Hoooooooooooooooooola gente!! Bueno, aquí estoy yo subiendo mi primer fic. Espero que les guste, y si no, decidiré dar por
terminada mi carrera de escritora. Los personajes son de JK Rowling (¡¡¡La mejor!!!), y los fomes chantas esos, son míos. Besos,
espero que les guste.
Confesiones a un desconocido
I Un nuevo año escolar
Eran pasadas las doce de la noche, pero aquélla chica definitivamente no podía dormir. No sabía si tenía algo que ver el que mañana
comenzase su último año, o quizás era simplemente una noche de vela, pero el sueño parecía acumularse en sus ojos, sin poder llevarse a
cabo el hecho. O tal vez era que los recuerdos y pensamientos atacaban casi de forma siniestra su mente, perturbándola de tal modo,
que le producían hasta dolor de cabeza.
Sí, seguramente era eso. Aún no podía llenar su baúl, por no poder decidir qué llevar. Es que cuando el peso de seis años atormenta tu
mente, es difícil pensar en otra cosa. La nostalgia empezaba a llenar su esbelto cuerpo, y tal vez la tristeza pudiera rebalsarse, y escapara
por sus verdes ojos.
No podía creer que estuviera a sólo unas horas de tomar por última vez el expreso de Hogwarts para llegar al colegio. A ese colegio que
le había brindado mucho más que enseñanzas. Le había entregado amigas, aventuras... Le había entregado una nueva vida que, como
chica muggle, jamás creyó que pudiese existir. Pero ahora, en la madrugada, el aire parecía cargado de humedad (aunque estuviese
terminando el verano), y podía sentirse el paso de los años sólo con inhalar. Hace seis años (que parecían una semana, o incluso menos)
recibió la carta que le abrió aquél nuevo mundo...
Se recostó sobre la cama, en un vano intento de alejar los pensamientos de la mente; cerró los ojos con la esperanza de al fin conciliar el
sueño, pero una sonrisa burlona y una mirada arrogante la miró desde el fondo de su cabeza.
-Potter- Suspiró con cansancio. Se sentó en la cama y masajeó su sien. –Potter- Repitió.
El chico más popular de la escuela, el más mujeriego, el que más la molestaba... Y definitivamente el único que valía la pena. Había
intentado salir con otros hombres para olvidarse de él, pero aquello dio tanto resultado como enseñarle hablar a un pez. No entendía,
habiendo tantas personas, por qué justamente él era del que tenía que enamorarse, pero simplemente eso fue lo que sucedió. De haber
podido sacarse el corazón, definitivamente lo habría hecho, pero pensó (erróneamente) que eso sería más difícil que olvidarlo.
Se levantó y se miró en el espejo.
-Gorda no soy. Tampoco soy tan fea¿o sí? Bueno, tal vez sí, porque Potter nunca se ha
fijado en mi.- "Quizás eso sea porque jamás te has mostrado amable con él"- Me mostraría amable si fuese diferente conmigo.- "¿Por
qué sería diferente contigo¿Acaso eres especial para él?"- No. Es verdad. Pero quizás, tal vez, este año sea diferente. Quizás este año
me vea como alguien más que otra chica del colegio.- "¿Qué va a ser distinto esta vez?" Preguntó insistente la voz en su cabeza.- No lo
sé- Respondió dudosa la chica.- Tal vez simplemente sea distinto- "Todos los años dices lo mismo, y jamás pasa nada".- No importa-
Dijo ahora, sonriendo-, pero ¿quién sabe qué pasará en este: mi séptimo y último año en Hogwarts?
Y sin borrar la sonrisa radiante de su cara, Lily Evans se quedó profundamente dormida.
-¡¿QUE QUÉ HORA ES?!
-Siete treinta hija. Pero por favor, apúrate, que puedes perder el tren.
-¡QUÉ ME IMPORTA EL TREN! MÍRAME, SOY UN ASCO. Adiós novio, adiós novio...
Repetía la chica, casi como recordatorio mental. Es que así era Clover. Alta, delgada, pelo largo, castaño claro, ojos azules... el encanto
de una gran número de hombres del colegio, y con ello el doble en envidia por parte de chicas. Le podían decir vanidosa, sin cerebro, y
muchas cosas más, pero la frente siempre la llevaba en alto. "Celos" decía ella, "celos".
Pero ahora, no tenía tiempo para arreglarse. El maquillaje, el alisado, la ropa, las uñas... tantas cosas que ver en tan poco tiempo. ¡Es
que las mamás no entendían nada! Había puesto el despertador a las seis de la mañana, y ahora (por alguna extraña razón) estaba
destrozado en el suelo. Pero a su madre no le costaba nada despertarla temprano.
-Hija, te ver perfecta. Así que por favor anda al auto. ¿Sí?
-Bueno mamá, pero tengo que ocultar de alguna manera los tres kilos que subí en el verano. (Dieta: URGENTE). Esta polera, no.
¿Falta? Mórbida. ¿Qué tal...?
-HIJA, 8:30. ¿Para qué te pruebas tanta ropa, si después te pones el uniforme?
-Ya voy, ya voy... Adiós popularidad. Casi logro escuchar a las chicas diciendo: "miren a esa vaca. ¡Cómo engordó! Y tanto que se
pavoneaba. ¿Es que tuvo una pelea con la peineta hoy?.." Y a James y Sirius: "¿Quién eres tú¿Te conocemos?" Noooooo, por favor. Si
yo puedo hacer dieta, en serio. Puedo, puedo...
-HIJA- Gritó su madre como última advertencia.
-Ya...ya voy mamá- Respondió Clover, sentándose abatida.
