Lazy Town: La película.
Los chicos acaban de cumplir la mayoría de edad, así que ellos ya no necesitan la ayuda de Sportacus, así que él se tendrá que marchar.-¿Por qué te vas?.
-Porque ya no me necesitáis.
-Pero te echaremos de menos.
-Lo sé, pero ahora me tengo que ir a otro lugar donde me necesiten, pero no os preocupéis, porque cada vez que pueda os visitaré, os lo prometo.
De repente se ve a lo lejos nueve superdirigibles.
-Número 10 (dice número 1).
Tenemos que irnos.
-Está bien.
Adiós, chicos, os echare de menos.
-¡Adiós Sportacus!
Sportacus sube a su superdirigible y se va junto con los otros nueve.
Llegan a la isla del Mar del Norte y allí los nueve empiezan una asamblea para decirle a Sportacus cual será su próxima ciudad a la que proteger. Cuando acaban, Sportacus vuelve a subir a su superdirigible, allí, empieza a ver unas fotos de sus amigos de Villa Pereza, entonces, alguien sube...
-Hola, número 10.
-Ah, hola número 9.
-¿Así que estos son tus amigos de Villa Pereza?.
-Sí, los echare de menos, sobre todo a Stephanie.
-¿Stephanie?, uy, uy, a mi eso me huele a algo.
-No digas tonterías, sólo somos amigos.
-Bueno, ¿y quién es Stephanie?.
-Esta (señalando a la muchacha del pelo rosa).
-Vaya, es muy guapa.
-Sí, y ahora que acaba de cumplir 18 años está preciosa.
-Uy, uy, digas tu lo que digas, tu sientes algo más que amistad por ella.
-Que no, además, suponiendo que sea así, nuestro amor sería imposible, ya sabes que los superhéroes no nos podemos enamorar, porque eso influiría en nuestro trabajo.
Y además, los demás superhéroes tampoco los permitirían.
-Yo te apoyo, haré todo lo que pueda para que Stephanie y tu seáis felices.
-Muchas gracias.
-No hay de que, para eso están los amigos.
Al día siguiente, en Villa Pereza...
-Buenos días, Stephanie.
-Buenos días, tío Milford.
-¿Te ocurre algo?, estás muy triste desde que Sportacus se fue.
-Es que, después de 10 años, es normal, éramos uña y carne.
-Lo sé, pero últimamente me he fijado que veías a Sportacus de otra manera.
-¿Yo?, yo lo veía como siempre.
-Pues yo te veía siempre con una carita...
-¿No creerás que yo?
-No lo sé, dímelo tú.
-Tío, de verdad, son imaginaciones tuyas.
-Pues así de la forma que tu mirabas a Sportacus era de la misma forma que yo miraba a la señorita Corre-Corre.
-Bueno, sí, es verdad, me has pillado, estoy enamorada de Sportacus, lo que pasa que no quería decírtelo porque pensaba que no lo ibas a aceptar.
-¿Cómo no lo iba a aceptar?, me alegro mucho de que Sportacus haya sido el elegido para ocupar tu corazón. Aquí me tienes para lo que sea.
-Gracias, tío Milford.
-No hay de que.
-Pero no pude decírselo, no me atrevía, porque no quería que nuestra amistad desapareciese.
En ese mismo momento, en la isla del Mar del Norte...
-Número 10 (dice número 1), hemos sido informados de que en Villa Pereza, el villano Robbie Retos Rotten, ha vuelto a las andadas.
-¡Pero si Robbie prometió ser bueno!, de todas maneras los chicos son lo suficientemente maduros como para no caer en las trampas de Robbie.
-También hemos sido informados de que tiene secuestrada a una tal Stephanie.
-¿Stephanie?, no puede ser, tengo que volver a Villa Pereza.
-Lo siento, pero no puedes irte, ya no tienes que estar allí.
-Lo siento, pero quien está en peligro es alguien a la que quiero mucho.
-¿Te has enamorado?, ya sabes que los superhéroes no nos podemos enamorar.
