Los personajes pertenecen a Rowling, claro está. No obstante, la historia es mía. Es AU, aún así, espero que les guste.
Estafa a mi Corazón
1.-
"Si pudiera escoger a un hombre… lo escogería a él. Es tan misterioso, tan maduro, y muy inteligente. Oh, y a parte de eso es guapo. Es el hombre perfecto."
- Hermione… Hermione - la castaña reaccionó, impasible.
- ¿Qué, qué?
- ¿Qué estabas mirando que te quedaste como hipnotizada? - Ron se había dado cuenta a quien miraba, pero no hizo ningún comentario al respecto.
- ¡Nada! sólo estoy algo cansada.
- Bien - dijo - entonces te alegraras, ya ha terminado la clase.
¿Terminado?¿Por qué iba a alegrarse de por eso? Tal cosa significaba que ya no lo tendría a la vista, que no lo podría verlo escribir, ni su rostro concentrado procesando toda la información que recibía. A Hermione le gustaban mucho las clases, desde pequeña le habían gustado, eran educativas, didácticas y divertidas. Pero últimamente tenía otro motivo, uno muy diferente al de la educación.
Y dicho motivo era un hombre.
Si, raro en ella. Por eso no se lo ha dicho a nadie, ni tampoco se lo había dicho a ella misma. Sólo le gustaba verlo en clases, nada más, no era que se hubiera enamorado o algo así …, por eso le gustaban las clases, por que ahí lo tenía a su vista. El resto del día, él desaparecía, rara vez se veía en el comedor o dando vueltas por los patios. Hermione se preguntaba que es lo que hace en el resto del día. Tal vez estudiar, no parecía muy sociable.
- ¿Y bien Hermione? Por todas esas razones que te he dado ¿Harás el trabajo conmigo?
- ¿Eh, qué…? - "trabajo Hermione, concéntrate. Trabajo. Ron. Juntos" - ¡No, claro que no!
- ¿Pero por qué?¿Entonces con quien lo harás?
- Sola por supuesto.
- Que cruel eres.
- ¡Hermione!¡Ron!¡Estamos aquí!- escucharon unos gritos chillones.
- Oh, genial. Las GG. Me largo… - Hermione rió. Aun le daba gracia el apodo que le había dado Ron a sus amigas. Fue con ella mientras el pelirrojo hacia lo que dijo.
- Ginny, Glen ¿Cómo están?
- Agotadas … el sexto curso es un asco.
- No sean exageradas. Además, aun les queda un año.
- Oh, que agradable comentario - las tres empezaron a conversar. A Hermione no le gustaba mucho hablar sobre hombres, que casi siempre era el tema principal, pero aquellas chicas decían cada tontera tras otra, que lograban darle un momento de entretención.
- Maldición. Se me quedaron los apuntes en la sala.
- Estas muy despistada estos últimos días, Hermione. - dijo Glen, una chica que tenía el cabello un poco mas oscuro que el de Hermione, con unos hermosos ojos verdes oliva. Era extrovertida y animada.
- Exacto - concordó Ginny - no es hace unos días que fuiste a clases tan rápido en la mañana que dejaste tus cuadernos tirados en la sala común, y Ron tuvo que llevártelos.
Hermione recordaba eso, y se sonrojó. Había sido por que se había quedado dormida, y tuvo corrido a clases. Él siempre llegaba antes que todos, y ella intentaba aprovecharse de eso.
- Bue-bueno, eso es por que…, vayan haciéndose la idea. Séptimo es mucho más estresante - se excusó.
- Me huele a mentira. Para mi aquí hay olor a fragancia masculina.
- Estoy de acuerdo con Ginny. No será que estas enamorada, y no nos has dicho nada¿emh?
- ¡Nada de eso!¡Yo no estoy interesada en ningún tío!
- Granger.
Las tres chicas callaron y se fijaron en el hombre que tenían en frente. Hermione enmudeció y se puso colorada. Aquello debía ser un sueño. Esperaba que fue un sueño…
- Ehr… Tú eres, Hermione Granger¿cierto?
