Mi voz se sentía temblorosa, realmente estaba asustada de lo que podía pasar,… pero eso no me importaba, yo lo amaba.
Tengo miedo, musité en un pequeño suspiro, pero perdía mi razón al solo contacto de mirarlo a esos ojos negros, esa mirada que me cautivo desde un principio… me estremecía el pensar de lo que podía llegar a pasar,… simplemente no sé cómo llegue aquí… ya estaba en su habitación, entrelazada en un fuerte abrazo de la cual no me podía zafar, pero hizo que me calmara con el hecho de sentir esas cálidas manos que recorrían todo mi cuerpo, - no podía soportar la excitación que ocasionaba en mi - pero aun sentía que no podía dar ese paso que ambos anhelábamos con tantas ansias… aún tenía miedo.
Siempre estaré a tu lado Sakura, dijo en un tono calmado mientras me abrazaba con más fuerza, no podía dar marcha atrás, estaba segura de lo que quería y no dejaría pasar esta ocasión se hacerme una con el…
Poco a poco sentía que iba cayendo en este vaivén de emociones que nunca antes había experimentado, - te amo – ambos expresamos esas palabras con nuestros cuerpos, fue cálido al sentir cada parte de él, mis manos querían tocarlo… tocar su desnudez, y él no se quedaba atrás, había impregnado su posesión en mí, cada parte de mi cuerpo no era desconocido hacia el… yo estaba sonrojada al verlo en frente de mí, pero más aún que no habíamos alcanzado el clímax total.
Acerco sus manos a mi rostro y en toque tranquilo comenzó q besarme, esos besos iban aumentado con cada roce de nuestros cuerpos, al parecer ya no le era suficiente mis labios… sentía como descendía y se acercaba a mi cuello, esa sensación era abrumadora que hacía que soltara unos gemidos que hasta entonces desconocía que podía hacer, él quería ver que más podía hacerme sentir… en un descontrol empezó a acariciar mis senos, en verdad que esto no era comparado con lo que le hacía a mi cuello, era excitación total, pero no era todo, ambos estábamos experimentado nuestra primera vez juntos… hasta que llegó un momento en que ya no era suficiente satisfacernos…
Siempre estaré a tu lado, esas últimas palabras antes de que empezara a sentir su parte más íntima de él entrando en mí, - mírame solo a mí, solo a mi sakura…aún recuerdo esas palabras - no rompimos el cruce de miradas, hasta que termino con sus embestidas e inundo todo de él dentro de mi ser.
Esa noche me entregue a él, porque nos amábamos, o eso fue lo que pensé hasta que…
El sonido recurrente de todos los días, eso me despertó de un momento a otro, vi la hora y ya era tarde, aun me sentía agitada por ese sueño que tuve, no podía ocultar mi agitada respiración, así que pensé que era una pesadilla, más no un sueño.
Demonios ya voy tarde, y todo por ese bendito sueño… iba caminando muy apresurada, puesto que no era permitido correr en los pasillos de un hospital a menos que sea una emergencia… solo espero que la Doctora Tsunade no se dé cuenta que voy tarde, ella siempre pone énfasis la puntualidad como parte esencial de ser un médico, debido que otros dependen de nosotros, pensé.
Aun a pesar de eso, me quedaba pocos minutos antes de que empezara mi jornada, aún estoy a tiempo pensé con un gran suspiro, abrí mi oficina y me di un gran susto, en mi cara salpico un montón de serpentinas de colores, y un enorme pastel en frente de mí, y todos mis compañeros hasta la doctora Tsunade reunidos diciéndome Felicidades Sakura, aunque al principio no entendí el porqué de esta celebración, no recordaba que hubiera hecho algo extraordinario, pero al ver el gran letrero en frente de mi escritorio que decía "Feliz Cumpleaños Sakura", entendí que era mi cumpleaños.
Es verdad hoy es mi cumpleaños, como pude olvidarlo – por eso fue el sueño de anoche, pensé.
Muchas Gracias Chicos… mi expresión era de agradecimiento.
Naruto se acercó a mí y me pregunto qué planes para el día de hoy, pero solo respondí que tenía que realizar muchos reportes de unos pacientes.
Pero sakura hoy es tu cumpleaños, ¿no lo celebraras? – con una expresión atónita.
Naruto sabes que a mí no me gusta ese tipo de cosas.
Y si te invitara a salir – detrás de mi estaba Sasori, un compañero que llego hace poco al hospital como médico de turno, que en muchas ocasiones había sido de gran ayuda, tenía una gran picardía en pedir las cosas, y en muchas ocasiones me había invitado a salir.
