Summary:
-Coño Jacob, mueve el trasero ¡Que él bebe ya va a salir! – comencé a gritar, no podía aguantar más. Sentía que daría a luz en ese momento.
Todos humanos.
001- La noticia
Mi nombre es Renesmee Cullen, tengo 22 años y pues son una chica normal, o algo así. Mis padres siempre dicen que soy "Una chica especial" pero para mí, esas son tonterías.
Estaba contentamente mirando hacia el patio, admirando mi bello jardín, cuando unos grandes brazos me rodearon por la cintura.
-¡Princesa! – dijo mi esposo.
Sí, tengo esposo y se llama Jacob, Jacob Black y llevamos aproximadamente dos felices años de casados, el esta medio día fuera trabajando, y por las tardes regresa a casa a estar conmigo o sale al gimnasio o a correr un poco.
-Espera – me solté de su agarre y corrí al baño.
Una sensación de nauseas recorrió mi cuerpo, abrí la tapa de la tasa como pude y comencé a vomitar ¿Cómo rayos? Jacob llego a mi lado y me sostuvo el cabello, para que no me lo ensuciara, gracias pensé. Estuve unos 10 minutos pegada a la tasa, esa sensación de nauseas y asco aun seguían en mi cuerpo. Me levante del piso y me lave la boca. Jacob me tomo entre sus brazos y me cargo hasta nuestra habitación.
-¿Te sientes mejor? – pregunto, note la preocupación en su rostro.
-Si, de seguro fue algo que me cayó mal – el solo asintió.
-¿Quieres que te prepare un té o algo? – eso era lo que amaba de él, siempre buscaba la manera de hacerme sentir mejor.
-No amor, ya se me pasara ¿Vemos la tele un rato?
-Sí, pero nada de novelas y esas cosas eh!
-¡Hey! Pero soy la enferma – hice un puchero – ¿acaso eso no me favorece? – sus carcajadas inundaron la habitación.
-que caprichuda esta mi princesa el día de hoy – dijo dándome un dulce beso.
-Gracias, te amo.
Vimos la tele un rato, no vi novelas, pues no quería torturarlo, estaba siendo muy tierno conmigo como de costumbre. Estaba recargada sobre el y sus brazos me rodeaban, de vez en cuando me daba un beso en la frente. Y así estuvimos toda la tarde hasta que mi estomago comenzó a molestar, aparentemente eran las 8 de la noche, y yo había pasado toda la tarde en la cama sin preparar la cena. Me levante despacio ya que Jake se había quedado dormido, baje las escaleras con cuidado y camine hacia la cocina.
¿Qué preparare? Saque del refrigerador unas cuantas cosas para hacer una pasta y comencé a prepararla. No tarde más de 30 minutos en terminarla y no es por presumir, pero me quedo rica. Subí a la habitación y cuando entre, vi a mi dulce esposo recostado en la cama durmiendo, aun en la posición en la que estaba cuando baje. No sabia si despertarlo o no, pues se veía muy tierno, pero si no lo hacia seguro en la noche tendría hambre. Ni modo, lo despertare.
Me puse sobre el tratando de no moverlo mucho. Me acerque a su oído y comencé a susurrarle.
-Amor, la cena esta lista – dije y le di un beso en la frente.
Volví a la posición en la que estaba y en un abrir y cerrar de ojos Jacob giro haciendo que yo terminara en el suelo. Solo puedo decir que se escucho un golpe hueco seguido de muchos Ouch de mi parte.
-¡Nessie! – Comenzó a gritar como loco - ¿Estas bien?
-S-si -Hice una pausa – la cena ya esta lista, ouch.
-Corazón lo siento mucho, no fue mi intención – Dijo mientras me ayudaba a levantarme.
-Tranquilo amor, no hay problema – decía mientras me tallaba la espalda.
Bajamos a cenar, al parecer le gusto, ya que cada 5 minutos me decía que me había quedado deliciosa. Esto de ser ama de casa esta haciendo que me vuelva buena en la cocina. Me platico de su trabajo, de como le había ido, los regaños que le dio su jefe y las nuevas secretarias que ya andaban detrás de él. No es que sea celosa, pero solo pensar en eso hacia que me descontrolara. Sus risas me calmaban, ya que esa era la forma en la que me decía que no le importaban las chamaquitas esas.
