Si! lo sé! tengo que actualizar! Pero me da flojerita xD

Como sea, estaba baboseando y me acorde de Dimencio (Que dudo mucho este leyendo esto, pero si lo lee le digo: Hola :D) que me comento la historia de "Cambiando de Gumi a Gumiya" la primera que hice y me comento a Gakuko, y me quede "haré una de ella" y aquí esta! Saldrán algunos más personajes, desde utau, hasta los vocaloid de tercera generación :3

Vocaloid no es mío :D

Toda falta ortografía y de redacción es con toda intención (?) xD


Lunes, 7:00 a.m.

En una tranquila casa, todo estaba en oscuridad, principalmente porque los habitantes estaban dormidos…bueno, solo uno de ellos seguía en el país de los sueños, mientras que el otro estaba más que despierto. El rechinar de una puerta, unos pasos pequeños y contantes en el piso, y la respiración tranquila del durmiente, se subió con cuidado a la cama, y sobre la persona, y tomo aire, llenando sus pulmones.

-¡DESPIRETA!-. Una voz de niña se escucho por todo el vecindario seguido de un grito masculino lleno de espanto.

-¡¿Qué?-. Grito levantándose, y escucho un golpe seco en el suelo, y de ahí vio como se levantaba la niña que lo acababa de despertar. –Gakuko ¿Me quieres matar de un susto?-. Pregunto, la pequeña susodicha se volvió a subir a la cama de su hermano.

-¡Rápido! ¡Se nos hace tarde!-. Dijo emocionada, su hermano miro el reloj que tenía en el buro. Las 7:20 a.m.

-Es temprano aún-. Dijo volviéndose a acostar y tapándose hasta la cabeza. Gakuko inflo las mejillas y comenzó a golpear al mayor.

-¡No! ¡Ya levántate! ¡Dame de comer! , el chico gruño y la empujo tirándola de la cama, pero las quejas y gritos continuaron.

8:10 a.m.

Estaban en el comedor, la niña de 3 años, y su hermano de 16, desayunando, aunque el mayor parecía tener más sueño que hambre. Gakuko devoro todo lo que le puso enfrente su hermano. Después vino la vestimenta. Donde duraron unos quince minutos, ahora eran las 8:25 a.m.

-¡Listo! ¡Ya vamos!-. Grito, tomando de la mano al mayor.

-No sé porque tanto ánimo… después ya no vas a querer ir-. Dijo para Gakuko, pero la niña le ignoro. Salieron de su casa y comenzaron el camino.

Cuando al fin vieron la construcción, la niña rio y corrió, su hermano suspiro y le siguió a paso lento y cansado. Se reunió con la menor estando frente a la entrada del edificio que decía en letras grandes y de varios colores: "GARDÍN DE NIÑOS", en el patio había juegos de colores, y los salones tenían en las ventanas adornos de papel, bastantes tiernos y sencillos.

-Vamos pues-. Dijo el mayor y entraron juntos. La niña iba fascinada, su hermano no tanto. Llegaron a la oficina de la Directora, que los acepto amablemente. Le dio el horario de clases y algunas indicaciones. Y claro, el nombre del aula de la pequeña. Así que ahora fueron a buscar dicha aula.

-Bien. Ten mucho cuidado, se amable y por el amor de Dios, no grites-. Le dijo su hermano fuera del aula que le toco a la pequeña, Gakuko asintió feliz. –Bueno-. Le beso la frente y sonrió.

Abrió la puerta y la maestra le atendió. Una mujer de cabello rosa que le llega hasta los hombros, adornado por una boina verde, y ojos de un verde llamativo. Sonrió al verlos, y dejo que la pequeña pasara. Gakuko miro a todos los rostros de niños de su misma edad, tanto niños como niñas. Miro a su profesora.

-Me llamo Momo. ¿Qué te perece presentarte ante todos?-. Dijo de manera amable, Gakuko asintió y dio dos pasos al frente.

-¡YO SOY GAKUKO!-. Grito, fuera del aula su hermano se dio un golpe contra la pared. -¡Tengo 3 años!-. Dijo levantando tres de sus dedos en la mano derecha. -¡Vivo con mi hermano Gumiya! ¡Mis papas viajan por el mundo!-. Continuo con una sonrisa, su hermano ya había decidido salir de ese jardín de niños.

-¡Me gusta que la gente me escuche bien! ¡Me gustan las berenjenas! ¡Y me gusta mucho esta escuela!-. Finalizo, con una sonrisa. Sus compañeros rieron ante la energía de la nueva niña, y la maestra igual. Le indico su lugar; junto a una pequeña de cabello oscuro y peinado en dos colitas.

