Si los personajes de esta historia me pertenecieran, tengan la seguridad que el final hubiera sido mas dulce.
Error Garrafal
En una pequeña y acogedora sala alumbrada solamente por las llamas de una chimenea, se podía distinguir a dos figuras que se encontraban una a lado de la otra, claro que en situaciones completamente diferentes. Una de ellas se deleitaba muy concentrada con un ejemplar tan grueso como nunca antes visto, mientras que a su lado la otra miraba con asombro como esta devoraba con pasión cada letra de aquella exagerada y abrumadora "criatura". Muy desconcertado pensaba para si mismo que podía tener "aquello" para recibir tanta atención, sin pensarlo alzó la mirada hacia su rostro, no pudo evitar sonreír de manera sincera, ya que en su mente empezaban a bailar numerosas imágenes, eran los recuerdos que mas apreciaba, recuerdos de todos los momentos que habían compartido juntos. Y pensando que nadie lo veía tomó un pergamino y escribió una palabra muy simple, la verdad no quedaba tan mal, solo era un pequeño cambio, ¿ a quién podría afectar?. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un grito de asombro:
- ¡HARRY!
- ¿Qué paso?- Le respondió un poco asustado.
- ¿Ya viste lo que acabas de hacer?
- No, ¿qué hice?
- ¡Cometiste un error garrafal!
- ¿Un QUE?
- Un E-RROR GA-RRA-FAL.- Rodó sus ojos y continuó- se conoce como error a una acción desacertada o equivocada, concepto o juicio falso y a garrafal como una falta o descuido grave, las dos palabras juntas quieren decir que cometiste una gran equivocación- le respondió con un tono de superioridad.
Se sintió un poco mareado por tan detallada explicación pero por verse descubierto no pudo evitar que su rostro enrojeciera de vergüenza y no le quedó mas que sonreír y tímidamente tomó su varita apuntó al pergamino y corrigió su error.
- ¿Asi esta mejor?- Le preguntó poniendo la mejor cara que podía.
Soltando una divertida risa le dijo:
- ¡Si!, pero parece que el cansancio te esta afectando, mejor nos vamos a dormir- y dándole un fuerte beso en la mejilla se despidió.
Pero el no se movió y mientras sus ojos verdes adquirían un brillo especial tomó su varita y apuntó al pergamino, volviendo la palabra a su estado original y con una traviesa sonrisa se dijo para si mismo:
- ¿Por qué no?- Para mi Amiga debería escribirse con H.
Así como se escribía el nombre de la persona que el más quería, aquella figura que se escabullía hacia los dormitorios.
- Si, como Hermione.