Cuando terminamos la cena me ayudo a recoger la mesa y llevar todo a la cocina. Me puse a lavar los trastes mientras él recogía mi regadero en la cocina. Justo cuando estaba dejando el ultimo plato en el fregadero, la sensación de nauseas volvió a mí. De nuevo repetí mi escena de la tarde, corrí al baño y comencé a vomitar de nuevo. Y Jacob corrió detrás de mí. Estábamos ambos sentados en el piso del baño.
-Amor – voltee a verlo – Acaso ¿Eres bulímica o algo así? – dijo con toda seriedad ¿Qué le pasa? Bulímica ¿Yo?
-Claro que no tonto – le di un golpe en el brazo, pero este no lo movió ni un poco. Sus risas bajitas terminaron convirtiéndose en carcajadas – Vamos al cuarto que ya es tarde.
-Pequeña, ya vas a empezar con las travesuras – dijo levantando las cejas, ya sabia a lo que se refería. Le dirigí una mirada seria – ok, ok será otro día. Vamos a dormir.
Me ayudo a levantarme del piso y caminamos a la cama. Ambos nos acostamos, yo estaba acostada hacia el lado derecho de la cama y él se puso junto a mí y me abrazó, me voltee, le di un dulce beso y me acomode de nuevo y ambos quedamos profundamente dormidos.
Al día siguiente me levante temprano para prepararle su almuerzo para que se llevara al trabajo, como de costumbre. De nuevo la sensación de asco estaba presente ¿Qué me hizo tanto daño? Cuando termine de preparárselo me acosté de nuevo, me sentía muy mal. El termino de arreglarse y se fue a despedir de mí, me dio un beso en la frente.
-Cualquier cosa me hablas ¿si amor? – yo solo asentí, me dio un beso en los labios y se fue.
En cuestión de minutos me quede dormida. Eran como las 11 de la mañana ya y decidí que era hora de pararme. Me levante de la cama y camine hasta el baño y me di una ducha. Cuando termine me puse un short de mezclilla y una blusa holgada color rojo con unos tenis. No había nada que hacer así que visitaría a mi amigo Seth, que en realidad es el primo de Jacob, gracias a Seth conocí a Jacob. Le mande un mensaje avisándole que iría a su casa a verlo. Tome un suéter por si en la tarde hacia más frio y baje a la cocina, prepare unos cuantos sándwiches y los metí en una bolsa. Salí a mi auto, conduje unos 30 minutos hasta donde él vivía, y al llegar Seth ya estaba afuera de su casa. En cuanto me vio comenzó a saludar con la mano. Estacione rápidamente mi auto junto al suyo y me baje rápido, sin olvidarme de mi bolso y los sándwiches.
-Cuanto sin verte – dijo en tono sarcástico.
-Admítelo sin mí, no podrías vivir – conteste.
El y yo, somos amigos desde el bachillerato. Pasamos mucho tiempo juntos, toda su familia me conocía así que una vez me invitaron a una fiesta, cumpleaños de su mamá y ahí fue cuando conocí a mi bello esposo.
Si lo se, estoy muy joven como para estar casada, pero no teníamos por qué esperar. El me ama y yo lo amo a él, así que no hemos tenido ningún problema.
Entramos a la casa de Seth y lo primero que vi, fue a su hermana Leah.
-Ah si Nessie, se me olvido decirte que Leah estaba aquí. –dijo Seth un poco apenado.
-No hay problema, si están ocupados me puedo ir.
-Hola Renesmee, cuanto sin verte vieja amiga ¿Cómo has estado? – dijo abrazándome.
Leah vivía lejos, entonces casi no visitaba a su hermano. Ella y yo somos amigas, pero no tanto como lo soy de Seth.
-Bien gracias, bueno – hice una mueca – no del todo. No sé que me ha estado pasando que me he sentido mal – ambos pusieron cara de preocupación.