El primer día de escuela de la pequeña Gakuko, despertando a su hermano mayor a las 7 de la mañana cuando él no tenía clases. Una niña energética, alegre, aventurera y en palabras de su hermano "Una molestia andante, pero nunca le puedes decir No". Durante la clase presto la máxima atención que podía, porque se distraía viendo los adornos, y por la ventana. Le encantaba ese lugar, por fin pudo ir después de tanto tiempo (no era más que unos meses, pero le pareció mucho más). Al llegar el ansiado receso, salió disparada del aula y comenzó a explorar la escuela.

-Una niña…-. Se dijo al verla a la distancia, tenía el pelo corto y morado oscuro. No dudo en hacer una nueva amiga. -¡Hola!-. Grito, la pequeña se giro y la miro. Unos ojos morados penetrantes vieron a Gakuko, le recordaba a su hermano cuando se enojaba. Se acerco.

-Hola-. Volvió a decir.

-Ya te oí la primera vez ¿Quién eres?-. Respondió, su voz era demasiado seca para una niña de 3 años, pero Gakuko lo ignoro por completo.

-Soy Gakuko, y hoy entre a la escuela, ¿Cómo te llamas? ¿Quieres ser mi amiga? ¿En qué salón vas? ¿Por qué estás sola? ¿Puedo estar contigo? Me caes muy bien-. Comento veloz mente y sonriendo, la otra niña arqueo las cejas.

-Me llamo Defoko, sí, en el salón de allá, porque no estoy con alguien, no tengo nada en contra. También me caes bien, pero hablas mucho-. Dijo y Gakuko empezó a reír.

Después de conocer a su nueva amiga, se fueron juntas a conocer la escuela, a Gakuko le parecía enorme, y a Defoko que ya tenía algo de tiempo ahí le seguía sorprendiendo el tamaño del lugar, aunque no gritaba o hacia caras de asombro como su nueva amiguita. Dieron vueltas por un lado, por otro, entraron incluso a los baños de los niños, por error de Gakuko que insistía eran los de las niñas. Entraron en otras aulas y vieron a más pequeños, aunque cada persona nueva que Gakuko veía se repetía la misma presentación.

-¡Hola soy Gakuko, y ella es Defoko!-. Gritaba a los cuatro vientos, teniendo a la persona en cuestión a tres pasos de distancia. Pero los otros pequeños sonreían amistosamente y se presentaban. El reseco de unos treinta minutos acabo y volvieron a las aulas, Defoko resulto estar a unos dos salones más lejos que ella, pero no le importo.

Una vez dentro volvió a ver a su compañera de asiento, la niña tenía una expresión bastante seria, y Gakuko le miraba fijamente pero la niña ni volteaba a verla.

-¡Hola!-. Le grito y la otra se cayó de su silla por el susto. -¿Estás bien?-.

-Sí…-. Respondió, levanto la silla y se volvió a sentar. Pero ahora miro de reojo a Gakuko, que la seguía viendo.

-¿Quieres ser mi amiga?-. Pregunto Gakuko, sorprendiendo a la niña, que se sobresalto y la miro al fin.

-¿Qué…?-. Gakuko empezó a reír sonoramente.

-¡Ya somos amigas! ¿Cómo te llamas?-. Pregunto, la niña dudo en responderle, pero al final lo hizo, con una voz muy baja.

-Yuki-. Respondió, y Gakuko la tomo de la mano.

-¡Hola Yuki! ¡Hoy es un buen día! ¡Tengo dos nuevas amigas!-. Grito, y Yuki, sonrió débilmente, no esperaba tener una amiga tan pronto, y menos de una niña tan distraída.

Llego la maestra, y continuaron con sus deberes, Gakuko estaba desbordante de energía y felicidad, conoció a otras maestras; la maestra Ruko, que tenía unos ojos "bonitos" dijo Gakuko, la maestra Ann, que la menor bautizo como "Ricitos de oro" por su cabello, un maestro de nombre Sora al cual llamo "Curry" porque lo vio comiendo dicha comida, otra maestra de nombre Sonika, y otro hombre de nombre Kiyoteru a los cuales aun no encontraba nada sobre saliente… Pero lo haría pronto. También estuvo un momento con la directora de nombre Mew… y que Gakuko le encontró parecido con un mínimo, además del nombre.

-Bien pequeños, tomen la plastilina, vamos a hacer animalitos-. Dijo la maestra Momo, Gakuko cayó en conclusión, que Momo era la persona más bonita y tierna que había conocido.

