Capítulo 1

Personajes: Kai, Ray & Tala.

Disclaimer: Ya saben.

Contenido: Yaoi, y más adelante quizás Lemon.

Observaciones Generales: Expresiones entre comillas y cursivas representan pensamientos de los personajes.

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Las afiligranadas agujas del reloj marcaban las siete de la noche, el invierno se cernía sobre Moscú mientras el indiferente y adinerado Kai Hiwatari escribía en el escritorio. Legajos de papeles se extendían sobre la mesa en espera de resoluciones, firmas, reconocimientos; mantener la fortuna no era fácil para el joven que recién había adquirido la independencia financiera, mucho camino aún debía recorrer. Pasos lejanos de su mayordomo, Dimitri, se escuchaban resonar por los salones de la mansión de veintisiete habitaciones, varias de las cuales visitaba raramente; sintió unos labios tocar su terso cuello cansado por tanta concentración.

- Ah... Eres tú, Tala.

- ¿Y quién esperabas? Solamente yo tengo el derecho de hacerte esto.

- Claro que sí.

- ¿Ya terminas tu tarea por hoy?

- Bien que lo quería, pero aún hay muchas cosas para resolver. Permaneceré hasta tarde despierto.

- Hum... Me dejarás otra vez esperándote¿no es así, últimamente me andas evitando mucho.

- No digas eso... Estos días estuve muy atareado, solo eso. Además, supongo que las noches que pasamos te hacen tanto bien como a mí.

- Sí, muchas personas envidian nuestra relación, Kai, y yo particularmente me siento privilegiado por hacer parte de tu vida. ¿Quién más podría ser mejor que yo?

- Nadie más.

- Eso pensé. Te espero allá, Kai.

- Vete, iré tan pronto pueda.

La puerta se cerró silenciosamente dejando a Kai solo nuevamente. Los papeles continuaban allí para atormentarle, pero empezó a considerar la urgencia de leerlos, no sería necesario hacerlo hasta el día siguiente, o quizás la semana entrante. Levantándose para ir a su habitación encargó a Dimitri que cierre todas las puertas y no lo moleste en las siguientes horas, aunque vinieran los representantes financieros tendrían que esperar hasta el otro día.

Su relación con Tala era algo turbulento, el pelirrojo era tan voluble como él. Sus accesos de mal humor eran terribles y no se detenía para conseguir sus objetivos, además de todo era muy celoso. Sin embargo, la mayoría de las veces era una persona agradable y comunicativa, todo su apoyo moral era dirigido a su amado Kai, que día tras día sorteaba los obstáculos gracias a eso. Era un amante excepcional, no cabía duda.

Todo inició un año atrás, cuando el ritmo de las competiciones era agitado y ambos estaban en equipos contrarios, la obsesión por la victoria hacía de estos dos jóvenes practicantes incansables y enemigos acérrimos; el odio trasparecía en los petrificados ojos rubíes de Kai, así como en los de Tala, empeñaban todo su esfuerzo solamente para derrotar al desafiante. Cuando ambos se enfrentaban sacaban a relucir sus técnicas elaboradas, cualquier cosa era válida para ganar. Sin que supieran estaban formando algo en su interior, las carencias y virtudes se complementaban cuando batallaban, y en esas circunstancias el amor y el respeto mutuo iban creciendo.

Tala sufría una especie de metamorfosis después de cada batalla, volvía a su equilibrio de siempre y era muy amable con todos, especialmente con quienes luchaba, tanto si era vencedor o perdedor. Lo que llamaba su atención era Kai, nunca cambiaba su modo de ser, la indiferencia era parte de él; su aire de superioridad era de cierta forma aplastante para quienes debían batallar con él, y tanto más pertenecer a su equipo. El desprecio hacia sus desafiantes era la mitad del camino para sus victorias.

De esa forma fueron conociéndose, conversando y cambiando ideas acerca de sus vidas a veces maltrechas, a veces llenas de esperanza por un futuro mejor. Y la conclusión a que llegaron fue la necesidad de estar juntos, dar una oportunidad a sus rígidos corazones para que dentro de sí crezca el amor y los libere de las muchas cargas que la vida puso sobre sus inmaduros hombros. Solamente así podrían ser libres.

Cuando la temporada terminó Kai y Tala fueron a vivir en la susodicha mansión, Dimitri los recibió como siempre aunque sabía que el pelirrojo quedaría más tiempo, su patrón dejaba aparecer la felicidad de conocer el cariño mutuo y eso hasta haría bien a la oscura casa, carente por muchos años de sentimientos positivos. Takao regresó a Tokio, Max a los Estados Unidos y Ray decidió quedar algún tiempo en Moscú, vivía en un departamento en las afueras de la ciudad.

- Viniste más pronto de lo que esperaba, mi amor.

- Estoy cansado, Tala… por hoy dormiré más temprano.

- Kai, no intentes zafarte nuevamente, ven, acuéstate aquí a mi lado.

- Por favor…

- ¡No! Hace una semana que no me dejas tocarte siquiera¿qué te pasa, mis celos pueden encenderse sin previo aviso.

- ¡Está bien! Haremos lo que quieras… ¡pero solo por hoy!

- No te enojes, quiero solamente que te relajes – pasándole la mano sobre el pecho – dime¿qué te anda poniendo tan nervioso últimamente?

- Uf... solamente los negocios. Problemas aquí, empleados allá, administrar todo esto me está fastidiando.

- Eso te pasa porque quieres resolverlo todo. Deberías contratar más gerentes que te ayuden.

- Tengo todo sobre control.

- Ja! Solamente Kai Hiwatari para decir eso: piensa que solamente él consigue arreglar las cosas. Esa actitud no es buena en los negocios.

- Estoy cansado.

- Dormiremos, pero primero… haremos aquello que tanto nos gusta a ambos.

- No.

- ¡Qué demonios, Kai! Ahora quien está quedando fastidiado soy yo! Todavía sabré qué andas armando.

- ¿Yo? No estoy haciendo nada de incomun.

- Eso veremos, Kai... eso veremos...

Continua...

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Bien, este fic promete mucho, los siguientes capítulos son rellenados de amor, traición, lemon, etc. Si no dejan reviews no van a leer la continuación! esto es una amenaza! mwajajajajajaja...