-¿Quieres algo de tomar? – ofreció mi amigo.
-No gracias estoy bien – conteste, en ese momento las nauseas vinieron de nuevo - ¿Puedo pasar a tu baño? – el solo asintió y Salí corriendo al baño.
Comencé a vomitar como lo había hecho el día de ayer, necesitaba ir al doctor, pero seguramente se me quitara, es algo pasajero supongo. Ni siquiera pude cerrar la puerta, que horror. En ese momento Leah y Seth llegaron.
-Bella, ¿Estas bien? – pregunto Leah.
-Si, am est… – no termine de hablar y volví a vomitar.
-Le voy a hablar a Jake – dijo Seth – no creo que esto este bien.
Cuando por fin termine, me senté con Leah en la sala. Comenzamos a platicar un poco, me conto como es Paris, por todo lo que me dijo Paris es mucho más bonito que otros lugares. Nuestra plática se vio interrumpida por mi esposo. Me dio un beso, saludo a su prima y se sentó junto a mi.
-¿Cómo sigues? – Pregunto algo preocupado – ¿Estas segura que no quieres ir al Dr?
-Si, tu tranquilo, en unos días se me pasara – conteste mientras acariciaba su mejilla.
-Ok. Leah ¿Qué dice París? – pregunto y en ese momento llego Seth – gracias por avisarme.
-No hay de que primo – dijo Seth.
-Pues que te diré, es muy bello. Deberían de ir a visitarme – dijo Leah.
Voltee a ver a Jacob y puse mi cara de perrito tierno, siempre funciona. No es por ser caprichosa, pero por todo lo que me conto Leah quede maravillada por ir a París, pero si no se puede no hay problema.
-Tal vez algún día – dijo Jake y comenzó a reír.
-En serio tienen que ir, no saben de lo que se pierden – dijo Seth, quien varias veces ha ido a ver a su hermana.
Pasamos Jacob y yo el resto de la tarde ahí. Pero mi esposo ya se veía muy cansado, así que le dije que teníamos que irnos, además, de nuevo me sentía mal y no quería volver a hacer un show ahí. Cuando llegamos a casa rápidamente me puse a hacer la cena, aun no terminaba de prepararla cuando comencé a marearme y las nauseas llegaron, como pude camine hacia el baño, tire unas cuantas cosas en el camino y Jacob me sostuvo.
-¿Qué tienes? - pregunto asustado.
-Baño – hice una pausa – necesito baño – Rápidamente me cargo hasta el baño, me sostuvo el cabello y comencé a vomitar. No se como no le daba asco a él, pero le agradecía mucho que estuviera ahí conmigo.
- ¿Estas segura que no quieres ir al doctor? – me dijo.
-Si amor, estoy segura.
El termino de hacer la cena y debo de admitir que cocina mejor que yo.
-Sabes, mejor tu deberías de hacer la cena – confesé y puso cara de asustado – mentira, pero si cocinas muy rico.
-Gracias princesa, sabes que lo que sea por ti – me dio un beso tierno.
Cuando terminamos de cenar, no me dejo ni recoger los platos. Me cargo y me llevo hasta el cuarto. Comenzó a darme besos los cuales obviamente los correspondía, poco a poco se volvieron más apasionados.
-Tengo que terminar de limpiar – dijo separándose un poco de mi e hice un puchero – continuamos con esto más tarde – me dio otro beso y bajo de nuevo.
Prendí el televisor para no aburrirme. Sentía que mis ojos se cerraban poco a poco, estaba muy cansada aunque prácticamente no había hecho casi nada en todo el día. Jacob entro por la puerta casi sin hacer ruido, se acostó junto a mí, me levanto un poco y mi cabeza termino sobre su pecho.
-Descansa pequeña – dijo dándome un tierno beso en los labios.
Los días pasaron lentos, y cada vez peores para mí. En uno de mis mareos casi caigo por las escaleras y ese fue el momento en el que Jacob exploto, técnicamente.
-No puedes seguir así Nessie, vamos al doctor por las buenas o por las malas, tu eliges – dijo mirándome seriamente.
