Disclaimer: todos los personajes pertenecen a J. K. Rowling
El siguiente fic participa en el Reto temático: Día del Padre del foro El Escorpión Que Coleccionaba Rosas (EEQCR)
Scorpius miraba embelesado a su pequeña Hydra. No podía creer lo hermosa que estaba la niña, era muy parecida a su madre, pero con el inconfundible cabello Malfoy.
La pequeña, de tan solo dos años, estaba jugando en la alfombra de su habitación con unos unicornios de peluches, ignorando por completo a su padre. Scorpius por su lado, estaba sentado en la mecedora que Rosie usaba para arrullar a su hija, con un libro en la mano, tratando de pasar el tiempo.
Su esposa los había encerrado en la habitación de Hydra, con el pretexto de que la cuidara mientras hacia algo "super importante"; no tenia la menor idea de que se trataba, pero tendría que esperar para averiguarlo, porque no, no quería ver a la pelirroja enojada, a decir verdad, daba miedo cuando se enfadaba.
Un ruido estruendoso llegó desde la cocina, el rubio se levantó de golpe de su asiento y se acercó a la puerta; justo cuando iba a abrir, le llegó el grito de su mujer.
— Estoy bien cariño, no te muevas.
Él sonrió divertido, pero no salió del cuarto. Otro sonido fuerte interrumpió su lectura, pero decidió ignorarlo, hasta que un ligero olor a quemado se filtró por la puerta. Salió hacia el pasillo corriendo, pero frenó frente a las escaleras.
— Maldita sea, se ha quemado— murmuraba la mujer — nada que un poco de magia no puede arreglar.
Unos minutos después escuchó unos pasos acercarse a la escalera, y el rubio corrió hasta la habitación de la pequeña, se sentó en la mecedora y fingió que no haberse movido.
Rose abrió la puerta, su blusa estaba manchada de algo que Scorpius no reconocía y el cabello un poco chamuscado; el rubio se preguntó que habría estado haciendo para terminar en ese estado.
La pelirroja se acercó a su hija, le murmuró algo en el oído y ésta se fue corriendo.
— Lo siento, necesito a Hydra, Tu quédate— le ordenó antes de salir.
En el piso inferior, la pequeña Hydra estaba haciéndole un dibujo a su padre, justo como su madre le había pedido. Unas manchas por aquí, otras por allá, y su obra estaba lista. Su madre escribió algo y luego le indicó a la pequeña donde se escondiera.
—¡Scor baja!— gritó la chica.
El rubio no se lo hizo repetir dos veces, y unos cuantos segundos después, se encontraba en la cocina, dispuesto a descubrir en que estaba metida su mujer.
Se quedó sorprendido al ver un enorme pastel, y miró a Rose sin entender.
—Abre la tarjeta, y léela en voz alta— le pidió ella.
Scorpius observó el dibujo de su pequeña, y sonrió. — Para mi papi, Feliz día.
En cuanto terminó de leer, Hydra salió del pastel gritando — ¡Fei día papi!
Sin poder evitarlo, el rubio estalló en carcajadas.
—Gracias bebé— dijo dándole un beso a la niña.
—Feliz día del padre Scor.
Él esbozó una sonrisa sincera, porque no importaba que Rosie hubiera casi quemado la cocina, ni que el pastel estuviera horrible (porque la pelirroja tenia las mismas dotes culinarias que Hagrid), ni siquiera que el dibujo de su pequeña no se entendiera, ése había sido uno de los mejores día de su vida.
Es muy cortita y tonta pero… bueno quería dar mi aporte para el día del padre.
Dedico esa pequeña historia:
* a mi PAPO por ser el papá más genial del mundo, siempre ha estado conmigo a pesar de todo.
* a mi POLLITO, porque tu hija y yo te adoramos, ¡eres un excelente padre!