-Niña, deberías hacerle caso a Lily. A ella no le importa lo que piensen los demás.
-Sí sé mami...-Dijo débilmente la chica cubriéndose el rostro con las manos.
-Clover, perdóname. De verdad no quise ser tan ruda. Si alcanzamos a llegar, pero cambié la hora del reloj. No llores hija.
-En primer lugar- Pronunció la muchacha con una voz demasiado seria como para haber estado llorando hace unos instantes.- No lloro
porque me hayas retado, sino porque acabo de perder a los minos más topísimos del colegio. O sea, Hello! Y segundo- Tomó aire
ruidosamente- ¡¿CÓMO SE TE OCURRE MENTIRLE ASÍ A TU ÚNICA HIJA¡MALA MADRE! Apúrate mejor, que me muero de
ganas de ver a Lily.
-¡Clover!- Gritaba Lily, mientras recorría los compartimientos del tren, tratando de encontrar a su amiga.- ¿Han visto a Clover¿No? Lo
siento. Adiós.- Y se marchaba algo ruborizada.
Ya había echado un vistazo afuera, pero ni rastro de ella. Así que luego de dejar su baúl dentro de su compartimiento, fue a buscarla
dentro del tren. ¡Nunca podía llegar a la hora! En cambio ella, como cada año, a las ocho treinta estaba en la estación. Quizás no tan
arreglada y linda como su amiga, pero eso no le importaba demasiado. Potter no se fijaría en ella aunque tuviera un sapo en la cabeza.
-"Lo mejor será seguir buscando a Clover".- Pensó melancólica la chica.- ¡Clover¿Dónde estás¡Clover¿Me o...?- Pero algo cayó
pesadamente sobre su cabeza.
-Lily, quédate quieta. Por favor, no te muevas- Le dijo suavemente un chico.
-Frank, por favor dime que lo que tengo en la cabeza no es...
-¡Un sapo¡Parece que Evans al fin encontró novio! Deberías haber accedido a salir conmigo. ¡Mira a lo que has llegado!
Y ahí estaba, ese chico alto, delgado, pelo negro azabache incontrolable, con gafas, capitán del equipo de Quidditch y, adivinen... amor
de su vida, burlándose de ella. La miraba con esa sonrisa arrogante, y detrás de él, el infaltable grupo de chicas (bastante más lindas que
yo, pensó Lily).
-No Potter, de verdad prefiero salir con este sapo antes que contigo. Así que si tú y ese grupo de inmaduras chillonas sin mente, que
piensa (si supieran lo que es eso) que la cabeza es para adornarla, me permiten pasar, estaría eternamente agradecida. Tengo cosas más
importantes que hacer.
-¿Y cómo pagarías el favor¿Con un beso, preciosa?
E, ignorando el comentario de James, le entregó el sapo a Frank y siguió buscando a Clover. ¡Tal vez sí llamaría la atención de ese
engreído con un sapo en la cabeza!
Le costaba entender la actitud de Potter. Le pedía salir con él, y luego se burlaba de ella públicamente. La defendía de Snape, y luego
decía que era novia de un sapo. O es que tal vez sólo la necesitaba para romper el record: "James Potter, el chico que logró salir con
todas las de séptimo, sexto, quinto y cuarto, excluyendo Slytherin". O quizás se había dado cuenta de los sentimientos de Lily, y le
gustaba jugar con ellos. Pero fuese tanto una razón como la otra, Potter era igual de inmaduro.
-¡Imbécil, arrogante, idiota¡TE ODIO¡Cabeza hueca¡Espero no tener que ver tu horrible rostro aunque...!
-Espero que no estés hablando de mí- Le advirtió una voz familiar.
Lily, aún enojada, levantó la vista.
-¡Clover¡Tanto tiempo¿Cómo has estado¿Qué...?- Pero entonces pareció reflexionar, y cambiando completamente su semblante
vociferó- ¡¿POR QUÉ VIENES LLEGANDO A ESTA HORA?! YO...
-Pero estoy aquí¿o no? Entera y dentro del tren. Ahora Lily, lo único que importa es: FASHION EMERGENCY. Mírame, estoy hecha
un desastre.
-Incorrecto, señorita Austen. Usted se ve ahora y siempre preciosa- Repuso una voz masculina a sus espaldas.
Ambas chicas se dieron vuelta, muertas de curiosidad al no reconocer la voz.
-Christian Kipling,- Le dijo la pelirroja, apenas lo vio, con un tono bastante serio- ¿qué te hace pensar que puedes marcharte así sin
más? Ninguna carta, noticia, explicación... ¡NADA!
-¿Así es como saludan a su amigo?
Y como si fuese una señal, ambas chicas lo abrazaron fuertemente (¡Hey!, hay espacio para todas, bromeó él), como si no lo hubiesen
visto en años. Y es que, la verdad, no lo habían visto en años.
-¿A eso le llamas amistad? Sinceramente, mal amigo, creo que merecemos un detallado informe acerca de tu travesía como
desaparecido.
-Indudablemente tendremos esa charla, pero no es el lugar ni el momento apropiado, así que, si me lo permiten ¿vamos a algún vagón?
Espero que hayan reservado alguno, porque no quiero compartirlo con Snape. Aunque esté solo y no ocupe mucho espacio, no es una
MUY grata compañía que digamos.
Y las carcajadas de los tres amigos, parecieron avivar al tren, que con un furioso silbido, dio inicio al paseo que, para algunos, darían por
última vez en esa dirección.
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Eso fue. Cortito, pero se viene más. Hay ideas ¿ok?
Nada...ojala les haya gustado. Dejen reviews si es buena, y si es mala tambien. xD
Nos vemos en el otro capítulo. Adiosssss.
