Mejor la cama destendida que tu ausencia a mi lado
mejor sus besos que tu nombre en mi boca.
Y yo primavera y otoño en menos de una hora
Mientras la conozco se va uniendo a mi olvido.
Esto es un tornillo, una espiral, un ciclo.
Esto de no tenerte y buscarte en pechos desconocidos
en un nombre al que no recuerdo
en un vientre al que no vuelvo
es un punto más a la lista de fracasos que guardo en el cajón
junto a tu recuerdo.

Fernando Delgadillo.

Formas de recuerdos.

Su risa, melodía de primavera interminable en una espiral, es el principio de la pesadilla. Al principio tapa sus oídos tratando de callarla, porque siempre luego de su alegría viene un grito de muerte, flores rojas matándola en sus brazos.

Y de ahí sus ojos de primavera y verano se volvían otoño y luego invierno en muerte, y quedaba en sus brazos.

A pesar de todo el tiempo que ha pasado, Ikki aún siente el peso muerto de su cuerpo delicado, y siente como si el mundo entero estuviera en su espalda, casi como asfixia.

En algunas ocasiones logra engañarse, pensando que ha olvidado su nombre y su aroma, hasta que ve un cabello dorado o siente la nieve. A veces logra convencerse de que ha dejado de buscarla en los ojos de Shun. Hay noches, incluso, en que casi logra creer que no fue su culpa su muerte.

Ahora ya no lucha por tapar sus oídos porque es en los recuerdos donde ella vive y muere una y otra vez, y en lugar de eso trata que gritos y gemidos – suyos, de alguien más, no importa, da igual- logren desplazar esos momentos, esa angustia.

Al final, los besos de cualquiera saben amargos como los recuerdos burlados lo son, pero es mejor tener esos besos que el nombre de Esmeralda en su boca.