Volteé a verlo - Lo siento Sasori, pero será en otra ocasión, tengo muchos pendientes por hacer, nos vemos - asentí con la cabeza y me marche dándole una cálida sonrisa, no quería que se sintiera mal por todas las veces que lo rechace, pero aun no me sentía preparada para entablar una relación.
Ese Sasori no pierde las esperanzas verdad Naruto
Hola Hinata, es verdad, pero sakura no solo lo rechaza a él, también escuche que el Doctor Sai de pediatría también se le declaro a sakura y ella lo rechazo.
Al parecer está tratando de evitar cualquier tipo de relación – comento Hinata en un tono triste.
De repente habrá tenido alguna decepción en el pasado – dijo naruto
El día iba transcurriendo de lo más normal, como otras veces, emergencias que atender, reportes y papeleos por hacer, entre otras cosas que una médico de turno debía de realizar.
Me había especializado en la medicina, era mi sueño desde pequeña el poder ayudar a los demás, y aunque al comienzo de mi carrera no fue fácil, pude conseguirlo en convertirme en una gran médico, aún estaba en mi primer año de haber ingresado a este hospital, pero sentía la gran satisfacción de formar parte de él.
Hice muy buenos amigos, se podría decir que con naruto y hinata entablamos una linda amistad, ingresamos al hospital casi al mismo tiempo, aún recuerdo a la tímida de hinata cuando apenas podía entablar una conversación sin ponerse nerviosa y más aún si estaba naruto cerca, Hasta la Doctora Tsunade (jefa del cuerpo médico) me apoyo más de lo debido, y le debo mi entera gratitud.
Faltaba poco para que terminara mi labor y estaba alistando mis cosas para irme a casa, en verdad había tenido un día no tan pesado como otros, pero aun así me sentía cansada.
Guarde mis papeles en mis cajones, cogí mis llaves de mi auto y me dispuse a ir. Al salir de mi oficina pude ver que Sasori me estaba esperando, de seguro querrá preguntarme algo referente al informe de esta tarde – pensé.
Me acerque a el – Buenas Noches Sarori, ¿sucede algo?, - pregunte un tanto confundida.
El me miró fijamente y sentí como esa mirada podía ver a través de mí, no había experimentado esta sensación desde hace varios años atrás. Sentí un poco de nostalgia.
Solo quería despedirme de ti, ya que rechazaste mi invitación.
Si es por eso no te preocupes, en verdad no tengo tiempo, respondí algo inquieta, ya que a pesar de haberlo rechazado me quedaba la duda de que pasaría si empezara a salir con Sasori, no me di cuenta que esa mirada de él había hecho que dentro de mi algo se quebrara.
Entonces déjame darte un pequeño regalo por tu cumpleaños
No te molestes con eso, no es necesario, - en verdad tenía curiosidad, pero preferí negarlo.
Él se acercó más a mí, y me sentí un poco temblorosa, y en un abrir y cerrar de ojos me encontraba ya en los brazos de Sasori, en verdad que fue muy rápido en tomarme por sorpresa, no lo podía creer estaba nerviosa, no había sentido esta inquietud desde hace años atrás y no me explicaba por qué ahora estaba pasando esto, pero sentí realmente cálido este abrazo, y yo simplemente lo acepte.
Que tengas un feliz cumpleaños querida Sakura, me dijo aun abrazándome, no sabía que expresión poner, estaba apenada.
Me soltó y se retiró con esa sonrisa tan picara que demostraba…
Nos vemos – se fue sin decir más.
Estaba un poco sonrojada, ya había escuchado la simpatía y picardía que destacaban de Sasori, y que siempre trataba de ser el centro de atención de las nuevas médicos recién llegadas, pero no pensé que yo estaba dentro de ese mismo grupo. Di un fuerte suspiro y solo me dije que es una nueva técnica de conquista del mismo Sasori.
Vi mi reloj y me dispuse inmediatamente a irme.
Me encontraba al pie de mi casa, y me di cuenta de que las luces estaban apagadas, era algo raro, ya que no vivía sola. Abrí la puerta y por segunda vez en este día me sorprendí, era mi hermana karin que con su voz tan alarmante me dijo Feliz cumpleaños.
Feliz cumpleaños hermanita, se acercó para abrazarme.
Muchas Gracias Karin, respondiendo al abrazo.
Te he preparado una torta, así que vas a soplar las velas,… no todos los días cumples 27 años.
Me puse un poco molesta – no tenías que recordarme mi edad
Para estamos las hermanas – soltó una sonrisa
Sabes que no me gusta celebrar mis cumpleaños
¿Porque? Me miró fijamente y dijo... De nuevo con lo mismo, ya han pasado 10 años y sigues pensando en el
No se trata de eso, el ya no me interesa
Podía escuchar que alguien bajaba las escaleras rápidamente y abría la puerta.
Mama ya llegaste, Feliz cumpleaños.
