ARCO DE BLACK PEARL
Aquí está el primer episodio de este arco alternativo de One Piece. Podríamos situarlo después de lo sucedido en Skypea, pero temporalmente da un poco igual donde lo coloquemos, porque no afecta a la trama principal.
Recordemos que el Going Mery viajan el capitán Monkey D. Luffy, el segundo de abordo Roronoa Zoro, Nami la navegante, Usopp el francotirador, Sanji el cocinero, Chopper el médico y Nico Robin, la arqueóloga.
-¡Luffy! ¡Ven aquí, pedazo de tragón! ¡Es la última vez que te zampas mi estofado, te lo aseguro!-la voz de Sanji resonó por toda la cubierta, haciendo que Nami, Robin y Chopper levantasen la vista, muy sorprendidos.
-¡Pero si yo no he sido Sanji, de verdad! ¡Fue Usopp, yo le vi!-rió el alocado capitán, mientras Sanji le arrojaba un enorme cuchillo, furioso.
-Eh, a mí no me metas en esto-intervino Usopp, que parecía muy ocupado con un extraño artefacto que había inventado hacía poco.
-¿Ya estáis con vuestras peleítas? De verdad que parecéis niños pequeños-bufó Nami, que estaba tomando el sol con Robin en unas tumbonas en la cubierta, mientras revisaba el mapa de rutas-Sanji, te creía más maduro.
El chef rubio se sonrojó, y trató de excusarse.
-Oh, Nami, cariño, es que había preparado un delicioso plato de carne para vosotras… y este pozo sin fondo se lo ha zampado-volvió a mirar a Luffy, que subido al palo mayor del Mery le sacaba la lengua con guasa.
-No te vayas a poner a llorar-le dijo con malicia Zoro, que se encontraba haciendo su ejercicio de levantamiento de pesas diario.
-Ya estabas tardando en hablar, marimo… pues hoy vas a cobrar-gruñó Sanji, fulminándole con la mirada.
-¡Sanji!-le interrumpió Nami-basta ya de peleas. Siempre andas a broncas con todo el mundo-el pobre Sanji se sonrojó ante la reprimenda de su adorada Nami-ven aquí y échame un poco de protector solar en la espalda. Ya tendrás tiempo para cocinar luego…
-Si, Nami-swann-dijo Sanji, emocionado ante la idea de tocar el cuerpo de Nami.
-Caprichosa-murmuró Zoro.
-Tú te callas-le espetó Nami. Después se volvió hacia Luffy, que seguía encaramado al palo mayor y le hacía muecas a Chopper para divertirle-será mejor que bajes, hay algo que quisiera comentarte.
-¿A mí?-se sorprendió el chico del sombrero de paja, sacándose un pedacito de carne del estofado de entre los dientes.
-Sí, claro ¿eres el capitán, no?-le instó ella, impaciente-baja, anda.
Luffy dio un enorme salto y aterrizó al lado de Zoro, al que dio una gran palmada en la espalda.
-¿Qué tal Zoro? ¿Ya has acabado tus gimnasias?-preguntó con su buen humor habitual.
-Casi…-gruñó el espadachín.
-Estaba pensando que ya que necesitamos provisiones podríamos hacer una parada antes de seguir la ruta de la Grand Line-comentó Nami, enseñando su mapa a Luffy, que lo miró sin entender nada de lo que leía.
-Sí, porque casi no nos queda carne-comentó Sanji volviendo a mirar a Luffy con inquina.
-Ni sake-añadió Zoro, secándose el sudor con una toalla.
-Eso es porque te lo bebes tú todo-le reprendió Sanji.
Zoro iba a replicar, pero Nami le interrumpió antes de que iniciase otra discusión.
-He pensado en parar en Tortuga-dijo, señalando la isla en el mapa que ahora sujetaba Luffy.
-¿Tortuga?-repitieron Robin, Zoro, Chopper y Sanji a la vez.
-¡¿Tortuga?!-Usopp se dio un golpe contra la parte baja de su nueva máquina, que estaba intentando retocar.
-¿Una tortuga? ¡Me encantan!-exclamó Luffy, emocionado-¿Vamos a tener una?
-No, melón, la Isla de la Tortuga-Nami puso los ojos en blanco. Podía querer mucho a Luffy pero a veces la desesperaba, igual que los otros dos zoquetes-Allí podríamos aprovisionarnos y de paso conseguir algunas cosillas que nos vendrían muy bien…
-¿Qué "cosillas"?-preguntó Zoro, escéptico.
-Creo que podemos encontrar mejor comida en cualquier otra isla-añadió Sanji, mirando a Nami inseguro.
-Venga ya chicos, Tortuga es el lugar de encuentro de los mayores barcos que cruzan el mar. ¡Allí se aprovisionan Shirogue, los Sichibukais e incluso a veces la Marina! Los mejores artículos de tecnología pirata se encuentran en Tortuga: cañones de alta precisión, brújulas multiusos, espadas y pistolas con mejoras para el combate…
-Pero en Tortuga se reúnen los piratas más peligrosos. Es la única isla en la que la piratería es legal y está bien vista… Si no queremos problemas deberíamos quedarnos al margen-opinó Robin.
-¿Quién ha dicho que no queramos problemas?-dijo Zoro con su bravura habitual, haciendo sonar las espadas de su cinturón.
