Este es el segundo FanFiction que hago, es de uno de los personajes mas lindos que recuerdo del anime. Espero que les guste.
Sailor Moon y sus personajes no me pertenecen y todos lo derechos corresponden a su autora.
Con ustedes "EL SUEÑO DE JUPITER"
ACTO 1
En una noche de tormenta en un camino alejado un solitario alguacil hacia su recorrida nocturna por las afueras de la ciudad.
A pesar de las condiciones climáticas, seguía con su derrotero, la tristeza y soledad en los días de tormenta eran más acentuadas. Tras varios kilómetros la tormenta era más fuerte y tras perder el control de su móvil en reiteradas veces decidió orillarse y esperar a que mejoren las condiciones para continuar. Varios minutos casi sin ver para afuera los rayos comenzaron a caer en un pequeño claro dentro del bosque cerca de la frontera con Canadá. Aun estando a una distancia prudencial prefirió alejarse. Unos metros adelante un fuerte rayo el cual tenía un tenue tono purpura golpea delante a la unidad haciendo que el vehículo se detuviera al instante, solo las luces delanteras se mantuvieron encendidas.
A pesar del peligro decide bajar y ver si la unidad tenía algún daño de consideración, el cual a simple viste no tenía nada. Igualmente ve en el camino y encuentra un cráter de aproximadamente 10 metros de circunferencia. Sorprendido enfoca con su linterna y alcanza a ver una figura en el fondo del cráter. Con mucha dificultad por la lluvia logra llegar hasta el cuerpo y ve que era una joven de aproximadamente 20 años, no más de ello calculo. El revisa si estaba viva y la gira para verle la cara, le llamo la atención el atuendo de la joven, llevaba una especie de disfraz de marinera color verde con una tiara dorada con una antena que estaba sobresaliente. Él la toma en sus brazos y con esfuerzo la lleva hasta el móvil y la pone a resguardo en el asiento del acompañante. Cuando se sienta detrás del volante un brillo emanó de la joven y el disfraz de marinera desapareció quedando vestida con ropa casual. Sorprendido no supo qué hacer por lo que decidió llevarla hasta un centro asistencial para que la revisen su estado. Tras un largo camino llego hasta el lugar, la cargo y la bajo hasta la sala de atención. Luego de atenderla, la doctora amiga del alguacil, le dijo que está bien y que tendría que dejarla descansar por estar bajo un fuerte shock.
Horas más tarde la joven despierta sin saber donde estaba, tenía jaqueca y estaba algo desorientada.
- Tranquila, ya estas a salvo. – Dice el joven alguacil levantándose de su silla.
- ¿Dónde estoy? - Pregunta la joven tapándose con la sabana de la camilla
- En el centro de atención de Copeland, condado de Idajo. ¿Cómo te llamas?
- Makoto Kimo. – Responde algo aturdida - ¿Quién es usted y porque estoy aquí?
- Soy el Alguacil en Jefe Robert Durán de la Oficina del Alguacil del pueblo de Copeland, anoche la encontré durante la tormenta, estabas desmayada y te traje aquí.
- ¿Mi ropa, mis cosas donde están? - Pregunta Makoto preocupada.
- Su ropa se está secando y no había nada más que un estropeado bolígrafo entre sus pertenencias – Responde sacándolo de su chaqueta.
- ¡Devuélvamelo! - Dice incorporándose algo nerviosa.
- No sin antes decirme que hacía en medio de la tormenta y porque no hay registros de tu persona. – Responde con firmeza el alguacil.
- Solo devuélvamelo, tengo que regresar. – Dice con preocupación.
- Me temo que hasta que no me diga lo que necesito no la podré dejarla ir. - Finaliza Durán poniéndose de pie guardando el bolígrafo de la joven en la chaqueta.
- Espere. ¡Deme mi bolígrafo! – Ordena Makoto.
- Estaré afuera, cámbiese y hablaremos en la oficina del alguacil. – Responde sin dar caso a lo que dijo Makoto.
- Pero me tengo que ir, no lo entiende, ¡Es importante! – Continua Makoto exaltada.
- Trate de entender esto señorita, estoy haciendo mi trabajo, usted apareció en el medio de la nada, y precisamente no con vestimentas normales.
- Quiere decir que... ¡No diga nada por favor! – Pide preocupada.
- No sé lo que vi, pero hasta ahora soy el único. Solo acompáñeme a mi oficina y arreglaremos el asunto.
Makoto se levanta algo mareada aun, y tras cambiarse con ropa limpia que le había dejado en la mesa, acompaña al oficial. Salen en silencio y suben a la camioneta del alguacil, unas cuadras después llegan a las oficinas del alguacil. Estacionan enfrente, Durán saca las llaves, abre la puerta y da vueltas un cartel que decía "Estoy recorriendo en caso de emergencia llame al 555-..."
- ¿No hay nadie aquí? - Pregunta Makoto sorprendida.
- Claro que hay alguien, mi asistente. – Silva con los dedos en la boca y aparece un perro mitad ovejero alemán y mitad labrador. – He aquí a mi asistente Ganimedes. - El perro lejos de ir con su dueño va a la joven y le comienza a festejar con alegría. - No entiendo, nunca es así con la gente que no conoce, debe ser una señal de que eres buena persona.