En la actividad, Gakuko intento, lo mejor que pudo hacer un conejo… Pero le quedo demasiado deforme y sin orejas, miro a su compañera/nueva amiga, y había hecho un perro que si tenía forma de uno.

-Gakuko, querida, no hagas eso…-. Decía Momo, al ver a la niña pisar la plastilina con todas sus fuerzas… sobre la mesa, Yuki y el resto le miraban asombrados.

Después de que se detuvo, tomo la delgada plastilina, y le puso lo que parecía una cola, y las esquinas le junto un poco, y le pico con los dedos en la superficie. Cuando acabo se lo mostro a Momo.

-Una mastraña-. Dijo, y Momo arqueo las cejas ¿Qué era eso? –Son las que están en el mar, y parece que vuelan en el agua-.

-¡Ah! Una mantarraya-. Dijo y Gakuko asintió, la maestra sonrió y le dijo que era linda.

Gakuko se sintió feliz de estar ahí, no sabía porque su hermano siempre que llegaba le decía que la escuela era "Una cárcel, donde nos tiene para llenarnos los cerebros de cosas que ni siquiera se usaran en el trabajo que se tenga o en la vida común". Para ella, era un lugar donde conocías gente nueva y amable, hacías nuevos amigos, aprendías cosas graciosas y lindas.

12:00 p.m.

Gakuko estaba aferrada a uno de los mástiles de la escuela, sus nuevas amigas; Defoko y Yuki miraban atentas, las niñas se presentaron después de que Gakuko gritara frenéticamente y se aferrara al poste.

-Gakuko, es hora de irse a casa-. Dijo Yuki, y Defoko asintió con la cabeza.

-¡No quiero!-. Grito, mientras abrazaba aun más el poste. Las niñas suspiraron.

-Mañana también vendrás, no tienes porque ponerte así-. Dijo Defoko, Gakuko insistía que esa niña hablaba muy…muy…grande para tener su misma edad.

-¡No me quiero ir!-. Grito de nueva cuenta.

-Defoko, Yuki-. Giraron a ver y era Ruko, que les sonrió. –Ya vinieron por ustedes-. Las niñas asintieron y tomaron de la mano a la mayor.

-Adiós Gakuko-.

-Nos vemos mañana-. Comentaron y la dejaron, Gakuko sonrió y les dijo adiós con la mano, una vez las vio lejos, se volvió a aferrar al poste.

-¿Está bien que la dejemos así?-. Pregunto Sora señalando a la niña, la directora solo sonrió.

-Déjala, en unos minutos llega su hermano y él sabrá que hacer-. Contesto, restándole importancia.

Y como fue, llego Gumiya, y al mirar a su hermana menor aferrada al poste, no evito suspirar y pasar su mano revolviendo su cabello.

-Gakuko, es hora de irnos-. Dijo, ya conociendo la respuesta de la otra.

-¡No quiero!-.

-No es que quieras, es que nos TENEMOS que ir-. Recalco.

-¡No, no, no, no, no!-.

-No me hagas llevarte a la fuerza-.

-¡No!-.

-Te contare hasta tres-.

-¡No!-.

-Uno-.

-¡No!-.

-Dos-.

-¡No!-.

-Tres-.

Desde la oficina de la dirección, los profesores veían a Gumiya jalar a la pequeña Gakuko, hasta que logro soltarla del pilar, y esta lloro cual magdalena, mientras pataleaba y golpeaba al mayor.

Llegaron a su casa, donde Gakuko le puso la ley del hielo a su hermano, aunque fue ella quien le hablo para contarle sus aventuras en la escuela, y preguntarle quien la llevaría a la escuela mientras él estaba en… la escuela.

-Tenemos dos opciones, la primera es que te vayas sola, y la segunda que Luki venga por ti y te lleve-. Dijo, mientras le servía de comer. A la pequeña se le ilumino la mirada.

-¡La segunda!-. Grito, arrojando el tenedor.

-¡Bien!-. Contesto su hermano con una sonrisa. –Ahora ve por el tenedor-. La sonrisa se desvaneció y miro severamente a la niña, que se levanto y fue por el instrumento.


¿Ya se dieron cuenta que cambio FF otra vez? ¡Ya sale cuantos te ponen en favoritos y cuantos siguen la historia! ¡Y también cuando dejan comentarios anónimos no sale el nombre! D:

Me gustaba más antes xD Pero mientras pueda subir las historias sin tapujos no me quejo (mucho xD)

Saludos gente, y próximamente actualizo las historias de "Maid & Host" y "¡A la escuela!"