-No me he enamorado de nadie, es sólo que le tengo mucho afecto.
En ese instante llega número 9.
-¡Sportacus!.
Se acerca a él y le dice al oído: digas lo que digas tu te has enamorado de Stephanie, atrévete, díselo, porque si no lo haces, te sentirás el hombre más desgraciado durante toda tu vida.
-Sí, estoy enamorado de Stephanie, y por este amor que siento por ella voy a salvarla (le dice Sportacus a número 1).
-Si te vas, no vuelvas.
-Esta bien, no pensaba hacerlo.
Sportacus sube a su superdirigible y va hacia Villa Pereza, allí descubre que todo está en orden.
-Pero, si está todo bien, no lo entiendo.
De repente aparece Robbie Retos.
-¿Qué has hecho con Stephanie?
-No te preocupes, ella está bien, esto era una prueba.
-¿Cómo que una prueba?.
-Pues que resulta que recibí una carta de número 9 diciéndome que hablaría con los demás superhéroes sobre tu amor por Stephanie.
-Entoncés, ¿todos estabáis compinchados?.
-Sí, ellos querían saber si tu amor por Stephanie era sincero.
En ese momento aparecen nueve superdirigibles.
-Hola, Sportacus (dice número 1).
-¿Qué hacéis aquí?.
-Bueno, queríamos saber si era verdad que ibas a salvar a Stephanie.
Tu sabes que los superhéroes no nos podemos enamorar, cuando número 9 nos dijo que estabas enamorado de Stephanie no lo aceptábamos, pero hemos pensado que contra el amor no se puede luchar, así que, puedes quedarte aquí si quieres, pero ven a visitarnos de vez en cuando, ¿eh?.
-Por supuesto.
En ese instante los chicos ven que hay mucha gente reunida y se acercan para ver lo que ocurre.
-¿Qué ocurre? (pregunta Ziggy).
Así que todos les cuentan a los chicos lo que pasa.
Todos van a la casa del Alcalde...
-Vamos, Sportacus, tienes que decírselo, que al final te dice que no, pero al menos lo has intentado (dice número 9).
-Está bien, lo haré.
Sportacus llama y abre el Alcalde.
-Hola, Sportacus.
-Hola, Alcalde.¿Está Stephanie?.
-Sí, pasa, pasa.
Sportacus entra en el cuarto de Stephanie, ella está tumbada en la cama llorando.
-Hola, Stephanie.
-¡Sportacus!, ¿qué haces aquí?.
-He venido porque me había enterado de que estabas en apuros, y no podía soportar que te pasara algo. Tu eres lo más importante para mí.
Stephanie, yo...
Pero antes de que pudiera terminar la frase ella le da un beso.
-Tu también eres lo más importante para mí. No quería decírtelo porque no quería que nuestra amistad terminase.
-Yo tampoco te lo he dicho porque tampoco quería que nuestra amistad terminase.
Ambos ríen.
-¿Quieres casarte conmigo? (dice Sportacus).
-Por supuesto.
Ambos salen de la casa del Alcalde, todos se reúnen.
-Stephanie y yo nos vamos a casar la semana que viene, así que nos gustaría que estuvierais todos en la boda.
-Por supuesto (dicen todos).
Una semana después...
Píxel es el cura, el Alcalde y Bessie son los padrinos de Stephanie y Ziggy y Trixie son los padrinos de Sportacus. Por supuesto los demás también están en la boda.
Después de darle el sí quiero, comienza el convite.
-No me puedo creer que estemos casados (dice Stephanie).
-Yo tampoco. ¿Qué te parece si tenemos la parejita?.
-Eso sería lo ideal.
Ambos ríen.
-¡Vivan los novios! (dicen todos).
-Stephanie y yo queríamos daros las gracias por estar con nosotros en este momento tan importante.
-Como íbamos a faltar (dice Ziggy).
Todos ríen. Todos bailan el Bing Bang.
-¡Hasta siempre! (dicen todos).
FIN
