Entré a la habitación, haciéndome a un lado para que Randy entrara. En nuestra habitación, Andy y yo teníamos a una enorme rata viviendo clandestinamente. Yo había intentado exterminarla por mi propia cuenta pero todos mis intentos habían fracasado. Inclusive Andy se fue a pasar la noche al departamento de Kate con nuestro hijo, hasta que me deshiciera de la rata. Finalmente, cuando mi último intento terminó haciendo un enorme hoyo entre la habitación y el desván, me decidí a buscar ayuda. Llamé a todos los trabajadores cuyo número pude conseguir pero todos estaban ocupados por días, y Andy llegaría al atardecer. Para mí fortuna Will me dio la tarjeta Randy manos a la obra, el contratista de Kate.

"¿Crees que se seque para cuando llegué mi esposa?", pregunté a Randy.

No quería que Andy se enterara del hoyo que había provocado.

"Supongo, depende de cuando terminemos", me contesto Randy inspeccionando el lugar.

"Sabes, es una loca de la limpieza, trata de no ensuciar la cama", dije.

"Reto aceptado", dijo, señalándome.

"¿Ya comenzaron?", preguntó Will asomándose a la puerta.

"Randy, este es mi amigo, Will.

Will entró a la habitación.

"Y vivimos juntos", dijo Will dándome un codazo juguetón.

Yo respondí dando un codazo en su pecho y riendo.

"¿Tu esposa está de acuerdo con esto?", me preguntó Randy mirándonos con cierta extrañeza.

"¿No le gustó al principio pero ya se acostumbró?".

Randy comprendió asintiendo con la cabeza.

"¿Les molesto si miro?", dijo Will, "Quiero aprender de un experto, así la próxima vez puedo ayudar a Booby yo solo". Dijo dándome un golpe en la espalda.

"Si a Booby no le molesta", dijo Randy.

"Si prometes no saltar y gritar como lo hiciste la última vez", le dije a Will, riendo después de darle un golpe en el pecho.

"Oye, la ultima vez me tomaste por sorpresa. Esta vez estoy preparado", dijo Will

"Bueno, ¿dónde están tus herramientas?", pregunté a Randy.

"Sólo necesito una", dijo Randy.

Will y yo nos miramos sorprendidos. ¡Este hombre cubriría el hoyo en el techo con sólo una herramienta!

"Bien, veámosla", dije.

Randy nos miró un par de veces con una gran sonrisa. Y entonces para mi supresa, en un segundo, desabrochó su pantalón y de un jalón bajó sus calzoncillos y su pantalón hasta sus tobillos, liberando su miembro erecto. Will, asustado, se escondió tras de mí cuando Randy empezó a dar pasos hacia nosotros, para luego empujarme contra Randy y echarse a correr. Yo me levanté tan rápido como pude y corrí tras de Will.

Llegué primero a la sala.

"¿Qué fue eso?", pregunté sorprendido.

"No lo sé", dijo Will.

"¿Y por qué me arrojaste contra él?"

"¡Me asuste!", dijo Will. "Sabes, creo que en realidad no era el contratista de Kate".

"¡Que perspicaz!", dije en tono irónico.

"Sino su prostituto", dijo Will pensativo.

"Me arrepiento de cada palabra que dije", mencioné al darme cuenta como mis palabras se habían mal interpretado por Randy.

Pero Will no me escuchaba, ya estaba subiendo las escaleras para ir a mi habitación.

"¿Dónde vas?", pregunté.

"Estoy pasando por un divorcio. Necesito esto. Por favor no le digas a nadie", dijo, perdiéndose de mi mirada.

Me quedé sorprendido en medio de la sala, no podía creer lo que estaba por hacer Will. O tal vez sí. A mi mente llegó un recuerdo que creí por que había sido sólo un sueño, pero que ahora, en vista de lo ocurrido, empezaba sospechar que había sido real.

Hacía años, en nuestra etapa universitaria, cuando compartíamos habitación. Will y yo llegamos en una ocasión muy ebrios de una fiesta. Yo no pude más y me arrojé a mi cama. El, no. Se desvistió con dificultad quedando únicamente en bóxers y luego subió a su cama. Se veía tan sexy que no pude resistirme y liberado por la embriaguez me subí a su cama junto a él.

"Oye, ¿qué haces en mi cama?", dijo Will ante la invasión.

"Te equivocas", mentí, "Esta es mi cama".

"Estás muy borracho", dijo antes de guardar silencio.

Entendí entonces que no le molestaba que estuviera yo ahí. Estábamos tan cerca y no sé porque, pero me animé a besarlo. El no respondió, inclusive llegó a mover los labios. Entonces puse mi mano sobre el bulto de sus calzoncillos y comencé a masajearlo. Como él no se opuso, continué, metí mi mano bajo su ropa interior y comencé a bombearlo hasta que terminó en mi mano. Caímos dormidos. Nadie dijo nada y nada cambió entre nosotros.

El recuerdo me hizo sentir solo así que subí a mi habitación para unirme a Will y a Randy.