_The Transferred_
Chapter 1_TRANSFERIDA_
Bella POV
Transferida.
Suspiré, mientras veía las paredes hechas de ladrillos rojos con grafiti, y el amplio estacionamiento escolar lleno de coches viejos y usados.
Miré suplicante a Renée.
-¿Es enserio? ¿Forks? –Inquirí burlesca.
Mi madre tenía raíces justo aquí, es decir, que desde los tiempos coloniales su familia ha vivido en el siempre nublado pueblecito de Forks. Donde aproximadamente contaba con una población de 1, 120 personas.
``1,121´´ Pensé, sombría.
En mi mano derecha tenía una carpeta con mis documentos para mi ficha de inscripción.
Con letras negras enmohecidas rezaba con imponencia ¨Preparatoria de Forks¨.
Gemí para mis adentros. Era lunes y el estacionamiento, además de tener coches, tenía jóvenes. Y cuando hablo de jóvenes me refiero a ambos sexos.
Todo mundo se me quedaba viendo. Miré a mi madre sonreírle todo el mundo.
``Si tanto te gusta esta estúpida escuela, porque no te inscribes tu´´ Pensé, mientras fruncía el ceño.
-Bella, ya habíamos hablado de esto, Charlie y yo…
-¨Necesitamos tiempo para nosotros¨ -Imité, con su tono dulce. Lo había repetido, por lo menos, 50 veces-. Má, mudarme yo desde Italia, hasta Forks fue un poco radical, ¿no crees?
Renée negó con la cabeza.
-Todo esto lo hacemos por tu bien, mia cara –Dijo hablándome con su acento Italiano.
-Non capisco come sia possibile che tu vuoi che io iscriversi questa seconda scuola, la mamma –Rezongué hablando en italiano.
-¡Bella! –Me regaño mi madre-. No te permito que me hables así.
La miré con furia.
Abrí las grandes puertas azules de esmalte raspado y caído con toda mi fuerza, haciendo que estas rebotaran en la pared y se cerraran en la cara de mi madre.
Empujaba a cuanto se cruzaba en mi camino. ¿Cómo era la expresión?
Así: Hecha una furia.
Detuve a un chico de gafas más grandes que su rostro. Él me miró asustado.
-Strano, ho bisogno di sapere dove si trova la sede principale –El me miró confundido. Sentí algo húmedo bajo mis pies-. ¡Shit! ¡Hai urinato, imbecille!
Él chico se quedó como estatua y luego salió corriendo rumbo a los baños.
-¡Oh por Dios! –Chilló una voz-. ¡Tus zapatos Prada están arruinados!
Me giré para ver de dónde provenía aquella voz. Me sorprendí cuando vi a una chica de estatura baja, cabellos cortos azabaches con las puntas en diferentes direcciones y unos bonitos ojos verde aguamarina. Tenía una expresión horrorizada en su rostro. Parecía a punto de llorar.
-¡Oh! No te preocupes, mia cara –Dije, en un horrendo intento de tranquilizarla-. Son de un modelo pasado.
Ella seguía ahí con la mirada fija en mis zapatos y la misma expresión de horror.
-¡Pero si no han llegado aquí! –Gritó aún más fuerte, intentando contener las lágrimas.
La mire preocupada. Busqué ayuda y solo encontré a dos gemelos rubios intentando que no llorara.
Suspiré y sonreí con comprensión.
-Este… Mia cara, no te preocupes, el modelo que tengo me gusta. Odio este modelo en negro–Dije, procurando por lo menos, que siguiera llorando-. Lo prefiero en azul.
Ella me miró, se acerco con cautela y me dio un abrazo fuerte. No sabía cómo corresponder. Solo atine a pasarle mis brazos por los hombros. Todos los del pasillo nos miraban. Me sentí como si no trajera nada de ropa puesta. Pero lo que más me sorprendió fueron sus dulces palabras.
-Seremos las mejores amigas, Bella –Susurro, alegre.
Mis ojos se abrieron tanto, que pensé que se saldrían. Me separé de ella y la mire con suspicacia.
-¿Cómo sabes mi nombre? –Inquirí asombrada, mientras la miraba fijamente.
Ella sonrió ampliamente.
-Hace rato, cuando me empujaste –Me sonroje-. Se te cayó un papel.-De su bolso de lentejuelas plateadas, sacó una hoja blanca con mis datos. Me la entrego sonriente.