-Esta bien solo… – Salí corriendo hacia la habitación.
Debo admitir que pese a mi edad, soy muy infantil.
Los hospitales me daban mucho miedo, y para solo ir por un estúpido mareo mejor no voy, lamentablemente él es mucho más rápido que yo, así que en cuestión de segundos me atrapo.
-Por las malas será, señorita – comencé a patalear en sus brazos – vamos Ness no te pasara nada – dijo mientras me arrastraba hasta su coche.
Me sentó del lado del copiloto y me puso el cinturón de seguridad, también le puso el seguro para niños en la puerta para que no me pudiera salir Maldición.
Se sentó en el lugar del conductor y comenzó a conducir en dirección al hospital.
-Vamos amor, no me va a pasar – me detuve, un estúpido mareo llego a mí – nada – Jacob me volteo a ver.
-¿Qué decías? – dijo con tono victorioso.
-¡Nada! – Hice un puchero – conduce.
Cuando llegamos al hospital le rogué mil veces y no me hizo caso, se canso de esperar y de nuevo me cargo, parecía un saco de papas colgando en su espalda. Si no hubiera sido yo a la que llevaba cargando me hubiera dado gracia pero no. No se la iba a dejar tan fácil.
-¡Suélteme señor! – Comencé a gritar - ¡Auxilio! – todos alrededor voltearon a vernos.
-Cállate Nessie, que el teatrito no te va a servir. – solo bufe.
Entramos al hospital y encontramos a mi abuelo Carlisle que veía asombrado y gracioso la escena.
-¿Qué pasa aquí? Jacob – pregunto mi abuelo – Renesmee que gusto verte pequeña.
-Su querida nieta se ha sentido muy mal, y pues como ya se imaginara no quería venir al hospital – dijo Jacob.
-Voltéate un poco – le dije a Jacob, se giro un poco y quede frente a mi abuelo – ¡Hola abue! Que gusto verte. – lo salude desde la espalda de mi esposo.
-Vamos pasen a mi consultorio, estoy libre.
Jacob me cargo todo el corto trayecto, ya que sabía que si me soltaba saldría corriendo. Ya dentro del consultorio Jacob me sentó en sus piernas y no me soltaba para nada, mi abuelo comenzó a hacerme las preguntas típicas ¿Qué sientes? ¿Desde cuando estas así? ¿Has comido algo que te pudiera hacer daño? Finalmente termine de contestar las preguntas mi abuelo se quedo en shock.
-¿Acaso estoy tan mal? – le pregunte y el no sabia que contestar, maldita sea voy a morir.
-Sera mejor que hablen con el Dr. Peter, él te checara – se paro de su silla – vamos a su consultorio.
Jacob y yo asentimos y de nuevo volví a su espalda. Caminamos hasta el consultorio del Dr. Peter y mi abuelo se despidió de mí, me dijo Suerte, aunque no sabía a lo que se refería. Jacob se sentó y yo quede sobre sus piernas nuevamente.
-¿Qué es este doctor o que? – pregunte.
-No lo se cariño – contesto, haciendo una mueca.
-Soy un ginecólogo obstetra – dijo el doctor que iba entrando por la puerta. Al parecer se sorprendió un poco en la forma en como me tenia mi esposo.
-Si la suelto se escapa – dijo Jacob al ver la expresión del Dr. – Jacob Black mucho gusto, ella es mi esposa Renesmee Cullen.
-¡Hola! – Dije estirando la mano – Mucho gusto – dije en tono infantil.
-Contrólate amor – dijo Jacob, yo solo asentí.
Ahora el doctor se veía entretenido por la escena.
-Yo soy el Dr. Peter, el gusto es mio – hizo una pausa y se sentó – y bien ¿Cuál es el problema? - Jake y yo nos encogimos de hombros.
-Mi abuelo nos ha mandado para acá – confesé.
-¿Qué es lo que te pasa Renesmee? – Pregunto – ¿Qué síntomas tienes?
-Asco, nauseas, mareos, uno que otro dolor de cabeza, y mucho cansancio – dije mirando al doctor.
