Derechos: La trama es mía, por lo que me reservo su uso. Lo demás, ya saben de quién es.

El presente texto participa en el Duelo #1 del Club de Duelo (octava edición), del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Oponente: Nochedeinvierno13-Friki.

Personaje sorteado: Antioch Peverell.


Sobre soberbia y otros defectos.

Tras años de ensayo y error, Antioch por fin lo había conseguido.

No comprendía a sus hermanos. Le resultaba enfermiza la obsesión de Cadmus por recuperar a su fallecido amor; en cuanto a Ignotus, siempre hacía gala de excesiva prudencia y se escondía de los problemas. En conclusión, le parecían patéticos.

Él, en cambio, se había dedicado a las varitas, herramientas básicas para los magos, hasta que pudo crear una con facultades extraordinarias. No importaba el hechizo ejecutado, con su ayuda lo realizaba sin ningún esfuerzo.

¡Podría proclamarse como el mago más poderoso del mundo!

—Me pregunto si… —musitó un día, contemplando su obra maestra.

En la posada más famosa del pueblo, a esa hora, debía estar cenando su acérrimo enemigo, fanfarroneando a gritos sobre todos aquellos a quienes derrotara en duelo… entre éstos, él mismo.

Decidido, salió de casa y fue a buscarlo.

Con su preciada varita, ahora la situación estaba a su favor.

–&–

Bienvenidos sean, damas y caballeros. ¡Octava edición y contando! No sé cómo sigo creyendo que me alzaré con la victoria, en serio (Bell rueda los ojos ojos). En fin, la esperanza muere al último.

En este primer duelo, se nos sorteó un personaje medieval y debíamos inspirarnos en él. Con eso de que me tocó uno de los hermanos Peverell, lo único que se me ocurría era algo relacionado con las Reliquias de la Muerte, así que planteé algunos de los posibles pensamientos de Antioch antes de que se jactara de tener la varita más poderoso del mundo (y con eso, conseguir que lo mataran).

Cuídense mucho y deséenme suerte en el duelo.