- ¿Por qué se llama así? – pregunta Makoto mientras el perro saltaba encima de ella.
- Lo encontré de cachorro cuando estaba mirando a través de un telescopio los planetas…
- ¿O mejor dicho Júpiter? – Interrumpe Makoto.
- ¿Sabes de astronomía entonces? - Pregunta el alguacil mientras chascaba sus dedos llamando a su perro para que se calme un poco.
- He leído algo del sistema solar – Responde con un tono casual y cambiando de tema pregunta. - ¿Eres el único policía aquí?
- Es un pueblo tranquilo, y nadie quería el puesto, además hasta que reconstruya mi casa, no tengo donde ir, así que mientras conserve el empleo vivo aquí. Pasa por aquí – Abre una puerta y ella entra seguida del perro. – Tu no Gani, afuera. Toma asiento – Dice tras sacarse la campera y guardar su arma en el escritorio, toma una cafetera y sirve una taza de café frio. - ¿Quieres uno?
- Por favor – Responde Makoto educadamente mientras tomaba asiento.
Durán sirve dos tasas y las coloca en un microondas, pone unos minutos y se sienta delante de ella.
- Entonces… ¿Cuál es tu historia y que hace una joven en medio de un bosque con ropa de marinero?
- ¿Dónde estamos?
- En el pueblo de Copeland condado de Idajo, Estados Unidos cerca de la frontera con Canadá.
- ¿Como pude haber llegado hasta aquí? – En ese momento recuerda que en medio de la batalla cruza sus poderes con Sailor Plutón – ¡No puede ser! – Dice agarrándose la cabeza.
- ¿Que no puede ser? – Pregunta intrigado.
- No debería estar aquí… además - mira en rededor- ¿Qué año es?
- Es Agosto del 99. – Responde por inercia - ¿Cómo que no lo sabías?
- No puede ser. ¿Cómo volveré? – Se pregunta a ella misma preocupada.
-¿Volver a donde, de donde eres, cuántos años tienes? Vamos dime algo. – Suena la alarma del microondas, se levanta a retirar las tasas, deja uno delante de él y le da a la joven la cual lo toma con ambas manos, ella se mostraba muy preocupada. - ¿Deseas comer algo? – Dice Robert como para no presionarla tanto.
- No, está bien, pero por favor, devuélveme mi bolígrafo.
- Veo que es importante - Él lo saca de su campera y se lo da. Ella lo toma y lo mira desanimada.
- Esta roto... No podre volver - Continua Makoto consternada.
- ¿Volver a donde?
- No me lo creerías, además si no puedo hacer andar esto, no podre demostrarte la verdad.
- ¿La cual es? – Pregunta intrigado cruzando ambas manos.
- ... No me lo va a creer... – Ella larga un suspiro – Vengo de Tokio, tengo 23 años, vivo sola y no tengo familia.
- ¿Y qué es lo que haces aquí? En el medio de la noche y de esa tormenta.
- No sé como decírtelo sin que me tomes por loca, - Baja la cabeza y con su mano acaricia el bolígrafo. – De seguro me quedare varada en este lugar un buen rato.
- Entonces señorita Makoto… cual es la verdad o tendré que informar a migraciones.
- Por favor no llame a nadie, créame, cuando pueda me iré como llegue, pero no informe que estoy aquí. – Pide nerviosa la joven.
- No es lo que quiera, es mi deber, además no puede justificar nada de lo que me dice, no hay nada de lógica ni argumento alguno como para que no informe su presencia…
- Caí en un agujero de espacio-tiempo… - Dice Makoto con los ojos cerrados.
-… ¿un qué? - Pregunta el alguacil sorprendido.
- Sabia que no lo creería, pero es la verdad, no soy de este tiempo, vengo del futuro. – Dice con sinceridad mirando al alguacil a los ojos.
- Quieres decir que eres una viajera del tiempo y que no traes nada contigo como para justificar tu historia, en el futuro no tienen posiciones, identificación o algo que justifique lo que dices. – Responde Robert escéptico.
- Si las tengo, pero no las llevo conmigo cuando estoy en el palacio.- Se defiende Makoto molesta.
- ¿Palacio? ¿Eres una princesa o qué? – Pregunta intrigado por la fabula que estaba escuchando.
- Soy una de las princesas que protege a la reina… si esto no estuviese roto te lo mostraría y pronto me iría de tu mundo. Nunca creerías esto, estoy segura. –Responde Makoto recostándose molesta en su silla.
- La verdad, no le creo, pero hay otra cosa. Si yo no hubiese visto de donde saliste y que tu ropa se transformo cuando estabas en ese cráter… No lo sé… además… me resultas confiable.
- ¿Entonces me ayudara? – Pregunta esperanzada.
- Si, lo intentare al menos, siempre y cuando no vea que me estas engañando. Por cierto, tendrás que quedarte en esta vieja oficina del alguacil.
- No será problema, le agradezco oficial.
- Hagamos una cosa, volvamos donde te encontré, quizás haya algo que puedas usar… Por cierto, puedes llamarme Robert. – Dice tomando un sorbo de café.
- Gracias Robert. – Responde con una sonrisa.
