ROOMIES
KONOHAGURE #220
Estaba sentado en el suelo en medio de un montón de revistas de manga, debatiéndose en cuales debería empacar y cuales dejar en su habitación, en medio de aquel dilema admiro su alcoba, el papel tapiz de estridente color amarillo, su cama con edredones de espirales naranjas y verdes, sus repisas casi vacías aun conservaban cosas que serian un lastre si las empacaba y fue cuando recordó que sí debía meter a la maleta, introdujo la mano bajo la cama palpando entre el polvo y esa clase de cosas que siempre terminan bajo ella, cuando topo con lo que buscaba: saco una lonchera metálica con un candado, uso la llave que siempre llevaba en la cartera y saco el contenido, metiéndolo bien escondido entre su ultima valija con ropa. Se puso de pie, regreso algunas cosas a su lugar y sintió un poco de nostalgia, dejo ir un suspiro melancólico.
"Todo seguirá aquí cada que decidas visitarnos, Naruto" Le dijo el hombre que estaba recargado en el marco de la puerta.
El chico se acerco a la cómoda y tomo el último objeto para meter en la caja que decía cosas valiosas, pero antes lo admiro unos segundos: la foto familiar en un marco de plata, decidió ignorar el malestar estomacal que le provoco el espacio blanco de la parte recortada que faltaba a su izquierda en el retrato. No quería un mal recuerdo en ese momento, mejor miro su habitación y por la ventana, la vieja casa del árbol. Sonrió y dejo ir otro suspiro, aquello estaba resultando un poco más complicado de lo que imagino, sería un gran paso y según él y sus amigos: el primero y a la edad correcta, rumbo a su independencia. Aunque claro, era normal que sus padres – Kushina en especial – no lo vieran de la misma forma.
"¿Mamá ha dejado de llorar?" Dijo girándose a ver a su padre y cerro la ultima caja de la mudanza.
"Lo hiso toda la noche para que no la vieras hacerlo mientras te vas, tiene los ojos hinchados como un sapo pero yo en tu lugar no haría ningún comentario"
"Aprecio mi cabeza pegada al resto de mi cuerpo – dijo con nerviosismo, miro con algo de pena a su padre – ¿Y mi hermana?"
Minato intento no reir, la pequeña había estado toda una semana negándose a encarar a su hermano mayor, desde que Naruto había dado la noticia de que se mudaría, la hermosa rubiecita se empeño en aplicarle la ley del hielo: en la mesa, en la casa, en todo momento y lugar, su resentimiento era implacable.
"Sigue enojada contigo – dijo disimulando su diversión – pero seguro te perdonara en dos o tres meses…"
"Ojala que sí, pero quisiera despedirme de ella… aunque sé que no me lo permitirá"
Todos en la familia sabían bien del carácter de la hiperactiva mujercita y combinado con la personalidad violenta de su madre, la niña era una bomba de tiempo. Naruto amaba a su hermanita y por ello no quería mudarse sin poder despedirse de la pequeña. Después de todo, pasaría un muy buen tiempo lejos, antes de regresar a dar una visita.
"Tu madre está hablando con ella en la sala, seguro la convencerá, no puede estar enojada por siempre"
"No lo sé – aseguro la voz de Kushina, quien estaba en el pasillo – yo la veo muy decidida" Dijo entrando a la habitación.
"¿Has hablado con ella?" Pregunto su esposo tomándole la mano.
"Lo intente – se disculpo – pero parece muy dolida"
Se escucho el timbre, en el piso de abajo, la puerta abrirse y seguidamente los chillidos emocionados de la hija menor de los Namikaze, en el recibidor.
"Eso no sonó muy triste" Señalo el rubio.
Luego la familiar voz profunda del hijo menor de los vecinos y el mejor amigo de Naruto, también se escucho.
"Ah, es el teme" Dijo reconociéndolo.
"Yo bajare esto – dijo Minato tomando la ultima caja sobre la cama y la maleta de Naruto – tratare de rescatar a Sasuke antes de que Naruko lo encierre de nuevo en su armario" Dijo el hombre saliendo de la habitación.
Naruto se quedo a solas con su madre, la mujer le miraba con un inmenso amor y efectivamente, tenía sus hermosos ojos hinchados de tanto llorar y unas gruesa capa de corrector bajo sus ojos para disimularlo, al igual que las ojeras. Naruto se abrazo a su madre, sintiéndola tremendamente pequeña entres sus brazos y la sintió estremecer entre ellos mientras ella le respondía el abrazo. Admiro la comparación de estatura, antes miraba a sus padres hacia arriba, ahora miraba a Minato a los ojos y le sacaba casi dos cabezas de ventaja a Kushina.
"¿Estarás bien?" Le pregunto besando su cabello rojizo con adoración.