- S-si
- Toma. Esto se te quedó en la sala.
- ¿Mis apuntes? Gracias.
Él sólo asintió, y se marchó. Hermione no lo podía creer. Él le había ido a dejar sus apuntes. La había buscado y se los había pasado personalmente. Era tan tierno… ¿Podría ser que estuviera enamorada?
- Ese chico intimida - dijo Glen.
- Y también es demasiado serio. Si tan sólo de vez en cuándo sonriera …
- Tienes razón, Ginny. Por que es… guapo.
- ¿Cómo crees se veria sin sus gafas?
- ¡Eh! No te metas con sus gafas. Les dan un toque tan intelectual … - intervino Hermione, impulsiva.
- Con que Harry ¿ehe?
- No no… yo no…
- Oh, Hermione, te has sonrojado. No me lo creo ¿pero por que justo de él?
- En realidad yo…
- No tienes oportunidad con Harry…, el no se fija en sus compañeras de colegio.- dijo Glen
- Es verdad. Sólo el año pasado no salio con nadie, y eso que aun estaban las de séptimo que eran mayor. Y por lo que se sabe, a él le gustan las mayores …
- Cuando iba en quinto solía salir con las de séptimo, así que veras …
- Eh… Y como saben eso ustedes … - dijo Hermione en susurro. Las otras parecieron no escucharla.
- Además, dicen que por las tardes va a la sala de música a tocar o practicar, y no hay nadie que lo saque de ahí. - Hermione, después de pensar un momento, no le extraño que Glen, una Hufflepuff, supiera todo eso. Por algo Ginny se juntaba con ella, por que lo sabía todo.
- Y si te das cuenta, Hermione - prosiguió Ginny - aunque nosotras dos seamos compañeras de casa de él, nunca lo vemos en la sala común. Y no sólo yo, sino varios, lo han visto llegar a tardes horas de la madrugada, incluso en días de semanas.
Era cierto, una de las tantas veces que Hermione se había quedado leyendo al lado de la chimenea hasta tarde, lo vio entrar a la sala común, bajo los regaños de la dama gorda, que aunque parecía enojada, sus palabras denotaban costumbre, recordó. Él ni siquiera se había molestada en fijarse si había alguien en la sala.
- ¿Qué, qué creen que hace? - preguntó preocupada.
-Una vez escuché que se queda ayudando a los profesores para las clases siguientes. También que ayuda al comité deportivo a organizar. Y que es la única hora que tiene para entrenar Quidditch. La verdad, viniendo de él, no creo que sea nada malo.
- Cielos, Glen ¿Cómo sabes todo eso?
- Sencillo, Hermione. Por que él se junta con algunos tíos de mi casa. Que también son bastante misteriosos, pero no tanto como él. Sea como sea, lo mejor es que no te fijes en él.
Hermione no dijo nada. Tal vez ya era demasiado tarde…
Para la siguiente clase, transformaciones, sucedió algo que - aunque inconscientemente Hermione deseaba - sucedió. Jamás le estaría lo suficientemente agradecida a la profesora McGonagall.
La clase estaba por finalizar. Hermione escribía los últimos apuntes que estaban en el pizarrón, concentrada. Pero algo la hizo desconcentrarse, cosa que ya era rara. Pero lo que más le extraño a Hermione, fue escuchar su voz. La de él. La de Harry, que para ella sonaba mas fuerte que todas las otras que se encontraban en la sala. Despegó su mirada disimuladamente del pergamino, y observó con quien hablaba Harry.
La profesora McGonagall le estaba entregando unos papeles. Y Hermione se esforzó por escuchar la conversación.
- Eso son los de primer año - dijo la profesora - los de segundo y tercero los tendré en unas horas. Del resto me encargaré yo.
- Está bien.
- ¿Puedes con ellos tu solo?¿No necesitas ayuda?
- Pues la verdad si. Sólo para ahorrar tiempo.
- Bien, veamos … - dijo mirando a lo alumnos - señorita Granger.