-Ya veo, te hare unas pruebas rápidas y en menos de 30 minutos tendremos el resultado ¿Te parece bien? - Dijo el Dr.
-Pues ya que – dije y automáticamente recibí un leve codazo de Jacob – Ouch, esta bien.
El Dr. Peter comenzó a hacerme unas cuantas pruebas, me tomo una muestra de sangre, otros estudios que no se para que sirven y un ultrasonido. Rayos, estoy muy enferma pensé.
Paso una hora aproximadamente después de todos los estudios, el Dr. Llego al consultorio en donde estábamos. Jacob y yo no comprendíamos absolutamente nada. De pronto el Dr. Soltó una pregunta que no me la esperaba.
-¿Tienes retraso en tu periodo? – Jacob y yo abrimos los ojos como platos.
-¡¿Qué? – Grite y me calme – Pensándolo bien, llevo una semana y media o más, pero es algo normal ¿no? – conteste, ¿Qué rayos estaba pasando?
-Bueno Sr. y Sra. Black – Jacob se sintió alagado por eso y le di un codazo - ¡Felicidades!
-Pues si no es mi cumpleaños – lo interrumpí y Jacob comenzó a reír, después lo seguí yo.
-Van a ser padres – dijo el doctor y en ese momento Jacob y yo nos callamos, lo voltee a ver y estaba en estado de shock -¡Felicidades! – Ahora la que estaba en shock era yo – los dejare a solas, los veo en su próxima cita – dijo el Dr. Abandonando la habitación.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que Jacob reacciono, pero yo aun seguía asimilándolo todo. Un bebe umh no se si seré buena madre pero lo intentare, voy a tener un bebé. En mi cabeza celebraba, pero por fuera mi cuerpo aun seguía en Shock. ¿Cómo lo habrá tomado Jacob? Esa era mi única preocupación.
-¡Vamos a ser papas! – Comenzó a celebrar, me cargo entre sus brazos - ¡Vamos a ser papas pequeña! – unas lagrimas comenzaron a salir de mis ojos. Jacob me dejo en el suelo y me abrazó – acaso ¿No te alegra Ness? – dijo limpiando mis lagrimas.
-Claro que si, tonto – lo abracé fuertemente - ¡Vamos a ser papas! – grite y el comenzó a saltar.
Es la segunda vez que lo veo tan feliz, la primera fue cuando acepte casarme con el.
-Vamos, tenemos que avisarle a tus padres – dijo Jacob tomándome de la mano.
Salimos del consultorio, en el pasillo nos topamos con mi abuelo Carlisle.
-¡Voy a ser mamá! Abuelo ¡Voy a ser mamá! – le dije y sus ojos se iluminaron.
-Oh mi niña, muchas felicidades – me abrazó – los veré luego – se fue caminando hacia su consultorio.
Jacob y yo íbamos tan felices, esto era tan bello. Había una o dos pequeñas personitas formándose dentro de mí, y su bello y hermoso padre era Jacob, como no iba a estar tan feliz. Aun no sabía si solo era un bebé o eran dos o tres, o sepa cuantos, pero el doctor me lo diría hasta la próxima cita.
-Y tú que no querías venir al hospital ¿Acaso ya sabias? – me pregunto Jacob en el camino.
-Claro que no lo sabia, y gracias por obligarme, Te amo.
-Para eso estoy amor.
-Sabes, mejor vamos a casa, preparare una cena rápida e invitare a toda mi familia, y tu le llamas a Seth y a Leah ¿Te parece?
-Como tú digas pequeña. Espero que tu abuelo no les diga nada.
-Tranquilo, el no dirá nada. Lo conozco muy bien. – El solo asintió.
Cuando apenas iba entrando a la casa, las nauseas volvieron y salí corriendo al baño. Jacob cerró la puerta de la entrada y fue a ayudarme, valla esto ya se estaba volviendo una costumbre. Cuando termine me lave los dientes y me levante para preparar la cena. Tome mi teléfono y comencé a llamar a todos para que vinieran a la cena, todos aceptaron así que tendría mucha comida que preparar. Afortunadamente mi buen esposo me ayudo con todo, cuando terminamos de arreglar, cocinar y calentar la cena subimos a darnos un baño. Yo me iba a bañar primero y así fue solo que después de que me metiera Jacob se metió. Maldito travieso, ya ni por que estoy embarazada.