Baje la mirada, cohibida. Parecía que ella me conocía más de lo que yo misma me conocía.
De pronto todos se quedaron callados. Una ola de suspiros se escucharon y otra de murmullos.
Alice negó con la cabeza y se giró hacia la puerta principal de la escuela.
Unas chicas estaban amontonadas formando un círculo en torno a algo o alguien.
Miré –sonrojada, todavía por empujar a Alice- como la multitud de chicas gritaban emocionadas. Me encogí de hombros y vi como mi nueva amiga me tomaba de la mano y me sacaba de aquel pasillo atestado de jovencitas.
En su mirada note la desesperación y… ¿Tristeza?
La mire de reojo para cerciorarme de que de verdad estaba triste, pero cuando la mire su mirada era feliz y llena de ilusión. Sonreí. Involuntariamente, el pensamiento de Alice y yo siendo las mejores amigas era muy agradable. En Italia solo tenía una amiga, Vera. Esta a pesar de tener tres años más que yo –pronto cumpliría los 18, por lo que eran 2 años y unos cuantos meses- estaba casado y con un hijo. Sus padres nunca aprobaron ese matrimonio, por lo que Vera y toda su familia le dieron la espalda. Suerte que los padres de su esposo accedieron a apoyarlos durante su embarazo y al momento de dar a luz. Como los padres de Vera son mis padrinos de bautizo, Renée y Charlie son muy amigos de ellos, y por la influencia de esos señores me prohibieron volver a dirigirle la palabra a Vera. Suerte que estamos en el siglo 21. El correo electrónico nos ha servido para estar es contacto.
Le había mencionado acerca de mi transferencia a Forks, mientras los hipócritas de mis padres se regresan a Italia. Ella se puso de mi parte y me dijo que en cuanto pudiera se pasaría por allí. Estaba agradecida con Vera, pero no quería que gastase su dinero –que bien podría utilizar con su familia- en mí.
-¿Bella? –Pregunto, Alice con diversión. Supuse que en mi rostro debería tener una sonrisa tonta.
-¿Mhmm? –Fue lo único coherente que pude soltar de mi boca.
Cuando entendí donde nos encontrábamos –la oficina principal, de paredes azules, techo blanco y ventiladores en estos últimos de color crema- sentí como la sangre se acumulaba en mi nariz y mejillas.
``Malditas reacciones involuntarias´´ Pensé enojada conmigo misma.
Me dirigí hacia una señora de unos cuarenta y tantos años, con cabellos pelirrojos cortados a la altura del hombro, gafas gruesas y cafés de los cuales había unos bonitos ojos azules. Parecía que Alice se mantenía a la moda –y por la moda a veces se sufre-, mientras que la señora era todo lo opuesto: tenía unos pants verde claro y una sudadera café. No quería ni imaginar lo que traía puesto en los pies.
-¿Sí, querida? –Pregunto, amablemente, regalándome una sonrisa.
Me sonroje y miré mis zapatos.
-Soy Bella Swan… Transferida de Italia –Murmure, aún mirando mis zapatos.
-¡Oh, claro! Tus padres informaron de tu llegada el día de hoy –Recordó-. Parece que no serás la única transferida, ¿no es así, Alice querida?
Alice no hablo, se limito a asentir con la cabeza. Ella pensó que no me di cuenta de que evitaba mi mirada.
Regrese mi vista a la secretaria y le sonreí. Por supuesto aún sonrojada.
-Solo tendrás que llenar estos papeles –Hablo, mientras buscaba entre un montón de hojas. Tardo un par de minutos en abrir y cerrar cajones. Suspiro aliviada cuando los encontró-. ¡Aquí están!
Me entregó un par de hojas con algunas cosas que llenar. Era la primera vez que era transferida a otra escuela fuera del continente europeo, pero todo era fácil de llenar. Mire de reojo a Alice, y me di cuenta de que miraba preocupada hacia la puerta.
Seguí el curso de su mirada…
Y me quedé sin aire.
Hola! Este fic se me ocurrió de la nada.
Bueno, enrealidad la historia original hablaba de que Bella era transeferida a Forks desde Manhattan, pero luego pensé en Edward como un modelo francés y Voula!!
(Se pronuncia asi??? xD)
Espero que les guste este primer capitulo.
Bye!!!
¿REVIEWS?