"Sobreviviré – le dijo con una sonrisa radiante – estaremos aquí siempre que quieras regresar o venir a visitar a tus ancianos padres"
"El chantaje emocional con la psicología inversa – dijo astuto el menor, para luego sonreír – mamá eso ya lo intentaste"
"Lo sé"
"Siento interrumpir" Dijo un azabache desde la puerta.
"Oh Sasuke, querido – le sonrió Kushina – solo estábamos dando una breve despedida"
"¿Breve?" Pregunto con escepticismo su hijo.
El rubio recibió un golpe en la cabeza de parte de su sonriente madre. Sasuke reprimió una sonrisa. Las cosas siempre eran así con esa familia, el moreno siempre envidio un poco eso.
"No quería interrumpir, Kushina – le dijo el moreno con una sonrisa galante – pero debemos irnos ya, si no queremos que nos atrape la noche en la carretera"
"Los acompaño a la puerta"
Dijo alegre saliendo por la puerta, Sasuke se quedo con Naruto y este hecho un último vistazo en la que era su recamara, el moreno lo miro con cara de aburrimiento pero bien sabía lo que su amigo estaba sintiendo, el mismo lo experimento horas antes con su recamara, su familia y su casa.
"Echare esto de menos" Dijo Naruto.
"Vamos dobe, tenemos que irnos ya" le apuro.
Los dos bajaron al primer piso, Naruko le sonrió con enormes ojos azules a Sasuke y después gira la mirada en gesto indignado al encontrarse con la sonrisa conciliadora que le obsequiaba su hermano mayor. El rubio suspiro. Sus padres lo miraron y después a la miembro más pequeña de la familia, no, la niña no quería ceder.
"Bueno, iré a calentar el auto – le dijo al rubio – con su permiso señores Namikaze"
"¿Te has despedido de tus padres, cariño?" Pregunto sonriente Kushina.
"Claro, mi padre y madre envían saludos – le sonrió a los esposos Namikaze y se agacho a la altura de la pequeña Naruko – en cuanto a ti…"
"No quiero que te vayas" Le dijo abrazándolo, una punzada de envidia recorrió a Naruto.
"Tengo que irme bonita – le dijo con ternura y en vos baja, Minato y Kushina estaban intercambiando miradas con su hijo mayor mientras este renegaba – sabes que siempre serás mi favorita"
"¿Aunque conozcas a muchas chicas de universidad con enormes pechos?" Pregunto con un gesto adorable.
"Aunque conozca mil, te dije que me casare contigo" Le dijo besando su mejilla y ganándose una sonrisa de parte de la rubia.
"Buen viaje, Sasuke" Le sonrió Minato.
"Gracias señor Minato" Y salió de la casa.
"¿Para mí no hay beso?" Pregunto el rubio a su hermana, con tristeza.
Su hermana menor lo miro y luego a sus padres, estos le reprendieron con la mirada, la niña miro al piso haciendo un puchero, su hermano se dirigió a la salida y la pequeña corrió desesperada a aferrarse a sus piernas, Naruto la abrazo y ella le miro con los ojitos inundados en lagrimas mientras balbuceaba entre sollozos mojando la camisa de su hermano.
"Yo también te echare de menos, Naruko – le dijo aferrando a la pequeña en su abrazo – cuídenla mucho" Dijo con una sonrisa triste el chico mientras pasaba a la pequeña a los brazos de su padre.
"Vayan con cuidado" Le dijo su madre.
"Y recuerda llamar cuando hayan llegado" Le recordó Minato.
El rubio sonrió saliendo de su hogar, tan pronto cerró la puerta a sus espaldas se recompuso un poco, atravesó el patio delantero de la que fue su casa y miro al lado, la casa de los Uchiha, se veía vacía. Naruto subió al jeep en el asiento del copiloto y se encontró con Sasuke, el chico fingía interés en encontrar una estación de radio decente mientras su amigo le miraba de perfil.
"¿Por qué no te despediste de tus padres, teme?"
"Acabo de decirle a tus padres que lo hice"
"Mi madre alguna vez te cambio el pañal y lo que quieras, te conoce desde bebe, pero yo he pasado casi cada minuto contigo… a mi no me mientas, es insultante"
"Vaya, alguien ha estado aprendiendo nuevas palabras" Dijo sonriendo al arrancar el auto.
"No estas respondiendo a mi pregunta, teme" Se puso el cinturón.
Sasuke se rindió con lo de buscar una buena estación y mejor conecto su celular, activo para reproducir y subió todo el volumen dando así por terminada la plática con su amigo.
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Unos kilómetros después, Naruto arremetió con miraditas, el moreno solo resoplo y bajo el volumen de la música. Se dio por vencido con eso de cortar la charla con el rubio, este se acomodo mas en el asiento y saco de su bolso un chicle, hiso y reventó bombas hasta que su mirada y el insoportable ruido, taladro tanto a Sasuke que le obligo a verlo.
