Poco después de que Felix y Calhoun comenzaran a salir, él había tomado una desición, le pediría matrimonio a su novia, tardó días planeando cada momento de esa noche para que todo saliera perfecto, ya sabía a donde ír, la llevaría a un hermoso lugar de Sugar Rush donde se encontraban varias cascadas de chocolate y el ruido relajaba a cualquiera, los anillos de boda eran preciosos, para Tamora escogió un hermoso anillo de oro con incrustaciones de diamante en las orillas y en el centro el nombre "Felix" grabado en él, y para Felix el anillo era algo diferente, un anillo de oro con una franja de oro blanco en todo el contorno del anillo y el nombre "Tamora" grabado del mismo modo que el de ella, guardó el anillo de su novia en una caja negra y lo guardó perfectamente para que no se extraviara, ya en el gran día cuando por fin le pediría ser su esposa, desde la mañana estuvo como loco planeando la comida, guardó en un canasto toda la comida que preparó, pastelillos de chocolate los favoritos de Calhoun, Spaghetti con albóndigas, bagettes, una botella de champagne y otros postres más, incluso le pidió a Mary que preparara uno de sus deliciosos pays de frambuesa, ya listo eran las 7:40, se arregló el traje, tomó la canasta con la comida y se dirigió hacia Hero's duty, no caminó más de 10 minutos, al llegar allá caminó por los cuarteles, todo era de metal resistente y parecia un lugar solitario, no entendía como es que ella soportaba vivir ahi, cuando por fin llegó a la alcoba de Tamora se puso de pie frente a la gran puerta de metal y revisó su reloj, eran las 7:58, le quedaban 2 minutos extra y no queria tocar aún la puerta, ¿qué tal si ella no estaba lista? ¿o si parecia desesperado en verla? lo mejor era esperar a la hora acordada, se puso a revisar que todo estuviera en orden, tenía bien puesta la chaqueta, los zapatos estaban limpios, las flores aún lucían hermosas, bien, todo estaba listo para que dieran las 8, cuando por fin su reloj marcó las 8:00 pm exactas el suspiró y cuando estaba a punto de llamar a la puerta ésta se abrió, era ella, completamente hermosa, lucía un vestido negro de tirantes con un escote en la espada que llega hasta la cadera, su collar y suspendientes hacian juego, se veía radiante -Oh my land...- eso fué lo único que Felix pudo decir.