olor que se quedaba en su nariz por varios minutos.
¿Qué haces durante el día? – le pregunto Misao
Duermo en un ataud – bromeo aoshi mientras trasaba con sus frios dedos el brazo de Misao. – Escribo, soy escritor – revelo Aoshi
¿En serio? ¿ Que escribes? –
Soy Historiador mas bien, escribo libros de referencias y tambien novelas historicas o de epoca, estudie literatura y arquelogía en la unversidad –
Que interesante, toda una caja de sorpresas, yo estudio... –
Arte, danza mas bien...ya lo sé – le interrumpió Aoshi.
¿Cómo lo sabes? Me seguias... me estas asustando – dijo en tono de broma Misao.
Misao, yo soy un Vampiro y a ti te preocupa que sepa datos sobre tí –
Pues si... eres un Vampiro muy Hostigador – le dijo misao entre sonrisas mientras trasaba con sus dedos el rostro de Aoshi . –¿ Entonces que te hace el sol? –
Me molesta en los ojos – le dijo Aoshi mientras sonreia con ironia – Solo me molesta un poco en los ojos y cuando es muy fuerte me veo demasiado blanco, realmente no me favorece – dijo Aoshi en tono de broma. Misao hizo mil preguntas, acerca de sus habitos, su dieta, todo aoshi le susurraba anecdotas muy bajito en el oido y acariciaba su pelo hasta que poco a poco, Misao fue cayendo en un profundo sueño. Aoshi estuvo a su lado toda la noche, sintiendo cada latido, cada movimiento de ella, su respiracion entrecortada y esa noches no escudriño sus sueños solo se limito a verla dormir.
Cuando comenzo a salir el sol Aoshi con pesadez se levanto de la cama para caminar hasta la ventana, pero sintió la mano de Misao sostener la suya, el le sonrio, bastante asombrado por los agudos reflejos de la chica.
Aun estas aqui pense que era solo un sueño –
- No, Misao no es un sueño –
Entonces a donde vas, es sabado y si el sol no te molesta quedate conmigo-
Necesitas hacer mas investigación sobre mí cierto, por el bien de la ciencia, no puedo ni siquiera pensar ni por un segundo que tu razó para querer que me quede, es porque disfrutas mi compañia –
Exacto –
Solo ire a cambiarme, volvere en un rato, lo prometo – dijo mientras se acercaba a la ventana.
Puedes usar la puerta, sabes? -
Ya lo sé, pero la ventana me parece mas dramatico, como Romeo y Julieta –
Lo que digas – dijo misao antes de voler a meterse bajo las sabanas sin intencion de salir de allí.
Aoshi Caminaba directo a su casa, cuando sintió que lo perseguian, miro hacía todos lados intentando buscar a su acompañante, podía oler sangre fresca en el, debía ser un vampiro. Se encontro con dos grandes ojos dorados que lo observaban desde la oscuridad. Sanosuke salió mirandolo directo a los ojos.
-¿De dónde vienes, Aoshi? –
- Me estabas siguiendo –
- Vienes de la casa de esa humana , esto esta mal Aoshi, nos pondras en evidencia a todos , cuando vengan los cazadores no solo vendran por mí si no por todos nosotros y yo no dejare que eso pase, si es asi no dudare en decirlo en el clan que nos estas traicionando –
- No diras nada Sanosuke, todo esta bajo control aqui –
- Eso espero, Aoshi, porque todos tenemos debilidades y no quiero si quiera pensar que ella podria ser la tuya. –
- No te preocupes por eso Sanosuke –
- No soy yo quien debe preocuparse, Aoshi, pero sabes que si Saito se entera de esto...
- No pasara nada –
- La va a matar si se entera, El no es como nosotros... esto es un riesgo, Aoshi –
Continuara...
Bueno hasta aqui este primer capitulo, espero que lo hayan disfrutado mucho y que les haya gustado mi nuevo trabajo... por favor dejenme sus comentarios!! Hechenme porras, o diganme que piensan!! Me disculpo como siempre por algunos errores ortograficos son las tres de la mañana asi que estoy medio fundida. Ya saben como dejar comentarios el botoncito violeta que dice go no estan dificil... los veo en la proxima entrega .