"¿Qué, dobe?" Pregunto resignado a no poder aplazar mas la charla.
"Lindo auto ¿Había algo malo con la camioneta?"
"Nada"
"¿Entonces?"
Sasuke se limito a sacar un sobre de la guantera y dárselo a su rubio amigo, que lo miro interrogante.
"Felicidades por tu graduado hijo, esperamos que te guste el auto nuevo. Te quieren: tus padres – leyó extrañado – ¿Qué? ¿Osea que no… ellos no están…? no estaban en casa cuando te marchaste" Sentencio recordando que ya lo había adivinado esa mañana.
"No, no quisieron interrumpir sus vacaciones para despedirme"
"¿Y piensan compensarlo con un auto?"
"Y unos cuantos ceros extra en mi cuenta corriente – sentencio con acides el mayor – es su forma de decir: Tampoco estaremos en tu cumpleaños, querido"
Los dos se quedaron en silencio. Naruto sabía que los padres de Sasuke eran muy afectos de los viajes, cruceros y demás actividades, gracias a sus jugosas cuentas bancarias, habían podido retirarse a tiempo para disfrutar su jubilación y vivían de vacaciones todo el año, incluso en navidad, que era cuando el teme venia a cenar en su casa y también en muchas otras festividades donde tenía que ir a sacarlo de su casa a rastras para traerlo a la suya. Ambos sabían lo mucho que Sasuke envidiaba a Itachi, el ni si quiere resentía la ausencia de sus padres, al contrario, después de todo, su hermano mayor era sin duda el tipo más parecido a un nómada, no permanecía mas del tiempo suficiente en ningún lugar y su carrera como fotógrafo ayudaba mucho, no tenia dirección fija y siempre mandaba una postal diferente para su ototo baka donde le expresaba su incestuoso amor sobre protector y agregaba también uno que otro posdata advirtiendo a Naruto sobre mantener sus manos y su entrepierna lejos de la virginidad de Sasuke, eso claro, si consideraba querer tener hijos algún día.
Pero el caso era que Sasuke era muy solitario, quizá demasiado y a Naruto no le gustaba la idea. Ahora compartirían piso, saldrían del pueblo e irían a buscar empleo en la ciudad, sería un gran cambio de aire y el rubio esperaba con ello ampliar los horizontes de ambos y enseñarle a su mejor amigo a no ser tan huraño, quizá terminar por disipar los rumores en el pueblo de que su amigo era gay. Sonrió ante la idea.
"¿Cuál es el chiste?"
"Oh – alejo la sonrisa y cambio el tema – estaba pensando en lo que le dijiste a Naruko" Le codeo con sorna.
"¿Celoso?" Lo pico.
"Un poco quizá – dijo en tono meloso – el caso es que más vale que no hablaras en serio con ella, teme, odiaría tener que romperte la cara de chulito por romperle el corazón a mi hermanita"
"Hmp" Tomo la desviación.
"Pero ya en serio, venimos a la ciudad para eso – hiso gestos – chicas voluptuosas, universitarias con anticonceptivos, enormes pechos ¡Por Dios! que para eso compramos el piso"
Sasuke freno en seco y miro feo a su mejor amigo.
"En primer lugar dobe: yo vengo a estudiar – enfatizo – segundo: no tengo tiempo para chicas y esas estupideces y tercero: te atreves a meter una sola tipa en el departamento y te romperé las costillas" le dijo de forma amenazadora.
"Y ¿Eso es por Naruko o… por mi?" Pregunto acercando su rostro tentadoramente al de Sasuke.
El moreno lo alejo de un cariñoso golpe en la cabeza.
"¡Au! teme, si quieres mantenerme a tu lado solo dilo – se burlo mientras se sobaba – pero en serio ¿Ni una chica de esas de la vida alegre?" Pregunto babeando.
Mirada asesina Made In Uchiha. El celular de Naruto empezó a vibrar con ese tonito tétrico de la película del exorcista, Naruto respondió poniéndolo en altavoz.
"Hola Kushina" Respondieron los chicos al unísono.
"Hola de nuevo querido – saludo con ternura a Sasuke – en cuento a ti, mocoso del demonio ¡Soy tu madre, nada de tutearme!"
"Eso explica lo de mocoso del demonio – sonrió, casi salió la mala vibra de Kushina por el aparato móvil – bien, dime madre"
"Estaba recordando que empaque tus papeles en el folder naranja – se escucho como se cerraba una puerta e inmediatamente la mujer bajaba mas la voz – también metí ahí la dirección del amigo de tu padre…"
"¿Ero-sennin?"