-¿Entonces tú me apoyas?-le dijo Nami, sonriéndole con complicidad.
-Claro que no-dijo Zoro, y ella puso una mueca de disgusto-no se nos ha perdido nada en ese antro. Lo único que hay es escoria y un montón de mierda que querrán vendernos. He oído hablar pocas veces de la Tortuga, pero nunca me han dicho nada bueno.
-¡Y no os olvidéis de los ladrones de barcos!-añadió Usopp, dejando la revisión de su extraña máquina de lado-¡Piratas que roban a piratas sus navíos y los dejan sin nada!
-¿Ladrones de barcos?-repitió Luffy, pasmado.
-Tortuga es un auténtico tesoro histórico. Todos los grandes piratas han pasado por allí. Y circulan un montón de leyendas sobre maldiciones y peligros que asolan la zona-comentó Robin, con su habitual tono etéreo.
-¿Maldiciones? ¿Grandes piratas? ¿Peligros?-repitió Luffy.
-¿Hay alguna razón en particular por la que quieras ir allí, Nami?-preguntó Sanji, mirándola inseguro. A veces era el único capaz de desvelar los complejos planes que Nami ideaba, y que no contaba a nadie.
-Ya os lo he dicho, ahora que estamos en la Grand Line creo que deberíamos aprovisionarnos lo mejor posible. Además, si queremos llegar al One Piece nos vamos a encontrar con otros piratas y peligros inevitablemente-sentenció Nami-¿quién está conmigo?
Contempló furiosa como todos negaban con la cabeza.
-Mala idea. Además no estáis preparados-dijo Zoro, ceñudo.
-¿Quién no está preparado?-Sanji le miró enfadado.
-A mí no me convence-dijo Usopp.
-A mí me da miedo-dijo Chopper, temblando.
-Bfff, seréis mastuerzos…-Nami les lanzó una mirada furibunda, y después se volvió hacia Luffy-¿Y tú? ¿Qué decides?
-Mmmmm-Luffy arrugó la barbilla mientras se rascaba la naricita con su particular gesto-suena bastante chungo.
Nami lanzó un hondo suspiro.
-Venga, ¿por qué no? ¡Vamos a Tortuga!-gritó de repente el chico de goma, sobresaltando a todos.
-¿Pero qué…?-se sorprendió Zoro.
-¡Luffy! ¿Es qué no has oído nada de lo que hemos dicho?-preguntó Sanji, enfadado.
-Sí capitán ¡Es una mala idea!-le dijo Usopp.
-¡Tengo curiosidad por ver esa Tortuga! Además, Nami tiene razón: encontrar el One Piece sería una caca si no pasásemos primero por la isla de piratas más famosa del mar-argumentó Luffy, despreocupado.
-No puedo creerlo-Zoro se dio una palmada en la frente.
-¿Y qué tenéis que decir? ¡El capitán es él! Así que obedeced-les dijo Nami a Zoro y Sanji, sonriendo triunfalmente-me alegra que por lo menos tú me entiendas, Luffy-dijo en tono meloso, abrazando al chico.
-Je, je. Espero que esa Tortuga valga la pena-comentó él, correspondiendo con cariño al abrazo de su nakama.
-A Tortuga entonces-cedió Sanji, celoso de Luffy-tampoco será para tanto.
-Ja, para vosotros no creo. Seguro que acabo lleno de vendas-comentó Usopp, divertido.
-No sería nada raro, no-dijo Zoro, mientras recogía sus pesas y las bajaba a la bodega.
-Espero que el marimo no se pierda por la isla-dijo Sanji, para picarle.
Zoro ya estaba bajando por las escaleras, pero le lanzó a Sanji una de las pesas, furioso.
Robin observó la escena sonriendo animadamente. Estaba cogiéndole cariño a aquellos chicos. Eran buenos amigos.
Entonces la joven arqueóloga desvió la mirada hacia el mar, y vio algo en el horizonte, algo que la hizo dejar de sonreír y levantarse. No podía creerlo.
-Chicos, mirad-dijo en voz baja, señalando por la barandilla del barco.
Todos se giraron al oírla, para ver qué señalaba, y también se quedaron pasmados al descubrirlo: un barco avanzaba hacia la Going Mery, pero desde luego no era un barco común. Se estaba hundiendo. De hecho, apenas quedaba ya cubierta, y solo sobresalían del agua los palos y las velas.
Encima del palo mayor, iba sujeto un hombre. Luffy al verlo le señaló, y soltó una carcajada. Era un tipo extraño, de eso no había duda. Llevaba ropas de marinero clásicas, un sombrero tricornio algo viejo, tenía una barba trenzada y largos bigotes. Llevaba el pelo largo, y recogido en rastas, con cuentas de colores colgando por todas partes. Encaramado como podía al palo, se balanceaba torpemente, con aspecto de estar algo borracho.
-¡El naufrago ambulante!-exclamó Luffy, riendo como un niño pequeño.
-¿Quién demonios…?-preguntó Zoro, sin poder creerlo.
-Vaya potra-fue lo único que Sanji fue capaz de decir.
Antes de que el barco se hundiese, llegó hasta el Mery, dando el tiempo justo al extraño marinero para saltar y salvarse.
...