Me ayudo a bañarme y yo lo ayude a él, claro. Hubo un momento en el que me abrazó y comenzó a hablarme mientras el agua caía sobre nosotros.
-Sabes que estoy muy contento por esto. Te amo como ni te imaginas y me hace muy feliz la idea de que estés embarazada – me dio un beso en la cabeza.
-Lo se grandulón, te amo mucho y ¡Vamos a tener un bebé! ¡Un bebe! – me gire y le di un beso en los labios – ahora hay que apurarnos que no tardan en llegar.
El solo asintió y me ayudo a salir de la ducha, me paso unas toallas y el tomo las suyas. Rápidamente nos vestimos, yo me puse unos Jeans oscuros y una blusa de mangas, con cuadros, de color rojo y azul y unos converse negros. Jacob igual se puso unos Jeans y una playera negra con unos zapatos negros. De pronto sonó el timbre. Me cargo cuidadosamente y baje las escaleras en sus brazos.
-¿Estas lista?- pregunto y yo solo asentí.
Abrí la puerta y la primera que entro fue la gritona de mi tía Alice con mi tío Jasper y mi pequeña prima Jaslice, su hija apenas tenia unos 10 años. Después entro mi deslumbrante tía Rosalie y mi burlón tío Emmett con su hija Rosmmett y su hijo Dylan, la pequeña tenía 17, ni tan pequeña, y su hijo tenia 19. Ellos eran con los que más me llevaba por lo de la edad y todo eso. Después entro mi papá y mi mamá, ambos saludaron a Jacob y fueron a sentarse a la sala. De ahí llegaron Seth, Leah, mi abuela Esme y mi abuelo Carlisle.
-Ten pequeña –me entrego una caja de regalo – la abres después de que les digas la sorpresa ¿Te parece? – dijo mi abuelo y yo solo asentí.
Por ultimo llego mi suegro Billy, el papá de Jacob y mi abuelo Charlie. Ya que estaban todos los hice que se sentaran, Jacob me ayudo a servir la cena, lo cual les sorprendió a todos no por que Jacob nunca me ayudara, al contrario siempre lo hacia pero nunca lo dejaba. Una vez que todos terminaron de cenar serví el postre.
-Bueno, Jacob y yo tenemos que decirles algo – Jacob se paro a mi lado y me tomo de la mano, todos voltearon a vernos - ¿Les dices tu o yo? – Le susurre a Jacob – hazlo tu.
-Esta bien pequeña – me dijo al oído – ¡Vamos a ser papas! – gritó con mucha emoción y me abrazó.
Todos empezaron a aplaudir y a celebrar, lo tomaron muy bien, era lo que yo quería. De uno en uno comenzaron a felicitarnos, nos desearon lo mejor y por ultimo se acercaron mis padres.
-Jacob, Nessie. Muchas felicidades chicos – dijo mi papá, Edward.
-Felicidades pequeña – dijo mi mamá abrazándome – Y tu cuídalos bien grandulón - y lo abrazó.
-Ahora si abre el regalo Renesmee – grito mi abuelo, solo asentí y fui por el regalo.
Lo abrí frente a todos y eran dos bellos par de zapatos, uno color rosa y el otro en color azul. Se escucho un 'Awww que bonito' de parte de todos. Jacob me abrazo y me dijo al oído.
-Que bonitos.
El resto de la noche fue tranquila, todos ayudaron a levantar las cosas y todos los chicos fueron a la sala de juegos que hay en la casa a jugar un poco de villar, y las chicas y yo nos quedamos en la sala platicando, comenzaron a darme consejos y todo tipo de tips para el embarazo, me alegra que a todos les haya gustado la noticia.
¡Vamos a ser papas!
¡Hola! Pues bueno, bienvenids a mi nuevo fanfic, espero les guste y tratare de actualizar seguido. Deja un Review si te gusto el capitulo! Saludos Ciao;3