"Si – dijo con un tic surcando su ceja delgada – recuerda ir a buscarlo cuando estén instalados, el sabe que estarán allá este fin de semana, seguro tiene listo el encargo de tu padre"
"Si, madre" Dijo sobándose el cuello.
"Por favor no firmes nada con…"
"Lo sé madre"
"Usa la tarjeta provisional, la que te regalo Tsunade"
"Si" Dijo cansino.
"Hijo por favor ponme atención, sabes que debes…"
"Kushina – interrumpió Sasuke, viendo la frustración del rubio – me encargare de que el dobe no meta la pata, puedes estar tranquila, te dije que lo cuidaría"
"Muchas gracias cariño – le dijo aliviada, suavizó su tono de voz – por cierto, me he tomado el atrevimiento de mandar un paquete para ti al departamento… espero que no te moleste querido, se que la semana entrante es tu cumpleaños"
Naruto trago saliva, lo había olvidado. Sasuke se sorprendió un poco, ni siquiera el recordaba que era su cumpleaños, sabía que era ese mes, pero no que estaba a unos días. Se enterneció por dentro y sonrió, solo un poco. Kushina siempre le horneaba un pastel en sus cumpleaños y le obsequiaba algo siempre lindo y algunas veces cursi, y aunque él no lo dijera, esos detalles le encantaban.
"Este año no habrá tarta de cumpleaños pero Minato y yo esperamos que te guste tu obsequio"
"Muchas gracias, Kushina" Dijo con tono apenado.
"Creo que Naruko también metió algo en la caja – dijo temiendo – yo que tu, tomaría precauciones antes de abrirla"
Sasuke rio un poco.
"¿Y bien madre, eso era todo?" Replico con celos.
"Si, hijo malagradecido – suspiro – Sasuke, por favor cuídale, buenas noches chicos" Y colgó.
"¡Demonios! que soy grande madre – le grito al teléfono – se cuidarme solo" Dijo con un puchero guardando el celular.
Sasuke tomo la autopista, ya estaban en la ciudad.
"A veces pienso que te quiere más a ti que a mi" Dijo molesto el rubio.
"Es porque así es" se burlo el azabache.
Naruto solo enfatizo su puchero.
*.*.*.*.*.*.*.*
Kushina tenía el teléfono celular en la mano, seguía en el cuarto de su hijo.
"Cariño ¿Has visto a Naruko? es que no la… encuentro" miro a su mujer, esta enseguida tomo el trapo e hiso como que limpiaba.
"Este niño no puede ser ni por un día, algo de ordenado" Dijo sin mirar a Minato.
"Yo también lo extrañare Kushina – le dijo quitándole el trapo de la mano y alzándole la barbilla – ya no es un niño, debes entender que esto era inevitable"
"Lo sé, solo esperaba que tardara un poco mas – dijo resignada – no era tan difícil postergar la universidad, dos o tres años, en especial desde que tuviste que retirarte de la corte" Dijo con culpabilidad.
"Sabes que no fue tu culpa – le dijo mientras se sentaba en la cama con Kushina a su lado – era lo mejor, para nosotros y nuestras familias"
"Pero Minato…"
"No podía seguir con mi trabajo en el juzgado sin esperar represalias"
Los dos recordaban claramente lo que habían pasado esos últimos años.
"No me preocupaba mi cabeza – le dijo abrazándola – sabes que si por mi fuera, no temería seguir sentando a yakuzas en mi corte, pero tengo hijos y una esposa a la que amo… no pondría nada de eso en juego por más que amara mi profesión"
"Lo sé, cariño – le sonrió viendo esos ojos azules que amaba en él y sus hijos – sin embargo eso no hace más que aumentar mi preocupación"
"Pero no tienes porque, sabes que ya he arreglado el historial de Naruto por completo, además los papeles que está tramitando Jiraiya son completamente legales"
"¿Estas seguro que nadie sabrá el parentesco?"
"Tiene otro apellido – le beso la frente a su esposa – puede incluso adoptar otro que le guste, el que quiera"
"Uchiha, incluso" Acoto Kushina, con malicia.
"Sobre mi cadáver – dijo con una sonrisa macabra el rubio – si hay alguien en esta casa que tenga que llevar ese apellido, será Naruko, nadie más"
"Oh vamos cariño, que a estas alturas lo menos que debe preocuparte es si Naruto y Sasuke son novios o amigos – dijo riendo – de cualquier manera ya les he hablado sobre el tema de la abejita y la flor" Dijo con cara de perversión.
Minato se puso azul.
"Obviamente sin florecitas de por medio e incluí una amplia gama sobre los tipos de lubricantes y…"
Minato le tapo la boca a su mujer. Ambos miraron a la pequeña Naruko en la puerta, con su tierna mirada de desconcierto ante las palabras de su madre.
