Izuku.
A veces me pregunto ¿Porque siento un vació en mí que no puedo llenar con nada? ¿Que está mal en mí? ¿Porque quiero cada vez más de lo que una persona normal puede tener? ¿Porque soy así? ¿Qué me paso para ser así?
—Eres solo una niña, no entiendes lo que es el amor, además yo ni siquiera te considero parte de mi círculo de amigos, si estas con nosotros solo es por tu hermano.
Cierto, lo había olvidado ¿Hace cuánto tiempo fue eso? un año, dos, tres, cinco, diez, quien sabe, cuando recuerdo eso siempre pienso que recién acaba de pasar, el dolor vuelve y me hace sentir como una miserable mierda a la que nadie puede querer. Joder porque lo recordé de nuevo, esa opresión en mi pecho vuelve, no quiero sentirla de nuevo, por favor sal de aquí, estúpidos sentimentalismos como los detesto, antes de poder seguir martirizándome con mis pensamientos un ruido me saca de mis cavilaciones.
—Izuku, ¿Estas en casa? — Canturrea una voz con diversión.
—Aquí estoy Himiko, ¿Qué pasa? —Respondo con cansancio.
—Recuerdas que te había contado sobre un amigo mío que quería conocerte, pues hoy a dejado su timidez y ha venido a verte por fin — Exclamo la rubia con ánimo.
— ¿Enserio? justo ahora cuando estoy tan desarreglada y causo una mala impresión. Que mala eres Himiko — Murmuro con fingida inocencia.
—Tu eres hermosa sin arreglarte, es decir nunca te había visto así, pero yo creo que tú eres realmente bonita de todas las maneras posibles — Musitó con timidez una voz masculina.
Miro a la persona que acaba de hablar y me gusta lo que veo, un chico de tez pálida, cabellos celestes que es más alto que yo.
—Me gusta, lo quiero para mí — Sonrió ante este pensamiento — Eso es lo más lindo que alguien me ha dicho, mucho gusto mi nombre es Izuku Midoriya y tu chico bonito y amable ¿Cómo te llamas? — Preguntó con suavidad.
—Tomura Shigaraki ese es mi nombre, espero no te moleste la visita, Toga insistió en que viniéramos hoy, espero no haberte interrumpido. — Murmuró con nerviosismo.
—Para nada es un gusto Tomu Chan, ¿Puedo llamarte así? — Pregunto con amabilidad.
—Claro que puedes hacerlo, sería un honor que me llamaras así — Murmura y se sonroja.
Es complaciente eso me encanta, le sonrió con suavidad y tomo su mano — Tu puedes llamarme Zuku Chan si quieres — Musitó con falsa timidez y noto como Himiko se está aguantando la risa.
¿Enserio puedo llamarte así? — Pregunta con ensoñación.
— Por supuesto que si me has agradado bastante rápido, veras que ambos nos llevaremos muy bien, en poco tiempo nadie podrá separarnos Tomu Chan — Sonrió con inocencia, aunque yo sé que lo que acabo de decir tiene otro significado.
Puedo sentir una emoción que se abre paso entre la desolación que estaba sintiendo hace unos momentos, un sentimiento que no es nada sano, quiero que sea mío, que solo piense en mí, que me dedique todos y cada uno de sus suspiro en esta vida, quiero que solo sea para mí.
Y como siempre pasa, logro olvidar por un momento la opresión en mi pecho al concentrarme en mi nueva adquisición, la cual va a perder la razón, al adentrarse al paraíso que solo yo puedo ofrecer.