Alzó la voz la profesora, oyéndose por toda el aula. Hermione intentó parecer desinteresada. Era la peor de las mentirosas.
- ¿Si, profesora? - dijo, nerviosa.
- Acérquese por favor.
Hermione fue hasta allá, consiente de que la mirada de Harry estaba puesta en ella ¿Acaso, le iba pedir a ella que le ayudase?
Y así fue, por muy extrañas que parecieras las circunstancia, ella, tenía que ayudar a Harry Potter a hacer no se que cosa. Pero eso no importaba …
Lo que si importaba era llegar a tiempo. La profesora le había dicho que asistiera a su aula a las cuatro de la tarde, donde estaría él esperándola, y le explicaría lo que tenía que hacer.
Respiró profundo y se dispuso a abrir la puerta. Sus sentimientos jamás se darían a notar. Iba a ser imparcial. Iba a hacer sólo lo que tenía que hacer.
- Y eso seria todo… - terminó de decir Harry.
Hermione sólo asintió. Aun demasiado conmovida como para hablar tranquilamente. Harry le había explicado lo que tenía que hacer. Era simple. Revisar los trabajos de los chicos de primero, segundo y tercero. McGonagall les había dejado una pauta. Aunque era fácil, tomaba mucho tiempo. Y Hermione aun estaba intranquila, preguntándose por que Harry hacia esto.
- ¿Estas segura que no te molesta hacer esto?
- No, para nada - respondió Hermione, sonriendo.
- Me alegro de que McGonagall te escogiera a ti. No eres como el resto de las mujeres.
- ¿Eh..? - dudó Hermione. No sabía si aquello era bueno o malo.
- Bueno… si fuera otra ya estaría haciendo el tonto frente mío.
- Oh… ¿te sucede a menudo?
- No si puedo evitarlo.
Hermione se pregunto que si ella se mostrara como se sentía¿realmente la evitaría? Se sentía estúpida, si no fuera por que no tiene experiencia en estos temas tal vez se habría comportado como la mayoría de las mujeres. Pensándolo mejor, se sentía afortuna. Harry le había dicho que no era como el resto, y al parecer eso le agradaba. Aunque claro, todo no era más que una fachada.
¿Esa era la razón por la que él era tan reservado?¿Por la que no salía con ninguna chica?¿Acaso le desagradaban las mujeres acosadoras? Oh, cielos, claro que si. Pero por otro lado ¿A él le acosaban las mujeres? Por lo que Hermione se había dado cuanta, no era así.
- No es necesario que hagas eso. - le dijo Harry.
- Pero…
- Sólo marca que está equivocada. Si colocas el por que de su error tardaras mucho.
- Pero es necesario que sepa en que se equivoco, para que repare su error…
- ¿Acaso los profesores hacen eso? No que yo me haya dado cuenta.
- Bueno, pues a mi, muchas veces me hubiera gustado que me digan en que me e equivocado - se defendió Hermione - por eso-
- Dame eso - Harry le arrebató el pergamino de sus manos, y comenzó a borrar la nota que Hermione había puesto, en su lugar, éste sólo marcó una cruz.
- ¡Hey, déjame eso a mí!
- Si haces esto con uno, vas a tener que hacerlo en todas las respuestas malas. Tardaras siglos. Y yo no te pienso ayudar.
- Lo sé. Y no te lo estoy pidiendo ¿Podrías dejármelo a mi?
A toda respuesta, Harry le sacó los pergaminos destinados a la revisión de ella, dejándola sin nada que hacer.
- Lo siento, Hermione - ella se estremeció - déjamelos a mi. Ya puedes irte. Lamento que perdieras tiempo.
Algo dentro de ella explotó ¿La estaba echando?¡Claro que no!. Molesta, Hermione se levantó, pero no para marcharse, cosa que al parecer creía Harry, sino para todo lo contrario. Fue hasta el lado donde Harry había dejado los pergaminos de ella, para recogerlos y volver a su labor. Pero él se dio cuenta de sus intenciones y los alcanzó a tomar antes que ella. Hermione se aventuró a quitárselos, y comenzó a forrajear con él, sabiendo de su desventaja.