"Mami ¿Qué es un rubricante?"
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En la central de autobuses del pueblo estaban dos chicas impacientes mirando sus relojes e intercambiando miradas de nerviosismo, la rubia sentada sobre su valija observaba su manicura mientras la alta pelirrosa zapateaba exasperada. Frente a ellas se para un hermosa chica de cabellos azulinos, mechones se pegaban a su rostro perlado en sudor mientras ella se sostenía de las rodillas para recuperar el aire que había perdido en su frenética carrera.
"Pensamos que nunca llegarías" Dijo la rubia como si nada.
"¿Estas bien?" Le pregunto la otra pasándole una botella de agua.
"Lo estaré…lo estaré tan pronto… nos… nos vallamos" Dijo en medio de bocanadas de aire.
"¿Estas segura? podemos esperar a que recuperes el aliento"
"¿Y qué nos encuentre el loco de su padre? ¡Ni locas!" Dijo la alta.
"¡Frentona!" le reprendió la rubia.
"Ella tiene razón – dijo agobiada – mi primo me ha seguido desde casa, le perdí hace 10 minutos, ser mejor irnos ya" dijo bebiendo el agua y jalando a las chicas con ella hacia el área de abordaje.
Mostraron sus pasajes al chofer del autobús y fueron a sus asientos, tras 10 minutos más de espera, el camión salió de la terminal, al parecer las chicas tenían el autobús para ellas solas, la más aliviada fue la tímida Hinata. Durante el trayecto ninguna dijo nada: Sakura estaba leyendo una revista, Ino estaba con los ojos cerrados y tarareaba la canción que escuchaba en los auriculares, parecían tranquilas, Hinata sabía que no lo estaban para nada. Una vez más, sus mejores amigas mostrando valor por ella y esta solo podía contribuir fingiendo que no estaba totalmente aterrada e intentando no ser una carga más pesada de la que ya representaba.
*.*.*.*.*.*.*.*
"Espero que hayas recordado llamar a mantenimiento esta mañana" Dijo Sasuke sin desviar la atención de la autopista.
"¿Qué?" Pregunto confundido.
"Si, se supone que llamarías para que mantenimiento instalara el gas para que cuando lleguemos, todo este funcional – le dijo con paciencia – supongo que recordaste hacerlo ¿Cierto, dobe?"
"Puede que haya olvidado ese pequeño detalle" Dijo mientras reía nervioso.
Sasuke suspiro cansado, más por el viaje que por la incompetencia de su amigo. Giro en una esquina y entro al autoservicio de un restauran de comida rápida.
"Quiero una pizza familiar, doble tomate, champiñones, orilla rellena de queso, pan de ajo y salsa de tomate, una soda dietética y una orden de alitas enchiladas"
"Muy maduro teme… y saludable" Dijo bajito el rubio, con ironía.
"¿Algo más que desee agregar?"
"¿Quieres algo, dobe?"
"Bueno…"
"Nada más" Dijo tajante.
"Puede pasar por su orden a la ventanilla siguiente"
"Saca la tarjeta de tu abuela, dobe, esta noche tu invitas"
"¡Pediste comida como para un batallón, teme!"
"¡Por que tu olvidaste el pequeñísimo detalle de que requerimos gas para cocinar, usuratonkachi!"
"Buenas noches, son $25,70 – dijo amable el joven, entregándoles la comida – ¿tarjeta o efectivo?"
"Tarjeta" Dijo renegando el rubio, mientras le daba el plástico.
Cuando estacionaron frente a la edificación, miraron la imagen de la foto comparando el mobiliario, se podría decir que el edificio de la foto y el que estaban viendo era el mismo, el mismo pero después de un terremoto, un tsunami y posiblemente una guerra. Era un monumento a la austeridad y no por los cimientos, si no por el estado, tenia escaleras contra incendio que seguro rechinaban horrible con un poco de aire y probablemente estaban tan viejas que el frágil hierro oxidado no salvaría tu vida si necesitaras usarlas en una emergencia, eran 5 plantas y tenían escaleras a ambos lados, no era que Sasuke se fuera a quejar por tener que subir 5 pisos diariamente, su estado físico era envidiable, pero creía recordar que Naruto menciono un lugar mejor que ese, con elevador incluso.
"¿Pero qué demonios…?" Naruto miraba la foto y luego el edificio frente a ellos, luego la foto de nuevo y después el edificio.
Sasuke checo la dirección solo para confirmar, porque era obvio que no se había equivocado, claro que no, Sasuke Uchiha no se equivoca jamás.
"Konohagure #220 – dijo revisando la dirección que le arrebato al azabache – Konohagure" Dijo viendo el nombre de la calle y en números grandes en la entrada del edificio el #220.
