Disclamer: Los personajes originales y la idea original del anime/manga Inuyasha no me pertenecen, su autoria pertenece a Rumiko Takahashi, yo únicamente los utilizo para dar vida a mi propia historia.
Capítulo 1:
En tierras Japonesas lejos de su época y hogar, en una pequeña aldea se haya una muchacha de cabellos color azabache, ojos de un tono marrón que recuerda al café, vestida con un traje tradicional de sacerdotisa, más que tradicional común en aquella época, la época del Sengoku. La chica tarareaba una dulce melodía mientras recolectaba todo tipo de hierbas para sus remedios medicinales, las depositaba con delicadeza en una cesta con forma de canoa de forma que quedasen ordenadas en pequeños montones, una vez satisfecha, se levantó y emprendió el camino de vuelta. Una pequeña silueta corría entre las altas hierbas, su rápido movimiento parecía una danza, en cuanto la distancia entre la chica y él fue lo suficientemente corta, saltó directamente hacia ella.
-¡MAMAA!
-¡Ah!
La chica inclino la espalda hacia atrás debido a que su equilibró se comprometió por el cambio de peso, podía ver en su hombro un matojo de pelos plateados y un par de orejas tan adorables que nada tenían que envidiar a las de peluche, el chico levantó la mirada, dejando ver sus ojos, uno color ámbar, otro color marrón café. La mujer al ver aquellos ojos, sonrió, luego frunció el ceño, se agachó para depositar la cesta en el suelo y seguidamente se levantó, poniendo sus manos en la cintura, miró severamente a la pequeña figura que tanto le recordaba a su padre.
¡Tora! ¡Cuántas veces te he dicho que no me asustes así!
Perdón mamá… - Susurró el chico, agachando sus aterciopeladas orejas y bajando la mirada.
La chica suspiró, ese chico no tenía remedio, era muy inquieto siempre le traía problemas con los aldeanos porque hacia travesuras y acababa destrozando cosas.
Vámonos a casa, tu padre estará preocupado preguntando donde te has metido, ¡te va a dar una buena cuando lleguemos!
Papa se ha ido, me dijo que fuese a buscarte y me quedase contigo, ¡no quiso llevarme con él, nunca me lleva en sus viajes! Siempre se va solo y me deja aquí…
La chica suspiró, se había marchado de nuevo sin decirle nada, era muy común, un buen día se marchaba de repente y regresaba al cabo de unos meses, para luego volverse a ir, demasiado había tardado aquella vez, miro al cielo, triste, cuando ella decidió quedarse en esta época no pensó que acabaría estando siempre sola, aunque sus amigos siempre estaban con ella y podía sonreír gracias a ellos, ella había renunciado a todo, sus estudios, sus amigos, su familia… ¡para estar con él! Pero él nunca estaba entonces, ¿qué sentido tenía su sacrificio? Era demasiado tarde para retroceder, el pozo que había servido de pasillo temporal entre las dos épocas, ahora era un pozo abandonado más.
¡Kagome-sama! ¡Tora-kun! – una chica joven los llamaba mientras agitaba su mano alzada.
La chica tenía el pelo azabache, con una coleta muy coqueta en un lado, su pelo, al contrario del de Kagome, era mucho más grueso y rebelde, sus ojos también marrones, siempre irradiaban un aura risueña. Cuando Sesshomaru la trajo para que pudiese crecer en una aldea humana y alejada del peligro, todavía era una niña, había empezado a crecer, estaba en plena pre-adolescencia, aun así, todavía le encantaba jugar y corretear por ahí, ella y Tora se lo pasaban en grande juntos parecían hermanos, era gracioso ver como Tora se metía en líos y Rin salía en su ayuda e intentaba calmar los enfurecidos ánimos de los aldeanos, disculpándose y obligando a Tora a hacerlo también.
Rin vivía con la familia, aunque disponía de habitación propia, dormía con Kagome y Tora, ya que Inuyasha abandonaba frecuentemente el hogar. Por las noches acostaban a Tora y ellas se iban a charlar en la habitación matrimonial, era un consultorio, un ritual que realizaban cada noche, una cepillaba el pelo a la otra mientras se explicaban sus anécdotas, sus alegrías y sus penas, una vez habían acabado, se acostaban juntas, casi todas las noches Tora se despertaba, bien porque tuviese sed o ganas de ir al baño, y de camino al encontrarlas durmiendo juntas se metía en la cama, en medio de las dos, celoso porque él también quería dormir con su mamá.
