La versión de una servidora del primer vasallaje, una disculpa si interrumpí la lectura de alguien al cambiar al modo de capítulos, pero me costó trabajo entender cómo funcionaba esto :P. En fin, no soy una fan de la película, así que trato de basarme en los datos de los libros, y "que inicien los 25 juegos del hambre"
1era parte Votación.
Kera
El presidente Magnus había anunciado que este año serían unos juegos "especiales", era difícil saber a qué se refería con eso, tal vez estos serían los últimos y por fin quedarían como colonias al servicio del capitolio, con suerte ni siquiera habría juegos.
"ja" Pensó para sus adentros Kera, "con nuestra suerte, eso es lo más improbable, por no decir imposible" No pensaba en que pudieran eliminarse los juegos, eran el circo del capitolio, un espectáculo al que no renunciarían después de 25 años. "Seguramente serán más sangrientos que en otros años".
Esa noche sería televisado el presidente Magnus con el anuncio de lo que haría especiales aquellos juegos.
Kera había tenido tres hermanos mayores que ella, todos varones, le habían enseñado a ser fuerte, a ser temeraria, siendo habitantes de un distrito no tenían posibilidad de aspirar a mucho, y la participación en los juegos siempre era una posibilidad, no por elección sino por imposición.
Con suerte como en otros años, no sería elegida, y podría quedarse en casa a ver los horrores de unos juegos "especiales" y agradecer no estar en ellos.
-No te preocupes, seguramente Magnus sólo quiere ser alumbrado por los reflectores y recordarnos su superioridad sobre nosotros.
-¿Quién se preocupa?- Disimulo Kera –Sólo me gustaría estar en casa pronto y comer algo, todavía hay una lata de duraznos que nos están esperando.
-Eres una tragona.
-Y tú eres un tonto.
Su hermano le hacía compañía por lástima, todavía la veía como la pequeña de la casa, aunque su actitud no parecía acorde a ello.
Llegaron a la plaza principal, esperando el anuncio "especial". Sólo esperaron unos minutos, no tardó en reunirse la multitud, por mucho que quisieran evitarlo, sólo podían observar y participar. "¿Qué puede ser peor que mandar a los jóvenes a morir?" Se preguntaba no sólo Kera, sino la mayoría de los posibles tributos, y la verdad podían pensar en cientos de cosas peores, pero evitaban profundizar en ello, cualquier cosa que ellos pensaran, el capitolio podía empeorarla.
Por fin, se encendió la pantalla con el anuncio tan especial, como siempre un espectáculo que sólo hacía que se le revolviera el estómago, que ponía a prueba su paciencia y fomentaba su ansiedad. Al fin salió el presidente Magnus en pantalla, con un traje negro y un laurel en la solapa con las orillas doradas, además había un sobre dorado frente a él.
-Buenas noches a todo Panem y a sus distritos, como ya sabrán este año celebramos 25 años del triunfo del capitolio sobre los rebeldes, y por lo tanto 25 años de los Juegos del Hambre, desde su fundación se dictaminó que cada 5 lustros se conmemorarían con un Vasallaje, en el cual se cambiarían las reglas para la elección de tributos.- Magnus tomó un sobre y lo abrió, sacó un papel y siguió su discurso - Para recordarles que su peor enemigo son ustedes mismos, se hará una votación dentro de cada distrito, ustedes mismos elegirán a sus tributos, y a diferencia de otros años en esta ocasión no habrá voluntarios, los únicos que podrán votar serán los posibles tributos.- Dejó el papel y siguió viendo a la cámara -La arena de este año también será especial, así como las reglas con las que tendrán que competir, todo lo cual será revelado a su tiempo. Les deseo buenas noches y que el destino este de su lado-
Por unos segundos la pantalla se puso negra, en lo que se establecía el enlace con el colorido presentador. Pero la mente de Kera siguió a oscuras, ¿Qué significaba eso? ¿Hacer ellos mismos la votación? ¿Cómo podrían votar para darle un cruel futuro a alguno de los suyos? ¿Alguien se atrevería a votar por ella?
En cuanto recobró la conciencia de lo que hacía se encontró en su casa, de manera automática había hecho el camino de regreso con su hermano al lado, mientras su mente se inmiscuía en pensamientos sin respuesta.
-¡No tardamos en cenar! Apresúrense y siéntense a la mesa.
Sin pronunciar palabra Kera se dirigió a lavarse las manos, aún quedaban restos de sus pensamientos, quería deshacerse de ellos y continuar como si fuera una noche cualquiera, como si tuviera oportunidad de seguir adelante y olvidarse de todo, pero mientras se secaba las manos escucho a su hermano hablar.
-… No pronunció palabra, le pregunté si estaba bien, le dije que no se preocupara, pero no me contestó, no sé si esté bien.
-No pueden elegirla, ya vivimos eso una vez.
-¿Crees que alguien se compadezca de ella por eso?
Silencio, el cual Kera aprovechó para entrar al cuarto y sentarse a cenar.
-Estuve esperando toda la tarde por la cena.
-Supongo que sí, es tu favorito.
Su madre sirvió los platos, mientras los demás terminaban de sentarse y acomodarse, la noche continuó con bagatelas, no se comentó nada del anuncio especial, hasta que llegó la hora de dormir, su madre la despidió con un beso en la frente, que aunque parecía decir "descansa" para Kera sólo significó el regreso de sus preocupaciones.
Mientras terminaba de cambiarse para dormir dio un vistazo a la ventana, entreabrió las cortinas y miró al espacio vacío que había entre su casa y la vecina, recordó cuando ella y sus hermanos eran pequeños y jugaban con otros niños en ese espacio, entonces llegó a su mente un pensamiento que nunca antes había concebido "prefiero que mi vecina muera en los juegos a ir yo", al instante cerró la cortina y le dio la espalda a la ventana "¿Qué acabo de decir?" Era cierto que lo había pensado, y lo seguía pensando, pero le parecía demasiado cruel para consentirlo.
Entonces entendió el mensaje del presidente Magnus, sus peores enemigos serían ellos mismos, estaba sembrando la duda en los distritos, en las casas, ¿quién habría con tanta lealtad hacia su distrito que se negara a votar? ¿Quién habría con tanto coraje como para ofrecerse de voluntario antes de la votación y evitar la discordia?
Se acostó en la cama y se quedó mirando el suelo, ahora la invadía el desconsuelo, ¿Sería lo suficientemente gris para pasar desapercibida en la votación?
Kera tuvo una vez tres hermanos que le enseñaron a ser fuerte, ahora sólo tenía dos, que esperaban que tuviera una larga vida, que esperaban no tener que derramar una lágrima por la mala suerte de Kera.