- Dámelos.
- No seas tan escandalosa. Sólo vete.
- No.
Hermione no sabía que cara tenía en eso momentos, ni de la fuerza que estaba haciendo, sólo quería quitárselos. Entonces, Harry comenzó a hacer menos fuerzas, y Hermione comprendió por qué. Se estaba riendo, y cada vez mas fuerte. Hasta que se trasformo en una carcajada. Y Hermione pudo tomar los papeles en sus manos con plena facilidad.
- Eres divertida - dijo él entre risas -está bien, si quieres seguir haciendo esto, hazlo.
Hermione estaba perpleja. Tomó los papeles y se fue a sentar, y entonces, preguntó:
- ¿Por qué haces esto?
- ¿El que, echarte?
- No… esto - Hermione apuntó a sus hojas.
- Ah, bueno… por créditos extras. - Hermione lo miró confundida - bueno… sólo surgió un día y ahora resulta que me ayuda. Eso es todo.
Ella entendió que hasta ahí llegaba el tema. No se arrepintió de preguntar, además él no parecía molesto, sólo incomodo.
Eran las siete cuando terminaron todo, Harry apenas había hablado en ese tiempo. Cuando tenían todo listo, él solo tomó las cosas, las apiló en orden y se fue, dándole las gracias. Hermione agarró su bolso, y salió también, pero ya no había rastro de Harry. Luego, en la sala común, él no se veía ahí. Pero ella no se extraño por eso, tal vez tenía otro compromiso más de esos que acaban de tener.
Y eso fue lo único interesante, digno de contar en el fic, que le paso a Hermione en ese día.
El día siguiente, después de clases, mientras caminaba para almorzar, Hermione escuchó el lamento de una chica, y, por puro instinto, fue a ver quien era.
Era una chica rubia, parecía de cuarto o de quinto, alrededor de ella habían otros tres hombres, que, Hermione pudo distinguir, dos era de Hufflepuff, y uno de Slytherin. Era lo más raro que había visto. La chica parecía querer hablar, pero estaba nerviosa. Hermione pensó de inmediato que aquellos tíos le estaban haciendo algo, hasta que ella hablo:
- Por favor, ayúdenme.
- ¿Cómo te enteraste de nosotros? - dijo el Sly.
- Un… un amigo me lo contó.
- ¿Quién? - volvió a decir la serpiente.
- No puedo decirles … pero ustedes trabajaron para él.
- Dinos quien … - amenazó otro.
- Yo…- tartamudeaba la chica.
- Déjenlo así, está bien. - Hermione escuchó otra voz desde las sombras. No procedía de ninguno de los tres chicos que estaban ahí. Pero ellos se volvieron a donde había salido la voz. Hermione notó que un árbol lo tapaba.
- Pero es peligroso. - le respondió uno
- Nosotros no la encontramos a ella, ella nos encontró a nosotros. Es de lo mas raro - dijo otro.
- Además, alguien le hablo de nosotros. Se supone que eso no se puede.
- Dejen que ella hable. Tal vez sea interesante - dijo la voz, desde las sombras. Hermione la encontró peligrosamente familiar. - Muy bien, muchacha, cuéntanos.
- Es… es un hombre. No me lo puedo quitar de mi camino. Si les cuento ¿Me ayudaran?
- Si es lo bastante interesante y peligroso, si - la voz salió de su escondite y se acercó a la chica, tomándola por los hombros - si nos convences lo suficiente, nos desasearemos de él.
Hermione gimió. Esa voz… por eso la encontraba familiar. Era él… Harry se encontraba frente a la chica, él había dicho todo eso ¿Qué rayos se significaba?
Espero que les haya parecido un buen primer capitulo. Y por favor, no saquen conclusiones apresuradas, no todo es malo.
Espero sus comentarios y apoyo. Presionen Go! Trataré de actualizar pronto.
