EL REY LEÓN: LA HISTORIA QUE DEBIO SER CONTADA.
PROLOGO
Todo había terminado la estampida sucumbió, pero el pequeño Simba estaba desesperado por encontrar a su amado padre.
-Papá- gritaba Simba- papá¿Dónde estas? – grito hasta que vislumbro algo que no quería que fuera, al irse acercando se dio cuenta de que era su papá.
-¡Papá! –grito el cachorro- vamos despierta, tenemos que irnos papá, se hace tarde mamá nos espera… ¿papá? No me gusta esta broma- pero Mufasa no se movía- ¡no papá! – gritaba Simba -¡levántate!
-¿Simba?-preguntaba el gran Rey León desde su mente- ¿Qué me pasa por que no puedo moverme? Simba hijo mío no te preocupes estoy bien, bueno eso creo, pero por favor no me dejes –comenzó a implorar Mufasa hasta que escucho algo que helo sus oídos.
-Vete Simba, vete y no regreses mas – decía venenosamente Skar, el pequeño cachorro comenzó a correr, después de haber desaparecido de la vista de Skar le ordeno a las hienas¡Mátenlo!- esto hizo que Mufasa quisiera levantarse pero no podía estaba demasiado exhausto y dolorido de la estampida que le era imposible.
Después de media hora las hienas regresaron mas felices que nunca¿Qué paso?-pregunto Skar ansioso.
-Misión cumplida jefe-contestaba Banzai.
-Bien hecho amigos míos- reía fríamente, Mufasa no daba crédito a lo que estaba escuchando, su amado hijo estaba muerto, aquellos seres decrépitos lo habían asesinado, no podía ser.
-Vámonos, dejemos que los buitres hagan su trabajo con la basura –siseo Skar.
-Ya te enseñare quien es basura- decía Mufasa desde su interior- tengo que levantarme, pero debo esperar a que se larguen.
-Si jefecito- obedecía Shenzi.