"Naruto – se sobo el puente de la nariz y respiro con calma – puede ser que antes de firmar el contrato ¿No te hayas tomado la delicadeza de venir a ver el departamento?"
"Teme, que no lo he firmado yo – se defendió – sabes que mi nombre no puede aparecer en ningún papel" le recordó.
"¿Entonces? ¿A nombre de quién demonios esta?"
"Sabes que le pedí a Itachi que viera lo del departamento al pasarse por la ciudad, le di el efectivo y el prometió… el…"
Sasuke se golpeo la frente. Naruto empezó a jalarse los cabellos.
"¡Pero qué idiota soy!"
"Mucho muy idiota diría yo, dobe – dijo enfadado – sabes que mi hermano te odia ¿Cómo se te ocurre confiar en él?"
"Pensé que se tocaría el corazón al saber que compartiría el piso contigo"
"Eso es más bien otra razón para estafarte"
Naruto renegaba mientras Sasuke intentaba localizar a su hermano en el móvil, por lo menos había señal en ese estacionamiento descuidado, pero viéndolo de frente el edificio con esa luz del atardecer que no le favorecía para nada a la devastada edificación, el azabache presentía que daba miedo una vez yéndose la luz del día.
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"¿Y dices que esto es lo mejor que pudiste conseguir?" Pregunto con un poco de asco la rubia.
"Lo mejor por la cantidad de dinero que juntamos – dijo la otra, bajando las maletas – pero no esta tan mal ¿Verdad, Hinata-chan?"
La rubia fue a abrir las persianas y la luz de la tarde inundo la enorme estancia, cada rincón tenia telarañas, algunos pocos muebles adornaban la austera sala cubiertos por sabanas igual de polvorientas y la morena estaba segura que vio una rata del tamaño de un conejo, cruzando la habitación.
"Etto – la pelinegra miraba a todos lados, evitando tocar las telarañas, lo cual era una tarea casi imposible – con un poco de limpieza…"
"Con MUCHA limpieza – remarco la rubia – control antirrábico, litros y litros de cloro, quizá esto se vea un poco más aceptable"
"Es muy pequeño, lo sé" Dijo con pesar la pelirrosa.
"Tranquila frentona – le consoló la rubia – no es tan feo… es un departamento… em…"
"Acogedor" Dijo Hinata.
"Si, eso es – le sonrió la rubia – además no llegamos tan lejos como para rendirnos por algo así ¿No lo creen?"
La pelirrosa y la morena se sonrieron la una a la otra.
"Bien chicas, manos a la obra – dijo con ánimo, Sakura – iré a buscar la escoba y unas cubetas" Fue a donde estaba la cocina.
"¿Crees que Sakura-chan este bien?" Pregunto apenada la morena.
"La he convencido de dejar el luto, de mudarnos y todo en una semana – dijo con un suspiro – debe ser un gran avance al menos"
"Me preocupa"
"Y tú a mi Hinata – le dijo mirándola con seriedad – ¿Estas segura de que estas bien con esto?" Miro a su alrededor.
"S-Si – se sobo las muñecas bajo las largas mangas de su suéter gris – estoy segura Ino" Dijo con valentía.
"Digo, no es que me moleste tener que estar cuidando mi espalda de posibles investigadores privados o enfrentar cargos por secuestro – dijo con ironía – pero me preocupa que salgas mal de esto y termines por…"
"No – la corto – n-no pasara… lo prometo"
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Las sinuosas oleadas del mar, eran como una dulce nana a los oídos del moreno, pero no podía desperdiciar un solo minuto del paisaje, no podía dormir, no era que la vista al mar fuera tan llamativa o muy mala, pero palidecía ante la belleza de su compañera de cama. Esa noche se trataba de una exótica joven mesera, llena de perforaciones faciales y con un largo y hermoso cabello de color azul, horas antes le había quitado la flor de papel de la cabeza para descubrir la sensualidad de un cuerpo al desnudo pálido y sedoso, cuya única censura era la elegante caída de sus cabellos sobre sus pechos. Si fuese pintor, habría enloquecido al no poder plasmar tal belleza, pero siendo fotógrafo su temor era más bien que las luces no le rindieran justicia a esa etérea belleza. Se levanto lentamente de la cama, tomo su cámara y saco un par más de fotos de la chica tendida en el lecho, apenas cubierta por sabanas negras de seda y de espaldas a él, de fondo el ventanal con la luna de media noche.
Entro al cuarto de lavado donde había metido sus cosas e improvisado un estudio para el revelado de sus fotos, cuando dio un saltito para meterse en sus pantalones noto vibrar el teléfono en el bolsillo delantero, contesto emocionado al ver el nombre en la pantalla.
"¡Te voy a matar!" Le grito el chico del otro lado de la línea.