Una vez a la semana, Sesshomaru venía a visitar a Rin, le traía hermosos vestidos y la chica al recibirlos los abrazaba y empezaba a saltar, contenta de su regalo, sus risas inundaban la casa entera. Mientras Rin iba a su habitación a guardar las prendas debidamente, Kagome ponía al Taiyoukai al corriente sobre el estado de la pequeña, comía bien, gozaba de buena salud… una vez acabada la explicación, el Taiyoukai hacia un breve gesto con la cabeza de conformidad, Kagome sabía que aunque él no le había pedido explicación alguna a Sesshomaru parecía interesarle, ya que nunca había manifestado desagrado o queja.
Cuanto ha crecido ¿Verdad?, solo era una chiquilla cuando nos la trajiste.
… - No hubo contestación alguna, era habitual el silencio en el demonio.
Pero de momento no tienes que preocuparte por ningún pretendiente que te la quiera quitar. – Sesshomaru miro de reojo a la sacerdotisa que escondía su divertida sonrisa como podía. – Aunque, pocos serán los osados que se atrevan a cortejar a la protegida de un gran demonio.
Kagome se quedó pensando en eso último, Rin era una chica que a medida que iba creciendo se iba tornando más hermosa y ya había robado el corazón de muchachos inocentes, aunque bajo la protección de Sesshomaru no tiene que preocuparse por rufianes que quisieran tomarla por la fuerza, tendrá bastantes problemas para encontrar a alguien que no huya ante la primera intimidación del Taiyoukai. Ella se quedó mirando al alto demonio que se mantenía de pie, inmóvil como una estatua en la entrada de la casa.
Aunque se le vea tan frio, protege y mima todo aquello que le importa, sus acciones hablan por sí solas, si por lo menos Inuyasha fuese tan considerado como Sesshomaru… - pensó en sus adentros.
Se quedó tan enfrascada en sus pensamientos que no se dio cuenta que se había quedado mirando fijamente al hombre y que este, también la estaba mirando.
¿Ocurre algo? – preguntó sin cambiar ni un ápice su pose.
¡No es nada! – contestó ella sacudiendo la cabeza.
El hombre volvió a centrar su mirada al frente, parecía un robot, ella se quedó incomoda a su lado, sin decir nada, deseando que Rin bajase pronto y como si sus plegarias hubiesen sido escuchadas, la chica bajo dando saltitos en cada peldaño.
¡Muchas gracias por sus regalos Sesshomaru-sama! Los guardaré como un tesoro.
Hoy no puedo quedarme Rin, tengo asuntos que atender en la mansión, volveré en unos días.
La chica se puso triste, pero inmediatamente puso su mejor sonrisa, asintió con la cabeza y respondió.
¡Bien! ¡Tengo mucho que contarle!
El demonio, que parecía tener prisa salió por la puerta y empezó a emprender el vuelo.
¡Eh! ¡Sesshomaru-sama! ¿Se quedará por la noche la próxima vez?
Sí – Contestó de forma refleja ya que no prestó atención, pero como si se tratase de un señal que se había perdido de camino al cerebro y que pocos segundos después por fin había encontrado la forma de llegar, reaccionó.
Pero era demasiado tarde, la chica ya se había metido dentro de la casa, no tenía tiempo para volver y deshacer el malentendido así que decidió que ya lo haría el próximo día y sin más demora se dirigió a la mansión.
Dentro de la casa, la chica, excitada, empezó a planear miles de cosas que hacer esa noche que su señor se quedaba, Kagome, que estaba elaborando remedios medicinales, se la miró tiernamente.
Los días pasaron y el Taiyoukai volvió para visitar a la pequeña...
CONTINUARÁ…
Notas del autor:
¡Bueeeeeeeeeeeeeeeno!, hace décadas que no escribo, el antiguo Fic que contenía 6 capítulos lo borré, era del 2007 y aunque parecía haber gente que actualmente había leído y comentado la historia, después de tanto tiempo no sabía ni como continuarla porque no tenía en mente mi idea original sobre la trama, así que en vez de dejar que la gente lea una historia incompleta y se quede con la curiosidad del "que pasará", prefiero borrarlo y ahorrar eso a mis lectores, ya que yo como lectora odio los fics incompletos.
Bueno, vuestro apoyo me servirá para animarme a escribir más capítulos, por lo tanto cuanto más apoyo, ¡menos tiempo de espera! acepto también críticas, si habéis visto una sola falta en la palabra que sea o un error gramatical, o bien algún fragmento que está mal expresado y no entendéis que he escrito ahí, me lo escribes en un Review, ¡vuestras críticas me ayudan a mejorar y a ofreceros una mejor calidad!.
¡Nos vemos en el próximo capítulo!
Sukimine~~
