Un día más en el mundo de Ooo, se escucha una vos de un pequeño.

Mamá! Mamá! Ven! Ahora!- grita una voz al entrar a la cueva de Marceline. Mientras Marceline se apura para salir volando, atrás de su hijo. Y ve como el Rey Helado estaba en frente de Bonni.

Marceline – ¡Hey Simon! Ni se te ocurra!

¡Me colocaste Simon por ese pervertido! – grita Simon a su mamá. Aunque Marceline le quería responder estaba más preocupada en rescatar a la Bonni.

Mientras ella vuela le grita al Rey Helado – o vamos Simon deja ahora mismo a Bonni – y se coloca al frente de él, mientras él tenía a la princesa en sus hombros. El rey helado, le colocaba una cara de furia a Marceline.

Marceline le habla en un tono más calmada – ¿realmente quieres pelear conmigo?- el Rey Helado lo piensa un momento y Marceline grita – Simon!- y así el Rey le contesta – Oh, vamos Marceline, !sabes que yo la vi antes que tú!- Marceline no cambia su cara seria y el Rey Helado deja a Bonni (que hasta esos momentos se mantuvo callada sabiendo que si Marceline estaba ahí ) – o bien, bien! Me voy! Al parecer tengo otras cosas que hacer ¿no es así Gunter?- mientras aparece Gunter y lo mira con enojo. Mientras el rey helado se va volando, Marceline le extiende una mano a Bonni.

Marceline - ¿te encuentras bien bon bon?

Bonni – claro mejor que nunca, pero

Mientras fue interrumpida por su hijo Simon

Simon – ¡alguien me puede explicar porque me colocaron el mismo nombre que ese pervertido!

Simon, era un niño de alrededor de siete años, poseía los poderes de Marceline y físicamente se parecía a Bonni, ya que cuando Bonni lo creo, pensó que si su dulce pueblo iba a tener un nuevo príncipe ¿Qué mejor que se parezca a ella en lo físico, intelectual, mientras que posee los poderes de un vampiro demonio?

Marceline – bueno algún día pensé que me preguntarías eso, pero antes de contarte, te parece que vamos a la casa, ¡me muero de hambre!

Bonni – Marceline sacaste al final el amplificador de tu casa, porque créeme que arriesgué mi vida, mientras tú te tardabas tanto.

Marceline le levanta una ceja – créeme que Simon no te hubiera matado, y ahora que tú y yo estamos en una relación, solo quedaban pocas opciones dulce reina…- mientras le mueve las cejas

Bonni – ¡que desagradable Marceline! Y como dices esas cosas frente a Simon!

Simon simplemente las miraba con cara de aburrido, es solo un paseo que querían hacer en familia ya que estaban preparando la fiesta de cumpleaños de Simon, aunque esté prefiere quedarse en el castillo, que pasear con sus locas mamas. Aunque a su vez él se entretenía, ya que siempre le pasan aventuras locas cuando estaba con ellas, y como él si podía estar en el sol sin quemarse, le era más fácil volar por todo Ooo. Tener como mamá a la reina del dulce reino y a la reina de los vampiros, le daba un poco mucho de dulzor a su vida.

Marceline – Bueno en realidad me demore por que encontré otras cosas que nos pueden servir, y se me acaba de ocurrir que deberíamos ir a la casa de Finn y Jake para que nos ayuden. Y dejamos a Simon con BMO, para prepararle la sorpresa.

Simon – Mamá me dijiste que me contarías la historia, y siempre me desvías los temas, si vamos donde el tío Finn, no me lo contaras, ya no soy un niño!

Marceline – más me repites que no eres un niño, más chico pareces – se ríe burlonamente.

Mientras Bonni se ríe a camino nuevamente a la cueva, Simon y Marceline vuelan a buscar las cosas. Mientras Simon se sentía cada vez más molesto de las risas de su mamá.