"Vaya, yo también te he extrañado ototo"
"¿Por qué me odias tanto?"
"Pero si yo te amo, ototo baka – dijo con ojitos de cachorro – es al zorro de tu amigo al que no soporto"
"¡Te estoy escuchando maldita comadreja!"
"Por eso lo dije" Alego sacando la lengua en un gesto infantil que aunque no lo viera, sabía que Naruto estaba contestando.
"Basta – ordeno Sasuke cansino – Itachi, puedo entender que seas idiota – Naruto rio – al igual que Naruto – el rubio lo miro con reproche – pero ¿No podías serlo un poco menos con este asunto?"
"Ototo"
"Itachi, pasare aquí los siguientes 4 años" Dijo recargándose en el capote del auto y sobándose las sienes.
"¡Y viviendo conmigo!" grito Naruto para provocar al Uchiha mayor.
"Por eso escogí un piso con habitaciones separadas y con llave" Dijo gruñendo.
"Hermano – dijo ya harto el azabache – este edificio es una porquería"
"Solo por fuera ototo – se puso serio – es una terrible fachada pero es intencional…"
"Kushina hablo contigo ¿Cierto?" Pregunto en vos baja.
"Si – le dijo con un suspiro – que conste que le hago el favor porque la estimo, porque te cuida, no por el zorro de su hijo… pensé que buscarles algo llamativo sería estúpido y ambos sabemos que bastante tonto es ya Naruto como para serlo nosotros junto con el ¿no lo crees?– suspiro – el departamento es algo chico, nada muy ostentoso pero es lo suficiente para ustedes, hay dos habitaciones realmente grandes, una estancia espaciosa, cocina equipada y un balcón que da a la calle principal, no son los lujos con los que crecimos pero sé que tu no los necesitas ototo"
"Gracias Itachi" Dijo más tranquilo.
"Hay portero, seguridad las 24 horas, tiene instrucciones de informarles primero quien entra o sale"
"¿Es parte del servicio?"
"Más bien una labor social de mi parte"
"¿Nuestro portero es uno de tus rollos de una noche?"
"No – se defendió – en realidad es el ex de una a la que me jodi, el pobre chico solo estaba con ella porque no tenia de otra, le di el pretexto perfecto para dejarla…"
"¿No intento romperte la nariz al menos?"
"Para nada, estaba bastante agradecido, tanto que me hablo de ese lugar y me dijo que me haría ese pequeño favor"
"¿Y es de fiar?"
"Ototo, tu desconfianza me hiere" Dijo con dramatismo.
"Tendrá que bastarnos – dijo cansado y sobo su cuello – tengo que colgar, subiremos al departamento y espero que no haya nada muerto adentro"
"Muy bien, que descanses ototo baka – dijo con tono meloso – cuida mucho tu virg…"
Sasuke colgó con una venita creciendo en su frente, Naruto se acercó a él con la frente agachada. Se recargo al lado de Sasuke en el capote y puso su cabeza en el hombro del moreno.
"Gomene, teme…"
"Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas" Dijo deduciendo.
"No es justo que te tomes tantas molestias por mí, mi madre incluso involucro al idiota de tu hermano…"
"No está contento"
"No tiene por qué – suspiro con culpabilidad – en serio lo siento teme"
"Dejo de lloriquear y baja la pizza – le ordeno de un empujón – quiero cenar aquí afuera"
Y claro que quería, de hacerlo adentro del departamento sabrá Dios que alimaña les saltaría encima por un poco de comida. No le pesaba hacerle un favor a Kushina, mucho menos a Naruto, si, era un idiota pero era su amigo idiota y siempre estuvieron juntos, eso no cambiaria solo porque la situación del rubio fuera diferente e incluso algo peligrosa. El rubio le dedicaba una sonrisa boba con salsa cátsup en la comisura de los labios.
"Por nuestra nueva vida – dijo alzando su rebanada de pizza para brindar – y por nuestro lujoso departamento de solteros"
Sasuke sonrió y alzo su rebanada un poco divertido, Naruto mordió la suya. El azabache limpio la salsa de tomate en los labios del rubio con su dedo índice y lo lamio. Naruto sintió un escalofrío y se puso nervioso.
"Teme, a veces me asustas"
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El sol ya se había metido por completo, las tres chicas estaban exhaustas, miraban el panorama desde el balcón del quinto piso y la vista de una ciudad contaminada no era muy alentadora, pero sabían que mas allá estaba el campus en el que fueron aceptadas las tres y el aire contaminado, el departamento en el edificio viejo y los problemas con los que ibas a lidiar, valían la pena sin duda. Se sonrieron cómplices.
"¡Pido la ducha!"Grito Sakura corriendo.
"¡Voy primero!" Grito su amiga rubia.
