Abrazo


Lavender no había dejado de llorar en todo el día. Su conejito, Peluche, había muerto el día anterior, y recibió la carta hace unas horas. Ella todavía quería mucho a la profesora Trelawney, pero ¿por qué, por qué es que tenía que estar en lo cierto?

Sollozando, aún sin poder parar, Lavender estaba en la sala común de Gryffindor mientras cenaron los demás. Se había acurrucado en una bola y quedó así en el antepecho, mirando el cielo de la noche misteriosa. Tenía la cada apretada contra el vidrio frío de la ventana, las mejillas antes rosadas ya sin color.

En silencio, enjugaba las lagrimas recientes que corrían por el rostro. Respiró hondamente y hipó. Casi le ahogó el anhelo de haber podido abrazar la criatura suave en sus momentos finales. No había tenido ninguna bendición así.

Mientras se estabilizaba el aliento, se encontró un calorcito agradable en una par de brazos fuertes que la envolvía desde atrás para abrazarla. Podía sentir el pelo suave de él que le consuela tocar su mejilla, tal como en el pasado siempre lo hizo la cola de Peluche. Salió otra lagrima cuando se descansó contra el pecho de la otra persona. Se relajó mientras él deslizó los dedos a través de su cabello.

Siempre pensaba en él como el Niño-que-Vivió, nunca como otro ser humano, como ella, que también pasó por los tiempos difíciles de la vida. La hizo feliz que la abrazaba así. Ella podía sentir su aliento caliente correr por su cuello – como el de su conejito.


Traducción de His Warmth. Sé que no es perfecto la traducción. Si tiene sugerencias, por favor, demelas.