Mientras ambas peleaban en la puerta del cuarto de baño, vieron pasar a la morena con bata de baño, su neceser y una toalla en la mano. Ambas obtuvieron un tentativo tic en el ojo.
"Y se supone que es la menos espabilada" Dijo Ino.
Hinata lleno la bañera, suerte que el día de verano y las actividades la tenían acalorada, si no el agua helada le habría molestado, indiferente de la temperatura vacio sales de baño de vainilla y se metió en el agua espumosa. El descanso la recorrió completa, mientras escuchaba a sus compañeras discutir en la sala, hablaban sobre la alfombra. Hinata se puso los audífonos sabiendo que esas dos probablemente se destrozarían por el tema, pero no se harían daño. Por algo sabia que eran amigas desde primaria, cuando las conoció en secundaria pensó que estaban locas y al concluir la preparatoria con ellas, simplemente lo corroboro.
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Sasuke había llegado al quinto piso, fresco como una lechuga, detrás de él, pero muy atrás, venia Naruto cargado con todas las valijas y un par de cajas. Se dejo caer en el piso con todas ellas desparramadas a su alrededor.
"Bastardo – dijo casi sin aliento – podrías… al menos… podrías ayudarme con unas cajas"
"Y tú podrías haber revisado el departamento antes de hacer tratos con mi hermano pero no lo hiciste ¿Verdad?" Le recrimino con una sonrisa presuntuosa.
El rubio levanto las maletas y suspiro enojado. Sasuke estaba por abrir la puerta cuando escucho murmuros del otro lado de la puerta, pego la oreja a la puerta.
"También el flojonazo del portero podría al menos habernos ayudado con algo de equipaje, pero no, era más importante su siesta"
"Shh…"
"Oye teme…"
Sasuke, lo hiso callar con una seña.
"…te digo que no…"
"… seguro vale dinero, podemos venderla bien con una buena limpiada…"
Ladrones, se miraron Sasuke y Naruto.
"… parece muy pesada…"
"…tómala de ese lado, yo levantare este…"
Sasuke le hiso señas a Naruto, abrirían a las cuenta de 3 sorprendiendo a los ladrones en su fechoría.
"1…2…"
"¡3!" Naruto casi partió la puerta con esa patada.
Se escucharon un par de gritos muy agudos y un golpe seco, antes de que una enorme estela de polvo dejara la estancia entre nubosidad difícil de respirar. Naruto y Sasuke empezaron a toser también, el rubio de manera escandalosa.
"¿Pero qué carajos…?"
"¿Qué te sucede imbécil?" Grito una voz femenina tirando un fuerte golpe a Naruto.
"¿Mujeres?" Miro asombrado el azabache mientras se sacudía el polvo.
La feroz pelirrosa se disponía a dar otro golpe a un rubio medio inconsciente cuando Sasuke se atravesó.
"¿Cómo se atreven a entrar así?" Exigió saber la chica.
"Lo mismo pregunto – dijo molesto el azabache – este es nuestro departamento"
"Claro que no – alego la pelirrosa – es nuestro"
"Yo pague… por este departamento" Dijo Naruto desde el piso con una mano sobando su cabeza.
"Eso no es posible…" Alego ella.
"Te digo que si – grito Naruto parándose a su altura – yo pague por este mugroso departamento y…"
"¿Naruto?" Pregunto la rubia poniéndose frente a él.
"Ino" Dijo Sasuke, mas sorprendido.
"Tu…" Dijo casi en un suspiro el rubio, perdiendo al instante todos los colores.
"¿Puedo saber que pasa aquí?" Pregunto el moreno.
"Otra sorpresita de tu hermano quizá" Le dijo sin dejar de mirar a la rubia.
"¿Los conoces Ino?" Pregunto la chica.
"Si – no despegaba su mirada de Naruto – el… ellos dos, eran mis vecinos… fui con ellos al preescolar y la primaria, con ellos y con…"
"Hasta que te marchaste" Dijo serio Naruto.
"Hey, ustedes dos – llamo la atención Sasuke – hay algo más importante de por medio"
"Como ya les dije, pague por este departamento – alego la pelirrosa – no puede ser suyo"
"Yo la vi firmar los papeles, Sakura firmo la compra" Dijo la rubia, con una mirada nerviosa a Sasuke.
"Naruto también pago por el" Dijo con una mirada envenenada a la rubia.
"Obviamente alguien fue estafado" Dijo Naruto con más seriedad de la habitual.
Sasuke notaba la tensión, hasta Sakura que poco a poco bajo su tono de voz y su irritación. Las miradas, todo se estaba diciendo entre ambos rubios, algo que Sakura no entendía y que obviamente Sasuke quería ignorar. Vaya bienvenida en su nuevo departamento de solteros.
